¿Reiji y Rinji?

Sigue narrando Moroha

Pasados ya varios meses desde que nació el otro hijo de Setsuna, estábamos en una cálida reunión familiar, mis padres y los padres de Hisui vinieron a vernos puesto que ya tenían tiempo que no lo hacían y querían estar junto a nosotros, tengo entendido que piensan quedarse en la aldea unos cuantos días; siempre es agradable estar todos juntos. Sayuri quien ya está por cumplir cuatro años de edad, corría de un lado para el otro persiguiendo a mi querida amiga Kirara quien al parecer también disfruta hacer de niñera de vez en cuando. Mi embarazo estaba a punto de terminar, ya estoy por cumplir los nueve meses y en cualquier momento puede que nazca el bebé que tanto hemos estado esperando, estoy a la incertidumbre puesto que no quiero que me agarre de sorpresa como en aquella ocasión... Sayuri llegó de improvisto un día que no se esperaba.

— Tengo la breve sospecha de que a finales de esta semana podrías estar teniendo a tu bebé — Dijo Sango-San al ver mi pansa.

— Opino lo mismo, Sango — Dijo mi madre sonriendo — Así que debemos de estar pendientes como aquella vez, no vaya a ser que por un descuido todo colapse.

Mi padre se encontraba observándome fijamente de arriba abajo, y luego de olfatear un poco en mi dirección, me dijo de forma cortante y tosca, así como es él:

— ¡KEH! Va a costarte mucho trabajo esta vez por lo que veo — Coloca las manos detrás de su cabeza — Vas a ver...

Todos lo observan algo confundidos porque no entendían la razón por la cual mi padre había soltado semejante comentario, él suele decir cosas cortantes, pero eso que dijo hizo que a mí en lo personal se me erizara la piel. Ante aquella confusión... Este se pone de pie y tronándose los dedos dijo dando pisotones por todas partes.

— ¡NO MAL PIENSEN CHICOS! — Espeta — Digo que le costará mucho porque el aroma que tiene en la pansa no es de uno, sino dos.

— ¿Qué? — Dijeron todos a unisón.

— Entonces no eran inventos de Sayuri después de todo  Pensaba mientras me cubría el rostro con las manos  Voy a tener gemelos...

Cuando mi padre dijo aquella frase, vinieron a mi mente muchas cosas, cosas que dejé pasar por alto creyendo que eran juegos de Sayuri... Mi pequeña hija venía diciendome ya desde hace varios meses que iba a tener "HERMANITOS" yo creía que se refería al hecho de que iba a tener uno ahora y otro después, ahora veo que no es así ¡ELLA TENÍA RAZÓN! Y mi padre está confirmándolo ahora mismo con todo eso. Mi padre al ver que todos estábamos aún confundidos, pensó que había dicho algo indebido, así que prosiguió a darnos la espalda, pero como en realidad no había dicho nada malo, le dije para intentar calmarlo:

— Papá, no me molestó lo que dijiste ahorita — Sonreí un poco — ¡AL CONTRARIO! Me emociona la idea de tener "GEMELOS"

— Créeme que no es tan simple como parece Moroha-chan — Dijo Sango-chan con una sonrisa en el rostro.

A decir verdad a mí me da un poco de emoción y a la vez temor saber eso ya que... ¿Qué tan difícil puede ser atender gemelos? ¿Podremos manejarlo? ¡NO LO SÉ! Pero sea como sea, los/as voy a querer mucho. Hisui no sabía que responder a eso, simplemente se limitó a observar a mi padre, como quien dice "NO ES CIERTO" (Aquí entre nos, creo que le asusta un poco la idea, ya que él sabe lo DIFÍCIL que es sobre llevar a los gemelos, gracias a sus hermanas) ¡Bueno! Solo toca esperar el momento del nacimiento, créanme que allí se le va a olvidar todos esos temores y solo habrá cabida para su amor de padre... ¡SI LO SABRÉ YO!

Mi madre estaba haciéndole un moño muy bonito a su querida nieta mientras que mi querida suegra estaba al lado, acariciando a Kirara; yo me encontraba escuchando la conversación que había entre mi padre, Hisui y mi suegro, estaba muy interesante a decir verdad, se trataba de una familia rica que acababa de llegar a una aldea no muy lejana, y cuya familia tenía a una jovencita muy fina, esta tenía un hijo; todos los aldeanos dicen que ese pequeño es algo extraño, pero nadie ha logrado descifrar qué es eso que lo hace diferente al resto.

