🎨-XXXII
Eun Woo se vestía desesperadamente mientras TaeHyung era quien salía detrás de SeokJin, él quería hacerlo también, sus manos temblaban intentando recordar que había sucedido la noche anterior, pero tenía recuerdos borrosos.
Recordaba que había estado encima de TaeHyung, lo había desnudado para sentir su piel, pero su cabeza estaba confundida porque él recordaba que había sido SeokJin quien lo había dejado tocarlo. Recordaba que había sido SeokJin a su lado, todo el tiempo. Él, él había echado a TaeHyung ¿O no?
Claramente no lo había hecho.
Si cabeza era un desastre y sentía tantas ganas de llorar, pero a la vez sentía la urgencia de tomar una ducha si la persona con la que había estado en realidad había sido TaeHyung.
Sentía que no podía culpar del todo al pintor si él lo había provocado, si él se había insinuado. Era su culpa si algo había ocurrido entre ellos. Él estaba totalmente desnudo y recordaba haberse quedado dormido en el pecho de SeokJin-Taehyung, en el pecho de TaeHyung. Mierda.
Su cuerpo se estremecía con una sensación de rechazo. ¿Quién lo había mandando a beber tanto? Era culpa de todo lo que tenía en su cuerpo y su cabeza le jugó una mala pasada. Se sentía tan estúpido. Tan sucio. ¿Cómo iba a ver a SeokJin a los ojos después de esto?
Perdería a su amigo, estaba seguro. De una forma u otra, había cagado todo entre ellos y eso hacia a Eun Woo sentirse enfermo cuando recordaba la mirada de SeokJin en su rostro.
SeokJin podía escuchar a TaeHyung gritar su nombre detrás de él, pero no importaba, no iba a detenerse. No quería hacerlo, no estaba en pos de soportar nada en ese momento. Sólo necesitaba alejarse antes de pensar en su siguiente movimiento.
— SeokJin, espera por favor —pedía el pintor, llegando justo frente a él y deteniendolo. Se veía desesperado y tenía su buzo al revés. A SeokJin se le revolvía el estómago.
—No me toques, TaeHyung —pedía con voz gruesa—. Aléjate de mi, no te quiero ver en este momento —decía empujándolo con su hombro para pasar de él.
Obviamente el pintor no lo dejaba, lo volvía a frenar con fuerza y recién en ese entonces SeokJin notaba la desesperación del pintor. Los ojos húmedos y sus manos temblando pidiéndole que se detuviera. Se veía totalmente descolodado y le rogaba que por favor, por favor lo escuchara.
SeokJin no podía ser tan indiferente al estado del pintor, por lo que se quedaba quieto, aunque sabía que no estaba e su mejor estado para quedarse y mantener una conversación de lo que sea con ese hombre.
— Déjame explicar, puedo explicarlo. Te lo juro —susurraba.
Con el dolor en el pecho y el resentimiento a flor de piel, apretaba sus dientes y en contra de su mejor juicio se detenía.
— ¿Qué mierda vas a decir al respecto? ¿Eh?
TaeHyung pasaba el nudo en su garganta—. ¿Por qué sólo te enojas conmigo? Eun Woo también estaba en la cama —soltaba el pintor.
El castaño no podía creer las palabras de TaeHyung—. Eres una mierda —SeokJin le propiciaba un empujón y lo agarraba del cuello de su prenda—. Su amigo me dijo que estaba en mal estado cuando se fue del club anoche ¿Qué le hiciste? —susurraba entre dientes.
TaeHyung abría sus ojos, no podía creer cuánto dolía lo que SeokJin estaba sugiriendo con sus palabras. A él le dolía, realmente lo hacía.
— ¿Creés que me aproveché del estado de tu estúpido amigo? —decía con irritación.
No sabía que una mala opinión o conjeturas sacadas apresuradamente sobre él, como ya estaba acostumbrado, podía doler tanto. SeokJin lo miraba con tanto odio. Así se sentía cuando te miraba herido y enfurecido la persona que-...
