De nuevo aquí. De nuevo, pero más viejo. Igual que antes: amargo después del dulce vívido y dimensional, que se fue una mañana, para no volver.

Triste nombre para un sueño que viene de visita cada ciertos años. Parece que el mundo ha cambiado pues su regreso es el faro que empuja una traslación que inicia. El último paso que queda de la luz veraniega y de mis amados árboles de otoño, bajo los que me gusta dormir.

En las calles de este pueblo el polvo se levanta y arremolina, la gente barre sus entradas y el insoportable hedor de las motocicletas perturban a toda hora. Mientras sueño que soñaba.Que soñaba contigo otra vez. 

Bienvenida de vuelta, nostalgia mal habida que arrastra consigo la elegida soledad.

Por hoy y siempre.

Gendo Uribe