— Dicen que es hijo de un Yokai, pero que por órdenes de la madre han intentado ocultar su identidad — Comentaba Miroku-sama.

— Deberíamos averiguar de qué se trata todo esto — Sugiere mi amado esposo — No vaya a ser que nos caiga algo de sorpresa y tengamos serios problemas.

— Me parece bien, pero hay que pensar con cabeza fría Mini-Miroku — Decía mi padre — Que sea hijo de un Yokai y una humana, no lo vuelve malo.

— Veo que te ha salido un lado amable en todo este tiempo Inuyasha — Se reía Miroku-sama.

— ¡CIERRA LA BOCA! — Exclamó.

No puedo negarles que el caso es muy curioso, y más cuando hay un ente extraño, pero honestamente no creo que sea algo malo, solo que como tuvimos tantos problemas en el pasado, no queremos que por un descuido de algo desconocido, se derrumbe nuestro mundo de felicidad que tanto nos costó construir. Me he quedado callada ante aquello, puesto que como casi no he salido de casa por el embarazo, no sabría que opinar al respecto, no he olfateado ni captado absolutamente nada fuera de lo común.

— ¿No creen que pueda ser hijo de...? — Intervino mi padre de repente.

— ¡CLARO QUE NO! — Dijo Hisui imponente — ¿Para qué aparecer por la región a estas alturas? Y más sabiendo que aun no es perdonado por muchos aquí, no creo que tenga tan poca dignidad.

— Yo no creo que se trate de él — Dije para así entrar a la conversación — Puede que sea una chica que intenta proteger a su hijo de los humanos ambiciosos que solo buscan lastimar a otros por ser diferentes, algo así como lo que me pasaba a mí y a papá.

Todos se miraron las caras por un momento.

— Puede que tengas razón, cachorra — Bufó mi padre — No creo que ese cobarde aparezca de nuevo por aquí.

— Recuerden que ese "cobarde" como ustedes lo llaman, salvó a mi hija de la tipa esa — Dije rodando los ojos — ¡BUENO YA! Olvídense de él.

No, aun no se me olvida lo que me hizo ese infeliz cuando estaba más joven, y si... Parece que lo estuviera defendiendo después de hacerme pasar por tanto sufrimiento, pero lo que pasa es que ¡NO VIENE AL CASO AHORA! Además, sea como sea, Shigeru y sus hermanos le salvaron la vida a mi pequeña Sayuri, no pararon hasta entregármela nuevamente e incluso dieron su vida por ella y aunque no quiera admitirlo ¡LES DEBO UNA BIEN GRANDE! Es que díganme ustedes... ¿Para qué culpar a alguien que no ha aparecido en estos casi cinco años a molestar? No lo veo prudente.

Parece ser que no les gustó mucho mi comentario, puesto que mi padre y Miroku-sama se pusieron de pie y se fueron no sé a dónde, dejándome a mí con mi marido (Cosa que no me molesta para nada) este, bajó un poco la mirada, parecía un poco avergonzado por lo que acababa de pasar...

— Moroha yo... No quise... — Le interrumpo.

— No vale la pena seguir hablando sobre ese asunto ¿Sabes? — Le sonrío.

— Si tu lo dices esta bien — Se cruza de brazos e intenta hacerse el desentendido.

No se porque razón me he sentido un poco intranquila desde hace días, es como si mi instinto me estuviera dictando que algo va a pasar muy pronto pero aun no logro descifrar qué es eso, es una mescla loca de sentimientos cruzados ¿Tendrá que ver con la aparición de esas personas? ¡EN FIN! No voy a darle mas vueltas al asunto, puede hacerme daño.

Pasadas unas cuantas horas, mi padre y mi suegro volvieron a entrar, ya que iba siendo la hora de cenar, mi madre apareció con unos insumos puesto que me había dicho que prepararía la comida junto a Sango-San, yo no estaba de acuerdo ya que... ¡ES MI CASA! Y yo quiero ayudar también, pero mi madre no quiere que haga esfuerzos.

