Sweet doll - cap 2
Mimzy tenía la boca abierta mientras sus piernas temblaban sin saber que decir al ver tal criatura con vestimenta ridícula y atrevida mientras que el chófer miraba de un lado a otro esperando su muerte prevista
— ehm... Mimzy... Cariño... ¿Me puedes explicar que significa esto?
— y-yo... Yo... Mí señor... Yo... E-eh... -
En medio del balbuceo de la mujer, aquel albino llego a incorporarse en el piso arrodillándose mientras elevaba la mirada, observando detenidamente a aquel ser de tonos oscuros y elegantes viéndolo detenidamente desde su posición con aquella sonrisa tan singular
Al notar aquella curiosa inquietud, el locutor inclino una ceja, su lacaya seguía balbuceando sin soltar algo coherente, así que decidió inclinar una ceja mientras abría la boca para decir algo más, sin llegar a ver el audaz movimiento de su nuevo inquilino, quien se abalanzó encima de el, aprisionandolo con sus largos y numerosos brazos desde el cuello hasta la espalda, llegando a atacarlo con un gesto fuera de si en sus labios, recibiendo un beso tan fuerte y profundo que no llego a reaccionar de lo que ocurría
La extravagante rubia dejo caer sus lentes de marca, sin importar como se rompían en pedazos, mientras su mandíbula parecía estar a punto de caerse hasta su cuello, mientras que aquel joven chófer con la mirada fija en ellos, solo camino paso por paso hacía atrás, regresando a su asiento de conductor mientras cerraba la puerta antes de tocar el botón de la vidriera que se elevó lentamente frente a el.
La noche descendió lentamente, Rossie llego a la mansión radio en cuanto recibió la noticia de la extravagante bailarina, inmediatamente que la vio con la mirada agachada sentada en el sillón, supo que hubo un ligero accidente, lo que sorprendentemente alastor no se encontraba en la sala, viendo de forma escandalizada que las sombras se movían de un lado a otro por todos los rincones
— ¿Que está pasando?
— ah... Rossie, mí querida compañera, me alegra que hayas venido a acompañarnos, ahora me gustaría poder hablar mejor con las dos por su... Inminente broma - llego a escuchar al demonio radio que se asomaba desde el otro lado de la sala, acercándose a ella mientras la pequeña rubiecita miraba hacia otro lado entrecerrando los ojos, dejando a la recién llegada muy sorprendida y confundida
Los minutos llevaron a los colegas a la mesa principal de la sala, alastor tomó su té en silencio, mientras la mirada de su amiga caía en una sorpresa de mal gusto, no podía entender cómo algo como algo como eso pudo pasar
— yo... No sé que decir... Cómo lo lamento, esto no debió pasar, esto... Esto es culpa mía, no debí confiar en mimzy, lo siento, te traeré mí regalo como es debido bajo mis propias manos
— eso no me importa Rossie, se que fue un descuido grande, pero el esfuerzo involucro a mí madre y su delicada atención, me pone triste que todo terminó en un desperdicio
— me encargaré personalmente de eso, haré que mímzy sea castigada y te compensare con la mejor calidad en carne
— así lo espero Rossi, realmente me siento ofendido por este daño
— y... ¿Aquella criatura?
— después de empujarme corrió por mí mansión como un lunático, no sé dónde se encuentra, pero su vulgar presencia arruina la delicadeza de mí hogar, mis lacayos lo están buscando ahora... - entrecerró los ojos aún más enojado
Rossi movió los ojos mientras torcía la boca en un incómodo disgusto, no fue la intención el traer una mercancía que estuviera fuera de los alcances de gusto para su amigo, apreciaba a su madre y no quería que los errores como esos, destrozaran su reputación
Alastor dejo la taza pequeña en su mesita de mármol, detrás de el, un ligero susurro cómo la sensación del aire frío, le advirtieron sobre la procedencia de la tarea cumplida dentro de su hogar, cerro los ojos con más serenidad y alzó su mano para chasquear los dedos.
