Había una vez un joven llamado Satoru Gojo, quien era un estudiante de intercambio en la ciudad de Kioto. Un día, mientras paseaba por el parque, se encontró con un grupo de quintillizas que estaban teniendo problemas para encontrar su camino de regreso a casa. Satoru, quien era un hombre amable y servicial, les ofreció su ayuda para llevarlas a casa.

Las quintillizas eran Ichika, Nino, Miku, Yotsuba e Itsuki Nakano, quienes habían perdido su camino en la ciudad. Satoru se sintió atraído por Itsuki desde el primer momento en que la vio, ya que era una chica hermosa e inteligente, y a partir de ese momento comenzaron una relación amistosa.

A medida que pasaba el tiempo, Satoru y Itsuki se fueron conociendo mejor, y ambos comenzaron a sentir una atracción más fuerte. Sin embargo, las otras cuatro hermanas también se sintieron atraídas por Satoru, y cada una intentó conquistarlo a su manera.

Mientras tanto, Satoru y las quintillizas se encontraron en medio de una gran aventura cuando descubrieron que una organización criminal estaba planeando un gran robo en el museo de la ciudad. Satoru y las quintillizas se unieron para detener a los criminales y evitar que se llevaran las valiosas obras de arte del museo.

Durante la misión, Satoru y Itsuki se acercaron aún más y finalmente se dieron cuenta de que estaban enamorados el uno del otro. Sin embargo, también descubrieron que los criminales detrás del robo eran nada menos que el padre de Itsuki y su socio, quienes habían planeado todo como una forma de venganza contra su familia.

Satoru y las quintillizas se enfrentaron a los criminales en una emocionante batalla final, en la que Yotsuba resultó gravemente herida. Pero gracias a la valentía de Satoru y el trabajo en equipo de las quintillizas, lograron derrotar a los criminales y salvar el museo.

Después de la batalla, Satoru y Itsuki finalmente se confesaron su amor mutuo, y prometieron estar juntos para siempre. Las quintillizas también hicieron las paces y se dieron cuenta de que su amor por Satoru nunca podría ser más importante que su amor mutuo como hermanas.

La historia termina con Satoru y Itsuki caminando juntos mientras se pone el sol, con las quintillizas detrás de ellos, y Yotsuba sonriendo mientras se recupera de sus heridas.