— ¡AH NO! No vas a hacer nada más por ahora — Decía Sango-San muy seria - Déjanos hacer estas cosas a nosotras.

No tuve más opción que dejarlas hacer lo que iban a hacer en la cocina ya que si no las dejaba, se me iba a armar una buena discusión; y conociendo a mi madre, me será imposible ganarle, es algo terca, pero es mi madre y la amo tal y como es.
Miraba hacia la puerta fijamente, estaba tan aburrida... ¡ODIO ESTAR SIN HACER ABSOLUTAMENTE NADA! Me hace sentir algo inútil y eso no me gusta; así que como pude me puse de pie y camine hacia donde se encontraba mi esposo quien estaba con mi padre y mi suegro, conversando sobre el tema anterior (como hay que ver que estos hombres no aprenden nada, siguen en lo mismo) así que me senté a su lado, aunque me estresa ver como se traban en un solo tema habiendo tantas cosas de las que se puede hablar tranquilamente, pero honestamente me divierte más escucharlos que estar recostada.

— Amor ¿Te encuentras bien? — Pregunta mi amado esposo preocupado al ver mi rostro algo pálido.

— Estoy bien, no te preocupes — Respondí con una sonrisa — Solo algo sofocada, hace mucho calor.

— Entonces quédate conmigo, no vaya a ser que te de algo de repente — Me rodea con el brazo cuidadosamente — Bien ¿Dónde estábamos?

Recosté mi cabeza en su hombro, y seguí prestando atención a lo que ellos hablaban y cada vez me daba más curiosidad saber de quienes se trataban, decían que muy poco se les ve salir y que el que se atreve a entrar sin autorización al cuarto donde tienen al niño, le dan un buen castigo — Voy a averiguar quién es esa persona de la que tanto hablan  Pensaba — Ya verán.

Pasados ya varios minutos de aquella conversación, entraron por mi cavidad nasal unos exquisitos olores a comida la cual hacían que me diera aun mas hambre de la que ya tenía. Nos llamaron a comer así que nos acercamos a donde estaba mi madre y mi suegra quienes ya tenían servida la comida. Mi padre estaba muriendo de hambre, deseoso de probar una buena cena hecha por su esposa y su amiga querida, parecía niño mimado... A veces me da algo de ternura los comportamientos de mi padre hacia ella, es tan atento y tierno... Sin duda alguna no puede evitar serlo estando a su lado, al igual que Sayuri... Ella saca el lado tierno y amoroso de mi padre.

— ¡YA ERA HORA! — Exclamé — Tengo mucha hambre.

Comí como si nunca hubiese comido, estaba en una situación de ansiedad horrible y comer me ayuda a tranquilizarme un poco de vez en cuando, además que las criaturitas que están dentro de mí me exigen comer demasiado.
Por fin había terminado, ya me sentía un poco más relajada, sentía como se movían los bebés dentro de mi, parecían estar contentos, así que acaricié suavemente mi pancita mientras les decía en voz baja — ¿Quieren salir de allí pronto verdad? — Me reí — Eso será cuando tu lo decidas cariño.
No veo la hora de que nazcan, quiero tenerlos entre mis brazos y llenarlos de muchos besos, simplemente quiero darles mucho amor así como a Sayuri. También extraño mucho dormir boca abajo, es muy cansón dormir entre acostada y sentada... Ya que durante mucho tiempo he dormido de forma normal, hacer esto durante ya casi nueve meses, es muy molesto y ¡NO! No me gusta ni le gustará dormir así NUNCA.
Mis padres se fueron a la casa de la anciana Kaede ya que quedaron de pasar por allá, Miroku-Sama decidió acompañarlos mientras que Sango y Gyo (quien llegó hace poco) decidieron quedarse con nosotros.

- No era necesario, enserio - Dije con una sonrisa - Pero si insisten no les voy a decir que no.

- No puedes quedarte sola en esas condiciones - Decía Gyo mientras se reía un poco.

- Pero ella está conmigo hermana - Intervino Hisui de repente.

- Pero no sabes atender un parto, hermanito - Toca su hombro con mucha delicadeza - Así que por eso mama y yo estamos aquí, para que no te desesperes.

