Verdad o Reto 3/3


Comía mi serial con normalidad cómo todos los lunes, mi padre al lado mío disfrutaba de una taza de café mientras escuchábamos el reporte del clima.

-Parece que la tormenta continúa -comentó mamá mientras preparaba mi almuerzo

-Si quieres puedes quedarte en casa, pecesito -mencionó papá, dándole un suave toque a mi mejilla.

-No la malcries, Andrew, la escuela no ha dado ningún comunicado, por lo que no tiene motivos para faltar a clases -regañó mamá.

A decir verdad no le estaba poniendo atención a la plática, estaba fuera de mí, Jenny no me había contactado desde el sábado, por la tormenta de nieve no pude ir a su casa, le escribí un par de veces pero no tuve respuesta, estába entre preocupada y triste.

La única forma de hablar con ella era yendo a clase, por lo que decidida me levanté y expliqué tomando mi mochila, abrigo y bufanda.

-No es necesario preocuparse, iré, tengo muchas cosas que hacer

Mi madre me tendió la bolsa que contenía mi almuerzo, la tomé y les dí un beso en la mejilla a cada uno.

-Que les vaya bien en el trabajo -grité mientras corría a la parada de autobús.

Saqué de mi mochila un par de guantes cuándo justo a tiempo  el autobús se detuvo.

Mi casa quedaba muy lejos de la escuela, por lo que siempre que subía había muy pocas personas, tenía muchos lugares disponibles para elegir, al contrario con la casa de Jenny, que quedaba más cerca de la escuela, para ese entonces el vehículo se encontraba lleno, y  yo siempre elegía un asiento para ella junto a mí.

Esperé con paciencia a que llegara el momento de pasar por la parada de su casa, al momento que lo hizo visualicé cómo unas trenzas rubias que salían de un gorro rojo se mecían cuándo la dueña de tales trenzas subía los pequeños escalones, sonreí, era ella.
Levanté la mano para que me encontrara más rápido.

Ella me vió, sin embargo no con la expresión que esperaba, apartó la mirada muy rápido y pasó por mi lado caminando hacia la parte de atrás.

Auch

Una apuñalada hubiese dolido menos, ¿acaso me ignoró?

No podía aceptarlo por lo que rápido saqué de mi bolsillo mi teléfono celular, le marqué, y cómo se esperaba la llamada fue interrumpida.

Ya hablaría con ella luego, me dije, decepcionada, decidí sacar mis audífonos y escuchar música el resto del camino.

Al bajar intenté visualizar a Jenny, pero la estampida de estudiantes me lo impidió, sin nada más que hacer y estándo apunto de tocar la campana  me dirigí a mi salón de clases.

No la encontré

La profesora Gutierrez estaba por comenzar la clase y Jenny no apareció.

Llegó 15 minutos después de que inició la clase, con mucha molestia la profesora la dejó pasar, creo que no teniendo otra opción se sentó a mi lado, cómo siempre.

Tomé la punta de la manga de su suéter, sujetándola con un poco de fuerza para que me volteara a ver

-¿Qué pasó?

-¿Por qué llegas tarde?

-¿Estás enojada conmigo?

-¿Me estás evitando?

Pregunté sin aguantar la duda un rato más.

-Señorita Jensen, creo que a su amiga no le convendría tener otra falta el día de hoy -dijo la profesora Gutierrez, acomodando sus lentes, todos voltearon a vernos.

-Hablamos luego -susurró Jenny apartando mi mano de su suéter.

Asentí, pero me dolió un poco la forma brusca que apartó su brazo.

¿Acaso no quería tocarme?

Estaba claro que su comportamiento se debía a los actos que pasaron la noche del viernes, sin embargo yo no fui la única culpable, ambas lo hicimos, no tiene caso que se enoje conmigo por algo así.

La clase de 2 horas de matemática pasó demasiado lento para mi gusto, sentía eterno, cuándo justo sonó la campana para anunciar cambio de período, me levanté cómo un rayo y tomé a Jenny de la chaqueta para que siguiera hacia el pasillo.

A regañadientes lo hizo.

-¿Ahora hablarás conmigo? -pregunto molesta

Ella suspiró con fuerza evitando verme a los ojos.

-No, el señor Harrison llegará pronto, y no puedo llegar tarde a otra clase hoy.

-Hablemos en el almuerzo, en el mismo lugar de siempre -espetó y dicho eso se marchó al gimnasio.

Sentía que la cabeza me iba a explotar, mi corazón se sentía pesado, y tenía ganas de llorar.

En realidad Jenny era mi única amiga, habíamos estado juntas desde siempre, desde que nos conocimos en el jardín infantil, y aunque no fuera creíble jamás nos peleamos, era la primera vez que sucedía algo así, solo quería arreglar las cosas, no me importaba si ella quería dejar atrás "ese" asunto, solo la quería de vuelta, todo se sentía muy solitario sin ella.

Sin otra opción también me dirigía al gimnasio, para la clase de atletismo.

Después de 2 horas sudando cómo un cerdo me dirigí a las duchas, esperé que todas las chicas de mi clase se vistieran o bañaran primero, en realidad no me gustaba que me vieran bañarme era incómodo, más aún cuándo mi cuerpo es menos proporcionado que el de ellas y eso me causa inseguridad.

Terminaba de secar mis piernas cuándo escuché un sonido al otro lado de los vestidores.

