20. Testimonios breves IV
¡Hola, amantes de lo paranormal! Aquí viene la cuarta y última tanda de testimonios breves. Espero que los disfrutéis tanto como los estoy disfrutando yo.
Cuando estaba pequeña, en mi antigua casa salí al balcón a ver la gente que pasaba. Yo estaba en el segundo piso y me dio por mirar hacia arriba. En el tercer piso había una mano negra, súper, súper negra y yo empecé a gritar. Cuando mi papá y mis tíos subieron a ver dijeron que era una paloma pero yo sé que era una mano.
Nicol Estupiñan
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Días después en mi cuarto yo estaba jugando y, como tenía una ventana con vista a la calle, vi que pasó algo, como una sombra. Me quedé viendo y se fue acercando una señora de aproximadamente cincuenta años; era alta y tenía un vestido de novia negro. Yo grité y mi mamá le gritó a esa tipa... Pero nadie vio a esa señora, solo yo.
Nicol Estupiñan
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Pues seré breve. Un día, se fue la luz (mientras me bañaba) y casualmente ese día el cielo iluminaba todo como si fuera el poste de luz. Después cada quien nos fuimos a dormir (yo duermo sola y toda mi familia en otra habitación) pero, como ese día no tenía celular, pues estaba ahí en mi cuarto sola. Se sentía algo, no sé, como que me veían. Era muy raro, me sentía que me faltaba el aire, no sé, era raro pero no le di importancia. Hasta la mañana siguiente, mi mamá me dijo que si no había pasado algo raro y yo como de sí, bueno. Pues ella me contó que sintió lo mismo que yo. Como en esos días hacía calor, ellos abrían su puerta. Ella escuchó algo, se despertó y cerró la puerta, después se volvió a dormir y, como dos horas después, se levantó otra vez y la puerta estaba abierta...
La neta sí me saqué de onda porque pues sí se sienten cosas y que le hayan abierto la puerta, pues sí está fuerte.
Anónimo
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Bueno... mis amigas y yo estábamos en un parque jugando y contando historias... de fantasmas, qué casualidad... Estábamos en los columpios... luego, nos sentamos en los bancos... pero duramos treinta minutos sentados y los columpios aún se movían... No había viento... Pero cuando nos dimos cuenta... el viento sopló tan fuerte... que nos tuvimos que ir del parque... Y mi amiga, desde pequeña, ha visto fantasmas y ángeles... y nos dijo que si vimos la niña sentada...
Y no he vuelto a ir a ese parque.
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Cerca de mi escuela... había otra, pero, antes de yo entrar, hubo un terremoto y la escuela esa se cayó en pedazos con todos ahí adentro, supuestamente ahí murió mucha gente... Se supone que uno no debería ir ahí porque van los marihuanos y eso... Pues un día, mis amigos y yo nos la tiramos de Dora la Exploradora... y decidimos ir a ver... porque supuestamente ahí salían fantasmas y cosas.
El punto es que estando ahí... escuchamos gritos y pensamos que eran nuestros amigos... Ellos sabían que íbamos a ir ahí... pero nos sentíamos observados... Llegó un momento en que, pasando uno de esos salones, vimos una sombra... pero no nos importó... Las sombras se hacían más... Llegó un momento en que una sombra se movió y se escuchó un grito horrible... Salimos corriendo de ese lugar y, al girarnos, en el techo de la estructura había una figura... y era la que nos gritaba.
Todavía me asusta pasar por ahí... Ahora tomo otro camino para la escuela.
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Un día estábamos con unos amigos jugando un juego por Internet, no me acuerdo el nombre, pero era de un adivinador donde nosotros le preguntábamos algo y él respondía. Le hicimos varias preguntas y él las respondió todas bien. Un amigo que estaba con nosotros se empezó a asustar y dijo: "Cierren esa mierda ya y no jodan más con eso" y yo llegué y le dije: "¿En serio usted cree en eso? Eso es pura mentira". Entonces, yo llegué y me senté al frente del computador y le hice una pregunta (no me acuerdo cuál) y luego apareció: "Qué lástima que no creas en mí".
Luego, una amiga que estaba con nosotros llegó y escribió: "Manifiéstate", y él respondió: "Estoy manifestado en Kevin", un amigo que estaba con nosotros. Apenas ella leyó eso en voz alta, una perra que ellos tienen empezó a ladrarle a Kevin. En ese momento, nos empezamos a asustar y decidimos no seguir jugando.
Anónimo
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