Prisión en la nevada - OneShot (finalizado)
Charlie sujeto con fuerza el brazo de vaggie mientras corría con fuerza por encima de la nieve que dificultaba que avanzaran, al instante, ambas escucharon el silbido del tren anunciando que esté partiría de inmediato, sin pensarlo mucho, la rubia solo arrojo su mochila hacía el vagón antes de saltar en este para tomar la mano de su compañera, quién igual que ella por impulso arrojo su mochila saltando hacía adentro con ayuda de la mas alta, apenas logro subir, el tren comenzó avanzar dejando a las mujeres respirar agitadamente
— lo logramos...
— si... Ughgg
Charlie siguio respirando agitadamente mirando en su alrededor para fijarse mejor el vagón, notando las enormes cajas y las pilas de pajas amontandas en grandes mantas y algunas bancas de madera para la comodidad de uno
Pestañeo incredula al ver qué estaba habitada.
Agudizó mas la vista notando en la otra punta una figura con ojos fijos en ambas
— ouhm.. ho-hola... No pensé que esto estuviera habitado... - comento escuchando desde su lugar un quejido
— no es problema - comento la voz profunda desde su lugar como una sombra — sean bienvenidas... ¿A dónde se dirigen?
— al norte de lerbent, usted ha--
— Charlie... No deberías hablar confiadamente con alguien que no conoces - llego a susurrar la mujer a su lado sujetando su brazo — no sabes nada de el, no siquiera lo conoces... Mejor mantengamonos aquí hasta encontrar otra parada y meternos en otro vagón mas tranquilas
— calma... Sabemos defendernos... Además... solo es un hombre
— ¿están cómodas ahí señoritas?... La noche por estos lugares es fría... Si quieren--
— ¡estamos bien!... Nos quedaremos aquí hasta la próxima parada
— cómo deseen, disfruten el viaje....
Finalmente sin decir nada más, las chicas se acomodaron hacía la otra punta del vagón, colocando unas mantas y unos almohadones en medio de las paredes para dormir cómodas
— no saques demasiadas cosas Charlie, la próxima parada será en dos ciudades... Quiero viajar en paz...
— calma... Estaremos bien... Ven, entro mucha nieve aquí
Ambas se acomodaron juntas tratando de disfrutar el largo viaje que les llegaría encima durante largas semanas, Charlie se acobijo a gusto cerca de su compañera, la del gorro con el lazo sonrió comprensiva, pero inmediatamente movió su ojo hacia el otro lado, viendo sutilmente con desconfianza aquel hombre, que miraba hacia la única ventana a el, dejando que la luz del atardecer ilumine vagamente su perfil, aún sin lograr ver por completo su rostro, viendo que aún así, entre las sombras no se podía distinguir su figura, estando detrás de algunas cajas y mantas puestas en los bordes como cortinas
Una ligera sensación aprisiono el pecho de la chica, había algo en el que no le gustaba y podría prescindir de un mal presentimiento
La noche cayó en silencio lentamente, vaggie dormia plácidamente en el cuello de Charlie, mientras el ligero susurro del viento helado era como un dulce sonido de canto, mientras los chillidos bajos de la paja parecian algo más que simples hojas secas moviéndose entre si, gritaban en el silencio como diminutas ratas, bajos lamentos que pedían piedad en lloriqueos
Al instante vaggie abrió el ojo, era un llanto silencioso, alguien estaba llorando, alzó la cabeza vorazmente agudizando la vista hacia los bordes del vagón, la figura del hombre parecía sacudir violentamente algo, notando que una cabeza intentaba asomarse desde las cajas, había alguien más ahí y estaba llorando, como un impulso de su instinto, se levantó inconscientemente tomando un palo y la linterna, acercándose hacía ellos de forma amenazante, cuya brusquedad al moverse, llamo la atención de la rubia
— ¡¿Que sucede ahí?! - amenazó con el palo hacia el hombre que abrió los ojos desconcertado hacía ella
Al tanto de los ruidos, Charlie prendió una lámpara de fuego interno, iluminando mejor el lugar, llegando a ver desde los bordes de las cajas, la figura de una persona con rasgos finos y cabellos tan rubios que casi parecían entonaciones blancas, estirando sus delgados y claros brazos para intentar huir, trepandose de las maderas
— ¡¡aléjate de ella!! - amenazo la joven de gorro, apuntando su arma — ¡¿que intentas hacer?!
