PARTE II
Advertencia: Después del segundo separador hay contenido sexual.
La impaciencia que sentía el chico de ojos cobre era notable en aquel teatro donde se encontraba parado acompañado de sus suegros y su progenitora, el reloj de su muñeca izquierda empezaba a molestarlo por el constante sonido que emitía y la corbata que portaba empezaba a asfixiarlo después de arreglarla por décima vez.
El medio día amenazaba con llegar y que su pareja no llegará a su graduación de la universidad solo provocaba que el más alto quisiera correr a buscarlo, Akabane sabía mejor que nadie que tan importante era recibir aquel diploma y estaba conciente de ello porque la noche anterior su pareja no se había cansado de repetirlo.
Pero al parecer el mejor asesino de la clase "E" había olvidado por completo la hora en la que debía estar presente para recibir por fin sus papeles para poder ejercer aquella profesión que el pulpo amarillo le había inculcado inconscientemente; o tal vez no lo había olvidado pero ciertas chicas que fueron a buscarlo antes de que el ojicobre fuera a presentar un último examen a la universidad eran las causantes de aquella tardanza.
Un suspiro traicionero fue liberado de los finos labios del pelirrojo mientras empezaba a morder su dedo índice debido a la agrupación de emociones que estaba teniendo, no era que desconfiara de Nagisa pero en Nakamura y Kayano si.
"- ¡Karma! - Gritó aquella dulce voz derrochando alegría con aquel tono-"
Los iris mercurio fueron a parar inmediatamente hacía la persona que había musitado el nombre del pelirrojo para después expresar la clara sorpresa por lo que veía.
Shiota Nagisa estaba corriendo con un lindo pantalón de vestir que entonaba a la perfección con el chaleco ajustado en tono oscuro que resaltaba la figura del más bajo aún con la camisa que portaba bajo aquella prenda; pero esa no era la sorpresa que mantenía una cara de disgusto en la cara de la señora Shiota.
La sorpresa era ver esas hebras en tonos celestes en el corte que el pequeño profesor había planeado desde la secundaría y que había prometido tener hasta finalizar su carrera.
"- Nagisa. - Murmuró el joven de ojos mercurio al momento de rodear la fina cintura del mencionado- Te ves precioso."
El pequeño sonrojo que se instalo en las bonitas mejillas blancas al igual que la felicidad plasmada en los iris zafiro lograron arrebatarle todo el aire al pelirrojo, desde el momento que su pequeño novio le había dicho lo de su ansiado corte siempre espero el momento de verlo; y aunque le hubiera gustado ser él, el que estuviera a su lado en ese momento no había duda que se sentía enormemente feliz por su pareja.
"- ¿Es verdad? ¿Me queda bien? - Preguntó con una ligera de pizca de inseguridad el menor al esconderse en el pecho de su pareja y aspirar por completo la colonia que tanto amaba- Kayano y Nakamura me acompañaron pero tuve que salir corriendo antes de escucharlas, era demasiado tarde y...
- Y no importaba su opinión o la mía, era algo que querías hacer desde hace años ratoncito. - Completó con seriedad el pelirrojo mientras tomaba el mentón ajeno- Pero si quieres que conteste, solo puedo decirte que te ves precioso ante mis ojos Nagisa y estoy muy feliz por ti."
Sin esperar una contestación, los labios de piñón que atraían en demasía a Akabane fueron tomados en un dulce beso; un contacto que el más bajo estaba anhelando desde que observó a su pareja hecho un manojo de nervios por su ausencia y que el pelirrojo necesitaba desde esa mañana después de verlo partir rápidamente con sus compañeras de asesinato.
Un dulce suspiro fue la señal para que el pequeño momento terminará, la entrega de diplomas no podía esperar y que el más bajo fuera el mejor en su clase también era motivo de la desesperación que había sentido en un principio el pelirrojo.
Con pasos rápidos y cortos saludos hacía las personas que acompañarían al dueño de hebras celestes, el pequeño Shiota tomo el rumbo que indicaban para los estudiantes; aún después de llegar tarde tenía que tomar aquella toga que tanto ansiaba y colocarse el birrete que le costó trabajo obtener.