— ¡Vete a la mierda, si crees que soy un maldito pervertido! —decía TaeHyung empujando a SeokJin fuertemente para que lo soltará.
SeokJin sentía que el aire dejaba sus pulmones, TaeHyung se veía lleno de ira y a la vez destrozado. Posiblemente era como verse al espejo en ese momento, porque ambos estaban igual. Pero no decía nada, retrocedía y estaba dispuesto a volver a casa de Eun Woo.
— ¡Oh! ¿Por él si te interesas, no? Él si vale la jodida pena, pero yo no —decía TaeHyung detrás de él.
SeokJin apretaba sus dientes y giraba nuevamente con tal imagen enfurecida que TaeHyung retrocedía inconscientemente.
— ¿Por qué no me dijiste del llamado? Tú atendiste, tú viniste por él ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué lo hiciste? ¡Eh! ¡¿Cómo carajos terminaste desnudo en la cama con él?! Explica esa maldita parte —pedía.
TaeHyung relamía sus labios, su pulso demasiado acelerado.
—Él lo quiso —decía TaeHyung secamente.
SeokJin apretaba su puño, no se consideraba un hombre violento, pero TaeHyung tenía todos los números para rifar su maldito primer puñetazo.
—Maldito. Eun Woo no estaba en estado de consentir ¡Asolutamente nada! —decía tomándolo del cuello nuevamente—. ¿Estás tan cegado por tu narcisismo que creíste que mi amigo también querría acostarse contigo? ¿Eh? —Seokjin lo tenía con fuerza del cuello y TaeHyung tenía su mano sobre la suya para intentar evitar que el agarre fuera más fuerte.
— ¡Él me pidió que me quedará! —gritaba TaeHyung—. Yo quería irme, lo fui a buscar porque sólo pretendía hablar con él, pero el imbécil apenas podía caminar. No te quería a ti preocupado encima de él, corriendo como un maldito desesperado para ayudarlo, como si fueras el novio que no eres y me quedé porque él me lo pidió
— ¿Y también te pidió que te acostaras con él? ¡Eun Woo te detesta! —decía SeokJin, sosteniendolo más cerca y más fuerte.
TaeHyung deseaba que la cercanía fuera con otra intención que no significará romperle la cara. Pero SeokJin lo estaba odiando con cada segundo que pasaba. Le molestaba, odiaba el hecho de que le doliera e irratara la desconfianza de SeokJin. Lo destrozaba que el castaño creyera que era capaz de ser ese tipo de abusivo.
—No soy un jodido pervertido que se aprovecha de un imbécil que no distingue a un desconocido de su mejor amigo mientras está drogado hasta la médula —decía entre dientes.
SeokJin entrecerraba sus ojos, le dolía el estómago, el pecho. No le gustaba como se sentía.
— ¿Por qué no me dijiste del llamado? ¿Qué carajo tramabas, TaeHyung? —preguntaba enojado—. Estoy dándole vueltas al tema en mi cabeza, pero no puedo pensar como tú. No eres un maldito pervertido, quiero creer, pero eres un jodido manipulador que haría lo que fuera para conseguir lo que quiere —su puño se apretaba empujando un poco a TaeHyung, zamarreandolo con furia—. ¿Qué pretendías con todo esto? ¿Qué yo te encontrará luego de follar con Eun Woo sólo porque él te confundió conmigo en algún punto de la noche? ¿Creés que eso justifica jodidamente algo en tu jodida cabeza?
"¿Creés que eso justifica algo en tu jodida cabeza?"
TaeHyung se sentía enfermo, no era la primera vez que se expresaban así de él, pero este era SeokJin diciéndole eso. Era SeokJin usando esa despectiva frase con él, mirándolo como si fuera lo que Eun Woo había mencionado, la peor escoria. Y quizás lo era. Quizás lo era, porque lo que había hecho, para él tenía total sentido y no carecía de moral.
