6. La abuela vino a despedirse de mí


Una vez, estaba sola en mi casa. Eran las ocho de la noche más o menos y me acosté a dormir. Mis padres llegarían en unas horas. La cosa fue que yo me desperté como a las once porque escuché a mi papá llamándome para que fuera a abrir la puerta, que se le había quedado la llave y yo toda molesta me levanté a abrir la puerta de la casa y eso, y él me llamaba y todo tipo: «¡Apúrate que es tarde, mija!». Y yo, tipo: «¡Sí, ya voy!».

La cuestión fue que, cuando fui a abrir la puerta, no había nadie y yo pero si vi su silueta (la puerta es de vidrio). Yo pensé que me estaba haciendo una broma. Salí y no había ni un alma en la calle. ¡Pum! Llamaron al teléfono de la casa y fui a contestar, era mi papá diciéndome que no llegaría esa noche porque la fiesta estaba buena y yo: «¡Virgen Santísima!». Toda cagada me fui corriendo al cuarto... Cuando llegué a él, todas mis cosas estaban en el piso y el colchón de la cama en el suelo y yo como buena cristiana que soy me fui llorando a la casa de mi vecina.

GreyBell2003g

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Lo único así que me ha ocurrido fue que escuché una risa proveniente del cuarto de mi hermana y yo era la única que estaba en la casa. Se me erizó la piel completamente. Pensé que habían sido ideas mías, pero a los tres días se lo comenté a mi papá y resulta que él también lo escuchó unos días antes que yo, cuando había dormido en el cuarto de mi hermana y pensó que había sido mi hermana en una broma, pero mi hermana no estaba en la casa...

Anónimo

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Bueno, yo soy cubana, y yo escucho, siento y veo espíritus, digamos que incluso tengo sueños con cosas que van a pasar y realmente lo hacen (se le puede llamar premoniciones). También tengo los típicos deja vu.

El primer espíritu que vi por completo fue mi abuela. Para mí, yo estaba durmiendo, pero mi mamá se levantó esa noche porque oía murmuraciones. Dice que yo estaba sentada en la cama con los ojos abiertos hablando con alguien pero parecía ida y que no entendía bien qué decía y de pronto yo solo lloraba. Entonces, sin saber nada al otro día, me levanté y le dije: «Mamá, soñé con mi abuela, vino a despedirse de mí». Fue algo realmente duro para mí, porque no pude verla antes de morir. Ha sido una de las pocas veces que he agradecido tal don.

jennIrun

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