Una sonrisa de satisfacción se poso sin intención en el rostro del chico de hebras rojas que veía con cariño al último alumno en llegar, sin duda alguna el tiempo había pasado tan rápido que no sabía expresar lo que estaba sintiendo en ese momento.
¿Felicidad? ¿Emoción? ¿Orgullo? No sabía si era una o las tres emociones juntas, pero él mejor que nadie sabía el esfuerzo que había puesto Nagisa en culminar la carrera como el mejor estudiante.
Los recuerdos de cada sacrificio le llegaron inmediatamente a la cabeza, noches sin dormir, desayunos express, fin de semanas encerrados con montones de hojas, días que solo se veían al dormir entre otras tantas actividades que se agendaron a su vida; pero sin duda alguna fueron cosas que valían totalmente la pena.
"- Te ves feliz, cariño. - Comentó con su típica sonrisa amable la progenitora del ojicobre- Sin duda alguna ambos se ven felices.
- Lo estoy, estoy muy feliz por estar con él en este momento tan importante. - Susurro Akabane al observar al peliazul subir al escenario- Y estoy muy orgulloso de que lo logró aunque tuvo muchos obstáculos.
- Ambos se apoyaron tanto desde que empezaron su relación. - Respondió la dueña de aquellos ojos esmeraldas- Todavía recuerdo cuando fue a la casa por primera vez siendo tu novio, podrás decir que estoy loca como es tu costumbre pero desde ese momento supe que estarían juntos por mucho tiempo."
Un carcajada fue emitida por el más alto, ¿Qué le diría la hermosa Akabane Yako si él le dijera que sabía que su vida sería al lado de Nagisa desde el momento que lo vió el primer año en la secundaria? Tal vez lo tacharía de loco o simplemente lo vería con desaprobación.
El pequeño teatro se veía repleto, la emoción y felicidad estaba plasmada por completo en los rostros de todas los familias de los estudiantes, los birretes que abarcaban las primeras filas eran portados con satisfacción y nerviosismo; cuatro años habían transcurrido desde que aquellos alumnos habían ingresado con el sueño de ser profesores.
Pero ahora que cierto peliazul sostenía con fuerza las mangas de la toga que portaba y observaba a su al rededor sabía que no solo fue un sueño, porque en esos momentos estaba a punto de recibir el diploma que le afirmaba que todo eso era su nueva realidad.
El discurso emitido por el director de la institución fue corto, conciso y alentador; los buenos deseos que fueron dichos por los profesores que acompañaron a esa generación sacaron pequeñas lágrimas de algunos padres de familia.
Pero el momento más esperado para cierto pelirrojo que veía a su pareja colocarse cerca del micrófono estaba a punto de llegar.
"- Buenas tardes. - Hablo con nerviosismo el peliazul- El día de hoy hemos realizado aquel sueño que iniciamos hace cuatros años, hoy concluimos el camino que tanto trabajo nos costó recorrer para llegar a nuestra meta."
Una pequeña sonrisa se plasmó en los finos labios del de iris mercurio al percatarse de la mirada zafiro puesta en él, sabía que el pequeño Shiota estaba nervioso y eso aún le causaba ciertas ganas de burlarse; Nagisa era el mejor asesino que conocía pero un pequeño discurso para su graduación lo vencía.
Tal vez las bromas podían esperar, o tal vez no y por ello que el pelirrojo le lanzará un beso mientras guiñaba con coquetería un ojo solo le afirmaba al más bajo que su pareja trataba de avergonzarlo por eso y no por sus palabras.
"- Hoy. - Suspiro con inquietud- Hoy solo queda irnos de la institución con la frente en alto y sintiéndonos orgullosos de lo que logramos y crecimos; en este último día donde nos veremos cómo compañeros, solo puedo decirles que una palabra a rondado por mi mente desde que entré aquí y es la más significativa "gracias".
