AM.or. (1/5)

AM.or. (1/5)

UNO

Lee Taemin estaba muy feliz, se encontraba en una etapa maravillosa y exitosa de su vida; era locutor de un programa de radio llamado "With Love" y su relación con Jinki, un chico unos años mayor, iba de maravilla.

En dicho programa, Taemin contestaba llamadas y daba consejos sobre las relaciones amorosas; para el joven, el amor era algo de lo que podía hablar muy bien y sus comentarios eran bastante acertados, por ello tenía muchos radioescuchas.

—Buenas tardes, habla Yuri— era una voz femenina al otro lado de la línea.

—Hola Yuri, ¿en qué te puedo ayudar?— contestó Taemin; su programa estaba por terminar y esa era la última llamada que atendería.

—Ee... es que yo... quería saber si... ¿Es normal tener dudas antes del matrimonio? Me gustaría que me dieras un consejo.

—¿Tienes dudas? ¿Aún no estás convencida?

—No es eso... es que... bueno, hace tres meses que nos conocimos y ya nos vamos a casar la próxima semana. ¿Eso está bien?... Digo, ¿Es correcto?

—Desde mi muy personal punto de vista puedo decirte que tres meses es muy poco tiempo; creo que no debes apresurar las cosas, conoce mejor a quien será tu pareja de por vida.

—Yyy... ¿Si al poco tiempo nos divorciamos?— la chica se escuchaba algo nerviosa.

—Por estadística es sabido que más de la mitad de los matrimonios fracasan porque al final su pareja no era como ellos pensaban.

—¿Qué debo hacer?— preguntó algo afligida.

—Piensa mejor las cosas; y si decides dar el sí asegúrate de que sea con el menor número de dudas rondando tu cabeza— finalizó el chico rubio.

A varios kilómetros de la radio difusora, en una estación de bomberos sintonizaban el programa.

—Ey ¿Ya oyeron?— preguntó Siwon en tono de broma a los demás chicos de la estación; —¡Auch!— se quejó ya que recibió un codazo en su costilla.

—¡Calla!— exclamó Seungho, quien le había propinado el golpe; al momento que señalaba con la mirada a Minho.

—Calma, es sólo casualidad que esa chica se llame igual— murmuró Chansung al momento que colocaba una mano sobre el hombro del sujeto de ojos grandes para reconfortarlo y mostrarle su apoyo.

Y claro que Minho lo necesitaba; Yuri era su prometida y Chansung probablemente tenía razón: podría ser casualidad; a acepción de que algunos datos coincidían, se habían conocido hace tres meses y se iban a casar en una semana.

Tras abandonar la cabina de radio, Taemin se dirigió a la florería de la que era dueño Jinki; mejor conocido como Onew.

—Vas a ahogarlas si continúas así— exclamó el rubio entre risas al ver al chico de cabello castaño luchar contra la manguera que por la presión del agua se le había salido de control mientras regaba un gran rosal.

—Ey, Taemin— hizo un gesto de falso enojo; —porque no mejor me ayudas— exclamó; el menor se dirigió hasta la llave principal y la cerró.

—Deberías tener más cuidado— el locutor se acercó a Jinki y con su diestra apartó de su rostro unos mechones de cabello húmedo.

—Lo tengo— respondió el castaño; —pero aún así no sé qué haría sin ti— acortó a distancia y rozó sus labios con los propios en un casto beso; —¿cómo te fue?

—¿Qué acaso no oíste el programa?— se quejó el menor.

—Sí, pero no completo; hubo algo movimiento hace unas horas, llegaron varios clientes— explicó; —sabes que no puede desaprovechar algo como eso.

—Bueno, sólo por eso te perdono— sonrió.

—Gracias, y yo por eso te quiero— el mayor lo abrazó fuertemente.

—Pero yo no quiero un novio con resfriado, así que es mejor que te cambies la ropa antes de que te enfermes.

.

A la mañana siguiente, Minho fue en busca de su prometida, o al menos esperaba que lo siguiera siendo.

—Yuri... yo

—No Minho; ya te dije que esto se terminó

—Pero, no puede acabar así— sus grandes ojos estaban demasiado abiertos.

—Ya no hay nada entre nosotros, comprende

—Entonces, ¿Lo que me dijiste era mentira? ¿Nunca me quisiste?

