OS ♥ Thanks baby
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Desde el tiempo donde Kristal y HoSeok lograron casarse, nunca se habían planteado el simple hecho de tener hijos, pues, llevaban a penas unos tres años desde que se habían unido en matrimonio. No había prisa por crear una familia, además, de HoSeok quería niños cuando no estuviese tan ausente en la vida del o los pequeños que llegarían a la casa, quería estar ahí para ellos y quería ver a toda costa como esa bella barriga de embarazada crecía gradualmente en el cuerpo de su mujer. No quería perderse esos preciados momentos, quería estar en todo momento y su trabajo no se lo permitía del todo.
Kristal estaba acostumbrada a pasar tiempo con los niños que la rodeaban por parte de los hijos del personal trabajando o por su trabajo como Psicóloga, era casi como un imán de niños cuando llegaba a algún lugar. Los bebés se le quedaban viendo curiosos con su boquita abierta en las tiendas, los niños entraban en confianza automáticamente ella sonriera y les hablara. Era magnética, desprendía pureza de su alma.
Esto es algo que HoSeok siempre notaba cuando iba con su mujer a algún lado, desde lo más simple como ir a la tienda hasta una gala de premios. Le gustaba ver e imaginar un pequeño humano creado por ambos como muestra de amor, pensar que Kristal fuese una increíble madre y una esposa perfecta le hacía la idea de planear un bebé a pesar de llevar poco tiempo.
—¿Qué tan necesario era que yo viniera, JiWo? —preguntó Kristal mientras tomaba una canasta de plástico de color rojo. Se giró hacia su amiga que observaba los carteles colgados en el inicio de los infinitos pasillos.
—¡Allá! —apuntó a lo lejos.—Allí está la sección del dormitorio para bebés. —caminó hacia Kristal y la tomó del brazo.—Vamos.
La jalaba del brazo rumbo a aquel lugar, el cual se encontraban todos los artículos de bebés y para bebés. Pues JiWo esperaba un niño en la familia Jung, se había casado hacia casi unos cinco años y ahora que su esposo estaba dispuesto decidió que lo mejor fuese tener un niño ahora para así poder verlo y cuidar de su esposa.
JiWo casi lanza un grito de emoción al ver las infinidades de cosas para las pequeñas personitas de la casa. Dio unos saltitos en su lugar y estuvo a punto de echarse a correr aún teniendo a Kristal del brazo.
—Muy bien, empece—
—¡Mira esta cuna! —chilló JiWo cuando apenas divisó una cuna con maderas de tono blanco rodeada de juguetes para niños y niñas, con una mecedora a conjunto del mismo tipo de madera donde se podía amamantar al bebé.
Kristal caminó con JiWo yendo detrás de ella como un perrito entusiasmado hasta que finalmente tomó la etiqueta del precio entre sus dedos y leyó el número.
—¿En serio quieres ver? —le sugirió Kristal con un tono demandante.
Ella asintió sin interesarle cuanto llegase a costar entonces Kristal dejó a la vista de ella el precio por esa cuna.
Pasaron unas horas hasta que finalmente buscando y comprando lo necesario para la nueva habitación y personita que habitaría la casa. Kristal había visto tantos peluches de todos los tamaños y colores que hasta dudó sobre si ella era uno de ellos, había entrado en un pánico al ver los infinitos que eran. Y JiWo preguntando, viendo y hablando sobre el peluche adecuado era un dolor de cabeza intratable.
Cerró la puerta detrás de ella con cuidado y sin hacer ruido, pues, supuso al entrar que HoSeok dormía, y como él había llegado hace una semana no quería molestarlo. Caminó con las bolsas de plástico con artículos y accesorios de decoración para colocar en la sala. El sofá a espaldas de ella se observó con la televisión encendida. Caminó un poco más hasta dejar las dos bolsas medianas sobre la mesita de café a un costado del brazo de aquel sofá del cual HoSeok dormía plácidamente allí.
Tomó el control remoto sobre el brazo del sofá y la apagó en silencio, sin que HoSeok se despertara. Desvió la vista hacia él, dormido con su celular entre sus manos sobre su estómago, el cual sonaba en una llamada. Caminó rápidamente rodeando el sofá y con cuidado quitó el celular de sus manos atendiendo la llamada.
—Habla la señora Jung, ¿quién es?
—¡Oh, noona! —chilló TaeHyung de alegría.—¡Soy V! ¿Hobi hyung está ahí?