- Gracias a nuestros maestros que nos inculcaron aún más el amor hacía la carrera que escogimos, a nuestros padres que estuvieron para apoyarnos en esta larga travesía, a nuestro compañeros que tendían su mano cuando veían que alguno se quería quedar en el camino. - Expresó con dulzura el ojizarco- Gracias al director por brindarnos el material para nuestras prácticas y estudios; y en especial gracias a la institución porque en ella conocí a personas maravillosas que siempre llevaré en el corazón.
- Hoy puedo decir que estoy orgulloso de todos los que están aquí y que estoy verdaderamente feliz de ser su colega en esta profesión que nos apasiona. - Sonrió el más bajo al alzar su diploma- Y es por eso que ¡Muchas felicidades! ¡Lo logramos!"
Los fuertes gritos y aplausos inundaron el lugar en el momento que el dueño de iris azules hizo una ligera reverencia, con una gran sonrisa el director del plantel volvió a retomar el micrófono mientras sostenía por el hombro al pequeño Shiota.
"- Shiota Nagisa no solo fue el mejor alumno de su salón, si no de la institución. - Afirmó con una gran sonrisa el hombre- Todos los profesores y alumnos le tomamos un gran cariño y admiración al ver la felicidad que irradiaba todos los días para mejorar."
Una pequeña risa salió de los labios de Akabane al observar el sonrojo que se estaba acentuando en las mejillas de su pareja.
"- Y todos podemos afirmarlo. - Agregó con pequeñas risas el director al ver cómo las primeras filas asentían entre ellos- Pero siempre nos preguntamos algo y nunca tuvimos la oportunidad de preguntarselo; es por eso que el día de hoy queremos saciar nuestras dudas con Shiota."
Una ligera mueca de incredulidad se poso en el mencionado al observar al director y sus compañeros, nadie le había comentado acerca de eso y los nervios lo estaban devorando fácilmente por lo que le acontecía.
"- ¿Quién o qué te inspiró a ser un maestro Shiota? ¿Cuál fue tu motivación para seguir?"
Un ligero jadeó escapó del ojizafiro, aquella pregunta lo descolocó por completo y la mirada llena de sorpresa lo afirmaba; con rapidez regreso sus iris hacía la persona que sabía perfectamente la respuesta y que aquel demonio de la clase "E" le regalará una cálida sonrisa le dió la valentía de decirlo.
" - Koro-sensei. - Dijo con nostalgia- Mi profesor de tercer año en Kunugigaoka fue quien me enseñó a amar la enseñanza, sin duda alguna el fue mi inspiración para escoger está profesión.
- Y mi motivación..."
Una gran sonrisa se plasmó en el rostro de Nagisa al observar al pelirrojo, Akabane Karma fue, es y será su motivación; y aquellas noches donde el ojicobre lo arropaba después de quedarse dormido en las sillas o que se levantaba mucho antes para brindarle un rico desayuno o simplemente cuando le daba palabras de aliento en los momentos que pensaba que no podría lograrlo era la respuesta.
"- Mi motivación es Karma, mi pareja."
Y por un segundo el aire escapó completamente del cuerpo del mencionado al escuchar eso, las palabras eran lejanas y solo podía observar como su pareja bajaba corriendo después de que todos aplaudieran.
Akabane estaba seguro del sonrojo que estaba apasiguado en su rostro pero podía ignorarlo si el pequeño peliazul que fue el causante de el, le estiraba los brazos.
"- Felicidades, profesor. - Susurro con cariño en el momento que recibió a su pareja en aquel abrazo- Lo lograste, Koro-sensei, la clase "E" y yo estamos muy orgullosos de ti."
Y fue así que otra palabra entro en la lista mental que tenía Akabane.
Shiota Nagisa era su orgullo.
El reloj digital seguía contado los segundos, el fino rostro del ojizafiro se contraía de molestia al igual que la de su pequeña mejor amiga que se encontraba a su lado; las risas socarronas de cierta particular pareja empezaban a molestar a los dos pequeños asesinos mientras esperaban con molestia a sus respectivas parejas.
