I

Francia, 1714

—¿Príncipe Taehyung? ¿Esta despierto? Solicito permiso para ingresar— el consejero, Jimin Argent, esperaba del otro lado de la puerta dorada al heredero al trono de Francia.

Faltaba poco para que los invitaron llegaran y si Taehyung no estaba en el salón principal en menos de 10 minutos el rey iba a matarlo.

—Adelante— rápidamente abrió la puerta e ingreso a la habitación con una gran sonrisa al escuchar una respuesta, misma que se desvaneció al ver al joven de cabellos castaños acostado en la cama, haciendo garabatos en un pergamino, aún en pijama —Te he dicho miles de veces que no me llames así, aquí soy solo Taehyung y tú eres Jimin, sin formalidades, eso déjalo para cuando estemos en presencia de mi padre o mi madre—

—Muy bien, Taehyung, ¿Me harías el favor de levantarte para que puedan vestirte? Vas retrasado y tu padre esta hecho una furia— Jimin salió un momento y le hizo una seña a los sirvientes que seguían esperando en el pasillo, cada uno llevaba entre sus manos una prenda o accesorio, teniendo cuidado de que estos no se arruguen o caigan —Ellos te ayudaran y no quiero oír un no por respuesta, ya no hay tiempo para que tomes un baño y la última vez que te vestiste solo olvidaste acomodar los pliegues de la camisa y tu madre estuvo a punto de quitarte el puesto de heredero y dárselo a tu hermana—

—Mamá puede ser muy dramática, pero nunca me quitaría el trono, si conmigo paso 24 años preparándome para tener esa corona en la cabeza, con Jennie le tomara el doble de tiempo y no tiene ni el tiempo ni la paciencia para hacerlo— el príncipe rio y se levantó a rastras para ir a su vestidor.

Los sirvientes lo acompañaron y comenzaron a vestirlo, las prendas que llevaba anteriormente volaban por los aires, los aceites aromáticos llenaron sus fosas nasales, deleitándose con los aromas.

Lavanda y romero, definitivamente esas no eran las esencias que usaba normalmente, tal vez las otras se acabaron o los invitados debían ser sumamente importantes como para que le colocaran esas, cualquiera que sea estaba encantado con aquellas fragancias.

Preparar al príncipe siempre había sido tardado, especialmente por los cabellos rizados que se negaba a cortar, colocarle la corona era una batalla que nadie quería enfrentar, si tenías suerte esta entraba como anillo al dedo, pero si no, tenías que encontrar la forma de que los risos esponjosos del joven se acomodaran durante unos segundos y aprovechar estos para encajarla.

—Jimin, ¿Podrías recordarme quienes son los invitados? — Taehyung se removió en la silla de su tocador, una de las sirvientas, Tzuyu, estaba tratando de acomodar su cabello, hoy era un mal día y unos cuantos mechones estaban disparados en diferentes direcciones.

—Dios mío, hoy vienen los Bellerose, la familia real de Luxemburgo, están aquí para una posible alianza entre nuestros reinos, trata de recordarlo— Jimin continúo hablando acerca del reino vecino, cosas que a Taehyung lo tenía sin cuidado, de seguro su padre se encargaría de todo y él solo debía de sonreír y lucir elegante.

No le convencía tanto el término "alianza" casi siempre los reinos acudían a la realeza francesa en busca de ayuda o algún trato, más nunca una alianza.

Era extraño.

—¿Mi hermana ya está lista?—

—Estaba en la misma situación que tú cuando toqué su puerta hace unos minutos, le pedí a Nayeon que se encargara, pero al parecer no lo logro ¿No escuchas los gritos?— ambos guardaron silencio y rieron cuando, efectivamente, los gritos y reclamos de Jennie se escuchaban por todo el castillo.

—¡NO QUIERO! ¡ES MUY TEMPRANO! ¡DILES QUE VENGAN MÁS TARDE! —

—De seguro aún estaba durmiendo y su majestad fue a despertarla, así que será mejor que te apresures o el siguiente serás tú— el cabello del príncipe al fin había colaborado un poco y su corona relucía imponente sobre su cabeza, dando un hermoso contraste con su rostro angelical, a Taehyung le gustaba estar unos minutos a solas cuando terminaban de vestirlo, por lo que Jimin se retiró de la habitación para ir hacia la de la princesa, todo debía ser perfecto.

