Historias que me pienso pero nunca hago Parte 5 (2/3)
A la mañana siguiente el cielo aún seguía despejado, como era Sábado nadie de los 7 dormitorios quería salir de sus habitaciones por el frío del ambiente, aún que algunos tenían cosas que hacer.
Eso paso a un estudiante de Savanaclaw, se había levantado para ir a la biblioteca y terminar unas tareas pendientes, pero cuando salió de su habitación se sorprendió al ver que casi todo estaba cubierto por vegetación, ya no parecía a la desértica Savana, rápidamente y aún que se ganaría un regaño de su líder, fue corriendo a despertarlo y mostrarle lo que estaba pasando.
En Heartslabyul era casi todo un caos, los flamencos se encontraban dentro del dormitorio y fuera de este en el jardín donde se hacían las fiestas del no cumpleaños, mientras que los erizos se encontraban dentro de los dormitorios de los estudiantes, la mayoría durmiendo con uno de primer año a quien no le parecía molestarle en lo absoluto, pero la sorpresa que se llevarán todos cuando despierte y vean que incluso estaban en la cocina buscando que comer.
Las siguientes víctimas fueron los de Scarabia, había serpientes de todo tipo por el dormitorio y la sala común, más que afuera de este habían Tigres de Bengala comunes y blancos durmiendo tranquilamente, esperemos que las serpientes no quieran comer.
Pomefiore estaba lleno de pequeños animales del bosque, aún que estos no eran molestias, pero algunas plantas habían crecido de más, haciendo ver una imagen digna de una pintura.
Octavinelle se había llenado de muchos peces de colores e incluso lo que era el Mostro Lounge ahora parecía un arrecife de coral con corales reales, ahora eran parte de la decoración del lugar, las mesas y sillas de coral, algunos erizos de mar, lapas y estrellar de mar en la cocina, incluso había cangrejos caminando por el lugar hasta en los dormitorios de los residentes.
Ignihyde se había convertido en el mismísimo inframundo, se podía ver a muchas almas volando de aquí para allá soltando gritos, sollozos y lamentos, parecía una casa del terror.
Diasomnia, todo lleno de enredaderas con espinas, algunas hasta entraban por las ventanas de los dormitorios, otras adornando la sala común, en donde se ubicaba el trono del líder.
En poco tiempo gritos de los estudiantes se escucharon a través del espejo que unía el dormitorio a la escuela, tan grande fue el escándalo que despertó a la unica residente de Ramshackle.
Poco a poco fue abriendo los ojos, había pasado toda la noche cambiando algunas cosas en la Academia, incluso con unos amigos "oscuros" pudo reconstruir Ramshackle o como sus amigos los cuadros le dijeron, "el dormitorio destartalado".
Se estiró y salió de su habitación para ver el lugar en buenas condiciones.
- muchas gracias por ayudarmes, señores fantasmas -agradecio viendo a los mencionados aparecer delante de ella- seguramente fue muy difícil vivir en un lugar que se estaba cayendo poco a poco -.
- nosotros deberíamos agradecerte, este lugar se ve mucho mejor, ojalá Yuu estuviera aquí para verlo -respondio el fantasma más flacucho-.
- si me dijeron de él, el humano sin magia -recordo apenas mencionaron aquel nombre- iré a explorar un poco más la Academia y de paso buscaré a ese tal Grimm -.
- tenga cuidado con él, es peligroso -advirtio el fantasma más gordo de los tres-.
- no juzguen a un murciélago por sus alas, que sea un monstruo no significa que sea peligroso, aquel chico Yuu se hizo cargo de él hasta que regresó a su mundo -le sonrió para luego colocarse una capa negra con capucha- nos vemos después -.
Se despidió de los fantasma y camino por las afueras de su dormitorio hasta el protón de este, aun que el ambiente parecía oscuro y triste, el patio y en los alrededores del dormitorio se podía ver verde vegetación, árboles que ya tenía la mayoría de sus hojas y algunas enredaderas que se levantaban por las paredes del edificio.
Camino a paso tranquilo, se sorprendió al no ver a ningún alumno fuera de la escuela, más aún que se seguía escuchando los gritos de todos, en poco tiempo se detuvo en donde se encontraba las estatuas de los 7 grandes, justamente se paró delante de la estatua de Maléfica, la reina del valle de las espinas, de todos ellos, Maléfica era la única con la que mayormente se llevaba bien, incluso la considero su más grande amiga.
