Capitulo 3: La competencia
Era un día más en el maravilloso Parque "Estrella". Pero se oye mejor en inglés, así que... Era un día más en el maravilloso Starr Park. Todos estaban haciendo sus jornadas de trabajo. Gale limpiaba los baños del Snowtel, Fang vendía palomitas, Chester molestaba a Mandy, y ¡Griff estaba evadiendo impuesto como siempre!
Pero centrándonos en Griff... El estaba en su oficina descansan- ¡ES decir! Estaba haciendo cosas de negocio super importante importantisisimas. Mientras que Colette estaba en la registradora escribiendo en su diario, así mismo Edgar esta en su teléfono. Todo parecía normal por aquí, hasta que...
-¡AAAAAAHH!
Alguien grito demasiado fuerte, pero lo interesante (o preocupante) de esto es que provenía de la oficina de Griff. Colette y Edgar con temor procedieron a dirigirse lentamente a la puerta en donde estaba escrito: "Oficina de Griff - No pasar, o te quito tu salario".
Con el corazón al tope, lentamente Edgar abrió la puerta.
Edgar: ¿Griff? ¿Paso algo? -dijo tembloroso-.
Al abrir la puerta completamente vio a Griff sentado en su silla observando en su escritorio un papel.
Griff: ¡Esto es serio! ¡Muy serio!
Colette: ¿Que es?
Griff procedió agarrar el papel blanco que tenia en el escritorio para mostrárselo a sus empleados. Colette y Edgar observaron el papel, solo se podía ver una gráfica con un flecha llendo hacia abajo.
Edgar: ¿Por eso gritaste? ¡Casi me rompes los tímpanos!
Griff: No, Edgar. ¿Que no ves la magnitud del problema aquí?
Edgar: El único problema que veo son las ventanas rotas. -dijo con cierto enojo-.
Griff: Descuida, luego lo pago con tu salario. ¡El caso es que mis ventas han bajado!
Edgar: Wow, ¿se supone que me deba de importar?
Colette: Pues de cierto modo... si. -dijo Colette intentado meterse a la conversación-.
Griff: Algo o alguien me esta quitando las ganancias aquí. -dijo Griff susurrando a sus empleados con incredulidad-.
Edgar: ¿Y que se supone que debamos de hacer? -dijo esto último mientras se tomaba una bebida-.
Colette: Espera un momento... Edgar, ¿de donde conseguiste esa bebida?
Edgar: ¿Ah? Lo conseguí en el puesto que esta alado de nuestra tienda.
Griff: Espera... ¿Que?
Rápidamente el trío decidió salir rápidamente de la tienda en donde encontraron un puesto pequeño con una multitud de gente alrededor. Griff procedió a llegar al fondo de esto y empezó a empujar a las personas para ver que era lo que estaban vendiendo.
Griff: ¡Aún lado! Hombre de negocios por aquí.
Finalmente llegó al centro de todo esto, en donde vio un puesto de bebidas energéticas. En donde el que está vendiendo era Cordelius.
Cordelius: ¿Eh? ¡Oh! Hola chicos, ¿que hacen aquí?
Griff: ¿¡Tu que haces aquí!?
Cordelius: ¿Yo? Vendiendo mercancía. -dijo Cordelius con tranquilidad-.
Griff: Eso es lo que veo... ¿Y no podías hacerlo en otra parte?
Cordelius: Nop.
Griff: ¡Esta arruinando mi negocio!
Cordelius procedió a dar una pequeña carcajada burlona.
Cordelius: No me movere de aquí. ¡Hasta que pagues tu deuda!
Edgar: ¿¡Que!? Griff, ¿Tienes una deuda?
Griff: Ehm, probablemente, posiblemente. - dijo casi susurrando-.
Cordelius: Exacto, el tiene una deuda conmigo. Fue hace mucho tiempo...
-Flashback-
Era un día hermoso, todo estaba brillando con delicadeza, el cielo era morado...
- Fin del flashback-
Colette: ¿Cielo morado?
Cordelius: Pues estaba en el bosque encantado. Como iba diciendo...
-Flashback-
Era un día hermoso, todo estaba brillando con delicadeza, el cielo era morado, los árboles tenían un verde soldado hermoso. Nada podía arruinarlo.
Pero alguien se interpuso.
Estaba caminando tranquilamente en el bosque observando los distintos hongos que había, diferente tamaño, diferente color. Hasta que mire en el piso una moneda, más precisamente un centavo, era de color plateado puro, plasmada con una imagen de una estrella sonriendo.
