Un día muy normal como cualquier otro estaba llegando a casa de un paseo con mis amigas, pero sentía que alguien me observaba. Al darme la vuelta no ví a nadie, solo árboles detrás de mí.

Aquella tarde pasó algo que nunca olvidaré. Me encontraba llegando a mi casa, en frente mío había una calle larga y otra en lateral; como me había quedado sin batería casi no veía nada. Fue entones cuando vislumbré a una persona de apariencia sobrehumana, sus brazos y piernas eran largos y no sé si era mi imaginación pero no tenía rostro.

Salí corriendo y llegué a casa sudando. Mi hermano me pregunto si me sentía bien y yo le conté sobre la figura sobrehumana que había visto. No me creyeron, pensaron que estaba loca.

Ya ha pasado mucho tiempo desde lo sucedido, nunca podré olvidar a esa figura. Lo más impresionante fue que el otro día estaba revisando unas fotos de cuando era pequeña y esa figura aparecía en cada una de ellas, no me lo podía creer.