—Hoseok, siéntate derecho, recuerda tus modales— su madre, la reina Hyuna, le reprochaba al verlo apoyado en la ventana del carruaje.

—Ya lo sé madre, pero aún no llegamos y nadie puede vernos— Hoseok se dejó caer en su asiento, causándoles a su madre un tic nervioso en el ojo.

—No entiendo porque tuve que venir yo, después de todo, Mina es la importante aquí— la princesa que estaba frente a él le dio un suave golpe con su pie, para después seguir mirándose en su espejo de mano, acomodando su tiara por sexta vez en media hora.

—Te lo explicamos cientos de veces, los Leroy tienen fama de ser ariscos y muy tradicionales, si está presente toda la familia real nos verán como buenos gobernantes y será más probable conseguir esa alianza— el rey Hyo Jong se acomodó mejor en el asiento, para inclinarse ligeramente hacia el frente —Luxemburgo está en su mejor momento, al igual que Francia, pero sabemos bien que esto puede llegar a ser pasajero, una alianza nos asegura bienestar económico, político y social para el pueblo, para nosotros—

La familia real de Luxemburgo era considerada una de las más poderosas de Europa, el país estaba en pleno apogeo, pero los hijos de la corona ya tenían más de 20 años y no estaban casados o comprometidos, lo cual le causaba incertidumbre al pueblo y la sociedad, ya que los príncipes y princesas de otros países que tenían la misma edad ya estaban comprometidos o estaban aliados a otros por medio del comercio, la familia real de Luxemburgo tenía muchas conexiones en cuanto a importación y exportación de diversos productos, pero no tenía pensado prometer a sus hijos en matrimonio, hasta ahora.

Hoseok, el primer hijo varón de la familia Bellerose, fue considerado para sentarse en el trono en su momento, pero al ver la oportunidad de tener la seguridad de un reino tan grande e importante como lo era Francia, los planes de coronar al príncipe cesaron.

—Por ese motivo necesitamos que todo salga perfecto, no sabemos quiénes podrían estar observando y debemos guardar etiqueta, ¿Entendieron?— todos en el carruaje asintieron ante las palabras dichas por la reina.

Hoy debían dar una buena impresión, luego de eso podrían volver a casa para descansar.

—¡CON USTEDES, LA FAMILA REAL DE LUXEMBURGO, LOS BELLEROSE!— anunció uno de los guardias, abriendo de par en par las puertas del salón principal —El rey Hyo Jong, la reyna Hyuna, la princesa Mina y el príncipe Hoseok—

Se veían deslumbrantes, valió la pena la espera y el alto costo de los trajes que portaban.

El rey, con un traje azul oscuro hecho a la medida, en su cabeza su corona. Agarrando su brazo estaba la princesa Mina, sonriente, con un hermoso vestido lila con detalles en encaje con forma de flores y hojas, en su cabeza estaba su tiara, su favorita, llena de cristales y un gran zafiro azul decorando la parte central.

A su lado estaba su madre, la reina tenía un vestido verde oscuro, con gemas decorando el escote y la zona de la cintura, unos finos guantes del mismo tono adornaban sus manos, su cabello recogido en una coleta y su corona resaltando en su cabeza.

El príncipe Hoseok la escoltaba, con un bello traje azul marino, sus cabellos naranjas resaltaban la corona dorada que portaba.

Sin duda era una familia que denotaba poder y grandeza.

—Muy buenas tardes, permítame presentarme, soy el rey Taemin Leroy y ella es mi esposa, la reina Chungha— ambos reyes estaban de azul, el rey con un traje algo sencillo, pero con varias medallas de mérito en su pecho, la reina con un pomposo vestido que resaltaba su fina cintura y clavículas marcadas, en las cabezas de ambos iban sus respectivas coronas, un poco más grandes que las de los Bellerose.

—Soy la princesa Jennie, es un gusto tenerlos aquí el día de hoy— la princesa se presentó luego de recibir una sonrisa de parte de su padre, las capas de su vestido celeste caían con gracia cuando hizo una pequeña reverencia, su fina tiara era delicada, pero a la vez ostentosa, llena de pequeños adornos azules y dorados.

—Es un placer conocerlos, soy Taehyung, heredero al trono de Francia— su traje negro con detalles dorados combinaba a la perfección con sus cabellos castaños y gran corona, sin duda era una obra de arte viviente.

Ambas familias se acercaron hasta quedar lo suficientemente cerca para estrechar sus manos.