Akabane Karma y Nakamura Rio estaban en problemas, en definitiva lo estaban al no llegar antes de la una de la mañana.
"- Nagisa, Kayano. - Llamó el ojiambar al parar las burlas con su novio- Deben estar bien están con Terasaka, Yoshida, Sugino, Maehara...
- Bien lo entiendo, no están bien pero solo fueron por algo de beber ¿No? Rio y Karma no harían cosas irresponsables. - Trató de convencer el peliblanco a sus ex compañeros- Aparte dijeron que llegarían a las doce solo a pasado una hora."
Con cierta desconfianza ambos chicos de cabellos extravagantes observaban la puerta del departamento de Nagisa, en cierto punto la molestia que realmente sentían era de que los demonios de la clase "E" estuvieran haciendo sus maldades al ventilar los secretos de su relación.
El pequeño suspiro que iba a escapar de los labios del más bajo fue retenido al escuchar como la puerta era abierta abruptamente, las escandalosas risas de los recién llegados solo lograron que el enojo creciera mientras que un ojivioleta que estaba observando la situación empezaba a rogar porque Horibe Itona decidiera irse del lugar.
"– He... Hemos llegado. — Balbuceó una ebria Nakamura al entrar a la estancia— Kaedeeeee veniste por mi.
– ¿Es en serio Nakamura? — Preguntó con clara molestia la mencionada— No me molesta que salgas con ellos pero mañana debes irte de intercambio y solo se te ocurre irte a emborrachar.
– ¡Pero, pero el demonio también fue y Nagi no le está diciendo nada! — Se excusó con rapidez la ojiazul— Aparte no tome tanto.
– Gracias por dejarme esperarla aquí Nagisa, te veo mañana a las diez. — Dijo la bonita chica de hebras verde al pararse del mullido sofá e ignorar los comentarios de su pareja— Ahora, vámonos Rio tenemos mucho que hablar."
Sin esperar alguna contestación y viendo el aura oscura que emitía el chico de apariencia inocente la otra pareja que había acompañado al mejor asesino de la clase "E" y si mejor amiga decidieron por su seguridad salir rápidamente de aquel recinto; con pesar los cuatro integrantes que iban con el mismo rumbo le dedicaron una mirada llena de compasión al demonio Akabane.
El sonido de la puerta siendo cerrada logro que un pequeño escalofrío recorriera al pelirrojo al sentir la sed de sangre de su novio salir, realmente Akabane Karma sabía que iba a tener un gran problema.
"– Quiero aclarar que solo tome un vaso de whisky y regresé tarde por cuidar a Nakamura. — Dijo con tono despreocupado el ojicobre— No conteste las llamadas porque la rubia confiscó mi celular al no querer que la presionará.
– Si no recuerdas mañana presentas el último capítulo de tu tesis Karma y por lo que veo estás demasiado confiado para contestar como si nada. — Reprochó con cierta indignación el menor— Pero lo bueno es que estás bien y ya estás aquí, la cena está en el horno debo irme a dormir."
Una pequeña sonrisa llena de burla se acentuó en la cara del pelirrojo al entender a su pequeña pareja, el peliazul estaba preocupado no enojado como tal vez lo estaría la pequeña actriz que se acaba de ir con su compañera de travesuras.
Sin importarle cual fuera la respuesta que daría el lindo Shiota tomo su brazo rápidamente para apresarlo en sus brazos.
"– Mi Nagisa estaba preocupado. — Afirmó en tono divertido al tener frente a él, al pequeño chico que tenía en mente todo el día— Pero, yo también lo estaba porque no importa cuánto tiempo me fui no dejaste de rondar en mi cabeza."
El pequeño sonrojó que empezaba a bailar en las blancas mejillas de Nagisa solo lograron que el demonio de iris mercurio empezará a repartir pequeños besos dónde el color rojo se acentuara; ver qué toda la frustración era olvidada por el más bajo y era reemplazada por una gran sonrisa solo lograba que sus ganas de besarlo durante toda la noche crecieran.