—Si... bueno... tal vez; pero casarme aún no está en mis planes

—Si es así, podemos esperar

—No lo creo, es mejor que sigamos con nuestras vidas— fue lo último que dijo ella antes de cerrar la puerta prácticamente en la cara del alto.

Arrastrando los pies, Minho llegó al edificio donde rentaba, el periodo que le correspondía estar de guardia en la estación de bomberos había concluido, y tenía una semana libre, por ello había planeado su boda, nada ostentoso, de hecho, sólo amigos muy cercanos a la novia estarían invitados y algunos de los departamentos vecinos al de Minho.

Cuando llegó al tercer nivel, una voz conocida lo hizo voltear; —cara de rana, ¿qué te sucede?— exclamó Kibum, un muchacho delgado, no tan alto como el bombero, y de mirada afilada.

—Nn-nada.

—Tú a mí no me puedes mentir— llevó amabas manos a sus caderas y comenzó a mover uno de sus pies en forma insistente.

—Eeh... —el moreno rascó su nuca; —ya no habrá boda.

Kibum contuvo el aliento, pareciera que acaba de recibir la peor noticia en la faz de la Tierra.

—Pp... pero... ¿por qué?— Jonghyun, un chico más bajito apareció por las escaleras.

—Ella... ella así lo decidió— el bombero ya no quiso dar más explicación; —voy a estar en mi apartamento, hasta luego.

—Voy a preparar ramen; en cuanto esté listo te llamo— exclamó Kibum; al alto asintió con una sonrisa cansada y se dirigió hacia donde había dicho.

El bombero se sentó en uno de sus sofás y allí permaneció por unos minutos, luego, alguien tocó a la puerta.

—Adelante, está abierto— exclamó y una cabellera bicolor se asomó, era Jonghyun

—¿Ya está lista la comida? Qué rápido— dijo el alto.

—No, lo que pasa es que ya sabes; cuando Key está preparando algo no quiere que nadie esté en su cocina— explicó y Minho rio.

—Y... ¿no vas a luchar?— preguntó el bajito al momento que se echaba al sofá de enfrente.

—¿Eh?

—Esa no es la actitud del Minho que yo conozco; a ti no te gusta perder, y menos sin dar una buena batalla.

—Es que ya no hay nada que hacer.

—¿Hablaste con ella?

—Sí, pero parece que ese maldito gurú del amor tuvo la culpa— el moreno hizo comillas con los dedos al decir gurú.

—¿El qué?— Jonghyun se mostró confundido.

—Ése que tiene su programa de radio y da consejos sobre el amor— explicó el alto.

—¡Ah! ¡Taemin! Key lo escucha casi todas las tardes.

—Pues fue ese tonto.

—¿Yyy...?— el de la cabellera bicolor enfatizó y arrastró aquella letra.

—¿Y qué?

—Como eres lento, hay que investigar— Jonghyun se puso de pie y sin pedir permiso dispuso de la computadora del alto.

—Lee Taemin, es psicólogo, se graduó muy joven; su programa de radio lleva seis meses al aire y tiene muy buenas críticas— anunció el bajito; el bombero se acercó a la pantalla.

—Mira, es soltero— indicó Jonghyun.

—Pues para dar consejos sobre el amor y bodas parece que no tiene suficiente experiencia— argumentó Minho.

—¡Eres un genio!— exclamó el muchacho y comenzó a mover sus dedos muy rápidamente sobre el teclado.

—¿Pero qué...?— el moreno abrió grande los ojos; —dijiste que ya no hacías esas cosas.

—Esta es una emergencia.

Entre algunas cualidades que poseía, Jonghyun era un experto en filtrarse en algunas páginas Web y bases de datos, y en ese momento estaba a punto de darle "clic" al botón para confirmar la unión conyugal y generar un acta de matrimonio con los nombres de Lee Taemin y Choi Minho.

—Sólo tienes que decir acepto y le fastidiarás la vida como él fastidió la tuya— explicó quien poseía la melena de dos tonos.

Minho lo pensó unos momentos, luego lentamente una sonrisa de lado se dibujó en su rostro; —acepto.

.

Al día siguiente, por la mañana, Jinki fue a buscar a Taemin a su departamento.

—Es muy temprano— exclamó el menor al momento de abrir la puerta para que el florista entrara.

—Nada de eso, hoy es el gran día.

—Pero podemos ir después— exclamó el rubio mientras se dirigía otra vez hacia su habitación; el otro lo siguió.

—Vamos, es un día demasiado bonito como para que te quedes allí— el castaño jaló las sábanas en las cuales el nombrado se había envuelto al meterse a la cama.