Cuando las manos de ambos príncipes se tocaron, ambos sonrieron con gracia, viéndose a los ojos directamente por un par de segundos.

Era claro que ninguno de ellos quería estar ahí esa noche.

—Por favor, acompáñennos al comedor, es bueno comer luego de un viaje tan largo— Taemin sonrió y guio a los demás hacia la sala continua, en donde había una enorme mesa con detalles tallados sobre ella.

La cena iba de maravilla, al menos para los demás, los príncipes sentían que estaban pasando por alguna especie de tortura.

—Nuestros huertos están en su mejor temporada, esperamos que en unos meses la cosecha esté lista para exportarla a los países vecinos— Taemin reía mientras cortaba un pedazo de carne.

—En Luxemburgo la exportación de cuero está cada vez más alta, en pocos meses el mercado será nuestro— Hyuna sonrió, asintiendo ante lo dicho por su esposo.

Las princesas, Mina y Jennie, conversaban sobre temas triviales, vestidos, coronas y algunos halagos sobre el cabello de la otra.

En ese momento, las miradas de ambos príncipes volvieron a chocar, pero esta vez tenían un brillo diferente, haciendo señas discretas con las manos y los cubiertos.

Asintiendo cuando tuvieron un plan para poder librarse por esa noche.

—Padre, rey Hyo Jong, ¿Les parece bien el príncipe Hoseok y yo nos retiramos de la mesa? Me gustaría darle un recorrido por el castillo y los jardines— Taehyung levanto la voz cuando ambos adultos dejaron de hablar, mirando a su padre con esa particular sonrisa que era capaz de convencerlo a dejarle hacer cualquier cosa.

—He oído maravillas acerca de su infraestructura, sería un verdadero deleite el poder verla con mis propios ojos en lugar de una pintura— Hoseok hizo lo mismo.

—Claro, solo recuerden quela hora de dormir es en un par de horas— Chungha sonrió, viendo como ambos jóvenes se levantaban de sus asientos y salían del comedor —Por favor, continúen, en un momento traerán los postres—

—Te debo una por sacarnos de ahí, si escuchaba algo más sobre leyes y recursos me volvería loco— Hoseok se recostó en el pasto una vez estuvieron en los jardines de los Leroy.

—Descuida, si escuchaba a mi hermana seguir hablando sobre telas y joyas por unos segundos más, no hubiera dudado en saltar por la ventana de la torre— Taehyung río escandalosamente al ver la cara preocupada del joven recostado a su lado —Espera, ¿De verdad creíste que me tiraría de la torre?—

—No te conozco, pero tu mirada luce decidida y, por lo que he notado hoy en la cena, tus pupilas se dilatan cuando tienes una idea en mente y estás dispuesto a cumplirla—

—¿Mis pupilas? ¿Cómo notaste eso?—

—Es fácil verlas cuando tienes los ojos azules, azules como el mar—

—Que observador es usted, príncipe Hoseok— Taehyung giro el rostro y sostuvo con la mano el mentón del príncipe de cabellos naranjas, haciendo que sus miradas se encontraran —Los tuyos son verdes, como una esmeralda—

Las luciérnagas comenzaron a iluminar su alrededor, los lirios bailaban con la suave brisa de verano, haciendo que los cabellos de ambos se movieran al compás de una extraña melodía producida por los grillos.

—Gracias por el cumplido— Hoseok sonrió y se acomodó mejor en el césped, de modo que su mirada ahora estaba dirigida al cielo.

—Mañana te mostraré el jardín de mejor modo, ahora está muy oscuro y no se puede ver casi nada—

—Me parece bien—

—Madre, buenos días—

—Buenos días Taehyung, ¿Taehyung?— Chungha estaba sorprendida al ver a su hijo despierto y vestido a altas horas de la mañana —¿A qué se debe este cambio de horario? ¿Estamos en América y no me di cuenta?—

—Iré a la biblioteca a leer más sobre Luxemburgo, el consejero Argent me recomendó un libro y deseo darle un vistazo, ya sabes, para conocer más sobre el país y cumplir mejor mi deber como heredero al trono—

—Entiendo, pero por favor no hagas mucho ruido, los Bellerose aún siguen en sus habitaciones y no queremos molestarlos— la reina sonrió y dejó unas palmadas en el hombro de su hijo, para continuar con su camino hacia el despacho de su esposo.