Sin pensarlo un feroz beso fue el causante de robar todo el aire del peliazul, el beso lleno de deseó, posesión y cariño lograban que las piernas del antes mencionado flaquearan rápidamente y que las pequeñas y suaves manos se aferraran rápidamente a la chamarra que portaba el mayor.
"– El último capítulo de mi tesis ya está en el documento, mañana temprano solo tengo que mandarlo. — Susurro el más alto al separarse de mala gana de su novio— Pero tengo en mente que hoy quiero desvelarme.
– Mañana debo ver a Kayano a las diez. — Murmuró con nerviosismo Nagisa—
– Bien, no hay problema."
Con un ligero movimiento el dueño de aquellos iris mercurio levantó el fino cuerpo del contrarió para empezar el pequeño camino hacia la habitación, no quería decirlo pero realmente desde el momento que llegó el pensamiento de tener un momento íntimo con su pareja se instalo en su mente.
Necesita sentir la suave piel de Nagisa, escuchar como entre jadeos y gemidos susurraba su nombre acompañado de exigencias que claramente no se negaría en cumplir; en definitiva lo único que necesitaba era ser uno con el pequeño Shiota.
Con delicadeza apoyó inmediatamente el pequeño cuerpo del peliazul en la cama que compartían, en definitiva recordar que desde el inicio de la universidad empezaron a dormir juntos cada noche lograba que la pequeña sonrisa que ambos tenían inconscientemente se ensanchará aún más.
"– Te ves feliz. — Soltó el mayor al alejarse de la cama— Demasiado feliz.
– Lo estoy. — Respondió rápidamente el de ojos zafiro al extender sus brazos— ¿Por qué te vas?
– Pensé que verías temprano a la pelo pasto.
– La veré, pero ella no es más importante que algún momento entre nosotros Karma. — Dijo con aparente seriedad al hacer un pequeño puchero— No se molestará si llego unos minutos tarde."
Con aquella sonrisa llena de felicidad una pregunta paso rápidamente por la mente de Akabane “¿Cuántas veces podría enamorarse de cada acción del pequeño que le extendía los brazos?" En definitiva la respuesta era “muchas".
Con pasos decididos volvió a regresar a la persona que lo estaba esperando, los delgados brazos solo tomaron su cuello para después sentir los bonitos labios de piñón sobre los suyos; en definitiva prefería el dulce sabor que tenían los labios de Nagisa a cualquier bebida que podría saborear.
Con cierta pizca de malicia el demonio de la clase "E" emprendió un camino lleno de caricias por el cuerpo ajeno, sentir la delicada figura bajo sus yemas le causaba estragos que no dejaría salir a flote aún; deslizar su palma por las costillas del peliazul para después acariciar con ternura la curvatura de su espalda y terminar con un ligero apretón en el trasero de Nagisa lograba que varias descargas recorrieran su cuerpo sin pudor.
"– Ratoncito. — Llamó al abandonar los labios apiñonados de su pareja y descender lentamente con ligeros osculos al cuello del más bajo— Debo quitarme la ropa.
– Hazlo. — Susurro en respuesta al permitir que todo el placer se reflejará en los zafiros que portaba como iris—"
Con cierto pesar el más alto se alejo del ojizarco para empezar a despojarse de las incómodas prendas que interrumpían sus planes, una sonrisa lasciva se acentuó descaradamente en su rostro al observar aquella mirada lujuriosa que le dedicaba su pareja esperando que empezará con su deber.
La respiración agitada del dulce Nagisa crecía conformé se deleitaba visualmente, ver al pelirrojo despojarse lentamente de la chamarra mientras le sonría para después quitarse la playera que se adhería desvergonzadamente a su cuerpo lo hacía suspirar abrumado por la vista.
