Hola, Caín.

Hace horas me enviaste un mensaje a través de Facebook por primera vez.

Eran casi las seis de la tarde cuando recibí en mi buzón:

"Hola, Charlie. ¿Sigues enojado?".

Analicé tu pregunta y me di cuenta de que no era exactamente enojo lo que sentía. Debería estar enojado, porque querías utilizarme para llegar a Nora; sin embargo, por mucho que lo intente, no puedo enojarme contigo.

"No estoy enojado" respondí al cabo de unos minutos.

"Entonces, ¿por qué me evitas tanto en el colegio?" preguntaste de inmediato.

Me enterneció pensar que esperabas ansiosamente mi respuesta. Decidí decirte la verdad. Estoy cansado de mentir.

"Porque me siento dolido, avergonzado y humillado, no enojado" admití. "No puedo mirarte a la cara sin sentirme estúpido".

Dejaste el visto por varios minutos, pero finalmente respondiste:

"Lo siento mucho :(".

Sentí ganas de gritar. ¿En serio creíste que con un "lo siento" bastaría para que olvidara el hecho de que te acercaste a mí por conveniencia?

"Como sea" envié, disgustado.

"En serio, estoy arrepentido, Charlie. Me siento el mayor de los idiotas" afirmaste.

"Lo eres" contesté por impulso.

Me enviaste un emoji sorprendido como respuesta.

"Sí, definitivamente lo soy" asentiste al cabo de un rato. "Pero soy un idiota arrepentido. ¿Sirve de algo?".

"No lo sé" respondí.

Pasaron al menos diez minutos sin que dijeras nada, hasta que preguntaste:

"¿Me perdonas?".

Te dejé el visto. No sabía qué decidir.

"Te extraño :'(" confesaste ante mi falta de respuesta.

En vez de sentirme feliz, me dolió el corazón.

"Hace días que no me hablas en el colegio" insististe.

"¿Debería hablarte?" inquirí en respuesta. "Ni siquiera somos amigos, y dudo mucho que vayamos a serlo".

Quise golpearme a mí mismo por enviar algo tan cruel como eso. No mentí: no somos amigos, pero sí me gustaría que lo fuéramos, sobre todo después de lo bien que lo pasé en tu casa antes de que me confesaras tus sentimientos por mi mejor amiga y me dijeras la razón que motivó nuestra cercanía.

Pasó mucho sin que ninguno de los dos enviara nada, hasta que recibí un mensaje tuyo que me dolió más que los anteriores:

"Pensé que ya éramos amigos :'(".

Mis ojos se cristalizaron. Por más que intentara alejarme u olvidarme de ti, no podría sacarte de mi cabeza con facilidad, y tampoco sería capaz de hacerte sufrir. Tan solo imaginar que podrías estar triste del otro lado de la pantalla me hizo enviarte lo siguiente:

"Tal vez podríamos empezar de cero :)".

"¿Eso quiere decir que me perdonas?" preguntaste. Juro que pude ver en mi mente tu rostro lleno de esperanza.

No necesité pensarlo por demasiado tiempo para tomar una decisión.

"Sí, Caín. Te perdono".

Tal vez me equivoqué. Quizás hice mal en perdonarte y me arrepentiré más adelante, pero todo lo que siento ahora es paz interior. No aguantaba más nuestra distancia ni seguir pensando en lo que pasó.

"¡¡¡Muchas gracias, Charlie!!!" enviaste junto a un corazón.

Mi sonrisa fue inevitable.

"No es nada" te dije. "Ahora, ¿podemos olvidar lo que sucedió? No quiero volver a hablar de eso".

"¿Hablar de qué? ;)" respondiste, y yo reí.

"Perfecto".

"Y... ¿cómo estás? :D" consultaste. Toda la discordia entre nosotros se esfumó por completo.

Chateamos por al menos cinco horas sobre cualquier cosa que se nos ocurriera, desde lo que cenamos esta noche hasta los últimos videos que vimos en YouTube.

Pude adivinar que ambos buscábamos excusas para seguir hablando, pero el sueño acabó venciéndote y te despediste escribiendo: "buenas noches, nuevo amigo".

Puse los ojos en blanco y esbocé una sonrisa.

"Buenas noches, extraño" contesté.

"Eso duele" enviaste con un corazón roto.

"Está bien. Buenas noches, nuevo amigo" .

Sé que ambos estábamos sonriendo frente a la pantalla.

Lo que no sé es qué pasará entre nosotros de ahora en adelante. La herida provocada por saber que te acercaste a mí para conquistar a Nora sigue abierta, pero al menos ya no duele tanto como hace días. Puede que nunca cierre del todo, o puede que algún día nuestros corazones se encuentren y el motivo de nuestro acercamiento inicial nos haga reír.

Sea como sea, estoy feliz de coincidir contigo en esta vida.

Te quiere,

Charlie.