Secretos inesperados
Secretos inesperados.
Rose y yo hemos sido mejores amigas desde que estábamos en la primaria, siempre estuvimos juntas en absolutamente todo, pero por azares del destino optamos por universidades diferentes, entonces decidimos no desaprovechar la oportunidad, aunque nos seguimos viendo con frecuencia y haciéndonos llamadas no era igual que antes, sin embargo decidimos no dejar de comunicarnos, por el bien de nuestra amistad de años y quizá en un futuro mudarnos juntas, aunque estuviéramos en distintas universidades, todo se resumía en un tal vez.
Hace dos días Rose me llamó llorando, ¿la razón? Su estúpido novio le había sido infiel con una chica de su mismo curso, estaba devastada, ella mismo los encontró besuqueándose en un café cuando se suponía que él estaba ocupado con otros asuntos.
Ella es del tipo romántico, ya saben, amor por la lectura y los personajes literarios, amante de la pasión y los cuentos con finales felices, ella siempre quiso vivir su propia historia de amor, lo hacía desde que estábamos pequeñas y jugábamos a que ella era princesa y yo pues solamente era su escudero número 1 que la acompañaba a buscar su destino de amor, siempre fue así y sus gustos no cambiaron con los años ni siquiera un poco, siempre soñó con encontrar a un chico de novela como Patch, Peeta un Maxon o un Jace, pero se consiguió la peor versión de todas, su novio infiel Owen.
En cambio yo solo soy una otaku empedernida con las historias yaoi que en el colegio le pagaba a sus compañeros hombres por tocarse encima de la ropa, no me malinterpreten por favor, ellos se ofrecían a hacerlo hasta de gratis, así que sí, tengo gustos raros por el anime y los cómic, algo normal en una adolecente de 12 años que decidió qué camino tomar mientras crecía.
Por supuesto que ahora tengo 19 años, sin embargo así como los gustos de Rose no han cambiado los míos solo han evolucionado un poco.
En fin, el día que Rose me llamó fue un viernes por la noche, aunque la jornada de estudio había acabado no pude ir a su departamento ya que había una tempestad afuera, el clima estaba tan lluvioso que no me sorprendería si hubiesen caído sapos. Me sentí muy mal por ella, estando sola en su departamento, triste y para rematar lloviendo, es lamentable
De hecho a mí me gusta estar en esa misma situación en mi casa, excluyendo el hecho de que me fueron infiel, claro, solo lloro por cosas que no son reales y personajes ficticios 2D y me siento lamentable por mero gusto, eso le da un poco más de sazón a mi existencia.
Pero Rose es sensible, sentía un poco de temor que cometiera una locura gracias a eso.
Así que le prometí que nomás parara de llover estaría con ella todo el fin de semana. Y exactamente eso hice.
Al amanecer la lluvia se había ido casi por completo, preparé el desayuno para Rose y para mí, así comíamos juntas, estoy casi segura que no ha comido nada desde ayer, ella es del tipo que no come nada cuando se deprime, en cambio yo soy todo lo contrario, no por nada tengo uno que otro rollito en mi abdomen.
Me dirigí lo más rápido que pude a su departamento, al abrir la puerta me encontré con una triste y demacrada Rose, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, tanto su nariz como ojos estaban rojos, su aspecto era lamentable, el maquillaje del día anterior estaba corrido, su hermoso cabello castaño hecho un desastre, al menos se había cambiado de ropa, solamente cargaba una sudadera amarilla hasta los muslos y unas medias blancas hasta las rodillas, parece que había dejado de llorar pero solo me vio comenzó nuevamente el mar de lágrimas y directamente corrió a abrazarme.
No solo era la primera relación formal de Rose si no que llevaban 5 meses siendo novios, está más que claro que lo quería mucho, a decir verdad el infiel ese nunca me cayó bien, había algo en él que no me terminaba de convencer, sin embargo nunca dije nada porque se veía que Rose lo quería mucho, debí romperle la nariz al idiota mientras pude.
Después de obligar a Rose que comiera, limpiarle la cara con toallitas húmedas y arreglar su cabello en un moño decidimos ver Netflix todo el día.
Por suerte me preparé con varios potes de helado y botanas con limón.
Creo que ver películas de amor no fue buena idea, a veces de la nada comenzaba a llorar por las escenas románticas que tanto le gustan, por la que hizo con él y por las que quería hacer.
Las de terror tampoco fueron una buena opción, ya que no sé cómo carajos enlazaba escenas con su vida, fue todo un lío, lo mejor después de todo fue tomar un baño y dormirnos temprano, hablábamos como dos horas sobre la basura que es su exnovio mientras le repetía que ella no tiene nada que ver, al parecer se culpaba por no ser lo suficientemente "buena" para él ¡ES EL COLMO! Cuando vea de nuevo a ese bastardo le romperé la nariz.
Al fin de tanto nos quedamos dormidas, al día siguiente tenía planeado salir a divertirnos a algún lugar para que se olvidara de todo, al menos por un día.