Un escalofríos recorrió completamente el cuerpo del pequeño Shiota al mirar el definido torso de su pareja, mientras que la mano ajena se dirigía a desabotonar los pantalos que aún portaba el pelirrojo; un pequeño gemido escapó de los carnosos labios al observar cierta parte muy despierta en su pareja mientras la ropa interior que se dejaba ver por la abertura del pantalón se ceñia a la dura erección.
"– Sabes. — Dijo el pelirrojo con seriedad, logrando que el peliceleste saltará de la impresión— Dudo que podamos llegar a más si sigues con tu bonita ropa.
– Yo...
– ¿O es una invitación para que yo la quité? — Preguntó Akabane con la voz ronca al permitirse acercarse nuevamente a la cama— Porque si es así, no tengo problemas."
Un suspiro de placer escapó inconscientemente del más bajo al tener frente a él a Karma, la anticipación de las caricias que estaban próximas lograban que sus sentidos se agudizarán, un gemido fue amortiguado por el de hebras azules al morder su labio inferior; la respiración del pelirrojo cerca de sus labios lo hacía temblar mientras intentaba no adelantarse a los hechos.
"– Entonces. — Susurro el mayor en el oído ajeno— ¿Puedo quitarte la ropa?
– S... Si — Balbuceo embriagandose con el delicioso olor que caracterizaba a su novio—Ha... Házlo."
Una sonrisa lasciva fue la única visión que puedo recibir el de ojos zafiro antes de sentir como sus pantalones eran desabotonados y su playera empezaba a mostrar su pequeño torso debido a que el pelirrojo colaba sus manos, un pequeño sonido lleno de placer escapo de los labios del peliazul al sentir como su pareja repartía húmedos ósculos en la piel expuesta logrando que el deseo aumentara en ambos.
"– Karma. — Llamo entre jadeos al sentir como los colmillos de su pareja rozaban los pequeños botoncitos rosados — Basta.
– Nagisa. — Sonrió con malicia al dirigir toda su atención al mencionado— ¿No te gusta? "
La mirada de reproche que dirigio el de hebras como el cielo solo logro que la sonrisa que caracterizaba al demonio de la clase "E" se ensanchara, todas las facetas del pequeño Shiota le encantaban pero sin duda una de sus favoritas era la que le brindaba en los juegos previos antes de la unión de sus cuerpos; observar como las mejillas blancas permitían que un sonrojo se acentuara en ellas mientras los jadeos impregnados de placer empezaban a llenar el cuarto y las pequeñas manos se aferraban con fuerza a las sabanas, lograban que el libido de Akabane subiera inmediatamente.
Con delicadeza el más alto ayudo a que la estorbosa playera abandonara sin problemas el cuerpo que deseaba tocar toda su vida, un pequeño escalofrío se permitió recorrer al más bajo al mismo tiempo que los ojos comparados con hermosas joyas se permitían recorrer sin pudor el trabajado cuerpo del contrario; un pequeño gemido salió de los labios apiñonados de Shiota al sentir como su pareja bajaba su pantalón permitiendose saborear la piel de sus muslos.
El calor del ambiente empezaba a marear al menor mientras se dejaba embriagar por las acciones placenteras que le hacía sentir el de hebras rojas, las grandes manos recorriendo con calma todo su cuerpo al mismo tiempo que los labios ajenos se encargaban de apoderarse de toda la piel que estaba a su disposición lograba que la erección que aún se escondía bajo su boxer empezara a gotear.
" –Nagisa. — Llamó con la voz ronca impregnada de deseo— Eres tan precioso."
Un suspiro lleno de placer fue la única contestación que pudo obtener Karma al liberar por fin el miembro del pequeño asesinó, una sonrisa lasciva se acentuó descaradamente en su rostro al observar como su pareja se dedicaba a mirarlo con atención mientras el liquido transparente bajaba por toda la extensión; con lentitud se permitió saborear el núcleo que albergaba el placer acumulado del ojizarco.
"– Kar... Karma. — Balbuceó el profesor al apresar la blanca sábana entre sus dedos— Besame."
