Extra 2 - Un Obsequio Muy Especial

Sayuri
Desde hace mucho tiempo he estado pidiéndole a papá que me enseñe a usar armas; soy una eminencia en las artes marciales, no hay quien me gane (a excepción de mi madre y mi abuelo) pero... Creo que ya deberían enseñarme otra cosa...
A veces me pregunto ¿Por qué razón yo no tengo un arma? Lo que pasa es que por ejemplo, mi abuelo tiene a Colmillo de acero, mamá tiene a Kurikaramaru y Hiraikotsu... Ya sabemos que es de mi papá... Siempre me dicen que son armas demasiado peligrosas para mí.
Mi abuelo dice que tenga paciencia ya que en algún momento voy a conseguir mi propia arma... Pero ¡ME DESESPERA NO TENERLA YA! Hasta Kosakhu tiene la suya... No es justo que me dejen de última.
Mis hermanos y yo nos encontrábamos en el patio, ellos estaban jugando mientras yo los observaba... Mis padres habían salido y no tenía idea de donde, han estado muy raros últimamente, me han hecho muchas preguntas, y eso me tiene extrañada, ya que la última vez que me cayeron a preguntas fue cuando volvieron a verme intentando ir sola a la pradera hace unos cuantos días atrás, con decirte que mi abuelo no ha venido a entrenarme como es su costumbre y es muy raro, él es MUY CONSTANTE en eso, no falla ni un solo día.

— Cuando venga de visita le preguntaré que ha pasado — Pensaba en voz alta.

— Sayuri — Me dice Reiji algo molesto — Rinji me pegó muy fuerte.

Y aquí vamos otra vez con mi rol de "Hermana Mayor"... A veces no se que hacer con los gemelos, son demasiado ocurrentes y revoltosos, son todo lo contrario a mí ya que me gusta estar quieta; ellos también están siendo entrenados por mi abuelo, pero a ellos sí los entrenará mi padre más adelante, cuando el lo considere necesario, yo sí quiero que mi padre me enseñe a ser exterminadora, pero no estoy segura del todo por los momentos... Al menos no por ahora, ya que mi abuelo me está convenciendo de que trabajé por mi propia cuenta y le ayudé a mamá.
Mis hermanos estaban a punto de darse unos buenos golpes, entonces supe que era mejor que intervinieron en el asunto, así que separándolos a ambos, les unos buenos coscorrones para luego decirles en tono autoritario:

— ¡No me obliguen a castigarlos! — Rodé los ojos — Además, donde se enteren mis padres de que se están peleando los van a castigar y les va a ir peor que sí yo lo hago.

Ambos se vieron las caras sacando una expresión de espanto, ya que nadie, absolutamente nadie de aquí quiere que mi mamá le regañe, o el abuelo, o mi papá... Así que sentándolos a mi lado les dije que se tranquilizaran ya de una buena vez a lo cual accedieron... Kirara se encontraba con nosotros, ella me ayuda a cuidar a mis hermanos de vez en cuando, al igual que entretenerlos. Y créame que es una gran compañera y nos ayuda mucho.

— ¿Cuando vendrán papá y mamá? — Reiji me toca el brazo.

— No lo sé — Suspiré — Su aroma no está en el ambiente.

Tiempo más tarde, vi aparecer una silueta, y esa silueta es la del tío Kohaku, vino solo en esta ocasión Kosakhu no viene con él y eso ya es raro de por sí. Él solo vino a decirme que mis padres vienen más tarde, ya que estaban ocupados en un trabajo bastante importante... No es novedad, ellos siempre andan en trabajos importantes... Así que lo más probable es que me toque hacer la cena, ya que se tardarán.
¿Qué será tan importante como para tardarse así? Bueno, quizás les preguntes a ver que me dicen al respecto.
Horas más tarde, el ocaso se hizo presente y aun no había señales de ellos. Mis hermanos estaban jugando con Kirara adentro mientras yo observaba el atardecer desde afuera... Estaba apunto de entrar para empezar a hacer los preparativos de la cena, cuando de repente capté unos olores muy familiares — ¡SON MAMÁ Y PAPÁ! — Dije Alegre — ¡Reiji, Rinji! ¡Ahí vienen!
Cada vez se iban acercando más y pude percatarme de que papá traía algo envuelto... Por su olor, era algo de metal, pero no sabría decirles que es específicamente... Debe ser algún obsequio qué le darían en el sitio de su trabajo.

— ¡MIS PEQUEÑOS! — Dijo Mamá muy contenta — Me alegra saber que están bien — Nos da un beso a cada uno y nos alborota el cabello.

— Los extrañamos mucho — Dice papá muy contento.

— Entren a casa — Dijo Mamá y mis hermanos y yo nos dispusimos a cumplir la orden, pero justo antes de yo empezar a caminar, siento que papá me toma del brazo.

— Tu no hija — Sonríe — Necesitamos hablar contigo.

— ¿Sucede algo? — Dije algo nerviosa — Papá... Mamá...

— No, no te asustes — Dijo mi madre — Simplemente, queremos darte algo.

Mi madre tocó el objeto que papá tenía cargado mientras que papá, luego de soltarme el brazo, me dice que me acerque a objeto — ¿Qué es eso? — Pregunto ladeando la cabeza un poco.

— Tu madre y yo sabemos desde hace tiempo que has querido algo en especifico — Empieza a desenvolver el objeto.

Mis ojos se iluminaron por completo ante aquel objeto que se hacía presente en mi campo de visión — ¡UNA ESPADA! — Dije feliz — ¿Es para mí?

— Si hija — Dijo mamá dándome un abrazo — Ya es hora de que des el siguiente paso en tu entrenamiento.

— ¡GRACIAS! — Decía entre lágrimas de felicidad — Gracias mamá...

— Tu abuelo y yo te enseñaremos a usarla — Seguía diciendo mamá — ¡TÚ PUEDES HACERLO!

Solté un momento la espada, para así abrazarlos a ambos en agradecimiento ante aquél obsequio que tanto había anhelado ¡NO PUEDO CREERLO! Ya tengo mi propia espada, ahora solo resta entrenar bastante para saber usarla.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top