Gyo como siempre no pierde la oportunidad de fastidiar a su hermano menor y hoy no puedo defender lo ya que como es obvio, no puedo hacer fuerza por mi estado. Pero bueno el punto de Gyo es valido, Hisui no creo que sepa de esas cosas, aunque no es bueno subestimar a los demás ya que pueden sorprendernos en algún momento.
Horas más tarde, luego de que la pequeña Sayuri se durmiera, nos fuimos a acostar, pero yo seguía intranquila y no entendía por qué, así que de igual forma me acomode para ir agarrando el sueño, Hisui me observaba muy detenidamente... Eso no me molesta, pero siento que quiere decirme algo y simplemente no lo hace, así que tome aire y luego de hacer un bufo, le dije sin pensarlo más.

- ¿Que es lo que tengo? ¿Por qué me ves de esa forma tan extraña? - Ladeo un poco la cabeza.

- Es que estas algo pálida desde hace rato - Suspiró - Y eso me preocupa.

Ahora si me preocupe enserio... Cuando Hisui dice algo así es porque lo es; creí que estaba así era por falta de alimento pero me doy cuenta de que no es así, lo que voy a hacer ahora es descansar, quizás el sueño me haga bien y mañana amanezca bien repuesta.
Me acomode como pude y me dispuse a intentar descansar, le di la buenas noches a mi esposo e intenté dormir... Pero a medida que pasan las horas, sentía una angustia profunda, presentía que iba a pasar algo pero no sabía que era.
Sudaba frío y sentía como una sensación extraña se apoderaba de mí. No podía estar acostada, así que decidí ponerme de pie y apenas intenté moverme...

** Se escucha un grito fuerte **

¿Que sucede Moroha? — Pregunta Hisui mientras se frotaba los ojos.

— Ya viene — Dije mientras intentaba controlar la respiración.

— ¿Que viene? — Pregunta Hisui aún dormido — Explica.

—¡EL BEBÉ IDIOTA! — Decía a fuerte voz.

No tardaron tanto en darse cuenta mi suegra y Gyokuto, las cuales siguieron el procedimiento que va en estos casos. Pensé que Hisui iba a ir a buscar a mis padres, pero no fue así, se quedó a mi lado... Como lo prometió aquella vez; estoy pensando en que esta puede que sea la última vez que hago esto ¡NO LO SOPORTO! Pero, como dije una vez, al final vale la pena.

— ¡VAMOS MOROHA! — Decía Hisui mientras apretaba mi mano — ¡Tu puedes!

— ¡NO PUEDO MÁS! — Decía ya sin fuerzas.

— ¡Tienes que poder! — Decía Sango-San — Ya veo salir la cabeza.

Por un momento creí que me iba a morir en el intento, pero siendo honesta, no dejaba toso atrás porque no tenía opción, porque Sayuri me necesita y porque de verdad quiero conocer a mi bebé, llenarlo de mimos y besos, simplemente, necesito tenerlo entre mis brazos.

— ¡NO PUEDE SER! — Exclamó Gyo al ver algo muy curioso — Allí está otro bebé...

— ¡Vaya! — Sango-San se reía un poco — Parece que en nuestra familia no dejan de haber gemelos.

— ¡ASÍ PARECE! — Decía Gyo mientras seguía ayudando a salir al segundo bebé.

Mis padres tardaron un poco en llegar, la fiel Kirara había corrido hasta allá para intentar traerles hasta aquí y lo ha conseguido; en seguida mi madre tomó al pequeño que había nacido primero y corrió a bañarlo para traermelo mientras seguía en labor de parto. Sentía que no podía más y cuando estaba a punto de terminar... ¡TODO SE PUSO OSCURO! Me desvanecí por completo.
Rato después, abrí los ojos, ya estaba amaneciendo y por fin todo había terminado, mi madre al ver que por fin reaccione, se acercó a mí con mis hijos en brazos y con una gran sonrisa me dijo:

— Felicidades hija, eres madre de dos hermosos varoncitos — Mi madre sonríe de oreja a oreja.

Estire mis brazos a como pude y le dije que por favor me pasara a mis hijos ¡QUIERO VERLOS! Necesito conocerlos, necesito darles todo el amor que una made puede dar...
Y así ya teniéndolos uno a un lado y otro de otro ¡FUI FELIZ! Ya que mi familia estaba completa... No faltaba más; Sayuri quien estaba a la espectativa desde que inició todo, corrió rápidamente hacia nosotros para así ver a sus hermanos por primera vez.