— darle de comer... No lo ha hecho en tres días - intento moverse mejor el hombre hacía la luz, dejando ver su rostro fino y moreno de cabello castaño y ojos café a través de sus enormes ojos, levantando sus brazos en defensa aún con las hojas de lechuga entre sus dedos
— ¿crees que soy estúpida?
— así como crees que yo soy un pervertido... Si lo creo...
— asqueroso depredador
La rubia llego a levantarse corriendo hacia la mujer de tonos claros para ayudarla, al notar que no podía levantarse y se desesperaba por salir, agitando los brazos con locura mientras gritaba con temor
En cuanto la pálida chica llego hasta la dama de cabellos cortos, tanto vaggie cómo ella jadearon del susto al verla mejor, importandole poco los viejos harapos que usaba o las pequeñas joyas y broches que colgaban de sus mechones, no era eso, si no más bien, que como impresión de su cuerpo, no tenía piernas, viendo desde sus muñones por debajo de los muslos, que habían sido cortadas
— ¡por el amor a los cielos! - se desespero la más alta, intentando acercarse para tomar su cintura, pero apenas llego a rozar sus telas con los dedos, la pobre dama, agitó los brazos hacia ella gritando aún más asustada — ca-calmate... Tranquila
— ¡¡¿¿que les has hecho??!!
— el ruido de las maderas chocando hizo que despertara por accidente y se asustó, ahora está en crisis de nervios por ti... - comento sereno el hombre sin mirarla — no parara mientras las dos estén gritando y hagan escándalo agitadas...
— cálmate... Cálmate por favor…
Vaggie apretó los dientes, la inquieta mujer seguía gritando y agitandose como si se quitará algo grande de encima, mientras apartaba a Charlie quien intentaba calmarla
— baja eso y déjame hacer mí trabajo... No parara mientras tu--
— ¡¿quien eres y que--
— hablaré después... O ¿prefieres hacerlo entre gritos?
La mujer de un ojo lo miro desconfiada aún, pero parecía que dicha mujer terminaría por tener un ataque al corazón si no se calmaba y estaba tirando todo en su alrededor, la mayoría de cosas eran de madera y todo terminaría en un desastre si no se hacía algo, con algo de rabia, bajo lentamente el palo y se alejo del sujeto, moviendo su cabeza hacia la chica como señal de que continúe, al instante, el sujeto moreno se levantó, saliendo de en medio de las cajas para llegar a la persona en interiores y abrazarla con fuerza para que se calme, Charlie se aparto y se quedó cerca de vaggie, ambas se miraron por un instante, regresando a ver cómo el sujeto la abrazaba y le hablaba en otro idioma en su oído
Finalmente pasaron los minutos, la noche era muy fría, por más que las puertas hayan sido cerradas, en el centro de los bancos de madera, se alzaba una ardiente llama para la comodidad de los viajeros, Charlie dejo cerca la lámpara mientras sujetaba la taza que el hombre moreno le invito, dándoles a ambas un poco de leche caliente con miel, sentadas en unos almohadones de plumas y mantas de lanas que las cubrían a las dos, el hombre de lentes se acomodo mejor en un sillón sin patas para quedarse más a gusto en en piso cerca del fuego, teniendo encima a la pobre persona, durmiendo en su pecho, que por el emblema de la cadena en su pierna, se trataba de una esclava comprada desde las lejanías de europa
— supongo que nos llevamos una primera mala impresión... Empecemos otra vez... Mí nombre es alastor y esta linda damisela en apuros, solía ser Anthony, ahora se llama Angel, es un esclavo que fue traído desde Italia, siendo perteneciente de las evaMarias, es uno de los pocos hombres con tonos claros en su ser... Lo compré a tiempo de que fuera llevado a Russia y ser usado para el gozo de uno de los overlords más grandes de la industria de la tv
— pobre de el...
