Capitulo veintidós : "¿Hermano?"
- ¿estás seguro de que le gustará?
- Segurísimo.
- No lo sé, Brian... quiero estar seguro de que estará fascinada, no quiero decepcionarla.
Los dos hombres observaban el precioso anillo dentro de aquella caja de vidrio, como si fuera el tesoro del Arca Perdida, y en verdad lo era. Deckard quería comprarlo, pero no sabía cuales eran exactamente los gustos de Juddy, ya que ella no suele usar anillos. Pero esta era una ocasión especial.
- Ya era hora de que se lo pidas - opina Brian, ahora observando cómo sacan el anillo de la caja de vidrio, para ponerlo en una pequeña cajita dorada frente a Shaw.
- No lo parece, pero estoy aterrado como un niño - Deckard ríe y Brian también -. Gracias por acompañarme en esto, O'Conner. Significa mucho.
Brian sonríe ante lo que Deckard dice y le da palmadas en la espalda.
- Es todo un placer.
O'Conner había aceptado la idea de acompañar a su antiguo enemigo a elegir el anillo con el que se le propondría a la hermana menor de Luke Hobbs. Brian haría todo lo posible para que la pequeña Hobbs estuviera feliz, y eso pasaba cuando estaba con Deckard, y de eso ya iban tres años. Tres años desde lo que pasó con Cipher,
y todo parecía mejor que nunca.
¿No es así?
La noche había arribado y la música se oía a todo volumen en las calles de Los Ángeles. Las mujeres y hombres bailaban al lado de sus autos lujosos, a la vez que otros preparaban la línea de salida para las carreras callejeras de aquella noche. Una cierta pelinegra llega con su auto Camaro amarillo al lugar, directamente parándose detrás de la línea de salida, auto proclamándose la primera en comenzar las carreras. A pesar de haber pasado tres años desde lo de Cipher, la pequeña Hobbs aun seguía amando las carreras, aunque nadie en su trabajo lo sabía, de suerte Don Nadie solo se dio cuenta, pero nunca la había reprendido. El sabía lo que la muchacha sentía por las calles. Jude no era más una pequeña, era toda una mujer, mas fuerte que nunca en esta vida alejada de maleantes y misiones al estilo "Vengadores". Solo habían misiones pequeñas contra narcotraficantes, pero por ahora no había nada mas grande que ellos. Ahora vive una vida tranquila con su novio Deckard, con quien aun se sentía tan enamorada como el primer día, y era mutuo, eso era lo mejor.
Todo seguía nuevo a pesar de los años.
Al lado de su Camaro, de repente llega un Ford Mustang lanzando humo detrás de él. Al parecer aquel tipo sería su contendiente en este encuentro. Correr o morir, piensa Juddy, siempre lo había dicho.
El tipo tenía una cara seria, nariz grande y su barbilla parecía la de Clark Kent a la vista de Juddy. No le importaba quien era, pero el tipo la miraba fijamente, así que ella hizo lo mismo.
- ¿Se te perdió algo, niño? - pregunta Juddy, mirando a los ojos al tipo. Este solo hace una mueca.
- Tu eres la que perderá todo - escupe el hombre, ahora concentrándose en el volante. Juddy cerró la boca, estaba furiosa, claro que si. No se la iba a dejar fácil.
- Ya lo veremos.
- ¡¿Listo?! - le grita la chica enfrente de los autos al tipo del Mustang. Este solo asiente. Ahora la chica se dirige a Juddy - ¿Lista?
- Más que lista - dice Juddy, ahora apretando el embrague, lista para salir.
- ¡AHORA!
Los dos corredores aceleran sus autos y la carrera comienza. Aquel tipo serio tenía la delantera, pero no por mucho tiempo. Juddy pasó a 5ta y alcanzó al Mustang, haciendo que los dos se miren cara a cara. En un momento, aquel sujeto la golpea con su auto y ella se lo devuelve. Al llegar a la curva, Juddy usa su maniobra aprendida del único y mejor conductor que sabe hacerlo : Dominic. Al hacer la maniobra para doblar y quedar el auto al revés, ve que el tipo del Mustang hace la misma maniobra. "Imposible" susurra Juddy. Solo ella, Dom y Letty sabían esa maniobra, ¿como era aquello posible? Juddy frunce el ceño y vuelve a poner el auto como estaba y activa el Nitro para al fin pasar al sujeto, pero este lo había hecho al mismo tiempo que ella. Al llegar a la línea de meta, los dos autos llegaron al mismo tiempo.