— ¿Cómo se llamarán? — Preguntaba intrigada.

Luego de dar vueltas en mi mente, recordé que le había dicho a Hisui hace un par de años, que si teníamos un hijo varón, se iba a llamar "Reiji o Rinji" y como en esta ocasión tengo a ambos, pues...

— El mayor, que es el que está al lado derecho, se llama Reiji — Sonreí plácidamente — Y el menor que está en el lado izquierdo, se llamará Rinji.

— ¡ME GUSTA! — Exclamó ella muy alegre — Mis hermanos son muy lindos mamá.

— Ahora tienes que ser una muy buena hermana mayor — Intervino mi amado esposo — Ellos también merecen cariño de parte de su hermana.

— ¡VOY A QUERERLOS MUCHO! — Dijo sonriente.

Hisui
¡SOY PAPÁ POR SEGUNDA VEZ! Y de nada más y nada menos que gemelos... Hace tiempo que quería tener un hijo varón y por fin se me dio y al doble. Además que ver a todos felices por lo que sucede, es simplemente especial, ahora voy a tener que lidiar con tres hijos, dos bebés y una niña de 4 años, así que ¡LA QUE SE ME VA A ARMAR! Pero será una linda experiencia igual.
Mi querido suegro estaba muy contento, ya que a según el iba a enseñarle "cosas de hombres" a sus nietos, lo mismo mi padre (Eso es si yo se lo permito), con mi padre nunca se sabe que puede salir — Suspiro — Va a ser mi dolor de cabeza un largo tiempo...

— ¡NI CREAS QUE DEJARÉ QUE LES ENSEÑES COSAS QUE NO DEBES MIROKU! — Exclamaba Inuyasha.

— Creo que es una de esas ocasiones en las que estoy de acuerdo con mi suegro — Dije para apoyarlo.

— Lo ves Miroku — Rezongaba — Hasta el mini-Miroku  esta de acuerdo en eso.

— ¿Podrían hacer silencio? — Escuchamos una tierna voz de repente — Mi mami quiere descansar y con el ruido no puede.

Todos nos quedamos apenados y a la vez nos enternecimos ante aquel comentario, ya que sonó tan cursi y a la vez tan serio... Podría jurar que soy yo hablando a esa edad... Aunque con más firmeza y decisión, supongo que eso lo sacaría de Moroha. Los chicos salieron un momento, me dijeron que fuera con ellos pero yo no quise, honestamente lo que quiero es estar al lado de mis hijos y de mi esposa.
Sayuri me tomo de la mano y me sentó nuevamente al lado de su madre quien volteando a verme un momento me dijo con una sonrisa en la cara — Ya estamos completos — Asentí de inmediato a su comentario mientras me recostaba a su lado.

— Descansa — Le digo suavemente — Recuerda que volvemos a la rutina.

— Si — Cierra los ojos — Buenas noches mi amor.

Dicho eso, nos acostamos a dormir...

...

Al día siguiente

Ya era casi medio día y ya me encontraba sentada, tenía que darles de comer a mis hijos y yo no soy de las chicas que les gusta que les hagan todo, yo me acostumbre a hacer las cosas por mi misma y así lo voy a seguir haciendo. Hisui se fue a trabajar mientras que mi mamá estaba conmigo, ella me dice que quiere acompañarme y no voy a impedírselo, como les he dicho antes ¡AMO ESTAR CON ELLA! Es lo mejor.
Olvide mencionar que justo cuando les puse el nombre a mis hijos, mi madre sacó unas cintas  de dos colores diferentes y se las puso, para así poderlos diferenciar, el mayor Reiji tiene una cinta roja en su muñeca y el menor, tiene una azul.
Ahora si, volviendo a la historia, hemos estado platicando mucho y me ha contado experiencias de su trabajo como sacerdotisa, últimamente le ha tocado unos casos bastante difíciles y extraños, pero no es nada que ella no pueda manejar.

— Pronto voy a ayudarte mamá — Le dije sonriente, mientras amamantaba a uno de mis niños.

— Con gusto te recibo — Me dijo sonriente — Pero por ahora ya sabes cual es tu misión más importante ahora.