— ¿que hacías tú en una compra de esclavos?
— soy un viajero de Francia, me dirigía a España e Inglaterra para terminar unos estudios, cuando la organización paso cerca de este tren, siendo el último que quedó, pidieron una última propuesta antes de ser llevado... Voy directo a lebernt... No me quedaré ahí, solo lo dejaré con la organización de ayuda para que sea liberado... Y se gane su carta de derecho...
Ambas chicas, torcieron la mandíbula, ambas pertenecían a dicha organización de derechos, no esperaban llegar a ver un hombre que comprará un esclavo, solo para ayudarlo, no sabían bien que pensar
— bu-bueno... Lamentamos haber pensado mal de ti... Nosotras somos de la organización de derechos... Se quedará con nosotras y la ayudaremos a conseguir su carta... Esto... Gracias por tal acto
— hum... - movió el ojo la morena de cabello negro como el abano, sin saber que decir realmente
Finalmente todos alrededor de la fogata lograron dormir de forma más cálida, el castaño acaricio lentamente la espalda de su linda María quién complacida, dormía dulcemente encima una vez que sintió las manos de su dueño encima.
La noche arribo llevándose consigo el fuego que se consumió lentamente mientras el sol arribaba encima de los vagones.
Charlie estiró los brazos para desperezarse con cansancio en su bolsa de dormir, ligeramente volteó hacia su contorno, logrando ver a alastor en frente de angel, este con la cabeza agachada miraba triste el piso, mientras el moreno le acercaba una cuchara de sopa para que comiera, mientras le susurraba algunas cosas en italiano, la dulce rubia hizo una mueca ante eso algo apenada, quiso acercarse pero al momento de poder levantarse de su saco, el joven sin piernas empezó a temblar y trato de arrastrarse hacía las cajas del borde para esconderse, Charlie se altero apenada y se acercó con pena al hombre
— lo siento... No fue mí intensión
— no ha comido en tres días... Ya me preocupa…
— no lo hagas... - toco su hombro con ánimo — en el pueblo, hay puestos ambulantes, quizá se sienta más seguro si come delante de muchas personas
— ¿y si se sofoca?... Digo... La gente lo verá y eso lo incomodara...
— quizá si al principio, pero seguro se sentirá más centrado al comer... Quizá tenga miedo de comer algo que le haga daño....
— entiendo... - hablo sin mucho que decir
El castaño suspiro, la rubia con una sonrisa animada le dio unas palmaditas antes de acercarse a su compañera mientras el castaño se levantaba hacia el albino para ayudarlo a vestirse.
La rubia sujeto a su amiga que apenas podía salir de su saco cuando está le acercó una taza de chocolate
— buenos días... Bajaremos por algo de comida en la estación siguiente
— buen día, ¿Que son esos ánimos? Pareces feliz
— ¿oh si? No pensé que se me notará tanto, me siento mal por encontrar un esclavo más, pero la buena acción de ese sujeto alastor, me levanto demasiado, estoy feliz de que mucha gente este en contra de tal sistema horrible
— si... Fue muy bueno... Aún así...
— ¿Que sucede?
— respeto lo que hizo... Pero lo mejor sería tomar en nuestras manos a esa esclava e irnos en otro tren...
— ¿Por qué lo dices?... Alastor hizo una buena acción, pensé que podríamos invitarlo a venir con nosotras...
— Charlie... Una cosa es hacer una buena acción y otra, solo el hacer el bien a través de una cadena de ayuda... Algo no me gusta de el... No confío en su ser... Es como si... No sé... Ocultara algo
— vamos, vamos, se que parece tenebroso y extraño... Pero... A veces uno solo se deja guiar por la apariencia... El le salvó la vida a alguien... Debemos ayudarlos
— no lo se chars... Siento que algo no está bien
— vaggie... Confía en mí... Se cuando veo algo bueno en alguien... El lo ayudo... Aún con su apariencia desinteresada... Se que hizo algo bien... Por una buena causa...
