AM.or. (4/5)
AM.or. (4/5)
CUATRO
Tras una muy abundante comida, Minhyun invitó a Taemin a conocer el invernadero.
—Así que a eso te dedicas— indagó el mayor mientras caminaban entre las plantas cuyos botones aún no abrían, —¿y cómo fue que conociste de Jinki?
—Fue durante una fiesta que el corporativo organizó para celebrar el aniversario de uno de los programas de radio... Jinki fue el encargado de los arreglos y la decoración del evento.
—Oh— susurró Minhyun al momento que se quedaba pensativo, luego exclamó, —como te dije antes, su trabajo es bueno, sin embargo, en el último concurso no era su estilo lo que los jueces buscaban, pero ¿sabes?, conozco a alguien a quien podría interesarle.
—¿En serio?
—Claro, y la próxima semana estará en la ciudad, su nombre es Ji Yong.
A Taemin le sonaba familiar ese nombre, permaneció en silencio unos segundos hasta que lo recordó, —¿te refieres a Kwon Ji Young?—, preguntó sorprendido.
—Ese mismo; es amigo de la familia, y estará por aquí unos días; él es... ¿cómo decirlo?... demasiado perfeccionista a mi parecer, por eso creo que el estilo de Jinki le agradará.
—Wow, Jinki admira a Ji Young— exclamó el rubio.
Tras unos minutos más de charla, Minhyun tuvo que dejar a Taemin sólo, puesto que tenía un par de video-llamadas que atender, no sin antes dejarle en claro por enésima vez que se sintiera en casa.
—Es la primera vez que estas en un lugar como este, ¿cierto?— se escuchó la voz del bombero, ya que el locutor, tras quedar sólo, parecía algo desubicado y miraba todo con gran asombro.
—¿Desde cuándo estás aquí?— volteó para encontrarse al alto siguiéndole de cerca entre los pasillos del gran invernadero.
—Sólo diré que lo suficiente como para saber de quién es admirador tu novio; pero eso no es lo importante, ven— se acercó más al rubio y tomó su mano; —mira lo que encontré—, lo condujo hasta llegar ante una gran planta llena de pequeños botones verdosos, color que indicaba lo inmaduros que se encontraban; —aquí hay uno que pronto brotará— en efecto, Minho señaló uno diferente a los demás; Taemin se acercó a observarlo.
—Míralo bien, se pueden notar varios tonos de amarillo— indicó el alto.
Durante las siguientes horas y por primera vez, el menor observaba detalladamente algo tan simple como botones próximos a abrirse; tal cosa sencilla siempre había pasado desapercibida en la vida cotidiana del rubio, y eso que visitaba constantemente la tienda de Jinki.
Mientras realizaban el largo recorrido por el invernadero, las sonrisas entre ellos se fueron haciendo más naturales, llegó un momento en que su único tema de conversación eran las plantas, los botones y lo caprichosa que a veces podía a llegar a ser la naturaleza, sobre todo con las diferentes formas, colores y texturas en una misma flor; con todo lo anterior, se olvidaron de lo que había más allá de las paredes y no se percataron de las grandes nubes oscuras que fueron cubriendo el cielo hasta que fue demasiado tarde.
Una iluminación que duró apenas unos instantes, seguido de un estruendo, anunció el inicio de una fuerte lluvia. Minho se dirigió a la salida.
—¿A dónde crees que vas?
El alto frunció un poco el ceño ante la pregunta del rubio y dio una respuesta que le pareció obvia —a casa de Minhyun.
—Pero... está lloviendo.
—¿A poco nunca has corrido bajo la lluvia?—, tras un breve silencio, el bombero soltó la carcajada suponiendo la respuesta.
—No, no es que nunca lo haya hecho—, aclaró, —simplemente no me gusta; y no hay necesidad, podemos esperar—, tal y como había dicho, a Taemin no le agradaba del todo andar con las ropas mojadas, y mucho menos si llevaba jeans, era demasiado incómodo.
—Está bien, como desees— respondió Minho al momento que buscaba con la mirada algún lugar para tomar asiento y esperar.
—¿Cómo fue que te decidiste por la locución?— preguntó el alto; ambos se encontraban sentados en una pequeña banca de madera.
—Yy-yo... no lo sé; solamente se presentó la oportunidad—, luego agregó, —¿y tú? ¿cómo fue que decidiste ser bombero?