Taehyung caminó, pero aceleró el paso cuando el ruido que hacían los zapatos de su madre se escuchaba cada vez más lejanos, no debía hacer esperar al príncipe Hoseok.

Un par de minutos más tarde ya se encontraba en la biblioteca, dando pasos suaves en el suelo de madera estos no resonaran por el eco que tenía el lugar.

Vio una cabellera naranja sobresalir del respaldar de uno de los sillones que tenían para poder leer de forma cómoda, se acercó con sigilo y saltó, cayendo al lado de Hoseok, quien se cayo del sillón y cubrió sus odios, encogiéndose en su sitio por el susto.

—Lo siento, me pase— Taehyung se agachó para quedar a la altura de Hoseok, ofreciéndole su mano para que se ponga de pie —Soy yo, está bien, no vas a morir, levántate—

Hoseok levantó la cabeza, encontrándose con esos ojos brillantes como el mar, aceptando la mano que se le ofrecían, pero tomándola con mucha fuerza, causando que Taehyung fuera ahora el que se encontrara tirado en el piso.

—No vuelvas a asustarme de ese modo, esta vez tuviste suerte, suelo golpear a cualquier cosa que se me atraviese cuando me asusto y no creo que quieras romperte esa linda nariz— el príncipe río, ayudando a levantarse al joven que aún seguía en el suelo.

—Para la próxima recordaré no asustarte, no me gustaría romperme mi linda nariz— Taehyung se acercó, apoyando su cabeza en el hombro del contrario, subiendo sus cejas y haciendo una mueca extraña, causando que una sonrisa sonora saliera de los labios del príncipe de ojos de esmeralda.

—Vamos, solo salta, no está tan alto— Taehyung animaba a Hoseok desde el exterior, se habían escapado de un aburrido baile que organizaron para celebrar la llegada de la familia real de Luxemburgo, pero los atraparían si no se daban prisa.

—Si no me atrapas, juro que te mato— Hoseok cerró los ojos y saltó, cayendo en los brazos del príncipe de ojos azules.

—Lo ves, no era tan difícil, ahora vamos, la cocina debe estar abarrotada de comida y muchas personas como para notarnos— Taehyung tomo la mano de Hoseok, ambos corriendo hasta la puerta de servicio para entrar a la cocina, llenado sus bolsillos con galletas, fruta, pan, cubiertos y otros dulces. Taehyung, de alguna forma, consiguió sacar un plato con salmón asado.

—Vamos a la fuente, tendremos un picnic digno de reyes— Hoseok había desarrollado un gusto particular por la fuente que se encontraba algo oculta en el jardín de los Leroy, en ese lugar había mucha calma y tenía una vista perfecta del cielo y sus estrellas.

—Definitivamente esto es mejor que un baile— Taehyung tomo un pedazo de salmón con el tenedor para dirigirlo a sus labios y soltar un sonido gustoso al sentir el sabor del pescado explotar en sus papilas gustativas.

—Si, pero no sería una cena sin...— Hoseok tomo su saco, el cual se había quitado cuando entraron a la cocina, dejando ver una botella de champagne, acompañado de dos pequeños vasos para whisky —Se que no son copas, pero de todas formas sirven para beber, ¿Taehyung?—

—Dejaste mi gran robo de salmón en nada, ¿Cómo lograste sacar eso? Dios, Hoseok eres increíble— Taehyung río escandalosamente, abrazando por los hombros a Hoseok.

Tomo entre sus manos la botella para quitarle el corcho con los dientes, había visto que algunas personas del pueblo abrían de esa forma las botellas y le pareció gracioso y eficaz. Sirvió con cuidado la bebida en los vasos y le ofreció uno a Hoseok.

—Por una de las mejores cenas del mundo—

—Por una de las mejores cenas del mundo—

Era hora de volver a Luxemburgo, habían pasado una semana en Francia, tiempo suficiente para tomar una decisión sobre la "alianza"

Hoseok y Taehyung se enviaban cartas semanalmente, habían encontrado la forma de que estas parecieran formales por fuera, pero graciosas y personales por dentro.

Porque eso hacían los amigos, hacen cualquier cosa para comunicarse, y, si no se podía con las formas que ya existen, crearían un modo de hacerlo.

Escondían las verdaderas cartas dentro de los sobres, de modo que, si alguien abría la carta, se encontraría una llena de información política acerca del reino contrario. Cuando entre el papel del sobre se encontraba el verdadero mensaje, este no podía ser muy extenso debido al espacio reducido que tenían para escribir, pero daba igual.