— ouhmmm - movio los ojos aún preocupada
— alastor es una persona de bien... Puedo sentirlo... Además... Es muy apuesto... Aquí entre nos... Me gustaría conocerlo mejor - sonrió colocando una mano en sus labios con un ligero guiño, sin notar la mueca de asco de la morena
Finalmente ambas se levantaron y se dirigieron detrás de algunas cajas enormes, el castaño las vio de reojo hasta que ambas salieron de su campo de visión.
En ese instante se metio en el fuerte improvisado que hizo, llegando a ver al albino abrazar su peluche gigante con melancolía
— vamos a bajar a comer... Quiero que comas - hablo serio, viendo que este solo movió la cabeza y la sacudió en negativo, a lo que inmediatamente fue sujetado de su cabello obligado a ver al hombre de lentes, cuyos ojos cafés llegaron a tomar un extraño y ligero tono rojo en sus pupilas con un claro brillo verdoso en torno de su cabeza — estoy empezando a enojarme... Quiero que comas - ordenó logrando que el albino se altere hasta que esté soltó su bomba — angel... No querés que te corte el brazo ahora ¿no?...
Ante aquello el rubio pálido abrio los ojos desconcertado, empezando a temblar del miedo antes de llevar sus manos a la cara y llorar desconsoladamente con tristeza y miedo.
Lentamente el castaño lo soltó y volvió su mirada a la normalidad antes de acariciar su cabeza con cariño
— shhh... Shhh... Lo lamento... No pasa nada, ven mí amor - lo tomo entre sus brazos para acobijarlo — estoy preocupado por ti... Quiero que comas... Si no lo haces... Te enfermeras
— no... No ya no...
— no le pondré nada... Lo prometo... Ya no le pondré ningún sedante o veneno tóxico... Solo quiero que estés bien, yo te amo... ¿Tu me amas? - lo tomo de los hombros esperando su respuesta, viendo que esté asentia con pesar — entonces tienes que comer... Por favor mí amor... Por papi
— ¿papi… ?
— si bebe... papi... Papi te ama - lo abrazo acobijandolo en su pecho — quiero cuidar de ti... Te daré lo que quieras... Comida, dinero, joyas...
— ¿un vestido?...
— un hermoso vestido que combine con tus ojos y brille con tu sonrisa - lo tomo del rostro acariciando su mejilla — te comprare todos los vestidos que quieras... Porque te amo
— te amo...
— ¿comerás por mí? - pregunto una última vez, el albino bajo la mirada un instante pensándolo por un segundo algo desconfiado, regresando a alzar la mirada hacia el, asintiendo la respuesta positivamente — gracias mí amor... No tienes idea de cuánto te amo ahora... - beso delicadamente sus labios
Finalmente el tren silbo avisando que en pocas horas llegarían a una estación cercana, las chicas lograron abrigarse lo mejor posible antes de esperar al castaño.
En ese momento Charlie logro abrir los ojos inquieta antes de encogerse de hombros y sonreír sutilmente con un ligero sonrojo en cuanto alastor se quitó la camisa dejando su torso al descubierto, acercandose al albino para colocarle su camisa pero sin abotonarla, dejando su pecho desnudo antes de colocarse un chaleco.
En ese instante vieron sorprendidas cómo saco una especie de arsenal de varias tiras y enganches, con cubiertas en forma de medias, cubrió los muñones del joven y se volteó para que esté se sujetara de su espalda, finalmente unió los enganches de las tiras en medio de su estómago, como una especie de soporte que sujetaba al albino en su espalda, finalmente debajo de grandes mantas había un camperón de gran tamaño, como para una persona de doble peso, algo que ayudo a cubrir a ambos como una sola persona.
La rubia de mejillas rojas algo sorprendida se conmovió por lo atento y dulce que fue con todo su equipamiento.
Pero vaggie apretó los dientes, eso fue más que raro, dándose cuenta que enserio algo andaba mal.