—V, tiempo sin saber de ti. —habló de ella y desvió la vista a HoSeok descansando, entonces (y como le es habitual) extendió su mano a su cabello repartiendo dulces caricias.—Está dormido, ¿qué necesitas?
—Oh. No, no. Si está descansando no le molestes, le llamaré mañana.
—¿Estás seguro? ¿Hay algo que yo pueda hacer?
—Oh, no Noona. No se preocupe. —contestó TaeHyung.—Que tenga buenas noches.
—Adiós y buenas noches para ti.
La llamada finalizó y ella dejó el celular sobre la mesa de café frente al sofá donde HoSeok dormía.
—¿Quién era? —la voz somnolienta de HoSeok se dejó oír con un tono ronco al paso que baría los ojos perezosamente hacia ella.
—Era Tae. —contestó. Y se arrodilló en el suelo para acomodar los cabellos que había desordenado y tapaban sutilmente sus ojos y frente. Lo observó en silencio durante un tiempo prolongado donde no apartaba la vista del rostro de él, y HoSeok clavaba los suyos en ella y parecía en una especie de trance sumido en su dimensión secreta. Cruzando sus ojos con los de Kristal y paseando por su rostro como ella lo hacía con él.
Ella notando esos bellos ojos oscuros que reflejaban un brillo proveniente de la lámpara a un costado de él, aún somnolientos pero completamente abiertos y conscientes sobre los de ella. Nunca supo cuando la mano de HoSeok mecía el rostro de ella con ternura sintiendo su dedo pulgar acariciar su mejilla con el mismo cariño. Oyó la sonrisa de él suavemente y entonces desvió la vista a sus labios que portaban una sonrisa de una sola hilera de dientes pero sumamente perfecta y se extendía en su rostro formando la imagen más perfecta y la cual Kristal amaba ver todos los días. Instintivamente sonrió pequeña, sintiendo su corazón cálido de pronto, como si ese inofensivo gesto encendiera en llamas su corazón.
—¿No crees que deberíamos compartir este amor con un bebé? —habló repentinamente él, logrando que Kristal desviara la vista a sus ojos notando que HoSeok le miraba de la misma forma que ella mostraba; con amor.
—¿Estás seguro es esto? —le cuestionó.
—Lo he pensado por meses. —le confesó.—Quiero que tengamos un bebé, amor.
Ella aceptó. Y entonces se comenzó con el momento más preciado de ambos, traer un niño a la familia y a este mundo, sin embargo, algo andaba mal y es que por mucho que se intentara, no sucedía nada. Casi era en vano todo lo que hacían durante los últimos cinco meses. A final, HoSeok consultó a un médico especialista en la urología, y supo entonces cuál era su problema: era infértil. Lastimosamente se debía a una condición donde los espermatozoides en su semen eran en un número muy bajo a comparación de los que un hombre sano contiene, además, eran poco móviles.
Todo el sueño que HoSeok tenía y había esperado desde que formalizó su relación amorosa como novios con Kristal, se vino abajo. Se sentía el peor hombre y la cosa más extraña por no poder lograr darle hijos a su mujer, y aunque ella siempre intentaba animarlo (y conseguía en cierta manera), no era lo mismo. Continuaba lamentándose y se disculpaba a cada momento que recordaba su condición frente a su esposa, y al final, acababa llorando mientras Kristal le consolaba.
En unos días HoSeok se iría por unas semanas con su grupo para grabar unos episodios para el tercer Bon Voyage, y ella le deseó suerte en el viaje. J-Hope se despidió de ella alegre, unas semanas con sus amigos le haría olvidar exactamente lo que sucedía con él.
Y fue en cierta medida. Sus amigos ya se habían enterado antes del viaje que sucedía, pues, HoSeok mismo había expresado sus penas por su infertilidad masculina.
La puerta se cerró detrás de él.
—Cariño, llegué. —gritó desde el recibidor y no oyó nada, por lo que con su bolso y maleta se dirigió a la sala esperando encontrarla.
Pero no fue así, confundido caminó atravesando la sala y el comedor que estaba a consiguiente hasta que logró llegar a su dormitorio. Abrió la puerta lentamente por si ella descansaba. No estaba tampoco allí, pero el sonido de la ducha le alarmó. Sonrió emocionado por saber que ella sí estaba en casa y entonces dejó sus cosas a un lado de la puerta.
Dio unos pasos hasta lanzar su cuerpo sobre la cama en peso muerto, rebotado súbitamente con los brazos extendidos en forma de estrella mirando el techo blanco frente a él.
—¿Hobi? —oyó la voz de Kristal preguntando desde el baño.—¿Eres tú?
