Historias que me pienso pero nunca hago Parte 4 (1/4)

Hola, soy Tn y está es mi historia.

Actualmente tengo 19 años pero esa es la edad que suelo aparentar, no puedo decirte cuantos años tengo realmente, perdí la cuenta desde los 50 años pero bueno, sólo diré que soy mucho más mayor que cualquier otra persona.

Soy un dragón pero puedo optar por una apariencia humana para así mezclarme entre los humanos, en mi apariencia verdadera soy un dragón esqueleto con alas rotas y agujereadas pero eso no me impide volar con normalidad, también tengo un Don, el cual me permite convertirme en cualquier animal que haya comido antes. Muy loco, verdad?

E estado muy presente en la historia humana y pocas veces intervine pero mayormente me mantenía oculta, no quería que cualquier humano me descubriera y sepa lo que soy realmente por que si eso pasa tendría que comérmelo y eso es algo que me desagrada.

Nunca e tenido padres, siempre estuve sola, cuando comencé a tener memoria y a entender todo a mi alrededor supe que había nacido en la oscuridad, todo era oscuro y frío, no había nada más que un mundo negro y sin rastro de vida a excepción de la mía.

Pero en algún momento una luz blanca me rodeó y pronto aparecí en un lugar tan brillante, aquel oscuro y negro lugar fue reemplazado por colores muy brillantes, poco a poco descubrí que había aparecido en medio de un prado verde bajo el cielo azul, aquel nuevo mundo llamo mucho mi curiosidad y me dispuse a explorar.

Al parecer no era la única dragón en ese lugar, dragones y otras criaturas distintas vivían en paz en ese mismo mundo, la verdad es que nunca supe entablar alguna conversación con ninguno de ellos o si hablaban mi idioma.

Siglos después me había impuesto como meta explorar todo el mundo, mayormente viajaba en tierra como cualquier criatura diminuta como un caballo o un lobo, pero sobre el mar podía usar mi lado dragón o cualquier animal volador.

Mientras más explotaba más descubría, como saber que los humanos le temen a lo que nunca vieron en sus cortas vidas, o lo cruel y narcisista que solía ser el hombre con tal de tener el poder.

Aún que en algún punto me molestaba eso, sabía que sin la existencia del mal no habría un equilibrio con el bien, todo tenía su opuesto.

Poco a poco vi como las cosas cambiaban y como también la magia se desvaneció en el olvido, dejando el paso a la alquimia que en el futuro se le conoce como Ciencia, pero en algunas partes del mundo la magia aún permanece pero era escasa, al igual que mi primer encuentro con los humanos, la magia para ellos era un terreno desconocido y algo de lo que tienen que temer aún que a otros lo tomen como broma. Pobres seres ignorantes, no saben en donde se meten si lo intentan.

Regresando a la actualidad, soy una chica de 19 años que trabaja como mesera por los días pero en las noches tengo otro tipo de trabajo, como una sicaria a suelo, mucha gente suelen tomar este camino cuando tienen problemas económicas y yo que aún me falta por aprender de aquella nueva época estaba dispuesta a hacer cualquier cosa.

E aprendido a cambiar parte de mi cuerpo humano con mi cuerpo dragón, como si fuera algún tipo de híbrido y eso me sirve mucho en mi trabajo de noche. A demás, tengo comida gratis.

Se que dije que no me gusta matar a los humanos pero suelo darme el lujo a veces.

Ahora mismo tengo el día libre por lo que hoy iré a la biblioteca que suelo frecuentar mucho para leer o releer algunos libros.

Pero también es que e sentido la presencia de magia muy peligrosa en ese lugar, por lo que suelo investigar si es sólo falsa alarma o algún libro o persona que emane esa aura.

Al entrar todo está tranquilo, lo único que se escuchaban eran los pasos de las personas que pasaban por el lugar.

Salude como siempre al bibliotecario y me dirigí a la sección de historia antigua, me dispuse a buscar cualquier libro que me llamará la atención pero al final siempre terminaba por leer el mismo libro otra vez.

Pero luego de revisar las repizas encontré uno de cubierta de cuero y con la portada en blanco, pensé que sería una bitácora de alguien que lo dono a la biblioteca como una forma de compartir sus hallazgos pero mi instinto me decía que era otra cosa.

Me fui a sentar y comencé a leerlo, las primeras hojas estaban en blanco pero poco a poco note algunos dibujos hechos a manos y una escritura en un idioma que si entendía.

Hablaba sobre las criaturas que existieron en la antigüedad de las cuales poseían un gran poder que sólo los humanos que eran dignos podían tenerla para su beneficio, en algunas páginas mas adelante me sorprendí al encontrar un dibujo de mi cuando era más joven.

Yo en ese momento pensé "seguramente ya me habían visto antes, ya que no suelo conocer a muchas personas" pero mientras leía lo que decía, algo en mi me pedía que me detuviera o terminaría mal en algún sentido.

- enserio crees que ese libro tuyo este aquí? -.

- el loco tiene razón, piensa que el tiempo lo haya deshecho pero de no ser así, entonces debe estar en una biblioteca de otro país -.

- tiene que estar aquí, la otra vez que vine pude sentir la magia del sello que le había puesto para que se conservará -.

Sin darme cuenta el pánico llegó a mi cuerpo y no sabía por que, pero esas voces se me hacían muy familiares pero aún que tratará de hacer memoria no podía encontrar de quienes eran.

Luego mi vista se posó nuevamente en aquel libro y pensé en dejarlo en su lugar como si nada hubiera pasado pero mi cuerpo pensaba distinto, me levanté de donde estaba y me fui de ahí dejando el libro abierto en la página donde estaba el dibujo de mi misma.

Cuando ya estuve en la calle suspire y mire la hora en mi reloj de muñeca, había salido más temprano de la biblioteca de lo que solía estar acostumbrada, así que sólo me dispuse a caminar hasta mi actual casa y no salir por lo que queda del día.

Aún que nunca pensé que ese libro sería el inició de lo que sería mi nueva aventura. 

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