"El Sueño De Valeria"


—¡Abre los ojos! — grita mi hermana por décimo octava vez obligándome a despertar

—¿Que pasa? — pregunto en tono somnoliento y gruñón

—Es el día de los padres, ¿recuerdas? — dice con ironia la última palabra obligando a amotinarme de la cama

—No lo había olvidado vale — miento y me adentro en el baño.

—Obviando el hecho que son las tres de la tarde y aún estas durmiendo, no, no lo habías olvidado — continúa con su tono irónico parándose en la entrada del baño

—¿Porque eres tan irónica y sarcástica? — le miro con saña.

¿Se preguntan si estoy molesta?

Pues si lo estoy

No soporto que interrumpan mis sueños, y menos cuando estas soñando con un mulato de metro noventa todo fuertote, pelo riso, tatuajes en su pecho, una hermosa sonrisa y un miembro del tamaño de un caballo que está por taladrarte tan duro que no podrás sentarte en toda una semana.

—Eludiendo tus comentarios de mal gusto — dice viendome con cansancio, le encanta mantener esa postura de hermana superiora — Tenía que despertarte — sonríe arrogante

—Dime que no he pensado en voz alta — llevo mis manos hasta mis cachetes y los tapo, se que justo ahora estoy roja como un tomate, y como si no fuese suficiente vergüenza el espejo que está justo en frente de mi colgado en la pared me lo confirma

—Si, lo has hecho — aunque su mirada es jovial mantiene esa expresión disentida —Pero prefiero olvidarlo y hacer como que no escuche a mi hermana de 16 años hablando de sexo

Gracias a dios — digo para mi misma y hecho agua en mi cara, estoy que ardo del rubor

—Me dirás porque siempre eres tan anti-divertida — le miro amargada esperando su respuesta

—¿Anti-divertida? — pregunta extrañada

—Es una palabra del diccionario de Valeria cariño — explico con obviedad y seco mi cara con la toalla

—Y que sig..

—Significa — digo interrumpiendola— fastidiosa, pesada, soporifera, tediosa. ¿Continuo? — la diviso con una ceja alzada

—Bueno, quizás porque, haber — coloca un dedo en su barbilla como si se lo estuviese pensando — Porque son las tres de la tarde y he tenido que realizar todas las tareas del hogar sola, pronto llegan nuestros padres y esto — saca un papel de su bolsillo y al desdoblarlo sale otro y de ese otro sale otro, y así sucesivamente hasta ver una tira de seis ojas de papel, por lo que dedujo que son las tareas que mi madre dejo para mi — lo tuve que hacer yo — persivo un poco de molestia en su voz

—¡En serio! — grito feliz — Te amo! — corro y me avalanzo sobre ella haciendo que ambas caigamos en la cama

—¡Valeria! — gruñe porque la estoy escachando

—Eres la mejor hermana del mundo, te adoro! — la abrazo y comienzo a besarle el rostro

—¿En serio? — inquiere, y por primera vez en el día de hoy la escucho reír

—¡Claro!, retiro todo lo antes dicho de anti-divertida

—Espero que no cambies de parecer cuando salgas ahí fuera — sañala la puerta de mi habitación

—No lo haré Verónica — me levanto de la cama y voy hasta mi closep, agarro ropa adecuada y me devuelvo al baño para tomar una ducha

—Me gustaría que lo dejaras por escrito, pero se que no lo harás — su voz es más relajada — Nos vemos abajo — escuche la puerta cerrarse

Termine de ducharme y salí de mi habitación, baje las escaleras y entendí el porque mi hermana quería que dejase mis palabras por escrito

—Verónica! — grite, o más bien rugí como leona

—¿Que pasa? — preguntó con cansancio. Se encontraba sentada en el mueble que está justo a mi lado, por lo que mis gritos eran algo innecesarios

—¿Me puedes explicar que hacen esas personas aquí? — me cruce de brazos, ahora era yo quien parecía madre superiora

—Alguien tenía que hacer los quehaceres, y no iba a ser yo — dijo obvia y siguió viendo la tele

—Entonces, ¿porque me has despertado?

—Eres tan ingenua — negó con la cabeza y una sonrisa pícara se esbozo en sus labios — Alguien tiene que pagarles cariño

—¡Perdona! — ahora me sentía ofendida

—Si bebe, como yo los busqué solo pondré el 20%, el resto corre por tu cuenta

—¡Si seras! — dije molesta y me fuy hecha furia a la cocina en busca de mi desayuno-almuerzo

—¿Quiere algo joven? — pregunta una voz gruesa, masculina, excitante y placentera tras de mi.

Me giro sobre mis talones para ver quien es el responsable de esa orgasmica voz y me encuentro nada más y nada menos que un mulato de metro noventa, ojos verdes, musculoso, pelo riso, sonrisa blanca y sincera, ¡joder!, es el de mis sueños

—Oye! — mueve la mano delante de mi rostro ya que he quedado hipnotizada ante tanta belleza.

Dios, mis ojos arden de ver tanta perfección. Es aún más hermoso en persona, y con esos músculos ¡MADRE SANTA!, está para darle más de un mordisco

—Si que puedes ayudarme, y mucho — muerdo la comisura de mis labios y lo desgasto con la mirada

—A sí, ¿en que? — pregunta de lo más cordial

Coloco mi mano en su mejilla sin dejar de verle a los ojos, él se sorprende de mi acción pero no se aparta, con la misma voy descendiendo por su cuello y al llegar a su camisa desabotono boton por botón. Dejo su pecho totalmente al descubierto y lo acaricio con apetencia, el me avisora entre extrañado y pasmado, pero se que le gusta lo que hago, en ocasiones le he visto vacilar hacia mis pechos.