Hoseok río al leer nuevamente la carta que le había enviado Taehyung hace unos días.

"¡Hola Hoseokie! ¿Cómo está todo por haya?

Yo estoy a punto de tirarme de la torre, mi madre trajo nuevos instructores para que que enseñen un nuevo baile y modales de etiqueta.

Es más, de lo que mi cabeza puede retener, tarde más de 20 años memorizando el libro de reglas que mi madre me dio en mi cumpleaños número 5. ¿Y ahora resulta que debo aprender más?

También estoy aprendiendo cosas de Luxemburgo, así que siento que te conozco un poco mejor.

Cuídate mucho, padre dijo que es probable que nos visiten el mes próximo.

Siempre tuyo, Taehyung Leroy"

Hoseok río escandalosamente al imaginar a Taehyung bailando, esperaría con ansias al próximo mes para ver eso en persona.

"Hola Tae, soy Hoseok.

Aquí todo está bien, nada fuera de lo común, Mina está estresada como siempre y mi madre corre detrás de ella todo el tiempo, lo cual es bueno ya que a mí me dejan en paz.

Buena suerte con el baile, no pises mucho a tus instructores, ellos también aman sus pies.

Qué bueno que aprendas sobre Luxemburgo, platique con mi padre y me confirmo que iríamos el mes próximo, pero no me dijo para que, así que si tienes alguna duda sobre mis bellos dominios puedes preguntarme.

Nos vemos en un mes.

Con cariño, Hoseok Bellerose"

Taehyung estrechó en sus brazos aquel pedazo de papel, un extraño hábito que había adquirido hace un tiempo, para después guardarlo en una caja que tenía en debajo de su cama, bajo una madera que estaba floja.

Un mes pasaba rápido, ¿No?

Francia 2020

—Todo el mundo a sus asientos— el profesor Christopher ingreso al salón de clases, sonriendo al ver a sus estudiantes atentos a lo que escribía en la pizarra —El día de hoy, continuaremos aprendiendo acerca de la realeza europea de 1700, abran sus libros en la página 24—

Las chicas del salón chillaron al ver la foto de una pintura de los príncipes Leroy y Bellerose, decorando casi toda la página.

Los chicos, por otro lado, estaban maravillados con las imágenes de los castillos en la página continua.

La clase transcurrió con normalidad, el profesor contando la bibliografía de los príncipes más importantes de Francia y Luxemburgo, junto con la del resto de la familia real. No era tan complicado que los estudiantes entendieran, hace una semana habían hecho una visita escolar al museo, en cual tenía una exposición dedicada a la realeza europea, mostrando joyas, trajes y cartas viejas.

—Profesor, una pregunta. En el museo no pude escuchar muy bien como fue el tema de la alianza, Yujin me estaba jalando para ir a la sección de la princesa Jennie— Lia se quejó mientras los demás reían.

—En la antigüedad, una alianza era sinónimo de matrimonio, por lo que, la familia Leroy y Belleroy se unieron porque casaron a sus primogénitos— el profesor explicó sin problemas.

—¿Entonces los príncipes Taehyung y Hoseok se casaron?— Esta vez pregunto Yujin, levantando su libro y señalando una foto de ambos príncipes sentados en la biblioteca, con una gran sonrisa en sus rostros.

—No Yujin, ellos no se casaron. Además, Hoseok no era el primogénito de la familia Bellerose. ¿Alguien puede decirme quién era el primogénito?—

—Mina Bellerose— dijeron a coro la mayoría de estudiantes.

—Muy bien, ellos solo eran buenos amigos—

—Pero...yo leí las cartas que estaban en el museo, y lucían muy diferentes a las que se enviaban otros reyes o príncipes, eran informales y hasta graciosas— hablo otro de los chicos.

—Bueno, los cuñados deben conocerse, tener confianza y llevarse bien ¿No?—

And historians will call them: Close friends, bеsties, roommates, colleagues. Anything but lovers, history hates lovers.

Sidekicks, family, good pals, buddies. Anything but lovers, history hates lovers.

Hola, aquí AgustXVQ con una "nueva" versión de HHL.

Espero que les guste mucho y disfruten de las aventuras de estos dos príncipes.

Sophie te quiero mucho y espero que esto te guste.

AgustXVQ

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