Capítulo 19
—¡¿Qué?!—exclamaron todas al unísono al escuchar mi noticia.
—Sí, bueno, empezamos a salir hace un par de días solo que no queríamos decirlo tan pronto...—respondí tímida.
—Vaya... Jason, Ethan... ¿Tú eres un poquito masoquista, no?—dijo Alyson.
—Pues como tú, bonita-replicó Madie en mi defensa.
—Bueno, al menos ahora ya no me insulta...—dije.
—No,—confirmó la rubia—ahora te come los morros.
Las tres rieron y yo no pude evitar sonrojarme.
—Vamos, dejadla en paz. April, no quiere contar como se lo monta con mi hermano.—dijo Evelyn—Por favor, no lo cuentes o me moriré del asco-me comentó en voz baja.
—¡Oh si! ¡Que lo cuente!—instó Madie—Dinos, April ¿Ya lo habéis hecho?
—No, todavía no...—contesté bajando la mirada y sintiendo como el corazón iba a estallar de un momento a otro.
El mero hecho de imaginarlo sobre mí, tocando y acariciando mi cuerpo me ponía muy nerviosa. Me estremecí y eché la cabeza hacia atrás profiriendo un suspiro anhelante y soñador.
—¡Oh! ¿en serio?—preguntó Madison-Seguro que el momento llegará pronto. Lo mejor es que te preparemos. Si el momento no llega lo haremos llegar. Haremos que sea perfecto.
—¿Haremos?—preguntó Evelyn perpleja.
—Sí, haremos.—contestó—April es tu amiga virgen, es tu deber ayudarla.
Alyson puso los ojos en blanco y colocó una mano sobre mi hombro dándome ánimos. Y aunque no abrió la boca la pude oír diciendo: "Aguanta pequeña, deja que se monte su propia película."
—Es mi amiga y mi hermano. Mi amiga que se va a desvirgar con mi hermano, un mujeriego que se acuesta con una chica distinta una vez a la semana—respondió.
—Evy, tranquilízate—dijo Ali—Yo soy la primera que le advertí sobre él pero, al fin y al cabo, por muchas precauciones que se tomen el amor a estas edades siempre acaba de la misma forma. Me hace gracia por qué, de todas, tú eres la más impulsiva y la que menos piensa en las consecuencias. Deja que disfrute. Además, si Jason no le hace daño será otro quién se lo haga más tarde. Si está con ella es por qué, aunque sea un poquito, ha cambiado.
Yo bajé la mirada y traté de dejar a un lado el pasado de Jason. Él me quería, lo sabía. No estaría con ninguna otra chica más que yo.
Evelyn se inclinó hacia mí y puso una mano sobre la mía. Mis ojos siguieron su mano y luego se desplazaron hasta los suyos.
—Piénsalo bien ¿vale? La primera vez nunca se olvida.
Yo asentí y me deshice de su agarre. Odiaba que no confiara en mí.
—Tranquila, Aprs—dijo Madie—Si sigues mis consejos él no querrá nunca más estar con otra, te lo prometo.
—¿Aprs?—se extrañó Ali—¿Qué es eso? Un nuevo idioma que te has inventado.
—Es el único mote cariñoso que se me ha ocurrido para ella ¿Vale?—replicó Madison.
—Pues menudo mote...—masculló Alyson.
—¿Y cuál se te ocurre a ti, listilla?
—¡Chicas!—cortó Evelyn—Ya basta. Dejad de discutir por un momento.
—Sí, lo siento. April, April es la protagonista hoy—se disculpó la rubia.
—Bueno... en realidad no sé si estoy segura de estar preparada...—confesé—No creo que le guste sin ropa...
—No hay por qué tenerle miedo—dijo Madie.
—No le tengo miedo...—lo pensé mejor—Bueno, tal vez si un poco pero eso es normal ¿no?
—Sí—respondieron Evelyn y Alyson al unisono.
—No—dijo Madie al mismo tiempo.
—No le hagas caso a esta gata en celo—dijo Evelyn esbozando una cálida sonrisa—Ella estaba tan cagada como tú.
— Tigresa, y no estoy en celo es solo que tengo puesto el radar las veinticuatro horas del día...— corrigió Madie.
