Esta historia es real, le paso a mi hijo y su amiga que hasta el dia de hoy siguen teniendo pesadillas.

Una tarde de viernes, este joven recibio la llamada de su amiga diciendo que lo invitaban a pasar un fin de semana en una cabaña cerca del bosque de Trøjborg.

Preparo una mochila con algunas prendas y se fue. Ni bien llegaron, se instalaron en el lugar, encendieron el fuego y los dueños de casa salieron a hacer las compras, dejando solos a los 2 jovenes.

-Cierren la puerta y no le abran a nadie- dijo el padre de la niña. Y asi lo hicieron, cerraron puertas y ventanas y pusieron una pelicula. Habrán pasado algunas horas, cuando el niño escucho un silbido que venia de afuera; el y su amiga se asomaron y vieron con horror que un payaso estaba entre medio de los pinos, observandolos

-Basta papá, no jodas con eso. Sabes que no me gustan los payasos- dijo la niña. En eso, este ser camino unos pasos hacia adelante para que la luz de la luna muestre su rostro completo, que tenia la mandibula destrozada. Alzó la mano y los saludaba mientras sonreia con lo poco de boca que tenia.

Los jovenes cerraron la ventana e intentaron llamar a la policia, no tenian señal. Tanto era el miedo que se ocultaron debajo de la cama y no salieron. Unos momentos despues, unos golpes a la puerta principal rompieron el silencio y el mismo silbido se volvio a escuchar. No paso mucho tiempo cuando el ruido ceso.

Mas tarde, se sintio que la puerta se abria, los padres habian llegado. Los niños corrieron asustados a contarles lo que habia pasado, sorprendido, el padre llamo al guardabosques que no tardo en llegar. Buscaron al payaso pero nunca lo encontraron, en eso, este hombre les comenta a los dueños de casa que son muchas las denuncias de los vecinos que hay un payaso con la mandibula destruida merodeando por la zona.

Esa noche, adultos y jovenes durmieron en el mismo cuarto, sólo que estos últimos no consiguieron pegar un ojo. Es más, a altas horas de la madrugada, el niño jura haber escuchado ese mismo silbido dando vuelta la casa.

A la mañana siguiente, decidieron volver; pero antes de dejar el bosque, la niña se altero mucho porque juraba haber visto al mismo payaso despidiendose de ella.

Aún hay historias del payaso del bosque de Trøjborg, solo que los inquilibos de aca no les gusta contarla porque trae mala suerte.

Algun dia me meteré al bosque de noche otra vez, no me gusta hacerlo seguido. Sino donde esta lo divertido de asustar a un par de jovenes. Los payasos somos graciosos, solo te queremos hacer reir. Reir, para siempre......