Destination (11/11)
Destination (11/11)
XI
El doctor fue quien actuó primero y dio instrucciones de llevar a Taemin inmediatamente a un pabellón especial, además de múltiples estudios, iba a ser puesto bajo tratamiento y rehabilitación debido a que había pasado mucho tiempo postrado.
Minho vio cómo un par de sujetos vestidos de blanco empujaban la camilla y revisaban los aparatos instalados en él, aún no lo terminaba de creer y Kibum tampoco, ya que comenzó a llorar con más fuerza mientras Jonghyun lo abrazaba.
El alto tuvo suerte, ya que con la sorpresa del despertar de Taemin, Key decidió no reprenderlo ni acusarlo ante las autoridades por secuestro, como pensó en el justo momento que lo vio corriendo por los pasillos empujando el camastro.
.
Había pasado casi una hora desde que recibió la llamada de Minho, entró apresurado al hospital, iba a sacar su móvil para marcar el número del alto cuando lo vio sentado en la sala de espera.
—Minho— exclamó al momento que se acercaba, —traje algunas velas— le enseñó una bolsa de papel, —hay que hacer un ritual, pero para eso necesitamos algo que le haya pertenecido y...
—Gracias Onew— interrumpió el alto con una voz inexpresiva y sin voltear, —pero ya no será necesario.
—¿Qué?— imaginó lo peor.
—Él ha despertado— lo miró, —Taemin ha despertado— una sonrisa se dibujó en su rostro, Jinki hizo lo mismo.
—Me alegra— se sentó a su lado.
Un par de horas después, con la promesa de regresar al otro día, el moreno regresó a su departamento.
Aún estando sólo, sabiendo que ya no aparecería mágicamente en la cocina, estaba feliz.
Su corazón se agitaba con el sólo hecho de pensar en reencontrarse con él, de llamarlo por su nombre y sobre todo, decirle lo que sentía.
Pero no fue tan sencillo y rápido como creyó; Taemin debía tomar algunas terapias, entre ellas, una para que sus piernas volvieran a coordinarse y tener fuerza, ya que al principio no podía ni ponerse de pie.
Los días de espera para Minho se volvieron semanas, sólo Kibum y Taesung estaban autorizados para verlo; aún así, el moreno no dejaba de insistir; por su lado, Jonghyun le pedía que tuviera paciencia.
Cuando casi llegó el segundo mes, Taesung volvió a irse al extranjero y el joven Lee quedó al cuidado de Key.
—Por favor— suplicó por enésima vez Minho, —déjame hablar con él.
—Yo... no sé si sea correcto— titubeó Kibum.
—¿Por qué no?— le cuestionó, —no le haría algo malo, lo sabes— frunció el ceño.
El rubio miró a su novio, estaba algo indeciso; pero al final sólo suspiró y asintió.
Tocó antes de abrir, tenía la boca seca y las manos le sudaban.
—Adelante— enseguida reconoció su voz, le obedeció ante la mirada de Kibum, ya que la puerta tenía una pequeña ventana donde el traslúcido cristal dejaba ver parte del interior de la habitación.
Se encontró con un jarrón lleno de girasoles, el fresco viento movía las cortinas blancas semi-transparentes y la luz del medio día le daba al ambiente un toque vivo.
—¿Taemin?— lo llamó.
—¿Sí?— atendió al llamado y volteó a verlo.
El pelirrojo estaba en la cama, con la espalda apoyada en la cabecera y un cuaderno sobre su regazo, sostenía un lápiz con la diestra mientras que con la otra mantenía abierto un libro; era él, tal y como lo recordaba, sin embargo, notó algo extraño en su mirada.
—Soy yo, Minho— dijo; el chico sólo entrecerró los ojos, como si esperara más información, así que el moreno dijo; —Choi Minho.
—¿Choi Minho?— preguntó, luego hizo una leve reverencia con la cabeza, —¿a qué debo su visita?— sonrió.
—Yo... — tragó saliva, —te dije que estaba dispuesto a cumplir mi promesa.
Te prometo que no te dejaré solo, siempre voy a estar a tu lado.
—¿Eh?— frunció ligeramente el ceño; —lo siento, creo que se ha equivocado, yo no...
—Minho— Kibum entró, —es mejor que dejes descansar a Taemin.
—Pero...
—Sal, por favor— le pidió, su mirada era suplicante, entonces el alto accedió.
Se recargó en una de las paredes del pasillo y clavó su vista en el suelo.
—Parece que Kibum sólo confirmó lo que temía; Taemin no te recuerda— Jonghyun apareció a su lado.
—¿Qué dices? ¿Ustedes lo sabían?
Exhaló, —Key me dijo, se le hizo sospechoso que en todo este tiempo no preguntara por ti; entonces optó por hablar un poco, te describió, pero nunca mencionó tu nombre, sólo dijo algo sobre el hecho de que habían salido juntos en el pasado; pero Taemin no lo confirmó, eran tantas cosas de las cuáles se había perdido todos estos meses que era probable que muchas cosas se hubieran borrado de su memoria.
—Debe haber algo que...
Jonghyun negó con la cabeza e interrumpió al más alto, —el doctor Park dijo que era muy posible que perdiera la memoria. Pensaron que si te veía podría recordar, pero parece que ahora todo está en manos de Key.
Esperaron por varios minutos hasta que el rubio salió de la habitación.
La mirada ansiosa de Minho le hizo saber que tendría que darle la noticia de una vez.
Negó con la cabeza, un "lo siento" escapó de sus labios; pero luego de un breve silencio agregó, —ante él ahora sólo eres el inquilino actual del departamento— explicó.