— Lo se perfectamente mamá.

Para mi es un gusto ayudar y más cuando se trata de las personas más importantes para mi, que son mis padres, aunque a decir verdad, seria ayudar a mi madre porque sabemos de antemano que a mi padre no le gusta que le ayuden en nada que tenga que ver con "PELEAS" pero a mi me importa poco, a veces se que necesita ayuda y me meto, aunque termina regañandome después.
Hisui se encontraba mesiendo a mi otro hijo mientras que Sayuri lo observaba minuciosamente muy sonriente y risueña, tan dispuesta a ayudar a su padre en lo que sea necesario — Papi ¿Cuánto tiempo más estará dormido mi hermano? — Ladea la cabeza de forma curiosa mientras seguía con la mirada fija en él.
— Por lo general, los bebés no duermen mucho tiempo — Le responde con una sonrisa.

— ¿Cuándo podrá jugar conmigo? — Vuelve a preguntar muy curiosa.

— Aún es muy pequeño, pero te aseguro que pronto podrás jugar con ambos — Toca su cabecita con mucho cuidado.

— ¡Bueno! — Dice en forma de reproche — Tocara esperar un poco más.

Cualquiera que vea la escena dirá que es algo encantador y la verdad si lo es, Sayuri es un rayo de sol andante; mientras que otros niños de esa edad se ponen celosos por sus hermanos menores, mi pequeña hija solo quiere estar con sus hermanos y cuidarlos mucho. No se que hice para que la vida me consintiera de esta forma, todo es simplemente perfecto.
Y

a era más de mediodía, mis padres y los demás habían salido, todos menos Hisui, quien seguía a mi lado, dijo que no me dejaría sola con esto así que ya ven; Sayuri corría con Kirara mientras que Hisui y yo estamos en nuestra labor de atender a los gemelos.

— Aguanta a Reiji mientras yo acomodo a Rinji — Decía algo frustrada.

— Espera que lo agarre si quiera Moroha — Le reprochaba — Esta algo inquieto.

— Dame un momento — Le respondo.

Estando en ese asunto, percibí un aroma muy familiar, era de Setsuna quien había traído a Tsubame y a Kosakhu a conocer a los gemelos, Sayuri estaba contenta de que su primo estuviera aquí, así no jugaría sola.
Setsuna estaba contenta el día de hoy, tengo entendido que Kohaku el día de ayer tenia un trabajo importante y logro salir super victorioso, me alegro mucho por él, siempre es bueno lograr tus objetivos.
— Felicidades por el nacimiento — Decía ella muy feliz — Se parecen mucho a Hisui, dice mientras les daba una mirada de arriba a abajo.

— Nos lo han dicho varias veces — Dice mi esposo muy orgulloso.

— Querías un varón y te dieron dos — Bromeaba un poco.

— Si, la vida me consiente — Suelta una pequeña carcajada.

—  Si, se nota demasiado tu alegría — Toca su frente.

Setsuna se sentó a mi lado y empezamos a conversar de muchas cosas, incluido la asaña que realizó su marido el día de ayer en otra región.
— Yo debía estar — Bufó Hisui — Pero, primero era lo primero.

— Ya luego te va a tocar a ti realizar la tuya — Le dije sonriendo — Y tus hijos y yo estaremos para apoyarte.

— Así es — Dice Setsuna — Creo que pronto podría ser.

— No le diga eso que se llena de orgullo — Bromeo.

— No es cierto — Dijo en una tónica algo altanera.

Y así finaliza el primer día con mis hijos en brazos, fue algo agotador pero no me arrepiento de nada, podría repetir este día varias veces sin quejarme, es que son mis más preciados tesoros, ellos y Sayuri, no se que haría si ellos no estuvieran a mi lado, me volvería loca de solo pensar en que me puedan faltar.
Ya veremos como será la vida ahora que soy madre de tres hijos, ¿Qué tan complicado puede ser?.



✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

LA AUTORA

MIS NIÑOS por fin he terminado el capítulo, después de tantos meses de espera por fin ya pude terminarlo, espero les guste, ya por fin tuve respiro después de todos estos meses de momentos duros y difíciles, salí del hiatus y ya estoy de vuelta el casa.

Nos vemos en la próxima actualización.

— Kirara 💅✨

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top