Al comenzar la semana con Dong-Gun, éste de inmediato había querido saber si Taehyung había encontrado a alguien para el nuevo desafío, que en lo personal a Dong-Gun le parecía sumamente divertido.
-Taehyung-ie -llamaba su profesor mientras seguía retocando aquella misma pintura de la última vez.
-Hyung -saludaba el chico sin mucha emoción.
-Dime ¿Aún sin haber encontrado a la hermosa criatura protagonista de tu nuevo desafío?
- ¿Te diviertes con estas incoherencias, no? -cuestionaba, mientras tomaba de su vaso descartable el chocolate caliente.
El hombre comenzaba a reír sonoramente.
-Nada ha sido tan divertido como aquella vez que te mande a pintar en el parque para que siguieras desarrollando más de tu empatía y trato sincero con la gente para que se quedara o saliera del paisaje -volvía a reír exageradamente-. Eras un jodida lucha los primeros días.
Taehyung hacía una mueca y se encogía de hombros-. La gente era lenta para entender y me culpabas a mí por decirles: "Oiga muévase que estorba"
-El plan era: "Disculpe, estoy pintando el paisaje. Sería tan amable de hacerse a un lado o quedarse unos minutos más" -recalcaba-. La gente normal, se maneja de esa forma
-Eso no significa que sea un trato sincero -respondía-. Fingen amabilidad -recalcaba.
Dong-Gun suspiraba, misma charla y muchas veces ya-. Taehyung ya lo hablamos. Concuerdo contigo, no siempre es sincero, pero es algo que la gente hace, que nace naturalmente. Es el principio de otro tipo de empatía y conexión con la gente. Y también hay personas a las que le sale naturalmente el buen trato y la amabilidad. Tú...careces de todo eso.
Taehyung alzaba sus cejas con desdén ignorando las palabras de su profesor y retomaba otro tema de interés-. Volviendo a lo principal, encontré al perfecto ser humano para mi reto.
Dong-Gun giraba sorprendido y soltaba el pincel para dejarlo sobre un tarro de agua desteñida.
- ¿Quién es? -preguntaba curioso.
-Se llama SeokJin y trabaja en una tienda Gucci -respondía, observando la pintura de Dong-Gun para ver que podía agregar.
Caminaba en frente de esta con sus brazos cruzados tras su espalda.
-Recuerdo que dijiste que no existe nadie tan perfecto para tal cosa... ¿De dónde...? -Cuestionaba pensativo y conectaba con la mirada juguetona de Taehyung-. ¿Un desconocido? ¿Cómo planeas...?
-Fui sincero con él -respondía encogiéndose de hombros.
- ¿A qué le llamas sincero? -preguntaba su profesor, estudiando la actitud del azabache.
-Le dije que quería pintarlo desnudo
- ¡Taehyung! -Replicaba de inmediato-. No vas por la calle pidiéndole a la gente que pose desnuda para ti
-Dijiste que tenía que ser sincero -se excusaba.
-No de esa forma -regañaba el mayor.
-Tranquilo, luego me disculpe cuando su carita detonaba confusión -soltaba sin más.
-Y puedo ver que no fuiste sincero -replicaba, sacudiendo su cabeza.
Taehyung hacía una mueca arrugando su nariz y mirando al techo, volviendo al momento del encuentro-. Sabes creo que mis mejillas se habían tornado rojas porque sentí un calor en mi rostro -mencionaba sorprendido.
Dong-Gun abría sus ojos-. ¿Sentiste vergüenza? -preguntaba curioso.
Taehyung volvía a encogerse de hombros-. Ni idea, me disculpe porque te cansas de decirme que cuando ofendo u incomodo debo de disculparme. Luego me fui, pero volveré -afirmaba.
Dong-Gun le hacía una mueca en desacuerdo.
-Sé cómo persuadirlo -decía, fingiendo inocencia-. Un desafío más
-Si vas a manipularlo, vete olvidando del asunto -Dong-Gun lo regañaba de inmediato.
-No voy a manipularlo -respondía de inmediato-. Me explique mal, lo hare mejor. Voy a pintarlo a él, es hermoso.
Se iba por el pincel y entre dos colores lograba el tono gris claro-casi blanco-para agregar un efecto de iluminación a la pintura. Dong-Gun había quedado en silencio ante lo sincero que había sonado Taehyung y ni siquiera le había dado importancia porque seguía en su mundo.
- ¿Tan así, eh? -insistía.
- ¿Qué cosa? -preguntaba.
-El tal SeokJin ¿Tan hermoso es? -preguntaba.
-Supongo, al menos sé que es a él a quien se me antoja pintar -respondía.
- ¿No tienes alguien cercano en vez de un desconocido al que convencer? -preguntaba curioso.
Taehyung giraba su cabeza y conectaba con la mirada de su profesor y se limitaba a responder-. La verdad, no.
