Cuando era niño. Me crié en una pequeña comunidad de pescadores en el lado Este de Canadá, rodeada por el golfo de San Lorenzo y el Bosque Boreal.

La totalidad de la tierra estaba cerca de 4000 pies cuadrados,con un numero aun menor de residentes extendidos sobre la "calle principal", la carretera principal que atraviesa nuestra pequeña ciudad, y las casas de cultivo se extienden ampliamente entre las áreas de arboles.

Básicamente, nuestra comunidad esta rodeada por una basta extensión de océano, y un aluvión de arboles aparentemente interminables que se extienden por el 55% de todo el país de Canadá.

Pase la mayor parte de mi vida cazando en esos bosques, así que puedes imaginar mi alegría cuando mis padres me consiguieron un "Perro de caza".

Sandy era un perro pastor de shetland, y aunque estaba mas en condiciones de pastorear y rastrear ovejas, obre llanuras cubiertas de hierba, en lugar de conejos y ciervos a través del denso bosque, no me impidió llevarlo conmigo en cada excursión que pudiera.

Sandy había estado a mi lado durante suficientes viajes de caza que ya se había acostumbrado a despertar justo antes de que amaneciera, y en algunas ocasiones ayudó a rastrear animales pequeños como ardillas y conejos a través de áreas del bosque considerablemente grandes.

Sandy no era de mi propiedad y no fue tratado como si el "me perteneciera". Sandy era un miembro de la familia, mi mejor compañero y mi mejor amigo.

Pienso con cariño en todas las veces que se sentaba en el asiento delantero de la camioneta sin que se lo dijeran, listo para dar un paseo por cualquier parte del bosque al que lo llevara.

Puedo decirte que jamas habrá un perro que llene el vació que Sandy dejo en mi vida.

Me parece que los amantes de los perros se relacionan con ese sentimiento mas que otros.

Era el 30 de Octubre, el primer día de la temporada de caza de venados.

Había estado hablando con mi familia acerca de llevar a Sandy, mi equipo de caza y algunos elementos esenciales a una de las cabañas que mi abuelo poseía en su apogeo en una carretera sin marcar, a unos cientos de kilómetros hacia el desierto durante unos días.

Esto se enfrento a muchas protestas, pero al final termine yendo. Todo estaba empacado en el viejo auto azul, incluido Sandy, unas horas mas tarde de conducción pasaron, terminamos alojandonos en una de las viejas cabañas apartadas de mi abuelo.

Aquí es donde las cosas se pusieron raras. Sandy, lo siento mucho.

Había pasado la mayor parte de mi vida en el desierto.

Hubo un solo puñado de veces que las cosas se habían vuelto extrañas para mi, pero generalmente todo se puede explicar con razón científica.

Es por eso que descarte la rareza de Sandy las primeras noches, atribuyéndola al nerviosismo de un perro que es capaz de escuchar los ruidos lejanos de varios coyotes, lobos, osos y alces.

Este era territorio intacto, por supuesto. También había tiempo de sobra para que la vida silvestre estableciera un campamento aquí.

La primera noche fue bastante normal.

Había instalado la cama de Sandy en la esquina de la sala de estar, al lado del televisor que parecía salido de principios de los 90.

Pensé que le daría a Sandy la opción de tener un lugar donde recostarse un tiempo, a pesar de que dormía acurrucado conmigo nueve de cada diez veces.

Cerca de las 10 de la noche, Sandy miro directamente a la puerta de madera, y se quejo.

Supuse que necesitaba orinar, y abrí la puerta para dejarlo salir, sin preocuparme de que mi mejor amigo se alejara demasiado de mi.

En cambio, se sentó justo a unos pasos de la puerta, mirando al borde del bosque mas allá del camino. Yo también me puse de pie y mire durante unos minutos antes de decidir que acababa de escuchar una criatura errante cerca de la cabaña.

Temprano en el día, habíamos estado caminando unos pocos kilómetros a través del bosque, mas allá de la casa, pensé que escuche el sonido de ramitas crujiendo bajo algo pesado.

Esperaba que no fuera un alce, por que mi escopeta no habría tenido ninguna posibilidad.

Pero algo cambio en Sandy, al que no le preste mucha atención en ese momento.

Se encorvo sobre sus patas traseras, su barriga estaba contra el suelo.

Levanto el hocico, mostró sus dientes y gruño hacia la nada.

Supuse que intentaríamos cazar de nuevo mas tarde, si lo que le dio se le quitaba, y estaba dispuesto a hacerlo;Pero una vez que estuvimos adentro, no quería moverse.

Incluso cuando trate de hacer que saliera y se ocupara de sus asuntos, se sentó en la puerta, lloro, y rogándome me hizo saber que no quería salir.

No lo presione. Si se orina en el suelo, que así sea. Sandy nunca actuó así antes. Podría excusar un accidente o dos, si el realmente no quería estar allí fuera.

Debe de haber sido un oso, pensé, antes de cerrar la puerta y llamarlo.

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Aquí un nuevo libro gente!! y de terror!!!

Esta historia es muy larga así que tendré que dividirla, no se en cuantas partes pero ya que.

Cuentes sus historias y las pondré en el libro.

Sus historias pueden enviarlas por comentarios o por privado Uwu

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Para los que no sepan que es un pastor shetland esta en la imagen multimedia.

Adios&sayonara

-Mia