11.


Oye pequeña, es hora de nuestra despedida, esa niña está feliz de tenerte otra vez.

Sabes, me hiciste muy feliz la vida, te quiero darte mi carta, para que me recuerdes.

Se la dejé a la niña para que te la lea.

Espero vivas feliz de el resto de tus días.

Hiciste mi vida tan feliz y la llenaste de colores con tu alegría, con esos ojitos tan puros y esa sonrisa tan radiante.

Tu cuerpo es pequeño y delicado, tus labios tan distinguidos, tu tierna carita y todo de ti los voy a extrañar.

Espero no me olvides, yo sé que nunca podré olvidarte pequeña.

Ya te dejé con ella, pero ahora, perdóname, las lágrimas salen sin que yo las detenga, ya no tengo control sobre mis emociones.

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