Una semana y media había pasado de aquel encuentro donde Taehyung había encontrado al ser humano que para él encajaba perfecto para una pintura nudista. El tipo lo valía, reunía un rostro perfectamente angelical y a la vez masculino. Sin mencionar que su cuerpo definitivamente era algo que Taehyung quería retratar si de un ser humano en cuestión se trataba. Pero tenía que ver cómo hacer lazos sinceros con el tipo, aunque ya tenía una imagen manchada pero también sabía que aquella inocencia inofensiva funcionaba con el muchacho bonito.
Ahora, un miércoles soleado pero cálido, se dirigía con sus alumnos a uno de los tantos museos de Seúl. Él, junto a dos profesores más que habían acordado acompañarlo por cualquier cosa que pudiera llegar a desatarse, pero para sorpresa del resto los chicos se encontraban bastante entretenidos con aquella excursión.
-¿Cómo haces para tenerlos tan controlados? -preguntaba el profesor Kan de física.
Taehyung caminaba muy ensimismado en los cuadros, pero luego respondía-. Supongo que no les gusta pintar afuera con el sol dándoles en la nuca -respondía con su peculiar sonrisa cuadrada.
El profesor Kan de casi cincuenta tardaba en captar el chiste, pero finalmente reía. Luego de treinta minutos más de recorrido uno de los alumnos más tranquilos se aproximaba a Taehyung y preguntaba.
-Profesor Kim, tenemos hambre ¿Cuánto falta para terminar? -miraba a Taehyung con rostro aburrido.
El azabache resoplaba y les hacía seña de que fueran ordenados para finalmente salir del lugar. Taehyung quería mantener todo de forma casual, por lo que comer afuera le había parecido una buena idea. El tema era que todos los lugares para comer alrededor del museo, estaban demasiado caros.
- Kim ¿Que tal si vamos al centro comercial? Los precios en los patios de comida cuestan la mitad que lo que cuesta aquí en los alrededores -sugeria la señora Moon.
Taehyung solo quería irse y terminar de una jodida vez aquel día, pero luego la palabra Centro comercial le parecía fantástica.
-Cierto, señora Moon -añadía dulcemente-. Siempre certera. ¡Oigan todos! Vamos a ir al centro, así que suban al micro y acomdense
-No se preocupen por el que no tenga dinero suficiente -soltaba el señor Kan-. Pondremos entre todos, ahora de forma ordenada por favor, suban.
¿Pondremos entre todos? Última excursión, señor Kan.
Pensaba el azabache, se había encontrado perdido en sus pensamientos camino al centro comercial viendo que podía idear para relacionarse con aquel chico de la tienda Gucci. Aún si el profesor Dong-Gun se le ocurría querer cambiarle el reto él iba a pintar a ese chico como diera lugar. Aunque probablemente obsesionarse con eso no era algo bueno, era como si interiormente quería probarse y probarle al tipo que nadie le decía que no a Kim Taehyung.
Dentro del centro y en el patio de comidas, entre los tres lograban acomodar a los estudiantes y de a poco y con paciencia habían ordenado mientras Taehyung se encargaba de verificar que todos y cada uno estuvieran en su lugar, pero de pronto un tipo atractivo llamaba su atención y Taehyung no podía estar más que satisfecho al respecto. Estaba viendo cómo podía escaparse en pleno tiempo de calidad como profesor para ver al chico de la tienda, pero el susodicho estaba a varias mesas terminando su almuerzo y cerrando unos libros.
El azabache había visto que al estar cerca de la salida que llevaba a la tienda Gucci, sabía que SeokJin iría camino a sus mesas, ya que se encontraban en esa dirección. El azabache no perdía el tiempo y llamaba justo la atención de un alumno que estaba viendo de casualidad en su dirección.
-Oye, tú -pedía, señalando a la persona-. Ven aquí.
Con desgano y pensando ¿qué mierda había hecho?, El estudiante se aproximaba a Taehyung con cejas fruncidas.
-¿Y ahora qué? Yo no hice nada, el resto está gritando como imbécil -se excusaba de inmediato.
Taehyung movía su mano y chasqueaba su lengua-. No te llamé por eso -con disimulo miraba en dirección a SeokJin quien estaba llamando a la mesera y guardando unos cuadernos sin apuro en su bolso-. ¿Ves al tipo alto de allá?
-Si ¿Qué con él?
-No me creyó cuando le dije que era profesor de arte -exclamaba, haciendo un puchero.
-Es difícil tomarte en serio -cuestionaba su alumna.
-No te pases de listo
-Lista
-¿So Yang? -preguntaba entrecerrando sus ojos.
-¡Por supuesto! No cambio de rostro -replicaba ofendida.
-Dios, debes dejar de usar esta ropa tan grande y descubre tu jodido rostro ¿Cómo quieres que te reconozca? -señalaba Taehyung.
-Reconoce a los que le faltan el respeto y lo llaman loco -la chica se cruzaba de brazos.
-Lo siento, tienes razón. Ahora volvamos al tipejo de allá, quiero que cuando esté cerca y me veas chocarme con él, te acerques y me digas...y no lo olvides -señalaba el azabache-. "Profesor Kim, yo no tengo dinero suficiente" y yo diré "No importa, pagaré por ti".