El tren se detuvo lentamente, alastor coloco una escalera de mano ayudando a las chicas a bajar en cuanto lograron divisar un par de puestos al aire libre, por suerte en esa zona, la nieve había descendido un poco y se acercaron a tomar algo de leche caliente y panes con carne
Charlie sonrió radiante mientras soplaba su bandeja, alastor se alejo un poco para pedir algo de servilletas dejando discutir un poco a las chicas
— ¡es muy atento! - sonrió enternecida
— ¿es broma? Charlie... ¿No notaste nada raro?
— ¿De que hablas?
— por el amor de-- ¡¡Charlie!! Dijo que compro de casualidad ese esclavo... Pero ¿no viste el arnsenal bien preparado? Es obvio que lo tenía especialmente para el... ¿Sabes? No le creo nada que fue casualidad... Tiene demasiadas cosas preparadas, ya sea una escalera para el tren, como un enorme camperon para personas de peso grande, donde entrarían justamente dos... Son demasiadas coincidencias...
— probablemente tenga una explicación
— o quizás varias... Charlie esto es serio... No confío en el... Algo me grita peligro... Tenemos que tomar ese esclavo... Creo que está en peligro...
— vaggie cálmate... Mira una cosa... Quizá estés exagerando, se que viste demasiadas cosas cuando la organización se envío en envuelta con el tráfico de personas... Pero no todas las historias son malas... Tu sabes dialectos latinos... El español proviene del italiano... Quizá puedes quitarle algo... ¿Que te parece si yo lo distraigo y tu hablas con angel?
La morena suspiro, era mejor que nada, había algo malo en el aire y se trataba de algo realmente grande
Finalmente de unos minutos alastor llego a ella algo agitado
— lo lamento chicas... El aire se nota más helado... Angel está comiendo... Voy a volver al tren... - comento el castaño regresando a sus pasos
— tiene razón, creo que se viene una tormenta
— el tren no avanzara de ser así...
— estaremos bien... Tenemos suficientes provisiones y mantas para mantenernos calientes... - sonrió la rubia satisfecha — además... Es buen momento para hacer eso - le guiño el ojo yendo detrás del castaño
Vaggie rodó el ojo y fue detrás de ella, en cuanto regresaron al vagón, lograron notar que la nieve comenzaba a levantarse, decidiendo cubrir las ventanas con algunas cortinas antes de que el aire frío se esparciera, mientras el castaño dejaba a angel en los almohadones, suspiro con un ligero alivio al verlo masticar el pan relleno con carne
— muy bien... Eso es... Reconfortante... Lo mejor sería que después tomarás un baño - le sonrió comprensivo, a lo que esté con un ligero sonrojo le tocó el brazo con una ligera suplica — no podemos bañarnos juntos... La morena no deja de mirarme... Sospecharan... Querrán llevarte lejos de mí...
— ... Papi...
— no te preocupes... Nadie te llevará lejos de mí... - entonó en rojo sus ojos
— ¿papi... ?...
— calma cariño, sigue comiendo... Papi se encargará de ellas, si intentan alejarte de mí... - sonrio antes de darle un beso que fue correspondido
Las horas avanzaron y el tren volvió andar lentamente, logrando que las chicas se acercarán a la ventana pequeña para ver los horizontes repletos de escarcha en el profundo manto blanco, antes de sentir los pasos de alastor cerca de ellas
— ¿Alastor...?
— oh... ¿Las interrumpo?... Voy a calentar algo de agua... En otro vagón hay una tina... Será mejor que bañé a angel...
— de hecho... Podemos hacerlo nosotras... Vi que hiciste muchas cosas por mí y vaggie... Nos gustaría ayudarte... Siendo ayudantes de la organización de derechos, estamos al tanto de ayudar lo mejor posible a los necesitados
— es verdad... Siempre estamos preparadas...
— no hace falta
— insistimos... Pasas de un lado a otro... Dejanos ayudarte... Ya hiciste mucho por ese joven... Mejor prepara la merienda... Nosotras haremos el baño... Habíamos ayudado a limpiar y bañar muchas Marías y esclavos en América... Queremos ayudarte a ti ahora..