—Sólo quería hacer algo bueno por él —decía TaeHyung, sin expresión de remordimiento.
— ¡Imbécil! —SeokJin lo empujaba mientras intentaba regular su respiración, fregaba su rostro y sentía que se iba a quebrar en cualquier momento—. Buen momento para tener empatía ¿No, TaeHyung? ¿Se supone que debo agradecer que fuiste empático con mi mejor amigo y te lo follaste?
—Él no te ve como un amigo y tú tampoco ¡Lo besaste! —decía TaeHyung indignado—. ¡Y no lo folle! —negaba.
—Oh, te dejaste follar —decía SeokJin con ironía—. Y si lo besé o no, no es de tu incumbencia. No tenemos nada exclusivo, pero seguro como la mierda que mi amigo ¡No tiene porque estar entre tus opciones!
—No lo folle, ni me follo —decía TaeHyung acercándose—. ¿Lo pensé? sí. Lo reconsidere porque antes de casi vomitar encima de mí, se perdió de nuevo y empezó a creer que mientras vomitaba en el baño y acariciaba su espalda creyó que eras tú y lo deje creer eso —decía TaeHyung con rabia—. Luego lo ayudé a irse a la cama y comenzó a llamarme por tu nombre, me pidió que me quedara-...
SeokJin tenía sus puños apretados pensando e imaginando la escena en su cabeza, no lo toleraba—. Y entonces dijiste ¿Por qué no? Y creíste que estabas haciendo una buena obra. Eso no explica que Eun Woo haya terminado desnudo y tú igual.
— ¡No estaba desnudo! Te fuiste antes de verme, él me quito mi prenda y se restregó semi desnudo contra mí como un gato en celo, no lo toque —exclamaba—. Lo fui a buscar pensando que quizás podía conversar con él
— ¿Qué podrías querer hablar con él? —susurraba SeokJin.
TaeHyung notaba que no creía una maldita palabra de lo que decía. SeokJin tenía una coraza y sin importar lo que dijera, no iba a creerle.
Apretando sus dientes, alzaba su rostro orgulloso—. Iba a decirle que se alejara de ti —admitía—. Que no lo quiero cerca porque eres mío
—No soy tuyo —decía SeokJin con un dolor agudo en su pecho—. No tenías porque pensar que tenías derecho de decirle algo así.
TaeHyung sentía que sus ojos picaban junto con su nariz, si no iba a estornudar, significaba una sola cosa. Él estaba a punto de llorar. Luego de años y años de no hacerlo.
—Pero quiero que lo seas, quiero que seas mío, sólo no quiero a ese tipo cerca de ti... Te puedes enamorar de él antes que de mí —susurraba el pintor, su voz grave y su garganta pesada—. No sé cómo terminó desnudo del todo, quizás en algún momento se sacó la parte inferior, no lo sé. No lo toque. Tienes que creerme, me quedé porque... —TaeHyung apretaba sus dientes y luego reía sin gracia—. Me quedé porque iba a aprovechar el hecho de que no recordara nada para decirle que se acostó conmigo, aprovechándose de mí, rogandome y que eso demostraba que no era lo suficientemente bueno para ti tampoco, que era una escoria igual que yo y que tenía que desaparecer de tu vida mientras que yo me quedaba contigo. Sólo iba a manipularlo para que se alejara, pero no me aproveché de él.
SeokJin lo miraba por unos momentos, cerraba sus ojos luego y las lágrimas retenidas, caían por su rostro. Sentía los dedos de TaeHyung limpiarlas, pero alejaba su cabeza del toque.
—No llores, juro que no lo toque... No puedo verlo de esa forma. Es que yo-... Yo creo que te amo y no sabía que más hacer. Lo quiero lejos, eso quiero y te quiero conmigo —decía TaeHyung suavemente. SeokJin abría sus ojos, rojos y húmedos—. Tú no me crees... —susurraba dolido.
