OS ♥ rancing
[Pongan la música de multimedia]
En una noche oscura como estrellada de la ciudad de Seúl las sirenas de los vehículos de policía buscaban a su siguiente presa con la que poner detrás de las rejas por una buena vez y en nombre de la ley. Pero sin embargo esa gente que se hacía llamar Pentágono Rojo eran como ratas callejeras y de alcantarillas que burlaban lo que tenía al frente sin importarle en lo más mínimo si algún integrante de su camada moría en consecuencia de un mal movimiento. Solo les interesaba romper las leyes y crear las suyas por arriba, burlando a todos.
Y es que a ellos les divertía gratamente hacerlo. La persecución continua de los patrulleros detrás de sus autos tan bien tuneados y mejorados los hacía comer tierra en segundos, y esos policías si no eran estúpidos eran persistentes, realmente era complicado atrapar al menos un miembro de aquella agrupación extraña.
La policía debía saber que jugando limpio en un chiquero con ratas no era lo más indicado y lo rentable porque estaban convencidos de que ellos iban a atraparlos por las buenas y no usando las mismas cartas sucias que el Pentágono Rojo. Esa maldita mafia tenía infiltrados dentro de la comisaria, estaban tan bien escondidos que ni siquiera se sabía quiénes eran los soplones ahí dentro, y por más de hacer miles de entrevistas minuciosas y privadas a cada uno, todos eran inocentes.
El Lotus Exige rojo dobló con velocidad una curva cerrada.
Cruzó de lado su chupa de limalimón y observó por el retrovisor a las dos patrullas persiguiendo el vehículo sin patente. Sonrió de costado mientras continuaba su persecución por las calles iluminadas por los faros de la ciudad dirigiéndose estratégicamente al centro de Seúl, sabiendo perfectamente lo poblada que era aquél lugar lleno de obstáculos por el medio de las calles de doble carril y de peatones cruzando.
—¿Key? -se oyó una minúscula voz en su auricular.
—Estoy llegando.
—¿Problemas con la ley de nuevo?
—Seh, nada del otro mundo.
Los semáforos marcaban en rojo desde su carril para dejar el paso a las líneas contrarias. Sonrió divertida y apretó el acelerador al mismo tiempo que cambiaba de lugar la palanca, alejándola cada vez más y más de los patrulleros que comenzaban a multiplicarse con los minutos pasando.
Sacó el brazo afuera y enseñó su bello dedo del medio, "Suck it". Se debió a la acera para cruzar mientras las personas corrían asustadas del camino para no ser arrollados por ella. Cruzó olímpicamente el semáforo rojo y se metió entre la selva de autos que iban hacia la derecha, esquivando cada uno con tanta precisión y calidad que dejaría a cualquier corredor profesional humillado. Las patrullas de la policía se detuvieron clavando con fuerza los frenos dejado en el asfalto grandes marcas de las llantas derrapadas.
Key rió frenéticamente cuando vió por el espejo retrovisor que las luces rojas y azules de la policía se hacían lejanas y desaparecían de su campo de visión. Cambió su velocidad nuevamente y devolvió su vista al frente, ahora, con un nuevo objetivo en mente.
Al llegar muchas personas se hicieron paso viendo al imponente vehículo rojo avanzar lentamente al lugar mientras las personas gritaban fascinados y emocionados, pues sabían de quién estaban tratando. Key, miembro alfa del Pentágono Rojo. Vencedora innata en la carrera callejera de autos.
Estacionó a un lado de su carpa con sus amigos y bajó cerrando la puerta del vehículo con las llaves en su mano. Se acercó a su teñido amigo y lo saludo mientras él le daba las llaves de su verdadero bebé, Mc Laren 12c Spider, blanco. Key le entregó las otras llaves y él entendió con un asentimiento.
Lucas llegó a trote apresurado hacia su líder.—Ven a ver esto.
Kristal frunció el ceño y comenzó a seguirlo entre las personas hasta encontrarse al frente de la multitud y encontrarse con un vehículo gris plateado con bordeados azules cruzar triunfante la línea de meta, ganando por—según los cometarios de las personas—quinta vez en esa noche, además de haber vencido olímpicamente a Cristopher, segundo mejor corredor del Distrito Nueve, una mafia más retorcida que Pentagono Rojo.
—Cris apostó su híbrido. —dijo Lucas y volteó a ver a Key—Ese auto vale como unos veinte millones de dólares.
—Por idiota. —contestó y se cruzó de brazos—¿Quién mierda apuesta su vehículo?
—Entonces apuesta los tuyos, muñequita. —Kristal se volteó sobre sus talones a ver a un chico de cabello rubio con una sonrisa retorcida.
