Mientras observaba entrar al joven que acababa de recibir en su casa de Londres, a Off, lord St. Jumpol, se le ocurrió que tal vez se había equivocado de heredero en su intento de rapto la semana anterior.

Aunque el secuestro figuraba desde hacía poco en su larga lista de infamias, debería haber sido más inteligente, para empezar, habiendo escogido una víctima menos enérgica. Gulf Kanawut, un brioso heredero americano, se había resistido con uñas y dientes hasta que su prometido, lord Suppasit, lo había rescatado.

Viéndolo con perspectiva, elegir a Gulf había sido una estupidez, aunque en aquel momento le hubiera parecido la solución ideal a su encrucijada. La familia de Gulf era rica, mientras que él, pese a su título nobiliario, sólo tenía dificultades financieras. Y además prometía ser un amante entretenido, con su belleza morena y su carácter explosivo.

En cambio, el joven Gun Atthaphan, aquel muchacho de aspecto dócil, no podía ser más distinto. Off repasó rápidamente lo que sabía de él. Era el único hijo de Leo Atthaphan, propietario del conocido club de juego londinense. Aunque la madre de Gun descendía de una buena familia, su padre era poco más que escoria. A pesar de su ignominioso linaje, Gun podría haberse casado bien si no hubiera sido por su terrible timidez, que le provocaba un tartamudeo mortificante. Off había oído a algunos hombres asegurar que preferirían flagelarse la espalda a mantener una conversación con él. Off, por supuesto, había hecho todo lo posible por eludirlo.

No había sido difícil. El tímido joven Atthaphan acostumbraba esconderse tras las columnas en los salones. Nunca habían cruzado palabra alguna; circunstancia que había parecido conveniente a ambos por igual. Pero ahora no tenía escapatoria. Por alguna razón, él había considerado oportuno presentarse en su casa inopinada y escandalosamente tarde. Y para que la situación resultara todavía más comprometida, no iba acompañado, cuando pasar más de un minuto a solas con Off bastaba para arruinar la reputación de cualquier chico. Era libertino, amoral y perversamente orgulloso de ello. Destacaba en la ocupación que había elegido (la de seductor incorregible) y había alcanzado un nivel al que pocos calaveras podían aspirar. 

🔥 𝕭𝖑-𝖋𝖎𝖈𝖘

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sofiapardo358