Capítulo veintiuno : Visitas
Omnisciente
Hoy era un dia algo difícil para Deckard. Y eso Juddy lo sabía, e iba a acompañarlo las veces que sean necesarias. Shaw iba manejando el auto, sin GPS, ya que sabía la dirección a la que iban. Juddy tenía su mano apoyada en el cuello de el, como una forma de que sepa que ella está ahí para el. Deckard la mira y me sonríe sin mostrar los dientes. Estaba agradecido de que ella la acompañara en esto. Se sentía agradecido de tenerla con el.
La Cárcel del condado de California les quedaba un poco lejos, pero era un viaje que los dos estaban dispuestos a hacer. Hoy era día de visitas, y Deckard está preparado. No habían visto a Owen desde aquellas vacaciones en la playa, aquel día que estuvieron los cuatro juntos, junto con Jake. Juddy comienza a recordar ese día y sonríe involuntariamente. Extrañaba a Owen y a Jake. Al parar el auto, Deckard mira a su novia, quién está concentrada mirando un contacto del celular. Jake. Shaw sonríe y agarra la mano de Juddy. Ella deja de prestarle atención a su celular y mira a Deckard.
- Deberías llamarlo - dice, y Juddy asiente.
- Si - dice ella -, estaba pensando en el, y en como estará.
- Ese chico es de fierro, debe estar bien - asegura Shaw, bajándose del auto al igual que ella. Juddy se queda pensando en Jake hasta que llegan hasta una puerta de metal, que es la que ingresa a la prisión. Ella y el se miraron y asintieron.
- Es hora - Juddy dice, y Deckard suspira.
Los dos pasan por una serie de revisiones para ingresar a la sala de visitas, para ver qué no tuvieran nada sospechoso. Luego de eso, fueron a la sección de visitas, y antes de entrar, Deckard miro a su novia.
- Dale saludos de mi parte, y dile que extraño sus estúpidas charlas. - dice ella, juntando sus manos y Deckard entiende.
- Se lo dire.
- Suerte - dice ella. Deckard se inclina a ella y le da un corto beso y Hobbs sonríe.
- Gracias - susurra el.
Suelta la mano de ella y luego entra a la sala de visitas, dejando a su novia atrás. El hombre se sienta en una de las muchas sillas que están ordenadas en fila frente a una ventana de vidrio. Habían personas sentadas en las otras sillas, hablando con sus familiares presos mediante un teléfono, como en las películas de presidiarios. Deckard se mira las manos, esperando a que su hermano llegara. De repente, escucho un choque de cadenas acercarse, y del otro lado de la ventana, vio a Owen sentarse en una silla, frente a él. Estaban cara a cara, solo con un vidrio separándolos. Owen se veía demacrado, con ojeras en sus ojos, y con la demostrativa cicatriz en la mitad de su cara; pero siempre está con una sonrisa. Al mirarlo, tenía un deseo de darle un fuerte abrazo, pero no podía. Los dos, al mismo tiempo, agarran el teléfono de línea y se lo llevan a la oreja.
- Me alegra que vinieras, hermanito - dice Owen, mirándolo a los ojos.
- Quería verte - dice Deckard.
- Aw, que tierno eres - dice el menor de los Shaw, y Deckard solo rueda los ojos.
- ¿Como estás?
- Si estás ciego, te cuento que estoy en la cárcel, ¿cómo crees que estoy?
- Ya lo sé, Owen. Solo te quedan unos meses.
- Si, aquel trabajo de Don Nadie me sirvió mucho. Hablando de eso, ¿donde esta mi cuñadita? Extraño a esa chica - dice, sonriendo. Deckard lo mira divertido.
- Está afuera, esperandome. Dice que te extraña a ti y tus charlas.
- Opino igual - dice riendo, pero cuando Owen frunce el ceño, Deckard le presta total atención -. Necesito que me escuches, Decks.
- ¿Que sucede?
Owen guarda silencio un momento, y sus ojos se dirigen a los de su hermano mayor.
- Debes tener cuidado estas semanas - advierte. Deckard le alza una ceja sin entender.