Planee todo mientras trataba de quedarme dormida, Rose dormía como un bebé, suspiraba fuerte entre veces pero todo estaba bien, me abrazaba como un muñeco de peluche, mientras yo acariciaba su cabello.
En eso de las tres de la mañana sentí sed y me levanté para tomar un poco de agua, al despertar por completo vi que Rose no estaba al lado mío, lo primero que pensé fue que quizá estaba en la cocina o probablemente el baño, me dirigí a tomar agua y efectivamente no estaba allí.
Caminé hacia el baño solo para estar segura, Dios guarde que se saliera de la casa para tirarse de la azotea o algo así, sentí miedo ya que a veces tiene ideas muy locas.
Al llegar visualicé una pequeña franja de luz que venía de la puerta del baño, la puerta estaba medio abierta, entonces esa pequeña franja de luz era lo único que iluminaba el pequeño y oscuro pasillo.
A esta hora lo normal es que solo el sonido del reloj se escuche, todo debería de estar silencioso, a no ser que vivas en una zona rural, como yo cuando era pequeña, el sonido de los grillos, el aire moviendo suavemente los árboles y el césped era todo un lujo, en esta zona de la ciudad todo está silencioso a esta hora, no como mi zona, estoy acostumbrada a escuchar autos y motocicletas, al principio fue todo un dolor de cabeza, sin embargo estoy acostumbrada.
Un pequeño sollozo me sacó de mis pensamientos, pensé en dos posibilidades, o era porque es la hora del diablo y algún espíritu o fantasma me está acechando o era Rose llorando nuevamente por ese imbécil.
Me convenció más la segunda opción por lo que me acerqué más dispuesta a abrir la puerta y consolarla.
Pero lo que vi definitivamente me dejó sin palabras.
Rose estaba sentada en una alfombra de la esquina del baño, tenía los ojos cerrados, con una mano acariciaba su pecho derecho con mucha rudeza mientras con la otra sacaba y metía con brusquedad dos dedos, de su centro.
¡Dios mío!
Eso definitivamente no me lo esperaba, en mi imaginación ella estaba llorando, por eso el sollozo, pero no era nada parecido, sus gemidos eran obstruidos por su blusa de pijama, ya que la mordía con fuerza mientras esta estaba sin quitar encima de sus pechos.
Me aparté inmediatamente, todo mi cuerpo sintió un escalofrío completo, necesitaba irme, ya que estaba husmeando en su privacidad. Quería irme sin embargo mis pies no me permitían moverme, los gemidos de Rose se escuchaban cada vez más fuertes, inmediatamente sentí la humedad dentro de mí, sentía que mi vagina me palpitaba al punto de doler, junté mis muslos y los apreté con fuerza.
Era un poco raro ver a mi amiga de toda la vida masturbándose, pero ¡era incluso más raro que me sintiera excitada por eso!
Mi conciencia estaba en conflicto, un diablito al lado izquierdo del hombro me decía que, no estaba mal tocarme un poco para liberarme de mi sufrimiento que estaba experimentando mi cuerpo, mientras el querubín del lado derecho me explicaba que estaba mal masturbarse viendo cómo tu amiga se masturba. ¡Tiene mucho sentido!
Sin embargo un pensamiento mejor vino a mi mente, iré al cuarto y me tocaré antes de que ella llegue, por supuesto que no lo hago por ella solo lo hago para volver a dormirme y relajarme, ¡Sí, eso es!
Si es de ese modo no tiene nada de malo.
Cuando estaba pro darme la vuelta un gemido más fuerte me sacó de mis pensamientos, di un último vistazo por la puerta.
GRAVE ERROR.
Era la imagen más erótica que había visto en mi vida ¡Ni el hentai se había atrevido a tanto!
Rose estaba sentada en el mármol donde está el lavamanos con las piernas sumamente abiertas hacia mi dirección, se había deshecho completamente de la blusa, solo usaba sus largas medias blancas, estaba recostada hacia el espejo, sus dedos salían y entraban mientras su cadera bajaba y subía.
¡Al carajo el autocontrol!
Me sentiré mal mañana pero no podía aguantar un poco más. El roce de mis bragas con mi clítoris me estaba matando.
Me recosté a un lado de la puerta mientras dirigía mi mano hacia el lugar que tanto quería tocar.
-Ahhhhhh –fue un total alivio, estaba tan mojada que estoy segura que si sacaba mis dedos escurrirían.
Traté de morderme los labios para evitar gemir, era muy difícil callar mi satisfacción.
Mis dedos recorrían mi centro de arriba hacia abajo, frotaba mi clítoris con cuidado, ya que estaba tan hinchado que si lo hacía con rudeza no podría sostener más tiempo mis gemidos.
Mi mano izquierda buscó mis pechos, ya que dormía sin sostén mis puntitos resaltaban en la holgada blusa, se sentía terriblemente bien, subí mi blusa a la altura de mi cuello y frotaba mis pezones suavemente uno por uno, mis dedos buscaron la entrada de mi vagina y no tardaron en entrar, los movía suavemente hasta llegar a la zona que hacía que mi espalda se contrajera, necesitaba más, si no me volvería loca.
