Dedicada a una hermosa fantasía.
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Alguna vez te hablaba de una lengua mágica en donde podías verter brotes frescos de esperanza. Un canal de aguas cristalinas tan solemnes que sus terminales se entendían con total lucidez como si no estuvieran a la deriva, tan lejos.

Supongo que te decía de la voz aguamarina que cruzaba continentes para verter sonidos de felicidad; por unos segundos brillaba la estrella pero nada más. Y era feliz. Aún en el mar de realidad amarga, soy feliz.

Del viento se desprendieron ilusiones fantásticas que juegan con mis noches, del texto mal habido se abrillantan tus ojos imaginarios, pero reales. Sumergido en las horas que el tiempo me apadrina recorro veredas; y tú vas por delante.

¿Es mucho pedir que sueñe con tu boca cada noche al acostarme?

¿O imaginar que te veo en el portal del cielo con tu gente desperdigada en risas y vida?

¿Tan grave es dejarme flotar en el inmenso lago que es mi mente?

Hoy acariciaré tu frente y tu cabello. Imaginaré tu sonrisa, el aroma de un café, la intimidad de una película. Y amaneceré feliz de tener un día más para poder soñarte.

"Hola, ¿Como estás?" Escribe la realidad.

Hoy será un día, será un día alucinante.

GENDOU URIBE