SeokJin reía sin gracia al ver el puchero de TaeHyung— . ¿Sabes que es lo peor de toda esta maldita situación? —exclamaba el castaño—. Que te creo —TaeHyung sentía que el aire corría correctamente por sus pulmones otra vez, estaba a punto de tomar el rostro de SeokJin entre sus manos, pero este lo detenía, sosteniendo con fuerza sus muñecas—. Estás tan mal que no puedes entender que hiciste todo de la forma incorrecta —susurraba—. No terminaste de manipular y mentirle a Eun Woo y a mí porque llegué a tiempo. Hiciste todo esto a escondidas mías cuando la opción correcta era simplemente hablar conmigo, TaeHyung —con fuerza, tiraba las manos del pintor lejos de su rostro—. Pero decir primero que estás comenzando a enamorarte se veía demasiado humillante ¿No? Era mucho para ti
—Por supuesto que es mucho, me siento diferente contigo y me asusta —TaeHyung relamía sus labios—. ¿No importa que lo saque de ese antro y lo dejé a salvo?
—Tú ibas a joder con su cabeza porque sabías que tu mentira hubiera destruido lo mío con Eun Woo y me hubiera hecho mierda ¿Pero que esperabas? ¿Qué me peleará con él y no contigo? ¿No hiciste bien la ecuación, jodido manipulador?
—No, yo-... Yo sólo quería que él se alejara de tí, la idea de hacerle creer que tuvimos sexo, fue una segunda opción cuando lo ví desnudo, pero.... Sólo quería ubicarlo en su lugar, lejos de ti. Actué por impulso, tú me haces mal.
SeokJin entrecerraba sus ojos—. Exacto, nos hacemos mal —admitía—. Y el único que se va a mantener lejos de mí, eres tú
—Jin-...
—Se terminó, lo que sea que esto haya sido. Se acabó, Tae —añadía con seguridad y dolor—. Creí que podría soportar tu sentido desviado de la moralidad y yu falta de empatía. Pero no, yo no merezco esto
—Te dije que te amo —decía TaeHyung incrédulo. Cómo si eso debería de ser suficiente, viniendo de él. Lo consideraba suficiente, el resto fue un error.
Un error que se podía perdonar ¿O no?
—Y quizás lo hagas, quizás me ames —decía SeokJin—, pero eso no significa que sea bueno. No es un amor del bueno, es egoísta, es enfermizo y tóxico. Y no lo quiero —SeokJin pasaba el nudo en su garganta—. No te quiero así. Por favor mantente alejado de mí.
¿Por qué el ser humano tenía que ser tan complicado? Había hecho todo eso por amor. Había cuidado de Eun Woo, lo había complacido al quedarse y dejarle creer que era SeokJin y luego so6lo iba a tomar la ventaja de la situación sin siquiera haberle tocado un pelo al chico y eso lo mantendría alejado de SeokJin.
No se suponía que SeokJin lo quisiera a él lejos. Él tenía que entender que había sido todo con buenas intenciones.
—Lo hice por ti —añadía antes de que SeokJin se fuera del todo—. ¿No es eso suficiente? Me hiciste sentir a tal punto que fui jodidamente impulsivo, pero todo con la intención de quedarme contigo.
SeokJin suspiraba, sus hombros tensos—. No lo hiciste por mí —susurraba sin girar—. Lo hiciste porque me querías contigo. Cómo si fuera un objeto de tu propiedad. No soy un maldito bolso de Gucci al que puedes usar, guardar y mover a tu antojo, TaeHyung —exclamaba—. Lo único que tendrías que haber hecho, era hablar conmigo
—Tendrías que haberme dicho que lo besaste y no lo hiciste —atacaba TaeHyung—. Tú no confías en mí y yo no confíe en tí con respecto a tu amigo.
