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1 de Marzo

Habían sucedido muchos problemas entre ambos, no lo negaba ninguno de los dos, incluso habían llegado al punto donde las discusiones ya no eran hablar los problemas y desacuerdos que habían entre los dos. Ahora eran insultos y gritos que se esparcían por todo el departamento desatando así una nube cargada de odio que llovía sobre ellos la cantidad de palabras que ninguno de los dos en su sano juicio se diría. Pero sin embargo, no parecía como si aquello fuese a darles algún tipo de remordimiento.

Kristal era una persona que perdonaba pero nunca olvidada por lo que perdía su absoluta confianza en las personas, mientras que HoSeok sucedía lo mismo solo con la diferencia que, no había orgullo de por medio. Kristal se indignaba muy rápido y su orgullo no dejaba que las cosas se aclarasen por lo que HoSeok era quien debía de disculparse antes. Más allá ser uno de esos los detonantes de destruir una bella relación, también ella tenía sus principios y obvias evidencias del hacerlo. No se enfadaría con él de la mismísima nada, hay una razón que HoSeok evita pero ella conoce.

Desde que llegó nuevamente a Corea Del Sur para visitarlo en vacaciones, ya que ella al principio vino del intercambio de universidades y cuando acabó el mes debió volver; en esos meses que estuvo en el país conoció a HoSeok donde ambos se llevaron bien y cuando volvió nuevamente se mantuvieron en contacto por mensajes, hasta que en un momento ambos se dieron cuenta que se amaban y decidieron transformar su relación. Fue así durante unos dos años y medio hasta el momento.

—¿Sabes qué? —le preguntó Kristal con molestia en su voz mientras tomaba con la misma ira su chaqueta colgada en el respaldar de una silla. Comenzó a colocársela bajo la mirada atenta de HoSeok hacia todos sus movimientos.—Puedes tirarte a la chica que tengas ganas. —pausó unos segundos para poder tragar esa dura piedra acumulada en su garganta, tan rápido como sintió que podía hablar dijo:—Ahora será más fácil para ti, ¿no?

HoSeok la observó atentamente y notó como en ese rostro que siempre portaba una bella sonrisa donde mostraba una hilera de dientes, mostrando así la felicidad desbordarse de su rostro como luces blancas de pureza al verlo únicamente a él. Pero ahora, lo único que estaba observando era un rostro lloroso con una gran decepción y dolor emanando de su sistema, ella haciendo el esfuerzo de contener sus lágrimas para aparentar ser fuerte ante él, pero sin embargo estaba fallando.

Ella retrocedió cada paso sin mirarlo, pero apenas estuvo a una distancia aceptable se dio la media vuelta comenzando a caminar de vuelta por la puerta de la que había entrado dejando allí a los compañeros de HoSeok pensativos y sin habla, preferían no hacerlo.

«No...»

Una angustia estaba comenzando a apoderarse de su cuerpo demasiado rápido y eso dio paso al miedo reinar también, asique, impulsado por el miedo la siguió corriendo detrás de ella para así alcanzarla y no dejarla escapar. La encontró bajando las escaleras en lugar del ascensor mientras las lágrimas que derramaba parecían gotas de lluvia. Gritó su nombre varias veces siguiendo sus pasos al bajar los escalones, intentando ir más rápido pero con cuidado de no resbalar, quería alcanzarla pero ella hacía oídos sordos a los alaridos de HoSeok detrás de ella. Apenas Kristal llegó al final se echó a correr dejando a J-Hope atrás, más que antes. Salió del edificio y llamó apresurada a un taxi para que la recogiese. Ella miró hacia atrás a través de la puerta de cristal del edificio viendo que HoSeok estaba bajando los últimos veinte escalones y entonces la ansiedad se apoderó de su sistema mientras contenía las cantidades de lágrimas excesivas en sus ojos, luchando por no derramarlas y que algún peatón la viese y se preguntara qué rayos le pasaba a esta chica.