—... Claro…
El cielo se despejó, el sol era el único consuelo de calor con sus pequeños rayos encima de la nieve, vaggie toco con sus dedos el agua de la tina de madera para sentir la temperatura del agua, antes de ver qué alastor colocaba al niño de ojos claros
— con eso será suficiente, vaggie se encargará, ven al... Traje ingredientes para preparar panecillos - hablo emocionada la rubia, tomando del brazo al más grande mientras regresaban al otro vagón, siendo observados sutilmente por la morena
Angel vio como su dueño se alejaba con aquella chica e intento estirar los brazos para salir de la tina, siendo sujetado a tiempo por la del parche
— tranquilo…
Charlie algo entusiasmada saco algunas bolsas pequeñas de harina de su mochila antes de acercarse a las repisas grandes de madera, donde el lentes coloco una mini estufa a gas para prender un mini horno
— entonces... Alastor... ¿Hace cuanto que viajas solo?
— 12 años... Mí madre era una exploradora de la naturaleza y científica de animales, pase la mitad de mí vida viajando, nunca me quedé en un solo lugar
— eso es muy encantador, tienes un alma humilde... Porque quisiste rescatar a ese joven
— la humildad es parte de ser humano... Pero como todo ser humano, uno no vive de bondad... Mí madre fue una esclava comprada de pequeña, se libero por si misma... La verdad nunca me importo... Pero simplemente creo que no se lo merecía... Es humano al fin y al cabo
— alastor... Aunque digas que no te importa... Se que lo que hiciste, lo hiciste por un bien mayor... Tu eres un alma noble... Ven con nosotras, siempre tenemos los brazos abiertos para todos y alguien como tu--
— con todo el respeto... Paso... Como dije no me interesa... Solo hice lo que era correcto... De todas formas mí vida ja sido moverme de un lado a otro... No es lo mío...
— bueno... Supongo que cada quien elige su camino... Gracias de nuevo por salvar a ese chico... Lo llevaremos con nosotras, ahí cuidaremos de el... Ya no tienes que molestarte más
— es un alivio deshacerme de las molestias... - comento tranquilo mientras sacaba de las cajuelas una enorme cuchara de metal
Angel se removió en su asiento, al sentir las manos de vaggie sujetar sus brazos, estaba demasiado incómodo y nervioso, aún cuando está solo limpiaba su piel con un paño húmedo, apenas tocandolo, la sensación en si mismo de ser atacado o lastimado en cualquier momento, solo lo hacía ponerse la defensiva, la chica apenas lo miraba, sabía lo que era tener miedo de desconocidos, así que lo limpiaba con cuidado y mucha sutileza.
No fue hasta que bajo los brazos para para tirar algo de jabón y cayera en sus piernas, logrando un sobresalto agitado que derramó gran parte del agua, la morena se asustó viendo que esté intentaba levantarse haciendo gestos de apartarse
— ¡Calma! ¡¡Cálmate!!
— ¡nooo!
— está bien... No te tocaré las piernas... - levanto las manos en defensa
Pasaron varios minutos en que vaggie tuvo que encargarse de hacer que se calme, por suerte tenía algo de experiencia en tratar con personas inestables, angel era parte de eso
— vamos... Respira... Así, conmigo, eso es... - puso una mano en su brazo, asegurando que esté hiciera lo mismo, mientras agachaba la cabeza para seguir llorando — todo está bien ahora... El hombre que te hizo esto ya no está... Estás seguro - comento, antes de ver cómo el albino alzaba la cabeza muy sorprendido antes de verla
— ¿no.. ?... El...
— el no está aquí... Se fue
— se fue... Se... - bajo la cabeza mordiéndose el labio inferior para evitar llorar, levantando aquella sospechas que la morena había tenido desde que subieron al tren
— el... ¿Está aquí?... Allá - señaló el otro lado del vagón donde se fue su amiga, haciendo que el rubio volteara
— el...