Era un día de suerte.
Yo estaba feliz de poder por fin agarrar el centavo hasta que una mano, es decir, un guante de color blanco se interpuso y agarro el centavo antes que yo...
-Fin de flashback-
Antes de que Cordelius pudiera seguir con su relato, una carcajada lo interrumpió, la cual venía de la boca de Griff.
Griff: Jaja, ¿estas haciendo un berrinche por un centavo?
Cordelius: Oye, ese centavo era único. Además, después de agarrar ese centavo te pusiste a dar vuelta y ponerme un pin de dislike.
Edgar: ¿¡Que!? ¿Eso es cierto Griff?
Griff: Probablemente...
Edgar: Todos saben que yo soy el único que puede hacer eso. - dijo alzando la voz-.
Cordelius: ¡Exacto! Y es por eso que si no me das el centavo no me iré de aquí.
Colette: Griff, ¿Porque no le das su centavo?
Griff: ¡Jamás! Fuiste demasiado lento.
Cordelius: Pues buena suerte con tu negocio en banca rota.
Griff: Pfst, no me hagas reír, seguramente tus bebidas y tu negocio no es la gran cosa. -dijo Griff con incredulidad-.
Edgar: ¿¡Bromeas!? Esas bebidas fueran las mejores que he probado. De hecho, creo que me llevaré dos más.
Cordelius: Buena elección. Ahora si me disculpas Griff, tendré que atender a todas esas personas que esperan una bebida.
Así fue como la multitud saco a patadas al trío de la tienda. Cayendo directamente a un bote de basura.
Colette: Griff, creo que debes de darle ese centavo, igual, no es para tanto.
Griff: Jamás, cada moneda hace la diferencia.
Edgar: Aja, lo que tu digas. - dijo Edgar mientras bebía de la bebida de Cordelius-.
Ash: Oigan chicos, ¿que hacen aquí?
Dijo Ash, el cual estaba parado para recoger la basura.
...
Varias semanas después...
La tienda del Starr Park, estaba totalmente en silencio, no se había escuchado el sonido de la registradora desde hace días. Colette estaba durmiendo en el piso mientras que su compañero, Edgar, estaba aburrido viendo su teléfono sin nada más que hacer, hasta que le rugio su panza.
Edgar: !Ya no aguanto más!
Dijo Edgar gritando, causando que Colette se despertara instantáneamente. Edgar se fue rápidamente a la oficina de Griff, abriendo la puerta con rapidez.
Edgar: ¡Griff! Ya no aguanto más, llevo días sin comer, ¿cuando me vas a pagar?
Griff lo veía con cierto desconcierto y tristeza.
Griff: Lo siento mucho muchacho, pero no hemos tenido ventas estos últimos días.
Edgar: Ya hasta enflaqué.
Griff: Eh, que raro, ¿que no siempre eres así?
Edgar: Emmm, no. ¡Ya dale el centavo, me estoy muriendo de hambre!
Griff: Sobre mi cadáver.
Edgar: Pues sobre tu cadáver será.
Edgar procedió a saltar con su ulti tan alto para bajar a una velocidad rápida en donde su principal objetivo era Griff, pero en eso llegó Colette y se interpone empujando a Griff hacia otra lado.
Colette: ¡Espera, Edgar! Estoy seguro de que Griff le dará su centavo a Cordelius. ¿Verdad Griff?
Colette procedió a mirar a Griff con una mirada asesina.
Griff: Emm, si, ¡Por supuesto! -dijo esto último con cierto miedo-.
El trío de la tienda procedió a salir de la tienda en donde estaban para dirigirse a la de esta. En donde no se encontraron el puesto de Cordelius.
Griff: ¡Aja! Parece que Cordelius se rindió, esto significa que no le tendré que dar ningún centavo.
Griff procedió a dirigirse de nuevo a la tienda pero fue agarrado por la bufanda de Edgar y arrastrado hacia ellos.
Edgar: No nos iremos hasta encontrar a Cordelius.
El trío de la tienda procedió a buscar a Cordelius, caminando a los alrededores del Starr Park. Sin embargo su búsqueda no resultó como planeaban y no encontraron nada. Por lo que procedieron a preguntarle a alguien.
Colette: ¡Hola Tick! ¿Sabes donde esta Cordelius?
Tick: Iaqjkdornaowjdfolaqjiad
Colette: Oh OK, muchas gracias.