Minho suspiró profundo antes de contestar, —mi caso es distinto, la naturaleza siempre me ha gustado, Minhyun y yo, cuando éramos niños, pasábamos las vacaciones en el huerto de nuestro abuelo, y una tarde hubo un pequeño accidente, un incendio, nada grave, pero, por alguna razón, desde ese día supe lo que quería ser... tonto ¿no?— miró al rubio a los ojos y le sonrió, esa era una sonrisa diferente, había algo en ese gesto que hizo que Taemin se perdiera por unos momentos en ella.
—No, no es tonto— respondió al salir de su trance, —creo que tiene bastante sentido.
—De seguro es lo que le dirías a cualquiera, ¿no creas que no he escuchado tu programa de radio?— bromeó el alto y luego rió, el rubio hizo un gesto de falso enojo y luego se unió a las risas de Minho; poco a poco ya había más confianza entre ellos.
—Yo también de niño tuve un sueño— comentó Taemin; —pero a diferencia de ti, no lo seguí... — hizo una pausa, luego continuó, —bueno, lo intenté, pero al no tener éxito, lo abandoné— bajó la mirada.
—¿Y cuál era ese sueño?— preguntó el bombero buscando contacto visual.
—Es tonto.
—No creo que sea tonto— ahora era el alto quien repetía aquellas palabras.
El locutor titubeó y luego contestó, —quería convertirme en un gran chef—, cerró los ojos y encogió ligeramente los hombros esperando una risa burlona, pero no fue así.
—¿Cuántas veces lo intestaste? ¿Mil veces?
—¿Eeh?... No, no tantas.
—Querrás decir que no las suficientes— corrigió Minho; —¿sabes?, tengo un amigo que es muy diferente a ti; cocina de maravilla, desde un elaborado platillo hasta ramen o kimchi —Taemin frunció el ceño al escuchar aquella comparación, el alto sólo sonrió por aquel gesto y continuó, —y nunca se da por vencido; he aprendido muchas cosas de él—, el rubio suavizó su rostro por aquellas palabras; ¿cómo podía un desconocido haberle hecho ver tantas cosas en tan poco tiempo?
—Mira, ya no está lloviendo— exclamó el alto al momento que se ponía de pie; al escucharlo, Taemin hizo lo mismo casi inmediatamente, pero por la posición que se encontraban, sus cuerpos quedaron a escasos centímetros, el rubio levantó la mirada encontrándose con ese par de ojos profundos, grandes y oscuros; y después el joven locutor sintió algo caído sobre sus labios y, por instinto, cerró los ojos para disfrutar de aquel beso pausado y dulce; un cosquilleo en la boca del estómago se hizo presente y el tiempo a su alrededor se detuvo; miles de sensaciones y pensamientos lo inundaron.
Un suspiro, casi como un susurro, indicó que se habían separado para tomar aire; —Yo... no debí, lo sien-
—Ee-es mejor que regresemos— interrumpió Taemin al instante que aumentaba la distancia entre ellos y daba media vuelta para salir, no deseaba escuchar las disculpas o explicaciones de Minho, estaba asustado y confundido.
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—Taemin, ¿cómo va todo?— preguntó Jinki, —¿ya lo resolvieron?— el mayor había ido temprano al departamento del locutor.
—No, aún no.
—¿Qué no pasaste todo el día de ayer con él?
—Ss... si, pero...— bajó la mirada.
—¿Pero?— el mayor levantó una ceja esperando que el rubio continuara.
—Verás... conocí a Baek Minhyun.
La mirada de Jinki fue de confusión, pero una vez que recordó de quien se trataba sonrió; —¡no te creo!
—Sí, es primo de Minho, pasamos toda la mañana en su invernadero— explicó entusiasmado; —y... ¿a que no adivinas?
—¿Qué cosa?
—Kwon Ji Yong estará en la ciudad pronto y como es amigo de Minhyun podría hacer que se reunieran.
—Taemin, con eso no bromees— frunció los labios.
—No es broma; en serio, Minho me dio los datos— Taemin le ofreció una hoja de papel doblada en cuatro; el mayor la tomó y la desdobló, en ella estaba escrita la fecha de llegada de Kwon Ji Young y una dirección.
—Eso quiere decir que debería ir a agradecerle a Minho, ¿me acompañas?— sonrió el mayor.
—No puedo, lo siento, hoy tengo que ir a ver a mi hermano, es urgente— el locutor se sentía extraño, era la primera vez que le ocultaba algunos detalles a Jinki cambiándole el tema de esa manera.
—Oh— exclamó Onew, sabía que Taemin era muy cercano a su hermano mayor; —entonces iré yo solo.