SeokJin reía secamente, negando con su cabeza—. ¿Tenía que decirte lo que sucedió cuando ni siquiera podías entender y poner sobre la mesa tus propios sentimientos hacia mí? —se giraba para ver al pintor, acercándose a este, notaba su teléfono en su pantalón y lo tomaba—. Desbloquealo para mí
— ¿Por qué? —cuestionaba TaeHyung.
—Desbloquealo —pedía SeokJin y el pintor obedecia.
Yendo a su agenda borraba su número y luego borraba sus llamadas y sus mensajes—. Jin, ¿Qué haces? —el castaño le devolvía el aparato.
— Sólo tenías que hablar conmigo —añadía seriamente—. No tenías que mentir, manipular y tergiversar todo para conseguirme a mí. Tú ya me tenías.
TaeHyung abría su boca, pero las palabras no salían, el mundo borroso a los lados, lejano como cuando solía estar con SeokJin en la intimidad, y este era todo lo que podía registrar. Al igual que ahora, los sonidos pasaban a segundo plano, el mundo temblaba o eran sus piernas, pero nuevamente todo en él estaba enfocado en SeokJin.
—Podemos solucionarlo —decía TaeHyung—. Me disculparé con Eun Woo y lo sacaremos de nuestras vidas —continuaba.
—Cierra la boca, por favor —pedia SeokJin—. Y lo estamos solucionando. No vuelvas por mí, no intentes buscarme. Olvídate que alguna vez existí y ten mucho éxito en tu vida y con tu pintura. Mereces el día de mañana sanar y volver a ser tú, a ese niño que rompieron a temprana edad. Pero no voy a estar a tu lado para soportar el proceso. No me vuelvas a buscar TaeHyung.
—Te amo, no puedes pedirme eso... Te amo ¡Lo conseguiste! No debería ser tan difícil perdonarme
— ¿Si te perdono esto que sigue, TaeHyung? —susurraba SeokJin—. Ni siquiera formalizamos y mira lo que has hecho. Sí, no lo tocaste, pero hubieras jodido su cabeza con tal de conseguirme. Ignoraste el hecho de que me hubieras lastimado también —repetía suavemente—. Si amas así, terminé Tae.
—Pero ¿Te quedarás con él? —cuestionaba aturdido.
—Lo que haga con Eun Woo de ahora en más, no es de tu incumbencia. Adiós TaeHyung.
Cuando SeokJin volvía en dirección a la casa de Eun Woo, TaeHyung sentía que el suelo se rompía debajo de sus pies. Se sentía enfermo, perdido y tenía frío. Cuando el pelinegro salía de su casa y encontraba a SeokJin volviendo, notaba la desesperación por explicarle. Veía como el castaño entraba nuevamente en la casa y cerraba la puerta, dejando a TaeHyung con una sensación de vacío, su mundo revuelto y destruido junto con su corazón y el peso de sus malas acciones que le caían encima de repente.
Cómo si fuera horriblemente consciente de todo lo malo que había hecho no sólo las últimas veinticuatro horas, si no todo el historial de su vida en general, cada vez que quería conseguir algo. Nunca le había importado a quien hería en el proceso por conseguir su cometido, pero estás vez había herido horriblemente a un hombre que no lo merecía, un hombre que en su jodida cabeza, le importaba. Un hombre que sólo había querido lo mejor para él desde que supo cómo era. Un hombre que había intentando caminar a su ritmo, pero el tenía su brújula tan dañada que nuevamente había hecho todo mal, aunque hubiera tenido una buena razón o una razón importante.
Él lo amaba, pero su amor no servía para un hombre como SeokJin. Su amor carecía de valor si sus acciones a causa de eso eran tan frías y calculadoras. El castaño tenía razón ¿Qué más sería capaz de hacer con tal de mantener a SeokJin a base de mentiras y manipulación? TaeHyung estaba pagando por sus pecados finalmente, y él no merecía quedarse con SeokJin al final de esta historia.
Él no lo merecía.
😞💜
Siguiente será el final y el epílogo.
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