Inmediatamente una sombra de mayor tamaño y más volumen que las demás se desplazaba con sumo cuidado y quietud hacía la pareja que disfrutaba de su merienda, cargando desde su brazo aquella criatura blanca que se retorcía como un insecto de muchas patas buscando alejarse del peligro
La mujer acomodó su sombrero de plumas mirando con altivez aquella extraña figura, a pesar de su tamaño, era bastante inquieto, algo vulgar, de su boca solo salían balbuceos, su ropajes era algo denigrante y poco elegante, aún con la sutileza de un uniforme infantil para niña, era un descaro ver tal horror
Le hizo una seña aquella sombra aún con el consentimiento de su camarada, para hacer que sujete mejor a ese roñoso
— ¿Que clase de muñeca es esa? ¿Porque se mueve así? - hizo un gesto con su dedo, haciendo que el lacayo lo acerque, pero inmediatamente lo tomo con más fuerza, al ver qué tuvo el atrevimiento de gruñirle como un gato a la madam en medio de su cara — agh... Que insolente, está en mal estado, seguramente es un mal producto ¿Acaso ese sujeto no sabe tener una buena mercancía en su empresa? ¿O es que ya no le queda nada bueno que ofrecer?... Deshazte de eso
Inmediatamente de esa orden, aquella sombría presencia tomo de nuevo a la muñeca para llevarlo de ahí, este siguió moviéndose a la defensiva para librarse de el, hasta que por unos segundos paro en seco en cuanto poso su vista hacia la merienda en la mesa, desde los platos redondos de plata, deliciosos pasteles de crema y donas rellenas al brillo de un encantador glaseado en rosa y azul, respladecían en medio de galletas de chocolates y vasos de té y jugo lograron darle la sensación desesperada de volver a probar algo delicioso por largos y tormentosos meses
Giro su cabeza por impulso y arrojó un gas venenoso hacía el rostro de su agresor, quién inmediatamente lo soltó al recibir el desconcertante ataque
Cómo un niño pequeño llego a la mesa y empezó a tomar cada delicia con todos y cada uno de sus manos, sin prestarle atención al desastre que causaba por la forma voraz que comía, arrojando migas, líquidos y crema por toda la mesa, hasta el momento de manchar el traje del hombre mayor, quién junto a su amiga miraban absortos y furioso la escena
— ¿¡pero cómo es posible?! ¡¡Mira que desorden!! ¡¿Cómo te atreves?! - se levantó histérica la mujer, queriendo tomarlo del brazo, mas fue apartada de un empujón por el impulso de aquel intruso que solo se movía en defensa, mirándola contradictorio unos segundos antes de seguir comiendo — ¡Maldita cosa!
— parece que está criatura carece de educación y respeto - comento finalmente el locutor levantándose con una mirada fría y más oscura en lo que sus ojos brillaban como diales y su sonrisa se extendía — no le han enseñado como comportarse
El joven albino logro percibir la amenaza a de esa inquietante aura macabra brillando atroz a su alrededor, con la boca llena y repleta de migas, miro expectante al sujeto que parecía atacarlo, su instinto le hizo actuar de forma impulsiva, arrojando los la charola de postres hacía el, la dama jadeo sorprendida, el de cuatro brazos salto hacia la mesa, tirando todo a su paso antes de salir corriendo en dirección opuesta a ellos
El jardín era enorme, claramente sería difícil encontrar una salida, pero así sería hasta su último aliento de lucha, no dejaría que nadie lo volviera a encerrar y menos hacerle daño, entre varios árboles y arbustos, las sombras se deslizaban a gran velocidad detrás de el, el piso temblaba y un extraño resplandor verdoso comenzaba a expandirse por los alrededores, en instante llego a ver una extraña capilla a lo lejos, no tenía opción, tenía que esconderse
El suelo comenzaba abrirse y un extraño tentáculo oscuro y viscoso salió de las profundidades buscando atrapar a su presa, sin pensarlo más, el arácnido logro saltar y abalanzarse hacía la puertas de madera, que para su suerte se abrieron de par en par, cayendo al duro piso de roca, no tenía tiempo e quejarse de los raspones, se levantó y cerro con todas sus fuerzas las puertas
El golpe final se apagó, en la penumbra un silencio sepulcral y misterioso se opaco con su respiración agitada
Levanto la cabeza para mirar a su alrededor, las paredes de piedra hacían juego con el marfil de algunos pilares, solo había oscuridad y quietud, no podía distinguir bien su entorno
Estaba en una especie de castillo al parecer, solo se trataba de una casa de adorno para patio, se levantó aún con los moretones de su cuerpo y busco una salida más, encontrándose una escalera de piedra muy fina, trago duro alejándose de eso, nada podría ayudarlo ahora
Apenas logro voltearse cuando un ligero y delicado sonido de ambiente melódico le llamo la atención, una dulce tonada cuyo ritmo suave y melodioso le dieron un nostálgico golpe de tristeza, lentamente subió las escaleras llegando a buscar ese melódico tono.