Abrí los ojos, la verdad no tengo ni idea en qué momento los cerré. Mi respiración estaba tan agitada que mi pecho subía y bajaba.
Lo que vi me heló la sangre, estaba caliente pero de pronto sentí que la excitación se iba por el inodoro.
Rose estaba parada frente a mí.
Su cabello estaba desordenado, aún estaba desnuda, excepto por sus medias, tenía las pupilas dilatas y veía a mi dirección con firmeza.
¡Santa madre de la piedad!
Se agachó, acercó su boca a mi oído susurrando.
-Déjame ayudarte...
¿Ella estaba en sus cabales?
¿Por qué querría ayudarme después de que irrumpí en su privacidad?
No contesté, sin embargo no esperó una respuesta y se dispuso a quitar mi short y bragas.
¡¿Estoy soñando?!
Dirigió su boca al lugar que menos pensé.
Una oleada de calor inundó mi cuerpo.
Me mordí los labios con tanta fuerza que estoy segura que sangraron.
-No te contengas –pronunció viendo directamente hacia mis ojos mientras su lengua recorría alrededor de mi vagina.
¡Me estoy volviendo loca!
No llevaba ni dos minutos cuando mi vagina se inundó de calor, mi cuerpo se sentía liviano y los dedos de mis pies se contraían, los gemidos ya no podían ser callados, una voz que desconocía por completo sonó por el vacío y oscuro pasillo.
-Rose, voy a... -no pude terminar la frase cuando mi cadera se dejó de mover cuando un chorreante líquido salió empapando los labios de Rose.
-Ay no... déjame limp...
Pero sin darme tiempo a responder Rose se abalanzó sobre mí acostándome por completo, sentada en mi abdomen devoró mis labios en segundos, su lengua jugaba con la mía. Ni en un millón de años pensé que esto pasaría.
Aunque su boca sabía diferente claramente por lo que acababa de pasar se sentía muy bien sus labios suaves y su lengua entrando a su boca.
Estaba tan ocupada siguiéndole a su intenso beso que no me percaté que Rose frotaba su centro con mi abdomen, la sensación que me dio hizo sentir calor por todo mi cuerpo, a pesar que estaba acostada en el frío piso, sentía que mi cuerpo estaba en llamas, dirigió mí mano hacia su cintura, ya que ella claramente me había dado permiso para tocarla no pude evitar tocar sus pechos, eran tan suaves.
Aunque de pequeñas nos bañábamos y cambiábamos juntas en los últimos años solo podía imaginar sus senos, los míos son tan pequeños que bien podría ser una copa A, sin embargo los suyos siempre llamaron mi atención por lo grandes y redondos que son.
Todo un deleite para mis manos ansiosas.
-Ahora es tu turno de hacerme sentir bien –habló de forma entrecortada, aunque era más que claro que estaba por venirse por la fricción de su centro contra mi abdomen pero estaba pidiendo más.
Dirigí mi mano derecha hacia el lugar que estaba tan mojado que se deslizaba por mi abdomen y acaricié con fuerza su clítoris, se contrajo levemente su vagina. Sentí un par de dedos también haciendo círculos alrededor de mi centro.
Nuestros gemidos se escuchaban más fuertes junto con sonidos claramente obscenos como de chapoteo que hacían que me excitara aún más.
-Ro-Rose... -pude pronunciar con dificultad.
-Yo-yo también –contestó sabiendo claramente lo que quería decir.
Sin darme tiempo a reaccionar se quitó de encima y en vez de eso cruzó sus piernas con las mías, haciendo que su vagina con la mía hicieran fricción.
Los sonidos obscenos eran más fuertes.
-D-dónde aprendiste a hacer esto –pregunté, ya que siempre pensé que Rose era un ángel sin pecado, de hecho nunca pensé que ella se masturbaba también, no porque estuviera mal, sino que me daba la sensación que no lo hacía, no cómo yo que hasta tengo mi colección de vibradores.
-Las chicas que leen son peligrosas –pronunció mientras se movía con más brusquedad.
Invertí los papeles.
Puse su pierna en mi hombro y acerqué mi centro muchísimo más al de ella.
El contacto más íntimo hizo que ella gimiera más fuerte.
-Las chicas que ven yuri también lo son –aclaré mientras sentía que el clímax estaba cerca.
La verdad no sé qué pasará en el futuro, si lo que hicimos estuvo bien, si fue un golpe de casualidad y accidente o fue destino.
No lo sé con certeza, lo que sí sé que esa madrugada, con una línea de luz en el oscuro pasillo Rose y yo hicimos el amor como nadie nos lo había hecho.
¡Hola a todos!
Esta fue la primera historia, aunque no es tan idéntica a la anterior es lo más cercano a lo que puedo recordar, y perdón por los errores ortográficos o redacción.
Besos y abrazos.
J.A
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