Dos chicos más aparecieron detrás de él con una mirada muy maquiavélica mientras miraban a su líder esperando el chaqueó de sus dedos para lanzar al imbécil por un barranco, todos ahí dentro tenían muy entendido quién era Key y si valorabas tu vida entonces era mejor no acercarse aunque ella lo pidiera, y muchos menos hablarle.
Kristal alzó su mentó unos milímetros con una ceja encarnada mientras lo observaba con una expresión vacilona.—¿De dónde saliste tú, niño? ¿Perdiste a tu mamá?
—¡Vamos! —exclamó—Si tan prestigiosa eres y tan buena eres corriendo, apuesta. —sonrió de lado—Eso lo hace más divertido.
El Citroën Survolt que acababa de ganar frenó repentinamente detrás de ellos dejando una gran polvareda de tierra cubrirlo un poco. De allí bajó un chico con uniforme de corredor profesional de cabellos castaños que comenzó a rodear el auto cruzando por el frente mientras se acercaba a ella con una sonrisa socarrona.
Extendió su mano en saludo amistoso y tres personas sacaron sus armas y lo apuntaron mientras Key lo observaba con una sonrisa divertida mientras rechazaba olímpicamente su gesto. Él entendió que no era lo más conveniente y el rubio aquel se hizo paso hasta quedar a un lado del corredor ganador.
—Él es mi amigo Jung Ho...--
—No me interesa quién sea el inútil que apareció de la nada y le robó el auto de Cristopher. —le interrumpió—Sólo digan qué tierra los trajo a ustedes.
—Hum bueno, —habló HoSeok-Nos trajo la tierra de Gwangju.
—Oh... —Kristal volteó a ver a su amigo Lucas y sonrió divertida—¿Solitarios o de alguna mafia?
—Sí, nuestra junta se hace llamar Bangtan Seonyeondan.
Miró a su compañero extrañada y luego volteó a ver a la multitud de alrededor que murmuraban.
—Nunca oí ese nombre en mi puta vida.
—Quizá porque tu equipo no es tan poderoso. —contestó el rubio y eso colmó la gota del vaso. Nuevamente las armas salieron a la luz apuntando a las dos personas ahí, pero estas eran el quíntuple. Casi todas las personas allí los tenían indefensos.
Kristal hizo un ademán con su mano y todo bajaron su guardia para no dispararles a las dos ratitas de las cuales estaban sospechando inevitablemente, era extraño que dos personas aparezcan de la nada destruyendo el record de Key sostenido por años bajo el nombre de una mafia que nadie allí conocía o habían oído hablar algún vez.
—¿Sabes qué? -habló Key—Apuesto a mi Lotus Exige de allá,—lo apuntó entre las personas y el vehículo brillaba orgulloso con la vista de todos clavadas en él mientras reflejaba divertido las estrellas y la luna dela noche en su metal pitado—Si yo gano me entregas el bebé hibrido y... —se acercó peligrosamente a HoSeok quedando milímetros—los escritos de propiedad de tu grupito.
—Hecho. —sonrió de costado y Kristal se alejó de él—Apuesto el Citroën Survolt y si gano me entregas el Mc Laren blanco y una noche contigo.
Key entrecerró los ojos fulminándolo con la mirada, intentando rostizarlo ahí mismo. Torció la cabeza a un costado levemente y pareció pensarlo con cuidado.—Hecho.
Las personas comenzaron a aplaudir emocionados por la increíble y épica carrera que se estaba por desatar. HoSeok se dio media vuelta para volver a su vehiculo y Kristal caminó decidida entre las personas haciéndose paso hasta llegar al Mc Laren blanco que yacía a un lado del auto rojo felizmente estacionado. Abrió la puerta y se metió dentro y encendió el motor del vehículo oyéndose como aquel rugía orgulloso y salía de su lugar camino a la línea de partida donde lo esperaba el otro contricante.
HoSeok la miró por la ventanilla y le sonrió ladiante mientras ella le sonreía socarrona y le mandaba la famosa seña del medio mayor como insulto. Él rió divertido para desviar la vista al frente para prepararse y concentrarse en la pelea.
Una chica vestida de manera provocativa se colocó al frente de los dos autos con un pañuelo blanco en manos mientras gritaba para que los motores de los autos chillaran emocionados por lo que se avecinaba.
—¿Listos? —la chica sonrió emocionada—¡AHORA!
Las llantas rasparon por el asfalto y salieron velozmente de la línea corriendo como si su vida dependiera de ello, y lo era en cierta manera.
¿Quién ganaría entre una carrera de un Caracal salvaje con un Guepardo en la Sabana Africana?
🌾
Fnlañsñkxoa se me ocurrió
escuchando la canción Vamos de Dante y Lytos 😂😎
La recomiendo 100/100
¿Les gustan los autos?
A mí shi juego Ashpalt 8: Airborne y
Ashpalt 9: Legends
-Homicidal_Bloody
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