Una corriente recorrió la columna del mencionado cuando se acerco a cumplir el pedido ajeno, rápidamente tomo presos los labios de Nagisa dándose la tarea de arrebatar el aire del más bajo; con urgencia acumulada saboreo la dulce y pequeña boca mientras empezaba un vaiven que simulaban ligeras embestidas.
Los jadeos impregnados de lujuria eran callados por el beso tan demandante que el pelirrojo estaba controlando, las contorneadas piernas del peliceleste rodearon las caderas del ojicobre para que ambas erecciones se estimularan y sin permitirse alejarse más de lo que le gustaría el más alto bajo las únicas prendas que le impedían sentir directamente la piel porcelana.
El liquido preseminal de ambos empezaba a mezclarse permitiendo que la fricción fuera aún más fácil, el ambiente se sentía pesado; el placer, la excitación y los jadeos estaban presentes en el aire.
"–Kar... Karma. — Llamo el menor con esfuerzo al dejar libre al mencionado — ¿Podemos empezar?
– Con gusto. — Susurro el más alto al separarse del mejor asesinó de la clase "E"—"
Sin esperar el pelirrojo termino de quitarse las prendas que faltaban para después tomar del buro la pequeña botella de lubricante, la persistente sensación de una mirada sobre él hizo que sus orbes mercurio se posaran en el tierno chico que lo estaba devorando lentamente; el anhelo albergado en ambas miradas solo lograba que la anticipación creciera y las ganas de hundirse en el placer crecieran.
Un ligero gruñido fue emitido por el pelirrojo al volver a brindar atenciones a su dulce novio, ver los iris zafiro impregnados de éxtasis acompañado de un sonrojo que bailaba despreocupado en el bonito rostro de Nagisa le daban ganas de arrebatarle el aire y apresurarse a ver su cara cuando estuviera en la punta del climax.
Con delicadeza vertió un poco del transparente gel en sus dedos, regalandole una erótica vista al más bajo del lugar; observar como los largos falanges eran cubiertos por el líquido transparente mientras esperaba que esos mismos ayudarán para recibir la intimidad de su pareja.
Un ligero respingo salió inconscientemente de los labios apiñonados del ojizafiro al sentir como el primer intruso se abría paso en su interior, el frío del gel acompañado del ligero movimiento de aquel dedo lo hacía suspirar por un momento en lo que se acostumbraba a la acción.
El sorpresivo beso que recibió el peliazul había logrado que por un momento su mente quedará en blanco permitiendo que un segundo dedo se adentrará en él mientras el aire de sus pulmones era robado sin piedad, el estar retorciéndose del dolor junto al placer lograba que el pelirrojo siguiera con su labor con más ahínco; los gemidos que deseaban escapar del pequeño profesor al momento de sentir como su pareja rozaba su punto de placer eran callados por los labios ajenos.
Sin poder musitar alguna palabra coherente, las emociones placenteras nublaban con rapidez el poco juicio de ambos chicos dejando que el deseó fuera el protagonista de todo lo que estaba sucediendo.
"– Ahhh Ka... Karma. — Tartamudeo Nagisa al permitirse terminar aquel ósculo que le robaba el oxígeno— Yo... Yo..."
Sin pensarlo el dueño de los ojos cobre termino con aquella preparación para llegar a la pequeña parte que ambos rogaban internamente, con lentitud se permitió iniciar la profanación de su pareja; un pequeño gruñido fue liberado al sentir como su miembro era apresado por el estrecho interior de su pareja.
Sentir como el interior del pequeño Shiota estaba moldeado totalmente al pelirrojo mientras intentaba adquirir aire entre el beso húmedo que compartían acompañado del temblor en las piernas blancas y las lágrimas que se acunaba en los grandes ojos; solo lograba que Karma sintiera las pequeñas punzadas de anticipación en su vientre bajo.
Un pequeño jadeó escapó de los labios de Akabane al terminar de entrar en su pareja, el aire retenido inconscientemente lograba que su vista de nublara un poco permitiendo que los sonidos fueran mejor percibidos; los dulces jadeos que salían de Nagisa retumbaban por toda la habitación acompañados de las erraticas respiraciones que intentaban recuperar su ritmo.