—Bueno, tigresa. Lo que sea que se piense que es-continuó mi amiga.—No hay nada de lo que preocuparse, cuando pase pasará. Mi hermano, por mucho que lo odie, no es ningún bruto. Te tratará bien. Si no puedes preguntarle a Alyson ¿Verdad, Ali?
—Sí, jamás hará algo que tú no quieras.—respondió ella.
—De lo contrario se las tendría que ver conmigo—amenazó Evelyn alzando un puño.
—Dudo que le haga ascos a Jason—dijo Madie—Evy, es tu hermano pero... ¡Por Dios! ¿Sabes lo bueno que está? Yo no sé cómo lo hicieron tus padres, pero debieron tirar el molde cuando se pusieron manos a la obra porqué yo no he visto nada igual.
—Madison, agradecería que no hablaras como si quisieras tirarte a mi novio—dije muy seria.
Ella me miró y su sonrisa desapareció enseguida de su rostro.
—Perdona, April yo no quería...—trató de disculparse.
Yo me reí y Madie se quedó un rato sin comprender que pasaba. Evelyn y Alyson lo entendieron y pronto se unieron a mí
Madison fingió molestarse y exclamó:
—¡Que zorra! ¡Por un momento he pensado que hablabas en serio!
—¿Podríamos dejar de hablar de virginidades y hermanos capullos?—sugirió Evelyn mirando a Madison de forma acusatoria.
Madison ignoró la mirada de Evelyn y puso un dedo en su labio inferior mostrándose pensativa.
—Ahora que lo pienso... ¡April es tu cuñada!—exclamó—¿No es genial? A mi me encantaría que Alyson estuviera con Collin...
—Madie, tu hermano tiene diez años-indicó Ali fingiendo estar cansada.
—Bueno, pues cuando crezca. No hay prisa. Os concertaré el matrimonio.—contestó.
—Yupi—respondió la chica del cabello rosa con falso entusiasmo.
—Hablando de novios-recordó Madie.—Yo tengo a David, April tiene a Jason, Evelyn a Eric...
Cuando oí el nombre de Eric no pude evitar mirar a Evelyn. Ella penstañeó y no se molestó en corregir a su amiga y entonces comprendí que no se lo había contado a ninguna de ellas, al menos no a Madison.
—Y tú, Ali ¿A quién tienes?
La joven de cabellos rosas arrugó la nariz y apoyó sus manos en el suelo justo por detrás de su espalda.
—Aunque no lo creas, no necesito novio para ser feliz.—respondió.
—Que filosófica te has vuelto de repente.—se burló Evelyn.
—Ya llegará el indicado, no tengo prisa.
—Es cierto, aún tenemos que besar a muchos sapos. Yo al menos disfrutaré del mío.-declaró Madie.
—Hasta que te canses.—apuntó Alyson.
—Nunca me podría cansar de este—respondió con una sonrisa pícara.
—Tal vez nosotras seamos los sapos—dijo Evelyn pensativa.
Todas la miramos. Por un momento vi en los rostros de las dos amigas preocupación pero, más tarde, sus expresiones se suavizaron y pasaron por alto el por qué del estado de su amiga, pero yo lo sabía, sabía el por qué de su pena. Se sentía culpable de todo, por lo de Eric, por lo del aborto y por la ruptura y, en cierto modo, sí había sido ella la culpable de todo pero claro, yo no podía decirle eso.
—No, nosotras nunca podríamos ser ranas. Bueno, Alyson sí.—respondió Madie rompiendo el incómodo silencio que había sumido la estancia tras el comentario de Evelyn.
Madie y yo reímos, Alyson se limitó a mirar con odio fingido a su mejor amiga y Evelyn paracía no estar presente en la conversación.
Entrelacé mis dedos con los suyos y apreté su mano en un intento de reconfortarla. Ella esbozó algo parecido a una sonrisa y volvió a la conversación fingiendo estar pasándolo en grande. Pero sabía que eso no bastaba para hacerla sentir mejor y eso me hizo creerme un completa inútil.
El móvil vibró en el estrecho bolsillo de mi pantalón y yo me apresuré a sacarlo.
