-¿Qué ves? –pregunta a lo brusco Luhan mientras mira de forma penetrante a la menor que se encuentra sentada frente a él.

-Es que eres muy guapo papi ¡Mis amigas se morirán porque en cuanto vuelva al colegio les diré que mi papi es tan guapo como un príncipe de Disney! –la pequeña chilla de emoción y Luhan siente una sensación incrustarse en su pecho. Una sensación, un sentimiento extraño y aunque es agradable, le teme.

Las facciones de su hermoso rostro se relajan, las comisuras de su boca quieren estirarse ¡Sí! ¡Luhan quiere sonreír!.

-Come y no sigas hablando. Es de mala educación –le riña.

La menor asiente aun con esa sonrisa tan bonita e infantil que tiene. De pronto Luhan se queda congelado al verla comer con esa deslumbrante sonrisa, una sonrisa que está seguro ha visto en alguna otra parte y no es una simple o común, es una sonrisa que nunca podrá olvidar.

-Hania –le llama y la pequeña sale al encuentro con los ojos de su progenitor.

-¿Si papi? –esa sonrisa no deja de ponerle nervioso y algo ansioso al mayor. La pequeña se niega a dejarla ir.

-Tu madre es un... ¿Papi? –formula la pregunta de forma incomoda.

La pequeña ladea la cabeza, está un poco confusa, pero después vuelve a sonreír y responde:

-No, ¡Mami es una princesa papi! –y Luhan cae rendido. No, no era quien pensaba. La niña asegura que su madre es una princesa, por ende, una mujer.

-Bien. Iraia vendrá en un rato, ella te ayudara a ducharte y, bueno, se quedara a dormir contigo –la desilusión en los ojos de la menor es evidente para Luhan.

-No. Hania quiere dormir abrazada de papi –lloriquea.

-No. Eso no pasara. Tu eres un niña y yo un hombre. Lo correcto es que duermas con una mujer, como tú –aclara.

-¡No! ¡Yo siempre duermo con mami! –defiende.

-Pero tu mami es una mujer, eso está bien –trata de convencer.

-¡No, mami es una princesa! –Luhan luce confuso. No logra comprender a la pequeña niña.

-Ya niña, no pienso tener una discusión estúpida contigo –el padre se levanta de su lugar. Solo quiere tomarse una copa de Wiski y pensar que todo lo que le esta pasando es una mala, muy mala pesadilla.

-¡No digas groserías, Papi! –le riñe la pequeña y Luhan cierra los ojos molesto para luego abrirlos y mirarla exasperado.

-Tienes televisión, puedes verla. Necesito estar solo un momento –pide con voz queda.

La menor le mira irse y perderse entre la cocina y un despacho. Un puchero se formula en su rostro, sus ojitos se aguadan, quiere llorar y en este momento es cuando desea con fuerza a su mami a su lado.

Su maleta de Barbie esta sobre el sillón del gran departamento donde también se encuentra su muñeca de felpa. Ahí se sienta por unos minutos, hasta que escucha algo sonar encerrado en la maleta, al frente. El celular que su mami le dio. Sin esperar, deja la muñeca por un lado y contesta.

-¡Mami! –chilla.

Sus ojitos se vuelven a aguadar, pero esta vez con más fuerza y sentimiento que antes. Hania quiere ser envuelta en los brazos delgados pero cálidos de su mami. Quiere sus mami le dé mimos.

Sehun siente la preocupación desbordarse de su pecho. Conoce perfectamente a su niña y sabe que Hania no está bien ahora.

-¿Estas bien, corazón? ¿Qué sucede? –pregunta inmediatamente.

-¡T-Te extraño mami! –el puchero que yace en su rostro se deshace al momento que las lagrima bañan su blanquecinas mejillas.

-Oh mi vida, ahora mismo voy por ti. No sigas llorando más. Mami va por Hania ¿Estarás bien? ¿Mi Hania no llorara, verdad? –el pecho de Sehun duele. Su niña está sufriendo por culpa del hombre que una vez le hizo sentir el mismo sentimiento.

¡No permitirá que también se repita la historia con su hija!

Sehun tomo unas cuantas monedas del cenicero, toma las llaves de su pequeño departamento. Esta listo para ir por su retoño y arrebatarle la oportunidad a Luhan de saber que es ser padre, pero la voz dulzona y demasiado aguda de su niña le detiene.

-N-No mami, y-yo q-quiero seguir c-con papi. S-Solo que papi está enfermo y-y no se siente muy bien. P-Pero pa-pi es muy lindo –el corazón de Sehun duele, sabe que su niña miente.

Luhan nunca ha sido un hombre de temperamento suave, al contrario, es duro, distante y reservado. Puedes estar a su lado, pero lo sentirás tan lejos como si estuvieses con un desconocido.

Luhan es el mayor error de Sehun, pero solo puede agradecer que de ese error, nació el significado del porque sigue viviendo; su niña, Hania.