" – Ya puedes empezar. — Dijo el peliazul al aferrarse a los brazos del ojicobre que se encontraban a un lado de su cabeza sirviendo de apoyó para que su pareja no dejará caer todo su peso—
– Tenemos toda la noche. — Aclaró el pelirrojo al repartir ligeros y pequeños besos por todo el rostro del más bajo — Solo déjame disfrutarte."
Un asentimiento fue la respuesta dada por el lindo Shiota mientras disfrutaba los pequeños y dulces mimos que Karma le brindaba, en definitiva esos momentos de placer no perdían su lado romántico a pesar de los años ; un gran gemido salio de la garganta del menor al sentir como la primera embestida había golpeado su punto de extasis, las lagrimas que aún permanecían refugiándose en los ojos zafiro se dieron la tarea de hacer un camino por el rostro de Nagisa conforme el pelirrojo arremetía en su interior.
El sonido de sus pieles chocando, acompañado de los gemidos que el de hebras celestes emitía a la por de cada embestida junto a los ligeros gruñidos de Karma que salían sin permiso al observar la cara llena de excitación de la persona que tenía entre su cuerpo y el colchón; permitían que la atmosfera se llenara de deseo.
" – Ka...Karma, más... más por favor."
El resoplido del más alto en el oido de Nagisa le mando una fuerte punzada a la erección que el pelirrojo había tomado para establecer un vaivén que llevaba el mismo ritmo que las embestidas.
La sensación de empezar a ser devorado en el momento que el más alto posaba con insistencia sus labios en el blanco cuello logrando crear marcas que en unas horas se notarían en demasía, abrumaba sin piedad al profesor dandole como advertencia el orgasmo que estaba al borde de explotar.
Sin permitirse que las deliciosas sensaciones se perdieran el ojizarco tomo la mano de Akabane que le estaba brindando atención a su intimidad, la clara sorpresa que el más alto reflejaba permitía que una sonrisa nerviosa se posara en el fino rostro antes de apresar la cadera del mayor con sus piernas e impedirle alejarse.
Un gran gemido inundó la habitación a la par que el pecho de ambos era llenado por la sustancia blanquecina que salía del miembro de Nagisa, regalandole la maravillosa expresión a su pareja que lo hacia llegar a la cúspide del éxtasis.
El ver como el menor trataba de calmar su respiración mientras sus ojos eran empañados por la lujuria y su pecho acompañaba los erráticos movimientos de ser corazón, hicieron que segundos despues Akabane llegara al ansiado orgasmo ; la semilla calida del dueño de iris mercurio fue vaciada completamente en el interior del dulce Shiota.
"– Te amo. — Susurro el peliazul antes de cerrar los ojos por el cansancio y liberando las caderas ajenas —
– Te amo ratoncito, ahora duerme. — Respondió con tranquilidad al salir del interior de su pareja— Dulces sueños. "
Una sonrisa de felicidad se poso en el rostro del más alto al colocarse al lado del ojizarco y que el mencionado inmediatamente se acomodora en su pecho, una pequeña risa escapo de sus labios al imaginar la escena que haría el de baja estatura al notar que había impedido y olvidado la limpieza reglamentaria que había impuesto desde hace años.
Un último ósculo fue depositado en la frente de Nagisa antes de que el de ojos mercurio se permitiera visitar los brazos de morfeo.
Y justamente esa noche en sus últimos momentos consciente Karma agrego una nueva palabra a su lista, Shiota Nagisa era deseo y era totalmente suyo.
Hola, hola personitas ❤️.
¿Cómo se encuentran el día de hoy?
No saben que feliz estoy de por fin traerles la segunda parte de esta pequeña historia.
Espero les guste.
Y como siempre vuelvo a pedir una disculpa por si el smut no es tan bueno, quise intentar una segunda oportunidad en este tipo de escenas.
Comentarios, sugerencias------>
Nos vemos en la siguiente actualización 😜.
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