- lamento haberme ido sin avisarte, amiga mía -le hablo a la estatua como si esta la escuchará- pero era yo o ustedes... no iba a permitir que les pasará algo, siendo ustedes los magos más poderoso, incluso más poderosos y talentosos que yo -una sonrisa nostálgica apareció en su rostro- sólo espero que mi repentina ausencia no le allá afectado de alguna forma -.
- nya~ por que tanto alboroto? -.
Cerca de donde estaba se escuchó una voz cansada y adormilada, volteo a su izquierda y vio a un gato con orejas de flamas azules que caminaba medio dormido, no dijo o hizo nada hasta que el pequeño monstruo chocó contra su pierna, despertandolo en el instante.
- te encuentras bien? Joven Grimm? -peegunto mientras se apoyaba sobre una rodilla- espero no se allá lastimado -.
- que? -el pequeño monstruo levantó la vista y vio a quien tenía adelante, aun que no vio su rostro por la capucha- quien eres? Y como sabes mi nombre? -.
- tal vez estuve mucho tiempo encerrada -llevo sus manos a la tela que cubría parte de su rostro para quitarcela- pero sólo vasto una noche para informarme de lo importante -.
Aquel monstruo no entendió a que se refería, pero lo que si sabía es que en su cuello tenía un lazo de rayas blancas y negras con una gema morada, igual al que él siempre usa en su cuello.
- quien eres tu? -volvio a pregunta, la mujer lo levantó y lo acomodo en sus brazos-.
- disculpa por mi mala educación, soy Ofelia, la fundadora de Ramshackle -.
- que? No te creo y como es que sabes mi nombre? -.
- verás Grimm -con el nombrado en brazos comenzó a caminar, alejándose de las estatuas- los fantasma me hablaron de ti y de tu amigo Yuu, me e enterado de muchas cosas desde mi recientemente llegada, y también se que pasaste por un estado de descontrol tras ingerir las rocas de miasma -.
Siguió explicando bajo la atenta mirada del monstruo hasta llegar entrar al edificio y caminar por los pasillos iluminados por las flamas azules que ella misma encendió.
Siendo ignorantes del escándalo, Ofelia llegó al mismo pasillo en donde abrió nuevamente las puertas de aquella habitación secreta, al entrar estas se cerraron y dejó a Grimm en un sillo que estaba junto a una ventana, de un librero saco lo que era un viejo y polvoriento álbum de fotos y sobre el librero se encontraba la misma cámara que Yuu solía llevar a todos lados.
- aquí es donde solía dejar mis cosas y tener un espacio propio para pasar el tiempo yo sola -explico cuando noto la mirada curiosa de Grimm- en este álbum se encuentran las fotos que yo tome cuando fundamos los 8 dormitorios y de muchos momentos que pasamos con los alumnos de ese tiempo -.
Abrió el álbum y se lo paso a Grimm para que lo viera.
Luego de un rato de ver las fotos y responder a muchas preguntas, Grimm comenso a presumir de que había encontrado al fundador de su dormitorio, aun que aún tenía una duda.
- por que nadie sabe de ti? O de al menos tu desaparición? -pregunto sin saber que respondería-.
- parece que eliminaron cualquier rastro de mi o de mi vida... aún que no recuerdo mucho de mi pasado, todo era normal, hasta que un hombre apareció en la Academia y trato de eliminar a los 7 grandes, pero se lo impedía y termine atrapada en este espejo de mano, donde estuve encerrada por mucho tiempo, vi como el tiempo y los años pasaba y yo ahí sin envejecer y sin tener hambre o sed, sólo se que aquel hombre desapareció al igual que yo, lo creí muerto pero no puedo asegurarlo -.
- y por que regresaste aquí? Pudiste tener una vida tranquila -.
- quería ver los cambios en este lugar, incluso devolví algunas cosas como eran antes -.
- como que? -.
Pronto un golpe en la puerta se escuchó, Ofelia se levantó y tomo el espejo para ocultarlo bajo su capa, abrió la puerta y se encontró con el director de la Academia.
- usted deber ser Crowley -.
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