🎨-INTRO II

Como el Yin Yang.

Usualmente se suele apodar de esa forma a un par de amigos, un par de hermanos o una pareja amorosa o en fin a dos personas que se llevan, pero son como el Yin Yang.
En este caso, no eran dos personas, ese era el apodo que le daban a Kim SeokJin. Un tipo gracioso de 30 años, con chistes de papá bajo la manga, una risa contagiosa y adorablemente respetuoso con todo el mundo.

¡Ah, pero...! cuando Kim SeokJin se enfadaba no querías estar en su camino, obviamente no era un tipo fácil de hacer enojar u incomodar, pero cuando realmente se rebasaba la paciencia del castaño, se transformaba en todo lo opuesto. Realmente había gente en su lista negra que lo había lastimado tanto que simplemente cuando llegaban con el perdón y las disculpas, se las daba, realmente, pero jamás volvía a ser lo mismo.

Podías aprovecharte y lastimar a Kim SeokJin una vez, pero no mas de eso, porque no te lo permitiría. Era un tipo decidido, contaba a sus amigos con los dedos de su mano. Era familiero y en hombres, bueno, sentimentalmente recatado.

"Malas experiencia si las habré tenido" decía cada vez que le preguntaba porque era tan "ardiente" y tan soltero.

Laboralmente hablando, su padrino, un tipo refinado con los contactos correctos lo había hecho entrar en un tienda de Gucci como vendedor. Buena paga, turnos rotativos, días festivos libres de por medio y le daban los días merecidos para poder mantener su propio apartamento y terminar su carrera.

SeokJin estaba en el último año de derecho en la universidad Hankuk, si, a través de los años se había retrasado como el infierno entre idas y venidas, pero estaba más que seguro que no abandonaría ni la cambiaría por otra carrera de menos duración, ya había invertido todo de si en ésta.

SeokJin era el típico tipo que caía bien, que llamaba la atención no solo por su físico, sino también por su personalidad, introvertido al inicio, pero cuando ganaba confianza era el tipico extrovertido de buen sentido del humor y si no lo conocías tan bien, el rostro serio del tipo era verdaderamente intimidante. Sin mencionar que su porte era perfecto, alto, piernas y brazos largos, hombros anchos, cintura estrecha. Carilindo, labios carnosos, él tipo era un dios griego, con el que cada mujer heterosexual allí afuera soñaba.

Y la cocina se le daba muy bien, tenía a su mejor amigo Cha Eunwoo, quien prácticamente no se perdía los viernes en casa de SeokJin para que este pudiera alimentarlo con todo lo que al castaño se le ocurriera cocinar. Ellos habían sido vecinos de pequeños y se habían vuelto amigos desde, más o menos, su adolescencia. Se llevaban cinco años, Eunwoo tenía un trabajo estable con su padre en una casa Samsung donde se encargaba de arreglar los aparatos dañados de la marca que tenían garantía.

Había abandonado su carrera de medicina por el simple hecho de ya tener un trabajo estable y con buena paga, a decir verdad Eunwoo era de esos tipos que no tenía una carrera de ensueño que seguir, él solo quería lograr el trabajo estable para envejecer en él.
Y quizás casarse con una bella mujer u hombre, un pato o perro o SeokJin...si lograba engatuzarlo lo suficiente para que le diera una jodida oportunidad y dejara de verlo como el hermanito menor que no era.

Eran un par peculiar, SeokJin lo adoraba, pero jamás había visto a Eunwoo de esa manera, si había notado que era jodidamente atractivo y posiblemente tenía todo lo que a él le gustaba en un hombre, pero habían crecido juntos. Se habían hecho conocidos en un inicio, cuando los primos de SeokJin habían vacacionado en su casa y eran de la edad de su vecino y lo habían invitado a pasar todo el verano con ellos, porque Eunwoo no tenía hermanos y ese año había sido complicado para sus padres y no habían podido salir de la ciudad a vacacionar.

Eunwoo tenía catorce y SeokJin diecinueve, pero el menor de los dos siempre había sido alto, así que eso hacía que SeokJin olvidara que era cinco años menor. Luego su amor por los videojuegos online en PC los había unido y una cosa llevo a la otra y terminaron siendo uña y mugre.

SeokJin, hasta el día de hoy, desconoce totalmente el enamoramiento de Eunwoo y éste otro, al notar que siempre sería el hermanito menor, simplemente no esperaba más, ni expresaba más como para que fuera obvio al resto de los presentes.

Cada viernes, previo a sus francos, Eunwoo llegaba a la tienda, sin molestar al castaño y esperaba por él para salir juntos, ya que éste salía una hora antes que seokJin.
Siempre había algún que otra anécdota bizarra por parte de SeokJin para su amigo, algunos clientes podían ser realmente extraños.

Pero nada como el azabache de aquella tarde medio lluviosa que había pasado treinta minutos seleccionando lo que iba a comprar y otros treinta observándolo moverse por la tienda, sin tapujo alguno.

—¿Alguna anécdota hoy? —preguntaba Eunwoo mientras le alcanzaba una camiseta manga larga blanca con rayas verdes.

—No me creerías si te dijera —decía SeokJin negando con su cabeza y una sonrisa irónica en su rostro.

—Pruebame —exclamaba Eunwoo posándose frente a él en el mostrador de cristal, sobre sus codos y acercando su rostro un poco mucho a SeokJin.

Éste estaba acostumbrado a la cálida cercanía de su pelinegro amigo.

—Un tipo loco y sin filtro alguno, paso un hora en la tienda para que antes de siquiera seleccionar lo que llevaría, me dijera... —su labio regordete inferior era atrapado por sus dientes y bajo la atenta mirada de Eunwoo, se acercaba a susurrar en el oído del pelinegro—. Quiere pintarme desnudo.

Bueno bueno, llegue la con introducción al personaje de Seokjin.

Oh, si señor, me hice tiempito para finalmente poder comenzar a escribirlo. El final de esta introducción es obviamente después de la propuesta, pero no sé preocupen, redactare obviamente como llega  Vante a la tienda Gucci.

Y como verán ambos personajes vienen acompañados. Taehyung por Namjoon y SeokJin por Eunwoo.

¿Qué les pareció?

Con amor Niñita Nany 💜

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