Tick: Lkasksjddiakvsf
Edgar: ¿Que dijo?
Colette: Dijo que estaba alado del Snowtel.
Edgar: Ah.
El trío de la tienda al ver que ya tenían su ubicación procedieron a ir en su búsqueda.
...
Finalmente cuando llegaron al Snowtel rápidamente se dieron cuenta de que alado había un puesto, por lo que rápidamente procedió a ir hacia el. Pero su sorpresa fue que el que estaba vendiendo era Lou.
Lou: Pasele, pasele, aquí están las bebidas energéticas último modelo.
Colette: ¡Hola Lou! ¿Que haces aquí?
Lou: Jugando Basketbol. Estoy trabajando, Colette.
Colette: Ah, y ¿sabes donde esta Cordelius?
Lou: Emmmm.
En eso llega un auto deportativo iluminando toda la zona con sus luces.
Edgar: ¡Ahhhh! ¡Mis ojos!
En eso, el auto procede a estacionarse y del el, procede a bajar Cordelius, con lentes negros, una capa digna de un rey y un fajo de dinero en una mano mano.
Cordelius: ¿Como tan muchachos? Yo a ustedes los veo muy bien...
Edgar: ¡Cordelius! Por fin te encontramos. Griff viene a darte tu centavo. ¿No es cierto Griff? -dijo Edgar con una mirada matadora dirigida hacia Griff-.
Griff: Si, exacto... -dijo Griff entre dientes-.
Cordelius: Descuida, ya no lo necesito.
Al trío de la tienda se le abrió la boca al escuchar eso.
Cordelius: Me di cuenta de que actúe mal, me comporte de mala manera. Después de esa charla que tuvimos cuando nos peleamos, empecé a invertir en mi negocio, y fue creciendo lentamente , empeze a hacer contratos multimillonarios, y de ahí empezó a comercializar mi producto internacional mente. En ese momento me di cuenta de que antes era más feliz, ¿de que sirve tener todo si no lo puedes disfrutar? Era todo aburrido, no me sentía bien conmigo mismo, las cosas que antes quería ya no eran las mismas, no tenían el mismo valor que antes. Ahora me doy cuenta que sobrevaloraba cosas que al fin acabo no me darían nada.
Griff: Entonces... ¿Me puedo quedar con el centavo?
Cordelius: Si, y perdona por todo. Debes de entender que eran otros tiempos.
Edgar: Espera un momento, ¿que pasará con la tienda de Griff?
Cordelius: Descuida, puedo hacer un trato con ustedes. Puedo ofrecerles de mi bebida para que las distribuyan en su tienda.
Colette: ¡Genial! ¿No es cierto, Griff?
Griff estaba apunto de estallar de alegría, todos los billetes que se ganaría con solo hacer un trato era invaluable.
Griff: Oh, si, claro. Ahora, ¿dónde se firma?
En eso suena el teléfono de última generación de cordelius, el cual estaba en su bolsillo. Este procedió a sacarlo y lo que mira lo deja atónito.
Cordelius: Oh, no.
Colette: ¿Paso algo?
Cordelius: ¿Se acuerdan que hice todo esto para vengarme de Griff?
Edgar: Si.
Cordelius: Bueno, es probable que los materiales que haya usado, no eran de muy buena calidad.
Edgar: Oh, oh.
En eso llegan corriendo Larry y Lawrie.
Lawrie: Sr. Cordelius, dado a los imprevistos actualmente, tenemos que remover su cuenta bancaria junto a todo lo que compró con ella.
Larry procedió a manejar el auto deportivo, y Lawrie procedió a quitarle el fajo de billetes que tenia en la mano junto a la capa digna de un rey que tenía, tambien quitandole las gafas y poniendoselos a el mismo. Subiéndose Lawrie al auto llendose rápidamente.
Cordelius: Vaya, eso fue rápido.
Edgar: ¿Ahora que?
Cordelius: Pues, denme mi centavo.
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Wolaaaaaaaaaaa
¿Como tan muchachos? Yo a ustedes los veo muy bien, creo que merecen una recompensa...
¿Les gusto el capitulo? Hace mucho que no escribía y creo que perdí mi esencia que me caracterizó hace meses :'v
Pero como siempre digo: ¿Alguna idea? ¿Alguna sugerencia? Estaré viendo sus comentarios.
Ah, si. Si se preguntan, esta historia no cuenta como parte de la anterior ( "El ladron de pizza").
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