De: Gerard Way.

Para: Frank Iero.

He aquí una breve narrativa de lo que mi mente solía creer, de lo que mi existencia solía ser y de lo que hoy, en pleno uso de mis facultades mentales he de declarar. Hace unos años los bienes tanto materiales como inmateriales resultaban artificios vacíos en lo que a mí respecta; no había ni un solo sentimiento removido ante la observancia, así como en la apreciación de cualquier aspecto de la naturaleza, me daba igual mirar una puesta de sol aun con los más bellos y cálidos colores, que mirar un automóvil avanzar por el pavimento.

Yo nunca fui ni por un remoto segundo, de las personas que tienden a apreciar el arte, a filosofar de la vida, a plantearse ciertas interrogantes que suelen confundirse con sentimientos ambiguos; pero es que conocerte cambió mi vida, porqué antes de saber de tu existencia, el mundo permanecía inmóvil, en una quietud deprimente, todo era casi invisible, apacible, todo estaba tranquilo y silencioso. Todo estaba dormido, vacío, apagado dentro de mí; yo no había vivido hasta entonces, mi alma se encontró en un estado de latencia tortuosa, hasta tu llegada, pues te amé en el instante mismo que te conocí.

¿Pero qué es el amor sino un montón de reacciones químicas que hacen sucumbir el cuerpo mismo ante derivados de seseos sexuales y necesidades de atención recíproca? ¿Qué es el amor sino un instinto egoísta? ¿Qué es del amor cuando todo lo que este conlleva ha sido suministrado y ese instinto humano ha sido saciado?

A una edad razonable de mi vida, puedo decir y por medio de esta carta personal, declarar, que el amor existe. Sin intención de difamar anteriores seres humanos que han intentado describir el amor, yo me atrevo a decir que no es un salvaje frenesí, Sra. Fisher; no es una poderosa fuerza, Dr. Einstein; no es instinto sexual, Sr. Freud. El amor es inexplicable, simple y sencillamente como lo lees. Y no me limito a refutar definiciones hechas previamente, más bien me he tomado el atrevimiento de reunir aquellas tres que me han parecido convenientes y decir de este modo que el amor es un conjunto de sentimientos ambiguos, no únicamente limitados por el deseo sexual, que constituyen una poderosa fuerza inexplicable, irrazonable e imparable.

No he tenido que realizar doctorados en psicología, comportamiento humano o entendimientos de la física para saberlo. Lo supe cuando te vi, lo supe desde la primera vez que pude ver tu sonrisa y besar tus labios; y lo confirmé cuando mi amor fue correspondido. Por ello, hoy bajo los testimonios más allegados a la investigación científica que un simple humano, artista, y dibujante pudiese llegar a hacer, afirmo con certeza que te amo, Frank Iero.

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Hola! Hace mucho que no ponía nada aquí. 

Bueno, este lo acabo de escribir, es que es cumple de una niña a la que aprecio mucho y quería dedicárselo, feliz cumple Cami MCRonFire, sé que es un escrito muy sencillo pero espero que te guste, un abrazo!

Gracias por leer amigos, besos!