— Yo... Yo ya estoy lista.

— Dios— ver sus expresiones de asombro me hace sentir muy avergonzada.— Estás hermosa Sunbae.

— Gracias... ustedes también lo están.

— Si ya estamos listas vámonos, tenemos que estar allá a las siete.— asiento y saco mi tarjeta para pagar.

Después de hacerlo fui a casa. Todavía tenía que vestirme apropiadamente. Al menos creo que tengo algo decente. Vaya será la tercera ves en mi vida que usaré tacones.

. . .

Me daba un poco de vergüenza entrar, habían muchas personas y no conocía a nadie, además de que no llevaba mis lentes y con los de contacto todavía me cuesta ver bien, siento que me caeré o terminaré chocando con alguien.
Y justo pasa lo último mencionado, como la despistada y ciega que soy choco con alguien pero ese alguien me detienen por mis brazos antes de pegarle.

— Lo...— pero ¿qué hace mi vecino aquí?

— ¿Boo MiChan?

— ¿Qué tengo?¿Por qué me miras así?—  ríe desviando su mirada.

— ¿Qué haces aquí, eh?¿Me estás persiguiendo?

— No responderé tus preguntas si no respondes las mías— me cruzo de brazos.

— ¿Me preguntaste algo?

— Olvídalo— iba a seguir mi camino, sin embargo su tibia mano me detiene.

— Entremos juntos.

— ¿En serio?— hace un mohín con su boca y me hace caminar jalando de mí mano.

Entramos y él seguía sosteniendo mi mano, no la soltaba y se lo agradecía, al menos no me sentiré como pez fuera del agua junto a él. Aunque siento que muchas personas me están mirando raro. ¿Sera que es alguien importante? 

—Sentémonos aquí  dice al soltar mi mano.

—Vale. —ya sentados seguía sintiendo algunas miradas hacia nosotros y quería saber el por qué— Mmm ¿Puedo saber por qué nos siguen mirando algunas personas?

—No lo sé—  respondió igual que siempre, seco y conciso —Quizá sea porque te ves muy bonita hoy. — Me sorprendo notoriamente al escucharlo  —¿Acaso llamaste al hada madrina de cenicienta?

—Gracioso— ríe y cruza su pierna.

Pasan dos de mis compañeras de trabajo y con sus bocas en forma de O se me acercan.

—Omo— miran al chico y luego me miran— Unnie, ¿podemos acompañarlos en la mesa? —miro a Yoongi buscando respuesta pero él no hace gesto alguno, entonces decido responder por mí misma.

—Si, por supuesto.

—¿Ustedes son cercanos? —otra vez lo miro buscando respuesta pero el ahora andaba en su móvil.

—No realmente

— Ah ¿Entonces de donde se conocen?

—¿Son reporteras o algo por el estilo? — habla sin despegar su vista de su móvil.

—No — ríen con nerviosismo—Solo estamos curiosas…

—Más bien están chismoseando— dirige la mirada hacia las dos chicas— Pues les diré el chisme completo— cuando siento su mirada sobre mi, mi piel se eriza y más cuando sentí su mano sobre la mía— Ella y yo, estamos saliendo.