2. Techos y espejos
Yo era muy pequeña. Estábamos mi madre y yo en la habitación. En ese momento miré al techo y vi a una mujer mayor, con un delantal blanco y un camisón negro. Me estaba sonriendo. Señalé aquel lugar y le conté a mi madre. Me dijo que no era nada, que no había nada.
Un par de años más tarde nació mi hermano. Se encontraban él y mi madre en la misma habitación. Él señaló el techo y le dijo: "Mamá, hay una señora mayor que me mira. Lleva un delantal blanco y un vestido negro. Me está saludando".
Vimos a la misma mujer y, si no me equivoco, a la misma edad. En el mismo lugar.
***
Mi abuela tuvo alzheimer durante cinco años. Justo tres meses antes de que muriese estábamos ella, mi madre y yo en el pasillo de mi casa, que es muy largo y da muy mal rollo. En aquel momento, mi abuela miró el espejo que tenemos en el armario. Empezó a hablar sola: "Oye, Julián, que sí, ya voy. Dentro de poco estoy contigo. Que sí, que los niños están perfectamente. Ana está aquí conmigo además".
Julián es mi abuelo, murió hace 44 años. Al parecer mi abuela le estaba viendo. En aquel momento ella no se acordaba de sus hijos y menos de sus nombres. Bueno, Ana es el nombre de mi madre. Sé que los enfermos tienen momentos de lucidez, pero ella estaba hablando como si realmente estuviera allí mi abuelo. Y, bueno, pues tres meses más tarde murió.
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