Durante varios segundos no contestó ni se movió. Levanté la mirada para verle el gesto: serio y pensativo.

- La verdad es... que lo llevo mejor de lo que pensaba.

- Pero...- empecé a protestar.

- La situación es difícil- me cortó- pero debemos estar contentos. Te quiero, me quieres y vamos a ser unos buenos padres.

Se me escaparon aún más lágrimas y me puse de puntillas para besarle. Sus labios se encontraron con los míos suave y ligeramente.

El destino parecía estar en mi contra y querer que me diese un infarto. Mientras me dejaba consolar por aquel beso de Tom escuché una exclamación ahogada que me devolvió al mundo real. Me separé de él a tiempo de ver la cara indignada de mi suegra, por partida doble. Ella cerró la puerta de la habitación con cuidado mirándonos con los ojos muy abiertos. Tom se apresuró a soltarme al tiempo que su madre se acercaba a nosotros. Él fue a excusarse de inmediato pero ella levantó un dedo y se lo puso sobre los labios.

- Esto me parece increíble- dijo calmada pero se notaba el mal humor- No sé que clase de juego os traéis entre manos pero ya podéis iros olvidando. Ni un comentario a Bill. Aquí no ha pasado nada ¿Queda claro?- subió el volumen de la voz- Me parece increíble... que poca vergüenza. ¡Yo no te he educado así Thomas Kaulitz!- le miró enfadada- y en cuanto a ti señorita... ¡no te acerques a ninguno de mis hijos!

Se dio media vuelta y se fue a paso ligero. Tom me miró durante unos segundos y después salió corriendo tras ella.

Me dio un escalofrío y vi como ambos desaparecían por el pasillo. A los pocos minutos aparecieron varios médicos.

- Vamos a hacerle varias pruebas- me dijo el médico antes de entrar- no tardaremos demasiado. No queremos presionarle en exceso.

Entraron y le sacaron en la cama... Él me dirigió una mirada que no supe interpretar bien. ¿Era pena? ¿Resignación?

Negué con la cabeza y entré en la habitación. Tom llegó unos minutos más tarde.

- Menudo mosqueo se ha pillado- comentó.

- Es normal.

- En principio sí. Pero no me ha dejado explicarle nada. ¡NADA! Cree que para mí simplemente eres una más, una de tantas. Y que tú... pues que no diferencias un hermano de otro. Te faltaba Bill y te has lanzado a mis brazos...

- Bueno eso no es exactamente así aunque en parte...

- No lo digas- me cortó- no quiero ni oírtelo decir. No estoy preparado para que me sueltes que quieres más a Bill pero que te tienes que conformar conmigo.

- No iba a decir eso- repliqué enfadada- porque no pienso eso.

Tom me miró casi desafiante.

- Tom, te quiero- dije sin pensar- te quiero tanto que me asusta.

Me fijé en su cambio de expresión.

- Shannon estoy algo desorientado. Nunca he tenido una relación seria...

Me acerqué hasta él y le cogí de la mano.

- No tengas miedo-susurré- no tengas dudas. Yo te quiero y nada va a cambiar eso.

- ¿Ni siquiera Bill?

- Ni siquiera Bill- afirmé.

Aquello era duro. No me gustaba ver a Tom tan centrado en "ganar" a Bill. Lo importante era que Bill se pusiese bien, no deberíamos haber estado pensando en eso.

- Tom... ¿tu madre se ha ido del hospital o...?

- Está en la cafetería, soltando improperios contra nosotros.

- Voy a hablar con ella.

- ¿Qué?- casi gritó.

- Intentaré explicarle las cosas con calma.

- ¿Qué te hace pensar que vas a poder convencerla si yo no he podido?

- No lo entenderías...

Le di dos palmaditas en la espalda y me fui. En el fondo, esperaba que comentándole la situación a Simone fuese capaz de aclararme yo misma.

Bajé hasta la cafetería y la vi sentada en una mesa. Me acerqué hasta allí y me senté frente a ella.

- Simone... entiendo que estés enfadada y decepcionada.

- Shannon no tienes ni idea de cómo me siento- su voz denotaba su mal humor.

- Lo mío con Tom es algo serio.

- ¿Algo serio? ¿Hasta cuando?

- ¿Cómo?-dije sin entenderla.

- ¿Hasta cuando vas a seguir teniendo algo serio con Tom? ¿Hasta que Bill salga de aquí? ¿Un mes después?

- Yo quiero a Bill, pero... ya no es igual.

- No es igual porque has estado mucho tiempo sin tenerle a tu lado. ¿Qué vas a hacer cuando le veas a menudo, cuando le escuches reírse o cuando vayáis juntos al cine o cualquier otra cosa? ¿Estás segura de que no vas a sentirte confundida?- elevó la voz.

- Simone... no puedo saber como me sentiré en un futuro. Te hablo de lo que siento ahora...

Ella me fulminó con la mirada durante unos segundos y se levantó de la silla.

- Aléjate de mis hijos- susurró inclinándose hacia mí. Su tono era ciertamente amenazante.

Se incorporó y antes de que se alejase no pude morderme la lengua:

- Estoy embarazada- murmuré.

Ella se paró en seco. Se dio la vuelta y la miré.

- ¿De Tom?- preguntó con un ligero temblor en la voz.

- Sí

- ¿Él lo sabe?

- Sí, y Bill también.

Ella ni se digno a mirarme, se fue sin decir nada más.

--------------------------------------------------------

Espero que os haya gustado el capítulo. Me gustaría comentaros también que dentro de poco publicaré una nueva historia. Es una historia que comenzó siendo un fanfic sobre ellos también pero que finalmente la transformé en algo más complejo. He estado más de diez años hasta que he conseguido acabarla y puedo aseguraros que está mucho mejor escrita y desarrollada que ésta. Es una historia con 3 narradores (dos hermanos y una chica) y que se desarrolla en dos tiempos diferentes (pasado y presente). Si os ha picado un poco el interés dejadme un comentario y estaré encantada de avisaros cuando empiece a publicarla :)