— ¡aquí! - señaló el muñon de su pierna derecha — ¿El hombre? ¿Fue el?
— no... ¡No!... ¡Mimzy! - grito mientras se cubría la cara, ante el desconcierto de la del lazo al escuchar el nombre de una mujer
— esto... Te lo hizo... ¿Otra chica?
— mimzy... Ella... Quería, lo quería... Mimzy quería su novio…
Vaggie entrecerro el ojo algo confundida, pero parecía algo inquietante ver la verdadera razón de tal acto aberrante
— continua... Fue... ¿Fue mimzy? ¿ella hizo esto?
— mimzy... Quería... Quería a su novio... Pero... su novio... Me quería a mí... Ella hizo esto... - apretó los labios al recordar el dolor
— ¿te corto las piernas por su novio? - lo miro apenada
— ¡pierna!... Está... ¡Fue mimzy! - fruncío el ceño tocando su pierna derecha
— ¿fue solo esa?... Entonces... ¿Y está? - acercó más su mano a la izquierda sin tocarlo
Al instante el albino pestañeo, relajando su expresión, levantándola lentamente para verla a la cara
— alastor
Vaggie abrió la boca dejando salir un jadeo del susto, apenas tuvo tiempo de levantarse cuando vio de reflejo un brillo de luz cerca de su ojo, a punto de darse la vuelta, siendo golpeada al instante por la cuchara de metal abollada y ensangrentada.
Por el repentino ataque, angel grito, cubriendose la cabeza mientras los golpes intensos a su lado lo atemorizaban, importandole poco la sangre que salpicaba hacía su cuerpo
Alastor respiro profundo, aún agitado en frente del cuerpo inerte, dejando salir un gruñido pesado, volteando la mirada hacia el pequeño niño temblando de miedo en la tina con el agua ahora roja.
Al escuchar sus delicados quejidos de miedo y tristeza, su mirada dejo de temblar y suspiro cansado para acercarse a el y consolarlo, terminando de limpiar el desastre por el mismo
— ya mí amor... No te asustes... Papi está aquí... Nadie te llevará lejos - comento abrazando al pequeño sin piernas que aún lloraba pegado a su pecho, llevando únicamente su camisa
El tiempo avanzo a pasos lentos y cortos, después de una larga y fría noche invernal, alastor bajo del tren totalmente abrigado, llevando en su mano un carrito de viaje, siendo recibido por unas mujeres que lo ayudaron a bajar
— ¡¡bienvenido!! ¡¡Alastor!! ¡Cuánto tiempo ha pasado! - le saludo su amiga — mirate, estás enorme, ¿Subiste de peso?
— el invierno es muy intenso.... Necesito de mucho abrigo, este camperón es gigante, me cubre bastante bien
— ya veo... Ven puedes pasar el fin de semana en mí hotel - le sonrió animada
— gracias... Me gustaría relajarme un poco antes de partir América en barco
— aquí siempre serás bienvenido... ¿Que llevas ahí? ¿Es tu equipaje?
— provisiones... Fue un viaje muy largo... Pero exagere con la carne... Hay demasiada... Temo que se desperdicie... Te lo puedo dejar a ti para tu hotel
— owww, tu siempre tan atento - comento encantada antes de voltearse — niñas, tomen la carne y lleven a alastor a una habitación lo suficientemente grande para su gusto
Alastor siguió a la mujer que tenía delante, caminando hacia las puertas del hotel para viajeros, en cuanto sintio en medio de su cuello un leve cosquilleo por las inquietantes manos de su carga
— tranquilo amor... Ya llegamos... Ahora comeremos algo... No hagas ruido... - susurro mientras escuchaba a la mujer hablar en voz alta por su emoción, ignorando por completo que el rubio escondido en el enorme abrigo, intentaba decirle que su nuevo lazo rosa se le cayó de su cabello y estaba molesto por eso
¡¡Fin!!
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Una historia más cortesía de nuestra chocolatito que seguro les gustaría.
Sigan en sintonía :D
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