Llevo mis manos a cada lado de sus hombros y deslizo la camisa por sus brazos hasta que cesa en el suelo. Lo hago retroceder con mis manos aun en su pecho hasta que su espalda se estampa con la pared, y cuando estoy por realizar otra de mis investigaciones en su complexión es él quien me incrusta a la pared haciendo que me sorprenda

Me escanea con destreza de arriba a bajo, y una sonrisa coqueta se dibuja en sus labios al ver que estoy nerviosa ante sus impúdicas miradas.
Me siento pequeña ante el, impaciente, enmarañada, pero a la vez encendida, electrizada y deseosa.  Como una moneda atraída por un imán, y eso le gusta. Tenerme así de asustada y fogosa le fascina.

Cuando menos lo espere llevó la mano hasta mis labios y los pregrinó de lado a lado con su pulgar. Esa acción me puso más cachonda, y fuy a agarrarlo de la nuca cuando me lo impidió.

—Las riendas las llevo yo — me susurro al oído con la voz ronca, y juro que estaba a punto de mojar bragas

Rompió mi blusa con sus brazos y retiro mi sostén, llevo su mano hacia uno de mis pechos y lo acaricio con afán, luego, atacó mis pesones con su boca y los lamio con exuberancia.

Es increíble que la persona con la que tantas veces he soñado, y quién creía incierto y producto de mi imaginación perversa, existiese en realidad. Me sentía ahogada, con sofoco y mucha fatiga. Más específicamente estaba fogosa, sumamente incandescente.

Su mirada era bellaca, muy depravada. Espectante y ansiosa por ver cada una de mis aristas. Podía otear a través de sus ojos como las ganas le carcomian provocando esa ambición de atiborrarme y devorarme completita

Deslizó la mano por todo mi abdomen y la adentro en mis short, acción que me hizo jadear y morder mi labio inferior para reprimir mis quejidos y Verónica no escuchara. Desplazó mi braga a un lado y roso mi intimidad con su dedo, más de un suspiro salió de mis labios en esos pocos segundos, y fue a adentrarlo en mi vagina cuando una acuosidad empapo mi rostro

—Joder! — abrí los ojos de un tirón hacíendo aspavientos de estremecimiento, por un momento pensé que me ahogaría

—Hasta que al fin — dijo con el jarro en la mano

—Porque me despiertas así, ¡¿No había otra forma?! — dije exasperada

—Si la había, pero te vi gimiendo y más caliente que una hornilla. Así que supuse que arrojandote agua lo arreglaría — mordió su labio reprimiendo una risilla — Con un gracias esta bien — dijo de lo más tranquila

—Me despiertas arrojando un jarro de agua a mi cara y ensima pretendes que te de las gracias — dije irónica — Tu si que los tienes grandes

—Levanta tu trasero de la cama de una vez — ordenó

—Eres la peor hermana del mundo — dije furiosa retirando el pelo mojado de mi rostro

—Levantate! — grito como loca

—Sabes, abusas de ser la mayor — le mire con saña y me levante de la cama

—Privilegios de nacer cuatro años antes que tú — me lo restregó en la cara — Ahora, duchate de una vez. Nuestros padres acaban de llamar y dicen que tienen una noticia muy importante para darnos

—¿Que noticia? — pregunte extrañada

—No lo sé, duchate que yo haré lo mismo — al terminar de hablar salió de la habitación dando portazo

—Odiosa! — bufé cuando salió de mi cuarto

Me adentre en el baño y tomé la ducha, seguido me vestí y salí de la habitación. Me encontré con mi hermana que también salia de su dormitorio, y ambas bajamos al salón. Ya mis padres se encontraban allí para cuando llegamos, estaban sentados en el mueble con cara de velorio

—¿Que pasa? — preguntamos ambas a la vez

—Hijas — habló mi padre levantándose del mueble, se acercó a nosotras y nos guió hasta el sillón obligándonos a tomar asiento

—Su padre tiene algo muy importante que decirles — esta vez habló mi madre parándose junto a mi padre, para darle la mano.

Mi progenitor tomó una gran bocanada de aire, cerro sus ojos y entonces lo dijo.

—Chicas, tienen un hermano

Mi hermana y yo nos miramos estupefactas y luego volvimos la vista a nuestros padres.

Mamá le daba seguridad a mi padre, quién parecía nervioso

Y como si fuese una ironía del destino entro en el salón un precioso mulato de metro noventa, con pelo risado y ojiverde, vistiendo una camiseta azul celeste divulgando su grandiosa musculatura.
El chico que tanto he soñado, el que tantas veces me he follado hasta con la mirada, el que había acabado de descubrir que existía y que ahora era mi hermano

—Soy Luke — dijo de lo más sonriente postrándose frente a mi

—Valeria— dije aún atónita extendiéndole la mano. No creí posible que existiera tanta belleza, pero más que eso, que tanta belleza llevase mi sangre

—Un gusto, hermanita — estrechó su mano con la mía y me guiñó un ojo sin dejar de mostrar esa orgásmica sonrisa

Espero que les halla gustado el primer de muchos relatos.

Y quería preguntar

Para ustedes, ¿Que sucedió entre Luke y nuestra atrevida Valeria?

Deja tu comentario aquí y cuéntanos como ha sido tu final

También estoy abierta a proposiciones para una próxima anécdota. Así que si lo deseas déjalo aquí por escrito y lo tendré muy en cuenta.

Muchos Besitos mis lectores perversos. Muaaaa

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