Enterrado vivo

Desperté en este lugar pequeño, respirando trabajosamente, solo escuchaba el segundero de mi reloj de bolsillo. Grité y nadie me escuchaba. Trataba de patear el ataúd pero no sentía mis piernas.

Al fin, logré quitarme un zapato y romper el ataúd pero...no estaba debajo de la tierra, si no en el mismo lugar en el que ese bastardo me arrancó las piernas, pensé que había terminado pero no, el hijo de puta solo me metía en un ataúd y me dejó aquí. Espera, escucho pasos, calvez alguien pueda ayudarme...

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