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Lee Taesung abrió de inmediato la puerta de su pequeño departamento, puesto que alguien tocaba de manera desesperada; —¿Qué sucede?... ¡Taemin!
El menor se echó a los brazos de su hermano refugiando el rostro en su pecho; Taesung suspiró y acarició el cabello del locutor al momento que lo invitaba a pasar.
—¿Te agrada Jinki?— preguntó el rubio mientras su hermano mayor le servía una taza de té.
—Sí, me agrada, es una persona muy amable, ¿porqué la pregunta?
—Porque nunca he escuchado que te quejes de él, llevamos algunos meses saliendo y nunca me has hecho algún comentario al respecto; ¿temes que me enoje?
—Nunca me he quejado de él porque no ha sido necesario; él es bueno, amable, te trata bien, en pocas palabras él es perfecto; siempre has sido muy acertado en escoger a tus amistades, por eso nunca he tenido que intervenir.
El menor apretó entre sus manos la pequeña taza, al parecer todos veían a Jinki de la misma manera: perfecto. —Eso no tiene nada de malo, ¿o sí?
—Una relación perfecta es lo que siempre le aconsejas a tus radioescuchas, y eso es lo que tienes, ahora tú mismo contesta a tu pregunta; ¿es malo?
—No— susurró el menor.
—Entonces; ¿qué te preocupa?
—¿Qué tal si no existe lo perfecto? ¿Qué tal si es sólo algo relativo?
—Cada quien es perfecto en sus imperfecciones—, explicó Taesung, —yo veo a Jinki como una persona perfecta para mi hermanito, pero al final quien decide si es perfecto o no para una relación duradera eres tú.
El rubio dio un sorbo a su té y luego suspiró, las palabras de su hermano tenían la habilidad reconfortarlo, ahora sentía que las cosas estaban un poco más claras.
..
Jinki entró algo indeciso a aquel bar que le habían indicado los vecinos del bombero.
—¿Choi Minho?— preguntó al encontrarse con un sujeto alto y de ojos grandes.
—Así es. ¿Y tú eres...?
—Jinki, Lee Jinki— se presentó.
..
Al salir del departamento de su hermano, el joven locutor se dirigió al edificio donde transmitía, estaba listo para un nuevo programa, ya se encontraba más animado y no iba a dejar que sus confusiones arruinaran el gran trabajo que realizaba.
—¿Cómo estuvo tu día de descanso?— preguntó Jin Li al verlo llegar.
—De maravilla; ¿ha venido Jinki?
—No, pero llamó, dijo que tiene un evento que atender y que no podrá estar presente hoy— explicó; el rubio asintió, se preparó para entrar a la cabina y comenzar con la transmisión.
..
—¿Qué es lo que quieres de Taemin?— preguntó Jinki
—¿Disculpa?
—Siempre le das largas al asunto del divorcio, ¿y ahora sales con esto? Te agradezco de verdad la información que Minhyun y tú me han proporcionado, pero no permitiré que te le acerques otra vez.
El alto rió, —debes tener en cuenta que es él quien me buscó desde el principio.
—Sí, pero tú muy bien sabes el motivo, y no sé cómo lo hiciste, pero estoy seguro que fuiste el culpable de todo esto.
—¿Cómo habría de ser eso posible?
—No lo sé, pero no quiero que te vuelvas a acercar a él, ¿escuchaste?— exclamó Jinki, luego de un sorbo terminó con su bebida dando por terminada la reunión.
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Tras terminar la emisión, Taemin recibió un mensaje de texto de su novio; "Siento no poder ir por ti, hay un evento al que tengo asistir, saldré hasta tarde", lo leyó y respondió: "No hay problema, nos vemos luego; cuídate", y luego guardó su móvil para dirigirse a la salida del edificio.
—Por fin conocí al perfecto Lee Jinki— Taemin buscó con la mirada y tras uno de los pilares de la recepción apareció el bombero; —me buscó hoy en la tarde— explicó.
—¿Ee-en verdad?
—Si, dijo que estaba muy agradecido por lo de Ji Young.
—Yyy... ¿hablaron de algo más?— Taemin quiso saber si Jinki había insistido y apresurado la firma de los documentos.
—Mmm... —el alto fingió recordar, —no, no dijo nada más; pero no vine para eso, hoy mi amigo, el que te platiqué, nos ha invitado a cenar.
—¿De verdad?
—¡Claro! Preparará su platillo especial y tienes que probarlo— sonrió.
Taemin pensó que no sería correcto ir, pero poralguna extraña razón terminó aceptando.
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