Al no obtener respuesta, el mayor optó por hacerle compañía; se coló por debajo de las mantas y de inmediato sintió un par de brazos aferrarse a su cuello.

—Pero... quiero quedarme aquí... contigo— susurró el rubio.

Jinki lo observó muy de cerca y se mordió suavemente el labio inferior, ganas no le faltaban para obedecerle, pero minutos después, haciendo uso de la poca fuerza de voluntad que le quedaba, se liberó; —tenemos que ir— musitó para luego, a empujones, sacar al menor de la cama.

La pareja llegó a las oficinas para realizar el trámite, pronto Taemin obtendría su licencia de manejo.

La muchacha del mostrador pidió y revisó los papeles; y tras la teclear en el computador, leyó en voz alta los datos para confirmar.

A todo Taemin asentía, hasta que oyó las palabras: "Estado civil, casado".

—Disculpe señorita, debe haber un error— explicó el rubio.

—Usted es Lee Taemin, ¿cierto?

—Así es.

La chica revisó fecha de nacimiento y demás datos nuevamente, frunció un poco el ceño y luego afirmó; —No, no hay error.

—Y... ¿Con quién estoy casado?— titubeó al preguntar.

La dependiente mostró cara de confusión, luego clavó la vista en la pantalla de su computador; —Choi Minho.

—¿Es esto una broma?— Jinki intervino.

—Eso debe ser— añadió Taemin.

—Lo siento, pero así sea un error o no, si desean aclarar esto deben ir a otras oficinas— informó la muchacha puesto que veía cierto enojo en las expresiones de ambos.

Y así lo hicieron; ambos se dirigieron al departamento que correspondía.

—La única opción es el divorcio— explicó quien los atendía, un hombre alto, robusto y con cara de pocos amigos; —deben traer el acta de matrimonio origi...

—¡Pero ni siquiera lo conoce!— intervino Jinki; —¡¿cómo cree que va a tener semejante documento?!

Taemin tomó suavemente su mano para indicarle que se tranquilizara y poder hablar; —Y en caso de que el acta se haya extraviado, ¿qué debemos hacer?

El sujeto simplemente se dedicó a imprimir una serie de formatos; —llenen esto, tráiganlo a estas oficinas y después de treinta días podrán iniciar con el trámite de divorcio— sentenció al entregarle al rubio decenas de hojas.

Al abandonar el edificio donde se realizaban dichos trámites, ambos se dedicaron a investigar la dirección del tal Choi Minho; Taemin estaba convencido de que ambos eran las víctimas de un grave error burocrático, y que de inmediato aquel desconocido cooperaría.

—Sabes que me encantaría acompañarte, pero tengo que ir a traba...

—Lo sé— Taemin interrumpió al mayor y luego le dio un beso; —no te preocupes y ve con cuidado.

Tras una abundante comida, Jonghyun salió del departamento que compartía con Kibum para dirigirse al supermercado donde trabajaba; por su parte, Key, quien ya había regresado del suyo, se dedicó a limpiar la cocina, ya que, aunque Jonghyun se ofrecía a ayudar, el chico de la mirada felina no lo permitía.

Minutos después, Taemin llegó al modesto edificio con un pedazo de hoja de papel en la mano, buscando el departamento de Minho.

—Buenas tardes— exclamó el rubio; —disculpe, ¿el departamento 6C?

—¿Eh?... Buenos tardes— contestó Key al encontrarse con el menor en el pasillo; —mmm... si buscas a Minho salió hace unos minutos.

El rubio se quedó pensativo unos segundos; —Y... ¿sabrá donde lo puedo encontrar?

—No creo que ande lejos; lo más seguro es que haya ido al bar de la calle cinco; pero... ¿Quién lo busca?

—Taemin, Lee Taemin— contestó.

—¡¿Lee Taemin?!— abrió grande los ojos sorprendido; —¿el del programa With Love?

El rubio asintió un poco tímido.

—¿Es en serio?

—A-así es

—Pero... ¿Qué te trae por aquí? ¿Eres amigo de Minho?

—Nn-no exactamente— Taemin no deseaba que todo mundo se enterara de lo sucedido.

—De seguro un buen consejo tuyo no le caería mal— exclamó refiriéndose a la situación sentimental de Minho, pero luego de inmediato recordó lo descortés que había sido, —oh, lo siento, mi nombre es Kim Kibum, pero puedes llamarme Key.