Desde el umbral de una ventana, un piano de gran escala se elevó a la luz de la tarde, una hermosa figura femenina tocaba un tono muy familiar, sus delgados brazos se escondían a través de unos largos y elegantes mechones ondulados cómo la plata, las canas resaltaban finalmente por su velo en joyas y su delicado vestido caía como una picada de agua, seguia tocando aún segura con la presencia ajena que quedó mirando de manera pérdida su ser
El de ojos bicolor abrió la boca sin decir nada, mirándola fijamente sin mover un músculo, como si se hubiera perdido en su mundo, siendo solo ellos dos, con mucha discreción y sutileza, se acercó lentamente paso por paso, esperando no alterarla con sus zapatos de charol.
Se arrodilló a unos metros de semejante ángel y siguió contemplando la dulce música que enseñaba, ella sin darle importancia solo mantuvo la cabeza en su teclado
Cuando finalmente sintió que podía relajarse, un estruendoso ruido hizo que se sobresaltara, tranquilamente sin mover un músculo, la mujer dejo de tocar y alejo sus manos de las teclas.
Sin entender que sucedía, el arácnido empezó a temblar viendo desde su lugar el borde la escalera, en las cuales pasos profundos llegaban a ellos velozmente, llegando a ver de nuevo ese hombre de rojo con una alteración pesada
— ¿Cómo te atreves a irrumpir en este lugar sagrado?! ¡Le has faltado el respeto a..
— ... Alastor... - salió de la mujer de espaldas que seguía sin moverse de su lugar — no hagas ruido... Estoy en práctica ahora
— madre...
La mencionada únicamente volteó su cabeza, parecía ir en cámara lenta, su rostro cubierto por las blanquecinas telas, solo enseñaron mejor el reflejo de su boca, levanto su mano hacia ella, enseñando su pálido y arrugado dedo que se extendía hasta su fina uña adornada con piedra, haciendo un gesto de silencio
— ... Sshhhh... Vete…
El locutor la miro tieso por unos segundos mientras entrecerraba los ojos, apretó los dientes e hizo un ademán de atraer a la muñeca fuera de control, está solo jadeo asustada y gateo hacía la mujer, en un desesperado pedido de ayuda, logrando sujetarse de las finas telas caídas de su vestido, escondiendo su rostro para suplicar, siendo correspondido con una caricia en su cabeza, un consuelo de su parte que le daba su aprobación
— madre... Mis disculpas yo--
— que horror... Me siento insultada - rogó con una voz más quebradiza cómo si quisiera llorar — ya no recuerdo cuando fue la última vez que me has contradicho por un capricho... - aclamo ofendida sin verlo a la cara
Finalmente con una respiración profunda, el hombre cerró los ojos para calmar su angustia antes de salir de ahí con sus lacayos.
A pasos fuertes alastor salió de la capilla privada de su querida madre, regreso a su mansión arrojando un valioso adorno de cristal hacía la pared, gruño exaltado exigiendo algo a sus sombras con sonidos intangibles
Inmediatamente unos lacayos pequeños y rojizos, trajeron a rastras a la bailarina exótica que lloraba confundida por el trato, encontrándose con la mirada furiosa e ida por la situación que estaba pasando
— en mí vida, me habían insultado tanto... No tienes idea de cómo cai por tu estúpido descuido... No eres más que una inútil inconsciente - Ella con una cara destrozada en tristeza bajo la cabeza escondiéndose de la vergüenza
— ahora me encargaré personalmente de que no vuelvas a cometer una tontería por las malas - termino fuera de si chasqueando sus dedos, enseguida aquellos diablillos tomaron de las piernas a mimzy y volvieron a arrastrala para sacarla de ahí, Alastor exhaló, acomodo su cabello y se arregló su traje, cerro los ojos y conto hasta tres
— no es profesional vacilar con una sonrisa falsa - se aclaró a si mismo para volver a su pose tranquila. Levanto la mirada y la presencia de su amiga regreso ante el con un vestido nuevo
— gracias por el atuendo al... Me encargaré de este desastre... Mimzy
— no hace falta... Quiero hacerme cargo por mí cuenta... Gracias por visitarme mí estimada amiga
— tu compañía es un placer - termino antes de ser escoltada por un guardia a las afueras del lugar
Alastor llego hasta una mesa de adorno y apoyo sus manos ahí, empezando a respirar con más profundidad, abrió la boca una última vez y finalmente se calmo para pensar con frialdad
— bien... Fue mí culpa, me disculpare con ella... Probablemente solo tenía hambre... Soy un mal hijo, no le lleve algo delicioso durante la merienda... Ese delgado juguete no la va a satisfacer... Hmp.. - sonrió entrando en razón, no debió fastidiar la práctica de su querida madre, ahora debe estar molesta con el y es su deber arreglarlo
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Un nuevo capítulo que esperamos que le guste, a mí me encantó, la intriga muajaja.
Deje sus votos y comentarios se los quiere mucho.
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