Limpia sus lágrimas, no puede seguir llorando un segundo más por ese ser despreciable para Sehun. No puede. Luhan ya no tiene poder sobre él, ¡Ya no!.

-Bebé, mami ira por ti ¿está bien? –la voz de su mami se pone más aguada, pero Hania no logra percibir que está llorando.

*

Luhan sentado en el sillón de su despacho, con una copa entre su mano observando una foto que jamás podrá borrar por más que la queme, porque está ya está gravada permanentemente en su cabeza. Siempre recurre a ella todas las noches.

Ese niñato tan bonito e inocente, ingenuo y puro, hermoso y bello. Oh Sehun, aún puede saborear su nombre en sus labios, algo que ya no tiene derecho si quiera a imaginar.

Aún recuerda esos ojos acaramelados completamente inundados en lágrimas, suplicando porque todo fuese una mentira, que él no había sido engañado, pero como el hijo de puta que era y es Luhan, solo sonrió ladino y siguió su camino, dejando por un lado a su menor. A quien le había arrebatado su más pura inocencia y sin saber, le arrebato sus sueños y rompió sus ilusiones.

-¿Qué ha sido de ti, mi ángel? ¿Me habrás perdonado ya? ¿Me has olvidado? –una sonrisa melancólica escapa de su garganta y comienza a negar lentamente-. No, ¿Cómo se puede olvidar a un hijo de puta que te hizo tanto daño como yo?

Con sus dedos ásperos y largos, acaricia esa vieja foto que logro tomarle a su pequeño ángel aquella tarde de verano, ese día que su ángel se entregó en cuerpo y alma a él. Su sonrisa de infante y hermosos rasgos delicados y perfectos fueron los que le dieron el nombre a la foto "Como la más perfecta".

-Esa niña me ha traído tantos recuerdos a ti. Es como verte en una versión tan pequeña pero fuerte, porque esa niña es aún más fuerte que tú, mi ángel vulnerable y débil –otra sonrisa ronca escapa de Luhan-. Si no hubieras sido tan soñador, ingenuo, débil, vulnerable e inocente, yo jamás podría haberte hecho daño –sin decir más, se levanta del sillón. Guarda la foto en una pequeña caja pulcra color negra que en el interior tiene terciopelo rojo y deja la copa de un lado. Es hora de ir a enfrentar a aquel adultito diminuto en su sala.

Sale de su despacho y se encamina al encuentro con el infante. ¨

*

-N-No mami, d-deja q-quedarme con papi ¡Por favor! –suplico la pequeña.

-Hania, no puedo permitir que mi bebé llore por ese ogro feo. No lo voy a permitir. Ahora mismo iré por ti –concluye.

-¡Mami por favor! Además, papi es muy guapo, no se parece a ningún ogro feo –Sehun sonríe, su niña es tan terca como aquel ser despreciable hombre.

-No Hania –Sehun no se ha movido de su casa.

-¡Solo una semana, por favor! –sigue suplicado. La pequeña ha dejado de llorar.

Lo sensible, Sehun está seguro que su Hania lo ha sacado de él. Todas las cosas malas son lo único que le heredo a su niña.

-Bien. Solo una. Si vuelvo a llamar y te escucho en este estado, no te avisare nada Hania. Solo tocare el timbre de la residencia de tu padre y te llevare lejos de él ¿Entendido? –la voz de su mami demanda autoridad, pero para Hania sigue siendo voz de princesa.

-¡Entendido y anotado mami! –Sehun sonríe enternecido.

Hania está depositando demasiado anhelo en que su padre pueda aceptarla. Y Sehun solo ruega porque así lo sea, porque si no, no sabría cómo actuaria. Su niña tiene un sueño y era conocer a su padre y que este la quisiera tanto como ella a él.

-Excelente mi beba. Ahora, vete a duchar, cepilla tus dientes y ponte tu pijama. Mami te qu-

-¿Quién eres y por qué no me das la cara? –el celular ha sido arrebatado de la pequeña manita de Hania por Luhan-. Venga, dame la cara y dime quién demonios eres. ¿Crees que puedes dejarme a una niña en la puerta de mi edificio y decir que es mi hija? ¡Estás muy equivocada! Si no me das la cara en una semana, juro que peleare por la custodia de esta niña y no porque lo quiera, sino, para hacértelas pagar –sin decir más, Luhan termina la llamada dejando a un Sehun con el corazón y el alma saliéndosele del pecho.

Sehun debe actuar rápido. Luhan no puede quitarle a su retoño, ¡No puede!.

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N/A: 

¡Holaaaaa Donitas!

Pufff, me he tarado mucho con la actualización de este fic... ¡Lo siento!

Pero bueno, por fin llego capitulo. 

¿Que les pareció? 

¿Les gusto? 

¿Se esta poniendo interesante? 

¿Les esta gustando? 

*

Bueno, muchas gracias por leer y por esperar tanto  hermosas lectoras.

**Disculpen las faltas ortográficas**