Oscuridad

que… curioso

 
El ente se encontraba ahora pisando a un angelito sin remordimiento, agachado sobre el mientras su pie izquierdo estaba sobre su espalda y el derecho estaba en el suelo como un ancla firmemente clavado… su oscuro exterior parecía corromper y borrar en el abismo cada atisbo de tierra que lo tocaba, lentamente acercándose al rostro del ser celestial… dicho ser estaba llorando en el suelo, con sus alas rotas, balbuceando algunas plegarias hacia su dios querido, rezando por su ayuda, pero sin recibir una respuesta alguna, solo recibiendo silencio.
 

Diariomori ahora se pone de pie mientras la silueta… no, la sensación de una sonrisa parecía aparecer sobre el, casi como si se burlarse de aquellos que permanecían expandiendo su “paz y amor", su “protección y prosperidas", pero solo para acabar llorando del miedo y abandonando a sus seguidores cuando más los necesitaron, frente a un poder superior.

 
¿Tu Dios te abandono?... que pena que no esté aquí para que puedas echarle en cara esto—

Su pie lentamente empujó hacia abajo haciendo sonar una a una las vértebras de su columna y haciéndolo gritar con dolor mientras las lágrimas en sus ojos se acumulaban, los gritos en pena, desgarradores… llenando el aire y expandiéndose por el lugar profundamente penetrando en su esencia, ni los grillos parecían atreverse a hacer un ruido en esta noche.
 

El domo sellando aquel valle había desaparecido mucho tiempo atrás, cuando Diariomori se aseguró de que ellos no pudieran escapar, cada extremidad, cada ala, cada red de energía interna, cada posibilidad del pensamiento de escapar, aplastado y destruido tan profundamente que sus voces simplemente no pudieran hacer otra cosa que dejar salir su resentimiento, sus energías negativas que solo alimentaron su hambre de más.
 

—p-por favor… perdóname… perdóname… perdóname…—
 

El Angel se repetía en voz baja, con miedo a la muerte, con un deseo inhumano y desgarrador por vivir, no queriendo que su vida acabe ahí, no queriendo que su único legado sea el de un cualquiera enviado a buscar las sobras que su dios quería, solo para acabar fallando, muriendo y siendo olvidado por todos los que alguna vez conoció.
 

—perdón, no sabíamos, no sabíamos que ese era tu hijo, no sabíamos que tuviera un padre… de ser así hubiéramos intervenido, hubiéramos ayuda-…—

 
silencio…

La voz profunda de Diariomori resonó obligando al angel a callarse y hacer silencio frente al poder detrás de el.
 

—¿no lo vez?... ahora que sabes que habían consecuencias, quieres volver… ahora que sabes que así es como acabaría, te arrepientes de tus acciones… cuando la muerte llega, solo el arrepentimiento queda…—

El ente mueve su mano para señalar la gran cantidad de muertos, de gemidos de dolor y de terror que quedaban en el valle, muchos dioses, demonios y espíritus permanecían llorando, bajo la vista del pequeño angelito, esta vista era similar a la que el había visto una vez en una visita al inframundo… no, esta vista era mucho peor, seres que deberían haber sido invencibles, ahora yacían llorando, acurrucados como niños pequeños frente a sus padres tras haber sido castigados… no, tras la muerte de una mascota, tal era el miedo y tristeza que tal imagen le transmitía.
 

—pero no… ya no lo hay, no hay vuelta atrás, no hay como traerlo de regreso… no hay como revivir a mi hijo—
 

Su voz tembló bajo las últimas palabras, un sentimiento desconocido… no, un sentimiento muy bien conocido para Diariomori, surgió en su pecho, un sentimiento de profundo vacío, el mismo sentimiento que “D" había sentido… pero a diferencia de el, Diariomori no iba a contener su furia por el bien de unos seres inferiores.

 
—sin embargo… te daré una elección, si me abres una llave para ir con aquel que se encarga de este mundo… si traicionas a tus principios y tu dios voy a dejarte morir solo a ti, de forma indolora, rápida… con posibilidad de redención… sin embargo mataré a todos los demás sin permitirles a sus almas vivir… serán un sacrificio a mí… claro que puedes elegir la segunda opción… no darme nada…. Y dejaré que todos puedan reencarnar, redimir sus elecciones… pero tu Alma será mi sacrificio en su lugar
 
Una profunda y maniática risa salió del interior de Diariomori… no… esa risa era simple y llanamente un montón de ideas que se veían comprimidas en las mentes de todos los presentes… miles de dioses, miles de demonios, miles de ángeles y miles de espíritus… todos al mismo tiempo pensaron eh hicieron lo mismo, incluso aquellos cuyos ojos fueron arrancados…

 

Todos miraron al angel en busca de piedad.

 

Una piedad, que en sus manos iba a quedar…

¿Opción A u opción B?

 

 

Hagan su elección.

2 semanas, si no hay mínimo 10 votos en 2 semanas... quedara a la ruleta y créanme que nadie quiere eso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top