Narra MiChan.

Estaba a punto de irme a la cama cuando escuché un auto estacionarse frente a la casa. Hice a un lado un poco la cortina y vi entrar a Yoongi junto a su hermano, se veían bastante enojados. Seguro sucedió algo.

— Ya déjame en paz— escucho gritar al menor— Se merecía eso y más.

Luego de eso escuché como entraron a casa con tirón de puerta incluido.

— Supongo que tuvieron una pelea— me alzo de hombros y voy a la cama.

Después de dormir placenteramente desperté preparada para irme a trabajar. Me vestí, desayuné y al salir choqué con la dura realidad.

— Cielos, olvidé por completo la situación de mi auto— corriendo bajo las escaleras y miro mi reloj— Ni siquiera se si estoy a tiempo para tomar el autobús.

— Vecina— siento la voz del hermano de Yoongi— Yo la llevo, me dirijo a la ciudad.

— Oh, muchísimas gracias.

— No agradezca, es mi culpa que no tenga auto ahora mismo— salimos y subimos a su auto— Pero no se preocupe, ya me estoy encargando de él.

— Ya vámonos, estoy un poco retrasado.— ambos nos miramos sorprendidos, si hubiera sabido que él iba también no hubiera aceptado.

— Bueno, no se queden ahí parados entren.

Obedezco y luego que estuvimos acomodados nos pusimos en marcha. Todo se mantuvo en silencio hasta que mi móvil comenzó a sonar, llamando la atención de ambos chicos.

— Lo siento— me disculpo y contesto— Hola Jin.

— Llamo para decirte que me iré hoy de Corea, quisiera despedirme de ti.

— Vale ¿dónde nos vemos?

— ¿Te parece bien si paso por tu trabajo?

— Está bien, estoy libre al medio día a la hora del descanso.

— De acuerdo, estaré ahí.

— Te espero.

Cuelgo y miro al retrovisor al sentir una mirada sobre mi. No sé para qué me mira, si me tiene asco.

— Idiota— lo siento murmurar.

— ¿Me hablas a mí?

— ¿Por qué debería de hablarte?

— Creí que lo habías hecho.

— Chicos relájense ¿Si? Vayamos a nuestros destinos tranquilos.

Esquivo mi mirada y la fijo en la carretera, trato de olvidar que ese desagradable estaba ahí pero seguía sintiendo su mirada por el retrovisor.

— ¿Me puedes dejar aquí por favor?— prefiero ir caminando.

— ¿Estás segura? Creo que el centro de investigación queda un poco más allá.

— Si pero tengo algo que hacer por aquí primero.

— Vale, entonces aquí te dejo— estaciona el auto y bajo de él— Que tengas un buen día.

— Gracias, tu también.

Bufo al ver la hora, me quedaba un buen tramo todavía, estoy segura que llegaré tarde hoy. Todo por causa de ese... Asch lo odio.

— ¡Unnie!— siento un claxon a mí lado y veo a una de mis compañeras de trabajo— Vamos, suba.

— Oh, me has caído del cielo.

Llegamos y enseguida nos pusimos a trabajar habían llegado muchas muestras y todas tenían que ser analizadas antes de que finalice el mes.

Después de cuatro horas de arduo trabajo llega la hora del descanso. Al llegar al vestidor recibo un mensaje de Jin diciéndome que ya estaba afuera. Enseguida me cambié y fui hacia él.

— Al fin llegas— notaba un cambio total en su forma de mirarme y de tratarme, nada que ver con el chico que estuvo frente a mi casa hace unos días.

— ¿Te peleaste con alguien?— traía un par de moretones en su rostro.

— No te hagas la inocente que sabes muy bien quién le hizo esto a mí rostro— niego y el lleva dos de sus dedos al puente de su nariz.

— De verdad que no sé...

— Fue ese chico ¿Por qué no me dijiste que tenías una relación con él?

— ¿Yoongi?