31. Ni un solo día.

Un día, mientras caminaba por la calle con mi abuelo, vimos a una mujer anciana que nos sonreía mientras pasábamos. De pronto, mi abuelo acelero el paso y nos alejamos de ella tan pronto como pudimos. "La primera vez que la vi tenia tu edad", me explico, " y no ha envejecido ni un solo día"

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