Rápidamente un vehículo frenó frente a ella y rápidamente se metió al auto cerrando la puerta con pestillo, le dio una dirección al azar que no conocía y el taxista puso en marcha el automóvil sacándola del lugar rápidamente. Kristal observó tras los virios polarizados de negro como HoSeok llegaba hasta la acera acelerando y completamente destruido observando como aquel auto se iba y desaparecía entre otros miles de autos que iban hacia la misma dirección.

«¿Qué mierda hice...?» Se cuestionó HoSeok nuevamente sin despegar la vista al horizonte por el cual el vehículo había desaparecido. Se mantuvo así unos cuantos minutos más teniendo la esperanza de que ella volviera hacia él como por arte de magia para el final de un mal sueño, pero aquello jamás pasó. Suspiró tragándose sus penas y emociones, se dio media vuelta y se volvió a meter al edificio completamente rendido.

Esa misma noche intentó llamarla incontables veces pero ninguna era respondida, incluso los chicos hicieron el intento de contactarla pero tampoco respondía por lo que asumieron que ella mantenía su celular en modo avión para evitar las llamadas que obviamente HoSeok iba hacer para disculparse, pero ella no lo haría esta vez.

Muchos dirían que Kristal es una completa orgullosa-lo quien parte era cierto-pero también era sensible a las persona, y lo que HoSeok le provocó fue una herida más. La había engañado cuando él prometió no hacerlo, le había fallado. Traicionado. No es bonito ver como la persona que amas te promete no herirte pero al final, acaba siendo el que más te lastima. Ella ahora se sentía como una completa estúpida frente a todas las personas, una maldita ciega que no había logrado ver cómo HoSeok la engañaba a sus espaldas, y si esta había sido la primera vez que ella lo había encontrado con otra chica, no quería ni siquiera visualizar las veces que ha hecho lo mismo en los días que él y sus amigos iban de giras, las veces que ella estaba en su país. Y aún así juraba amor eterno y mutuo hacia ella. Duele.

5 de Marzo

El timbre del departamento de Lucas sonó desesperado y observó hacia el pasillo donde la habitación que usaba Kristal para dormir se hallaba, dormida. Tragó en seco repentinamente nervioso y se levantó del suelo deduciendo claramente que se trataba de HoSeok y aunque se intentara convencer de que no se trataba de él, tenía la sospecha. Nadie tocaría un timbre con tanta rudeza y desesperación.

Palpó su ropa unas cuantas veces para limpiarla con las palmas de sus manos, soltó un suspiro y caminó intentando aparentar estar tranquilo y que aquí no se estaba ocultando su amiga. Llegó hasta la puerta y la abrió levemente para observar la figura masculina del ex novio de Kristal.

—¿HoSeok? —preguntó Lucas, intentando sonar sorprendido y confundido.—¿Qué haces aquí?

—Está aquí, ¿cierto? —evadió la pregunta, observando por encima de él intentando ver más allá de la sala para ver un cuerpo que se le hiciera similar.

—¿Quién?

—Kristal. Está aquí, ¿o no? —ahora dirigió su vista hacia el amigo de cabellos castaños oscuros, intentando obtener la respuestas con verlo.

—No. Lo siento ella no...--

Se oyó un estruendo al fondo de la casa de algo cayendo al suelo con varios objetos más. HoSeok lo observó cuestionándolo y completamente serio, Lucas s maldijo y maldijo a su amiga que había tropezado con las cajas llenas de cuadros de pinturas y libros de arte que estaban apilados en una esquina, ¿Cómo era posible que chocaras con aquellas cajas tan de repente si ni siquiera están en el camino?

HoSeok apartó la puerta con su palma abriéndola por completo para así entrar. Lanzó un grito llamándola pero no obtuvo respuesta y entonces se volteó hacia Lucas que se encogió de hombros y él caminó unos cuantos pasos hasta llegar a la sala y observar cada parte de esta para ver si se encontraba oculta allí.