Mientras tanto, el bombero se encontraba jugando billar con unos conocidos.

—A que a esa no le atinas— exclamó el alto.

—¡Ja! Estas frente al gran Nichkhun, cuida tus palabras— respondió un chico casi tan alto como Minho, de tez clara y cabello color miel antes de realizar su movimiento.

—Ves; te lo dije— señaló Minho antes de dar un largo sorbo a su tarro de cerveza.

—¿Y a apoco tú si puedes?

—Observa y aprende— se preparó para tirar, y tal como dijo, no falló.

Por unos minutos más jugaron, hasta que las peculiares campanillas de la puerta al abrirse se escucharon, como siempre, nadie le tomó importancia, al menos hasta que notaron que un chico rubio preguntaba por Choi Minho.

De inmediato, el alto se escondió disimuladamente de tras de su amigo.

—¿Y ahora a ti qué te sucede?— preguntó Nichkhun; —es tu turno.

—Lo sé... ya voy— Minho no pensó que Taemin lo fuera a localizar tan pronto, ese rostro era inconfundible, aunque la primera vez que lo vio fue en fotografías el día anterior cuando Jonghyun le propuso aquella venganza.

Después de preguntarles al dependiente del lugar y a los demás clientes, el locutor se aproximó a la mesa de billar donde le habían indicado.

—Disculpa... ¿Eres Choi Minho?

—Eeh... No, pero ¿te puedo ayudar en algo?— sonrió Nichkhun.

—Yo soy Choi Minho— el alto salió de su escondite. ¿Qué más daba? Podría seguirle el juego e incluso hacerle una broma, de hecho, pensó que eso sería divertido.

—Mi nombre es Lee Taemin—, se quedó pensativo un momento; estuvo tan ocupado buscando a aquel sujeto que ahora que lo tenía enfrente no sabía cómo abordar el tema; —creo que.... bueno, ha habido un error, un gran error que nos involucra a ambos— planteó.

—¿En serio?— de manera despreocupada el alto mientras aplicaba la tiza; —¿es de vida o muerte?

—Pues... no exactamente, pero...

—Entonces puede esperar; esta juagada va a ser mía— golpeó la bola y la falló apropósito, todo con la idea de prolongar el juego; ahora era turno de Nichkhun.

—Verá, no es de vida o muerte, pero sería bueno que se aclarara de una vez.

—¿Deseas algo de tomar? Se nota que has caminado mucho.

—Eeh... no, estoy bien, gracias.

—¡Una cerveza bien fría para Taemin!— gritó el alto al cantinero, luego se dirigió al rubio; —va por mi cuenta.

—Gracias... pero debe...

—Después del juego ¿sí? Es mi día de descanso, no me lo arruines por favor— Minho lo miró suplicante.

Taemin suspiró, después de todo podía esperar unos minutos, ¿no? —de acuerdo.

Los minutos se convirtieron en horas, y por todo ese tiempo Minho había estado evitando que Taemin le planteara la situación, el alto simplemente se hacía el desentendido y le seguía invitando bebidas.

—Pero que buen espectáculo— exclamó Nichkhun al momento que se unía a los aplausos de los demás; el alto volteó, y vio a Taemin sobre la barra intentando bailar; si el chico tenía tan "poco aguante" con el alcohol, no debió haber aceptado los tragos.

Chiflidos y piropos inundaron el lugar, pero en cuanto un par de sujetos se dispusieron a subir junto con el rubio, Minho fue en su busca; exponer de esa manera a Taemin no era lo que el bombero tenía en mente.

El locutor se dejó caer en los brazos del alto, Minho lo observó, de cerca no era feo después de todo.

—¿Te lo vas a llevar? Pero si estaba dando un buen show— rió su compañero de juego.

—Creo que ya fue demasiado por hoy, debe descansar— exclamó el bombero al dirigirse a la salida.

Al llegar a su departamento, Minho recostó a Taemin boca arriba en la cama y lo observó nuevamente de cerca. ¿Cómo era posible que alguien que lucía como un ángel le haya hecho daño?

Pasó las yemas de sus dedos por el blancorostro, segundos después el rubio se removió por el contacto; inmediatamente elalto se separó un poco, pero después de pensarlo unos segundos llegó a laconclusión de que el chico podría estar algo incómodo así que le desabrochó losprimeros botones de la camisa, el pantalón y le quitó los zapatos. 

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