- Explícate.
- ¿Que no ves las noticias? - se queja Owen - Han hackeado muchas centrales de espionaje en distintos puntos del mundo, y ahora se está propagando por EE.UU. ¿Te suena a algo?
- Cipher - susurra Deckard, agarrando el teléfono con fuerza. Esa maldita serpiente.
- 10 puntos para Griffindor - exclama Owen -. No están seguros si es ella, pero yo sé que lo es.
- ¿Crees que quiera volver contra nosotros?
- No lo creo, se que ese es su plan - asegura el menor de los Shaw -. Tienen que cuidarse las espaldas.
- Jude no debe saberlo - dice Deckard, negando con la cabeza -. Ella no está bien con el tema de Cipher.
- ¿Como?
- Ella está dispuesta a hacer lo que sea para verla muerta. No quiero involucrarla en esto - explica, pensando en su novia, una de las personas más importantes en su vida. Iba a protegerla como sea.
- Todos estamos involucrados, Decks, ella nos quiero muertos a ti, a mi, a la pequeña Hobbs y al equipo de Toretto - dice Owen, mirando fijamente a su hermano -. No hay escapatoria.
- Quiero que la haya, por lo menos para ella - dice Deckard, preocupado. No quería que ella saliera lastimada.
- Si no se lo dices, no sabes lo que puede llegar a pasar - le dice Owen. Niega con la cabeza -. Se que eres obstinado, como yo. Ahora todo depende de ti.
Owen le da una última mirada a su hermano antes de colgar el teléfono e irse de allí, escoltado por un guardia. Deckard también cuelga el teléfono y cierra los puños con fuerza. La serpiente volvería, eso lo sabía. Pero no podía permitirlo. Debía mantener a Jude a salvo, tal y como le prometió a Luke aquel día en la parrillada de Toretto.
- ¿De que quieres hablar, Hobbs? - pregunta Shaw, al llegar a la terraza de Toretto, con el olor a parrillada inundando el lugar.
- ¿Quieres a mi hermana? - la pregunta de Luke hace que Shaw lo mire relajado.
- La amo - dice Deckard con seguridad, y eso impacta en Hobbs -. Me di cuenta de eso tarde. Fui un idiota. Pero pude darme cuenta a tiempo - admite Deckard, al recordar cómo trataba fríamente a Juddy al principio -. Y quiero estar con ella, porque no se qué es lo que haría si ella no estuviera conmigo.
Luke solo lo miro, para luego darle un vistazo a su hermana. Shaw hace lo mismo. Ella ríe con Roman, Tej y Ramsey, cada uno con una cerveza corona en su mano. Deckard se regocija al verla feliz con sus amigos, y Luke lo mira de reojo.
- Ella es alguien especial en la familia - dice Luke, y Deckard le presta atención -. Si la lastimas...
- Eso nunca...
-... te haré pedazos como aquella pelea en la DSS. - le aseguró Luke.
- Creo que el que terminaría en el hospital serías tú - le dice Deckard, y Luke no puede evitar reírse.
- No digas que no te lo advertí - dice Hobbs, antes de estrechar su mano con Deckard.
Una hermandad había nacido entre ellos.
Los recuerdos se van cuando siente las manos de Juddy recorriendo su espalda desnuda y mojada por el agua de la ducha. Nervios recorren su espina dorsal al sentir el tacto de las manos de ella, pasando el jabón por su espalda. El se da vuelta para poder estar frente a ella, y la mira a los ojos, a la vez que el agua cae por todo su cuerpo. Jude lo agarra del cuello y lo atrae hacia ella para darle un beso largo, y el también le corresponde, agarrándola de la cintura para atraerla hacia el, estando sus dos cuerpos desnudos pegados uno con el otro, mientras el agua caí sin parar.
La ama tanto. Tanto que no quería decirle lo de Cipher. Esa serpiente lo arruinaría todo. Todo lo que había logrado con Juddy, Deckard sabía de lo que Cipher era capaz para poder ganar. Shaw no quería perder lo que más amaba.
Se encargaría el mismo de Cipher.
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