Lucas le siguió interponiéndose en su camino, HoSeok frunció el ceño sospechando de él y cuando Lucas estaba por echarlo cortésmente de su casa; la puerta de la habitación se abrió y ambos dirigieron su vista hacia la figura que caminaba hacia ellos.

—Lucas, encontré estas cajas llenas de libros, ¿podríamos leer unos? —habló Kristal con una voz llena de somnolencia detrás de dos pilas de cajas pequeñas que le impedían ver a su frente. Había demasiado silencio como para ser Lucas y se lo cuestionó.—Lucas, ¿Estás aquí?

—Kristal...

Ella se tensó y a consecuencia soltó las cajas, asustada. Al hacerlo vio a HoSeok observándola como si de pronto hubiera encontrado un rubí entre tanto metal, observándola con ojos llenos de esperanza y alivio al mismo tiempo, con una pisca de felicidad en ellos pero sin dejar atrás el arrepentimiento y el miedo que se había acumulado por unas cuantas semanas. Kristal tenía los ojos tan abiertos que incluso la somnolencia abandonó su cuerpo de un segundo al otro, así de repente.

HoSeok avanzó un paso pero ella retrocedió dos, no quería que se acercara a ella ni tampoco quería hablar con él, ahora verlo solo le causaba una enorme decepción que reinaba todo allí y la hacía llorar todas las noches cuando veía algo relacionado a él, se odiaba incluso cuando aparecía en sus sueños, despertando luego con los ojos hinchados y las mejillas mojadas.

—Quiero hablar, Kristal. Por favor.

Ella negó, levemente con la cabeza dándole a entender de una sola manera que ella no quería verlo ni oírlo. No quería hacerlo porque le causaba una enorme desesperación e intranquilidad verlo, e imaginar que él pondría un par de excusas para que ella lo perdonara y volvieran a ser lo que era, la idea de que él la utilizaba como un mecanismo de compañía ya que se sentía solo. No quería eso, ser solamente la mascota de compañía mientras él se divertía sin compromisos con las personas porque de todas maneras la tenía a ella.

—Kristal, por fav...-¡Kristal! —ella se echó a correr huyendo a la habitación por la que había aparecido, encerrándose allí dejando las cajas de libros en el suelo esparcidos. HoSeok suspiró esta vez dolido, completamente lastimado. Se giró mientras frotaba su rostro con sus manos, frustrado y evitando llorar allí mismo al ver como la persona que amaba lo evitaba y ni siquiera le permitía acercarse.

Lucas suspiró y se acercó a él apoyando su mano en el hombro de él, dándole un pequeño consuelo.—Oye, aunque me gustaría romperte la cara por lastimarla no lo haré. —HoSeok observó al castaño de cabellos rulados con los ojos rojizos y unas cuantas lágrimas acumuladas en sus parpados.—Te pediré como amigo que la dejes, de verdad necesita procesar esto. Y tu yendo tras ella como un policía en busca de un fugitivo no la ayuda, al contrario la presionas a descubrir lo que pasa con ella y contigo.

—Pero hago esto porque la amo. —susurró apenas con un hilo que salió de sus labios debido a la ansiedad y angustia acumulada.—Quiero que ella sepa que jamás amaría a alguien por igual. Lo que ella vio fue un completo error, ni siquiera estaba en mis sentidos.

—Hermano entiendo. Estabas completamente alcoholizado o posiblemente drogado, no tenías consentimiento propio... pero aún así, olvidar esto a Kristal le costará mucho.

—Sólo quiero recuperarla. —dijo en apenas un hilo inaudible mientras unas cuantas lágrimas se escapaban de sus ojos—La extraño y amo tanto.

—Entonces dale su espacio, deja que piense y supere esto. De esta manera quizá, acepte hablar contigo y solucionar. —HoSeok asintió ante sus palabras levemente—Ella te ama y si decide lo contrario es porque se forzó a negarse que te ama, la conozco.

Lucas sonrió pequeño al final y HoSeok secó sus lágrimas con sus manos.-Gracias, le daré su tiempo y no la presionaré. Pero no quiero que me olvide.

—Dudo que lo haga.