So Yang lo miraba incrédula y exclamaba-. Profesor Kim, yo no tengo dinero suficiente
-Exacto, así -asentía reiteradamente.
-¡Lo digo en serio! -señalaba con rabia.
Taehyung abría sus ojos de par en par y añadía rápidamente al ver que SeokJin comenzaba a pagar-. De acuerdo, yo pagaré por ti, pero haz exactamente lo que te dije y te daré una buena nota al cerrar el trimestre
-¿Está chantajeándome cuando en realidad voy bien en su clase y soy una de las mejores?.
Taehyung se sorprendía y a decir verdad, haciendo memoria la chica varonil era de las mejores.
-Entonces haz lo que te digo o no te daré la nota que te mereces -decía empujando a la chica-. Vamos, So Yang. No me defraudes.
La chica giraba bruscamente y exclamaba-. ¿Todo esto porque no le cree o le gusta el tipejo de piernas largas?
-¿Importa? -replicaba entre dientes SeokJin ya estaba comenzando a caminar mientras miraba su celular-. ¿Me ayudarás o no?
-Quiero postre luego.
-Hecho, ahora vete y vuelve cuando me veas chocando con él. ¡Shiu shiu! -soltaba ahuyentando a la chica como si fuera un animal.
Ahora intentando relajarse, acomodaba su pelo y caminaba de izquierda a derecha pretendiendo contar con sus dedos a los chicos sentados en las mesas, completamente ajenos a la actuación que Taehyung daría y justo en ese instante, chocaba de frente a un SeokJin que casi dejaba caer su teléfono al piso.
-Lo siento, lo siento tanto -replicaba Taehyung de inmediato.
Aquello había llamado la atención de SeokJin, uno de sus libros había caído de su bolso por haberlo guardado mal y Taehyung lo estaba levantando, como quién diría parecía que Taehyung no lo había visto aún.
-Estaba contando a mis alumn-... -Taehyung entregaba el libro y conectaba con los ojos café de SeokJin-. Oh, y-yo...lo lamento, no t-te ví
-Profesor Kim -So Yang aparecía en acción.
-¿Si, So Yang? -el tono grave de Taehyung era dulce y eso había hecho ruborizar a la chica.
-Yo...no tengo dinero suficiente para este almuerzo
-Oh, olvida eso -decía Taehyung, fingiendo incomodidad entre la chica y Seokjin-. Yo pagaré por tí y un par más con el Profesor Kan y la Profesora Moon. No te preocupes, vuelve a tu asiento
-Gracias -la chica se inclinaba con Taehyung y luego Seokjin.
El azabache volvía a mirar a SeokJin y le sonreía con timidez-. Lo lamento, no te ví y te lleve puesto
-Eres el profesor de arte -señalaba SeokJin con una sonrisa y rostro incrédulo-. Lo siento, realmente eres profesor
-Si -Taehyung reía y acomodaba su cabello detrás de su oreja. Un ademán delicado que a él se le veía muy sensual-. Supongo que no fui muy creíble la otra vez.
Taehyung volvía a sonrojarse, inevitablemente al ver cómo SeokJin lo miraba fijamente.
-Fue algo peculiar, al final te fuiste y no llevaste nada de lo que estabas viendo -señalaba SeokJin.
El castaño no podía negarlo, aquel tipo loco y tímidamente peculiar, le parecía jodidamente atractivo. Más encima, era cierta su profesión.
-Supuse que fui tan imbécil y te había incomodado tanto que solo quería salir corriendo -Taehyung llevaba sus brazos detrás de su espalda.
-¿Son todos tus alumnos? -preguntaba Seokjin.
Taehyung asentía-. Estábamos de excursión en un museo, vinimos aquí porque la comida por aquellos lados es más cara
-Cierto, bien...lamento no haberte creído
-Fue todo muy raro ¿Tú entras a trabajar? -Taehyung estaba olvidando por completo que se encontraba aún en horario laboral.
-Sip y tú aún estás trabajando... -SeokJin mentiría si dijera que estaba presuroso por dejar de ver ese bonito rostro. Pero ambos parecían tener compromisos.
-Si, lo siento -Taehyung se hacía a un lado-. Estaba obstruyendote el paso. Que tengas un lindo día, Seokjin -se inclinaba sonriente.
SeokJin pasaba por su lado y antes de salir de su vista giraba y exclamaba-. Espero pases pronto por la tienda...Vante -se inclinaba y daba media vuelta para seguir su camino.
Aquello había salido exactamente como Taehyung lo esperaba, con algunos extraños imprevistos pero que habían servido a su favor.
¿Sonrojándote de nuevo, Vante?, pensaba divertido sin darle mucha atención. Y estaba más que claro que Taehyung volvería a pasar por la tienda, más pronto de lo que canta un gallo en la mañana.
Bueno, bueno, bueno. He llegado, si ven errores, me avisan?
¿Que les pareció? Por cierto a las que sigue INTO THE LIGHT cambie portada ¿No está pinche bonita?.
Con amor Niñita Nany 💜
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