Era un empate exacto.
- ¡MIERDA! -gritó Juddy, y le da un golpe al volante. Para el auto, antes haciendo girar en su propio eje, y el Mustang comienza a rodearla con humo, haciendo un circulo alrededor de ella. Aquel tipo quería intimidarla, pero eso no le funcionaría en ella.
Cuando el sujeto detiene su auto en frente del de ella, Juddy baja finalmente de su Camaro, con su pistola en la funda de su cinturón. Era su arma reglamentaria de la agencia, podía usarla si había una situación extraña, y esta no podía ser la excepción.
Aquel tipo se baja de su auto y camina hacia ella. Es alto, musculoso, y no parecía alguien dubitativo.
- Impresionante - dice el tipo, haciendo ademanes con las manos -. Lo que hiciste en la curva. Nada que no pueda hacer.
- ¿En serio te crees tan bueno como dices, tu....? - Juddy ni siquiera sabía el nombre de aquel tipo egocéntrico.
- Jakob - se presenta, y sonríe. Juddy alza una ceja, ¿por que tan feliz?
- ¿Donde aprendiste a hacer ese movimiento? - pregunta Juddy, refiriéndose a la maniobra en la curva.
- Es de familia - comenta Jakob, y Juddy no logra entender. En ese momento, aquel tipo de roca el collar colgado en su cuello, y Hobbs se siente como si le hubieran echado un balde de agua fría. Ese collar era idéntico al crucifijo metálico que tiene Dom de collar. Juddy frunce el ceño y mira a Jakob, a la vez que su mano esta sobre el mango de su arma.
- ¿Quien eres en realidad? - pregunta Juddy, ahora tomando distancia.
- No soy alguien que conozcas, pero si conozco a unos amigos tuyos - sonríe Jakob -. No es nada personal, solo quería conocer al enemigo esta noche.
- ¿Enemigo? - Juddy estaba tan desorientada en esto. No entendía nada, ¿este tipo conocía a Dom?
- Saluda a mi hermano Dom de mi parte - dice el tipo, ahora subiéndose a su auto - ¡Ah, y Cipher te manda saludos, Jude Hobbs!
Juddy no duda en disparar al parabrisas del Mustang, pero este era a prueba de balas. Jakob arranca el auto y conduce a toda velocidad a las afuera de la ciudad, aún recibiendo disparos de Hobbs. Juddy dejó de disparar cuando el auto quedó fuera de su alcance. La chacha inhalaba y exhalaba aire a más no poder. Se pasó una mano por el cabello, sin creer lo que había pasado. "Saluda a mi hermano Dom" había dicho ese hombre. No podía ser posible, Toretto jamás le había dicho a nadie sobre la existencia de algún hermano. La chica se apoya en el capó del Camaro, pensativa. Jakob Toretto conocía a Cipher, eso significa que ella había vuelto. De eso está segura.
El descanso se había acabado.
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- ¿Ya le diste la visita?
Jakob se da vuelta para ver a Cipher del otro lado del vidrio que los separaba.
- Ha ha sido advertida - dice Toretto, ahora mirando a su nueva jefa, quien ya no era rubia, sino morena y su cabello era muy corto.
- Esa niña ha arruinado mis planes en cada oso que doy. Debo hacer que se revuelque en su sufrimiento. Ahora solo falta Dom - Jakob se tensa al oír aquel nombre, y Cipher lo nota, así que se acerca más a él - Toda tu vida te haz esforzado para ser mas fuerte que Dom - Cipher hace una pausa -, más inteligente que Dom, más rápido... que Dom - Jakob mira fijamente a Cipher. Sus palabras daban en su estómago como dagas filosas - ¿Lo matarias? Porque yo estoy lista su tu lo estás - Cipher sonríe -. Espero que no falles en lo que se viene. O verás las consecuencias.
Jakob asiente con la cabeza y cierra sus puños con fuerza. No debía fallar. Era su destino.
No pararía hasta realizar su cometido.
Nadie lo detendrá.
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