HoSeok se retiró del departamento agradeciendo que Lucas no le haya golpeado en la cara y a cambio le haya dado un consejo para poder recuperar a Kristal de una manera que no fuese a ser obsesiva o enfermiza. Entonces a HoSeok se le ocurrió cada semana enviarle una carta con unas palabras donde expresaba su devoto amor por ella junto con unos cuantos recuerdos que ambos tenían y eran de los más perfectos. No estaba al ciento por ciento seguro que las leyera pero esto hacía que Kristal no lo olvidara y notara que a él realmente le importaba y a amaba completamente. Hubo unas semanas donde enviaba cajas de chocolates o incluso enviaba regalos pequeños como cuadros, collares, anillos y cualquier tipo de joyería intentando llenarla de cosas para que notara que él podía gastar todo su patrimonio neto solamente por ella. A cambio no recibía una respuesta de aquello y lo desanimaba.

Hasta que uno de los regalos que envió y estuvo por semanas, incluso diría meses buscando por todas partes y contactando con las personas hasta dar con aquella persona que lo tenía. Habló con aquella intentando negociar todo lo que podía hasta que por fin, aceptó y acabó entregándole el objeto. Si con esto no lograba que ella contestara y aceptara hablar con él, entonces la había perdido para siempre.

Unos toques en la puerta del departamento sonaron y entonces, caminando desganado y aún en pijamas, abrió la puerta con desinterés y una soñolencia que pesaba más que todo su cuerpo junto. Abrió la puerta mientras soltaba un perezoso bostezo, asomó la cabeza y de pronto con una bocanada de aire pudo haberse ahogado allí mismo.

—¿Por qué? —fue lo único que dijo, apenas al verlo. Elevó el instrumento un poco y HoSeok desvió la vista a la guitarra que ella amaba y había vendido, de lo único que se arrepentía haber hecho.—¿Cómo es que...

HoSeok abrió la puerta por completo viendo como Kristal lo observaba buscando una respuesta completamente lógica a esto. Realmente recuperar a su guitarra, de la primera con la que se había enamorado a los diez años de edad. Seguía en el mismo estado tal y como la recordaba. Kristal soltó una risa llena de melancolía intentando contener sus lágrimas, las cuales se observaban acumuladas en sus parpados. HoSeok se acercó a ella, saliendo del departamento y entonces levantó su cabeza para que Kristal lo mirara a pesar de tener las lágrimas amontonadas de sus ojos, las cuales una que otra salían.

—Lo hice para que supieras lo que puedo hacer por ti. —susurró y llevó su palma hacia el costado de su rostro, sintiendo la calidez de la piel suya en contacto con ella.—Porque te amo más que nada en este mundo, y no cambiará mi amor por ti.

Kristal sollozó y fue cuando en ese momento se abalanzó hacia él abrazándolo completamente agradecida por honorable gesto, lagrimeando aún más que antes. Aprisionando el cuerpo de HoSeok entre sus brazos y él aliviado aceptaba el abrazo casi ocultando el cuerpo de Kristal con el suyo al ser más pequeña que él. Acarició su cabeza delicadamente al mismo tiempo que mecía su cuerpo de un lado al otro levemente disfrutando del tacto de su cuerpo contra el suyo después de prácticamente cuatro meses separados, ahora disfrutando y valorando más la cercanía y la compañía de ella.

HoSeok susurraba ñoñerías de amor, diciendo una y otra vez lo cuanto la amaba y no dejaba que ella se volviera alejar de él nunca más, que se arrepentía completamente de lo que había sucedido entre los dos y a pesar de ello, la amaba. La seguía amando y dudaba de olvidarla para amar otra persona, ella mágicamente atrapó su corazón y no había escapatoria.

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No sé qué escribí pero alv 😂😂

Me tente feo 😂
Pero weeeeno lo hecho, hecho está.

¿Cual es su canción favorita?
Las mías es Whalien 52, Save Me,
boy meets evil, boy un luv
Uwu

-Homicidal_Bloody