1 mensaje nuevo.
Tecleé el código de desbloqueo y me dispuse a responder al mensaje.
—¿Quién es?—preguntó Madison antes de que pudiera siquiera leerlo.
—Jason.—contesté.
Madie alzó la cabeza y leyó el mensaje después de eso se giró y golpeó levemente mi costado lanzando una mirada cómplice.
—Hemos quedado para dar una vuelta, nada más—respondí desmintiendo las suposiciones que la cabeza malpensada de Madison comenzaba a crear.
—¿Nos vas a dejar aquí plantadas?—preguntó Evelyn un tanto decepcionada.
—Yo...
—No, Evy. Deja que se vaya con él.—cortó Madie—April, no te preocupes por nosotras. Estaremos bien.
—Lo siento chicas... ¡Os lo compensaré!—prometí. Pero Evelyn estaba disgustada con mi decisión y, por un momento, solo, por un momento estuve a punto de cancelar mi cita con Jason. Pero últimamente estaba muy rara y, cuando giró la cabeza en dirección contraria me dí cuenta de que era mejor para las dos que me fuera.
—Sí, sí—respondió Madie levantándose de su asiento—Ahora vete a dónde sea con tu novio perfecto.—Tiró de mis manos y me obligó a levantarme de la cama.
—Espera, aún no ha...—Pero antes de poder acabar la frase escuché el claxon de un coche que acababa de llegar.—llegado...
Madison soltó mi mano y corrió hacia la ventana para ver quien era el que había llegado a su casa.
—¡Es su coche! ¡Oh, joder! ¡Está saliendo!—exclamó—Que envidia te tengo, April.
—¿Qué coño os pasa a todas con mi hermano?—quiso saber Evelyn.
Yo llevé mi mano a la boca y me mordí las uñas pues comenzaba a ponerme nerviosa, ellas, especialmente Madison, me hacían sentir muy pequeña y preocuparme de cosas sin importancia.
"Solo es un chico, April. Ya has estado más veces con él a solas." traté de calmarme pero, a medida que bajaba las escaleras mi corazón se aceleraba más y más.
Las chicas se habían quedado en el cuarto de Madison así que me permití el lujo de meditar por unos segundos las palabras que iba a decirle antes de abrir la puerta. Pero, cuando abrí la puerta y vi a Jason con las piernas cruzadas apoyado sobre el capó del coche y esa aura de chico malo que lo envolvía, toda frase ingeniosa murió en mis labios antes de ser pronunciada.
Jason rió y yo me situé en frente de él con dificultades para respirar.
—Hola—dije al fin.
—Tenemos público—contestó señalando la ventana de la habitación de Madison dónde, las tres miraban con atención la escena.
—Sí...—admití sin saber que decir.
Jason tomó mis manos y tiró de ellas obligándome a acercarme a él.
—Entonces vamos a darles espectáculo—dijo antes de tomarme por la cintura y estampar sus labios contra los míos.
Tenía unas amigas estupendas, vida social y un novio guapísimo que me había elegido a mí sobre otras. ¿Desde cuando mi vida se había vuelto tan perfecta?
Estaba viviendo como nunca lo había hecho, un verano de ensueño dónde nada parecía poder salir mal.
—Hazlo otra vez—le pedí a Jason una vez se separó de mí.
El rió y me tomó por la barbilla para depositar un segundo beso.
—¿Contenta?—preguntó.
—Solo un poco—contesté.
—Anda, sube al coche—pidió divertido.
Y eso hice, subí al coche con Jason; él conduciendo y yo de copiloto. Apoyé la cabeza en el respaldo y cerré los ojos por un momento preguntándome si en algún momento despertaría.
Pero cuando abrí los ojos seguía sentada en ese coche viviendo mi perfecta y dulce realidad.
Bajé la ventanilla y me apoyé sobre ella dejando que el viento acariciara mi rostro. Cerré los ojos y el sol se cernió sobre mí envolviéndome como si se tratara de una manto dorado.
No tenía ni idea de hacía dónde nos dirigíamos pero, en aquel momento, me dio igual todo.
Me había convertido en una hoja y Jason era mi viento.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top