.
Onew veía a su nuevo amigo aplastado en la silla del jardín.
—¿Aún no te dejan verlo?— cuestionó después de engullir una alita de pollo. Ésa tarde, Minho había llegando arrastrando los pies y extremadamente callado.
Suspiró, —Taemin no me recuerda—, apoyó los antebrazos en la mesa y hundió la cara en ellos.
—Minho, has cumplido con tu misión— trató de reconfortarlo, —al menos se encuentra vivo, eso es lo importante.
—Es que tú no entiendes— se incorporó y lo miró, —hubo una especie de conexión entre nosotros.
—Lo sé, solamente tú lo podías escuchar y ver.
—No me refiero a eso; fue algo más... espiritual— se llevó la diestra al pecho recordando las palabras del pelirrojo.
Puedo escuchar los latidos de tu corazón... late muy fuerte, justo aquí.
—Entonces puede que tu misión en la vida no haya culminado— Jinki le sonrió.
—¿Eh?
—Si dices que durante su estado espiritual creó lazos contigo, tal vez significa que ahora que está con vida aún tengan algo pendiente, ¿no lo crees?— cuestionó y siguió comiendo, dejando al moreno pensativo.
...
Dos días después, Kibum le dio la noticia de que tendría que desalojar el departamento puesto que en una semana Taemin regresaría a su vida cotidiana. Y dado que Kibum ahora vivía con Jonghyun, Taemin iba a tomar posesión del inmueble.
Miró algunas cajas y sonrió, no había terminado de desempacar por completo por lo que la mudanza sería un poco más sencilla que la vez anterior.
Llegó el día y terminó de acomodar sus pertenencias, pero también debía poner en marcha su plan, estaba dispuesto a entrar a la vida actual de Taemin, usaría las cosas que conocía, sobre sus gustos y disgustos, así que ya estando todo listo, colocó en la barra de la cocina un enorme jarrón con claveles, sus flores favoritas.
El camión de la mudanza llegó y subió las cosas, excepto, claro, el arreglo floral.
Dieron las cinco de la tarde y el pelirrojo llegó, ése era el acuerdo, Taemin llegaría para echarle un vistazo a las condiciones del lugar y para que Minho le hiciera entrega de las llaves.
—Lamento que tuviera que dejar este...
—Oh no— le interrumpió Minho, —es tu casa, así que no es extraño que vuelvas a ella—, le indicó que pasara.
El chico miró la sala, era tal y como la recordaba, grandes ventanas y amplio espacio; caminó hasta la cocina y se sorprendió al encontrarse con las flores.
—No fui muy cortés el otro día en el hospital, así que pensé que tal vez esto sería apropiado— Minho se llevó la diestra a la nuca, el otro le sonrió.
El pelirrojo se acercó a ellas y las tocó, —son mis favoritas, muchas gracias.
Recorrieron las habitaciones y todo lo demás, y cuando llegó la hora de despedirse, Taemin lo miró fijamente.
—Disculpe que haga esta pregunta, pero ¿nos hemos visto antes?— preguntó cuando estaba nuevamente en la sala.
—¿Eh?— eso tomó a Minho desprevenido.
—Desde el otro día, cuando me visitó en el hospital, tuve la impresión de que nos habíamos visto en algún otro lugar—, aún le hablaba de "usted", prefería ser formal.
Pensó en aprovechar para seguir con aquella farsa, aquella historia que había ideado el mismo Taemin cuando sólo Minho podía verlo, decirle que era su antiguo novio; pero no lo hizo.
—No lo creo— le sonrió.
Le devolvió el gesto, —eso imaginé, tal vez lo estoy confundiendo con alguien más—, extendió su mano para que le entregara las llaves.
El alto metió su mano en su bolsillo, las sacó y le ofreció el manojo de llaves.
Pero cuando la piel de Minho rozó con la suya, algunas imágenes, escenas y recuerdos llegaron a la mente de Taemin.
......
—¡Wow! ¿Cómo entraste?
—¿Cómo más? Te había dicho que aquí vivo. Choi Minho, por favor, váyase de mi casa.
—Lo siento, ya pagué dos meses de renta.
—Oye, no hagas eso; estás sudado, acabas de ejercitarte y un cambio de temperatura podría hacerte daño..
......
—Minho.
—¿Sí?
—Puedo escuchar los latidos de tu corazón.
—¿Eh?
—Late muy fuerte, justo aquí.
......
—Minho... este es el fin.
—¡No! ¡Taemin!
......
—No fue un sueño— musitó.
—¿Disculpa?— para ese entonces el moreno ya se encontraba cerca de la puerta, sujetando el pomo con la diestra, listo para marcharse.
—Que no fue un sueño— caminó hasta él; —tú me ayudaste, prometiste que no me dejarías solo, que siempre ibas a estar a mi lado—, acortó la distancia; —dime que no estoy loco.
Minho sintió que el corazón se le aceleró al notar su mirada, era diferente a la del otro día, cuando no lo reconoció en el hospital.
¿Sería posible que en verdad hubiera surgido una conexión entre ellos? No quiso cuestionarse más, sino comprobarlo, así que llevó la diestra al rostro del menor y lo rozó, luego se inclinó y lo besó suavemente.
Unió sus frentes, lo sujetó del cuello mientras lo acariciaba y los dos sonreían como cómplices de alguna travesura.
—Así es, lo prometí; y lo voy a cumplir— musitó Minho sobre sus labios antes de volver a besarlo.
[FIN]
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