—Sí, amor. —le contestó.—¿Ya sales? Quiero besarte y abrazarte.
Se escuchó a risa de ella desde el baño.—Ya. Deja que me vista, ¿si?
—Si quieres, puedes salir solo en toalla. —dijo en un tono sugerente y automáticamente una sonrisa traviesa apareció en su rostro cuando una imagen mental llegó a él.
—¡HoSeok!
—¡No hay nada que no haya visto!
—¡Ya! —la puerta se abrió y él levantó la cabeza observando a su mujer en pijama de su personaje de BT21 mientras secaba su casi infinito cabello con la toalla.—Pero sigue siendo vergonzoso.
Él rió y se levantó de la cama casi de un salto y se acercó a ella, observando de cerca el rostro de ella, más especialmente sus ojos. Los cuales amaba mirar y tanto había extrañado en todo el momento que estuvo afuera, como si hubiese pasado un par de años. Colocó sus dedos en la barbilla de ella con delicadeza y la observó fijamente con un aire de añoranza y cariño.
—Te extrañé.
Susurró y ella rió en respuesta, dándole la respuesta para que así uniese sus labios con los de Kristal en un beso tierno y muy tranquilo, sintiendo nuevamente su textura y calor, notando como estos se movían sobre los suyos con parsimonia. Suspiró al darse cuenta lo tanto que amaba unir sus labios en un beso. Sonrió entre el besuqueo y sintió la necesidad de llevar aquel beso a otro nivel. Por lo que probó el terreno dando un leve mordisco al labio inferior de Kristal, quien no pareció disgustarle y entonces fue la carta para tomarla por la cintura y alzarla el aire haciéndola enredar sus piernas alrededor de él inconscientemente.
Retrocedió sobre sus pasos hasta sentarse al borde de la cama con ella sobre él, aún unidos en un beso que se había transformado en uno algo húmedo. Kristal se separó ligeramente de él dejando que sus narices se rozaran por la cercanía, mientras los dos (con sus bocas entre abiertas) respiraban algo acelerados.
—Tengo algo que...
No terminó su oración y solo se inclinó hacia la mesa de luz a un lado de la cama mientras sentía a HoSeok tomar con firmeza su cadera y besaba castamente los hombros descubiertos de ella. Metió la mano dentro del cajón y de allí sacó un sobre cimarrón con un extraño bulto en medio. Ella se lo extendió al frente de él y HoSeok la observó con el entrecejo fruncido, y luego, tomó el sobre soltando el cuerpo de ella.
—¿Qué es? ¿Papeles de divorcio? —preguntó mientras abría el sobre cerrado. Ella rió.
—No. —le contestó con seguridad.
Besó su frente con cariño mientras peinaba hacia atrás su cabello. Cuando logró abrirlo primero metió la mano hasta sacar el objeto que había allí dentro. Cuando lo sacó a la vista notó su extraña forma y la tan conocida, levantó la vista hacia Kristal que le sonreía radiante y ansiosa. La volvió a bajar y entonces abrió la palma revelando aquellas dos rayitas positivas.
—T-tú... —balbuceó sin observarla, estaba clavado viendo aquel pequeño test. Alzó la vista hacia los ojos de ella buscando una explicación que no le hiciese ilusionar.—Kristal, tú...
—Sí, HoSeok. —le contestó.—Seremos padres.
... se ha perdido la conexión a internet. Inténtelo más tarde.
Los ojos de HoSeok comenzaron a brillar en respuesta de las lágrimas acumuladas en sus ojos y la sonrisa deslumbrante se aparecía espontáneamente en su rostro. Pegó su cara el pecho de ella comenzando a llorar de la alegría mientras rodeaba cuidadoso el estómago de ella y con una sola mano daba caricias haciéndola reír por las cosquillas. Kristal volvió a besar su cabello mientras abrazaba su rostro con cariño.
—Te amo tanto. Gracias, gracias de verdad amor. —habló con la voz quebradiza.—Cuidaré tanto de ti como de la pequeña o pequeño Jung.
🌾
Yo salgo voy a salir con un
doctorado en medicina algún dia
Tuve que leer sobre la infertilidad
masculina para hacer este capítulo 😂
Sé tantos datos de tantas cosas que
uno más ni hace daño.
Me dió curiosidad loco, fue como: oh, Posta? 😮
Anyway...
Mi nombre sería: Park Sang Mun
😂😂😂😂 ¿El suyo?
-Homicidal_Bloody
ft.
-LastBreath120
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