-Daniela, para, puede que alguien nos vea -dijo una voz

-Calla, aquí no vendrá nadie hasta después del almuerzo, no seas miedosa Blue -dijo la otra chica con una voz sofocada.

Sí, soy curiosa por naturaleza así que fui a ver.

No debí hacerlo.

¿Lo que ví?

Bueno, fue a una chica recostada al lado de un casillero mientras la otra se encontraba bajo su falda, y por los sonidos de ambas estaba de más preguntarse qué estaban haciendo, no me vieron así que yo me alejé hasta mi casillero haciendo todo el ruido que podía para que supieran que todavía había gente y comencé a vestirme.

Funcionó, segundos después escuché cómo se abría la puerta principal acompañado de pasos precipitados.

Podía pensar en ese asunto un poco más, sin embargo decidí darme prisa para ir al lugar que Jenny me indicó.

Nuestro lugar, un cuarto vacío que habíamos encontrado el año anterior, en realidad funcionaba como bodega de escritorios, sillas y demás cosas, pero Jenny y yo adaptamos un lugar para sentarnos a almorzar y poder dormir un poco cuándo teníamos períodos libres.

Estaba por cruzar el último pasillo que dirigía así allí cuándo la ví.

Y no sola, se encontraba con un chico, arrinconada en la pared, él le devoraba la boca mientras movía sus manos debajo del suéter de Jenny.

-¡¿Qué demonios?! -dije en voz alta

Ambos se sobresaltaron, pude visualizar al chico, se trataba de un chico de último año, el cuál había visto pero no sabía su nombre, probablemente era uno de los amigos del hermano de Jenny.

-¿Esto querías decirme? -pregunté furiosa

-¿Era la mejor forma de mostrarme que lo de la otra noche no significó nada para tí? , ¿te interesó tan poco?

Ella no dijo nada, sin embargo el chico tomó su mochila dispuesto a marcharse, pero no lo dejé.

-¿Eres acaso su novio? -pregunté furiosa

Luego a ella -¿No significó nada para tí lo que hicimos, los besos y...?

En ese instante el chico interrumpió.

-Wooow, no me dijiste que eras lesbiana, y que tenías novia -dijo él viéndola a los ojos.

-No es mi novia y no soy lesbiana -aclaró ella

-Llámame si quieres repetir -dijo él, y se fue.

Por supuesto, ella había conseguido a ese chico para hacerme esa demostración, ¿por eso llegó tarde a la primera clase?

-Yo, puedo explicarlo -dijo ella

-Estoy esperando -espeté, al borde de las lágrimas.

-Mira, lo que pasó en tu casa fue un error, no tenía que ser, no sé qué me pasó, me dejé llevar, me gustó lo que sentía en ese momento y lo llevamos más lejos, fue la excitación de hacer algo prohibido, nada más.

-No contestaste mis llamadas, me evitaste todo el día, ¿cómo crees que me siento? , no es tanto por lo que hicimos, fácilmente pudimos dejarlo atrás y continuar cómo antes -alegué, ahora sí en lágrimas.

-Y cómo fue que me contestaste, dejándome ver eso, solo para dejarme en claro que entre tu y yo no pasaría nada.

-Samantha, yo... me equivoqué, no debí hacer eso con Bryan, es que yo no soy cómo tu piensas, si seguimos juntas "eso" volverá a pasar y yo no puedo permitirlo, yo no soy lesbiana, eso no está bien. Me gustan los hombres -dejó en claro.

-¿Entonces ya no seremos amigas? -pregunté

-¿Crees que podemos seguir siéndolo? , después de todo eso ya no podemos ser las mismas, no sé si yo te intereso más cómo mujer o cómo amiga, pero si es así tendrás que buscar a otra persona, porque yo no soy cómo tú.

¿De todas las cosas tuvo que decir eso?

-¿A qué te refieres a que no somos iguales? , ¿Qué no eres?, ¿una persona con sentimientos o con decencia humana?

-Cómo si no supieras de qué hablo, Samantha, sé que me has visto diferente desde hace un tiempo, te sonrojas cuándo me tienes muy cerca, te me quedabas viendo el cuerpo más de lo necesario, además tú sugeriste primero esa noche que querías ver mis pechos. -reclamó

-No puedo creer que digas eso, me conoces desde que tenía 3 años, siempre te ví cómo mi mejor amiga, jamás planee lo que hicimos, y no solo fue mi culpa, si mal no recuerdo tú fuiste la que lo llevó más allá, a mí me gustó, lo admito, y me dejé llevar. Pero no soy la única responsable.

-No sé por qué estás tan alterada, si para tí no fue nada pudiste habermelo dicho de otra forma, me heriste, horrible, es cierto, tú y yo no somos iguales, yo no me comporto cómo una idiota insencible y huyo de los problemas, si es lo que quieres está bien, desde este momento no te hablaré más, puedes buscarte otra mejor amiga, asegúrate de no hacer cosas con ella que luego te arrepientas y eches a perder -digo

Y con lágrimas en los ojos y un nudo en el estómago, me marcho.


.................

Holis, me encuentro retomando mis andanzas, los que leyeron este capítulo en la versión anterior les parece mejor esta o la otra?

¿Debería de hacer otra parte de esta historia?

Nos leemos pronto.

Besos, J.A

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