Nunca te dije adiós ...

Es algo cruel ¿No lo crees?

Pensé que volvería a verte este año

O talvez el próximo

Pero no ...

Te fuiste en silencio un jueves por la madrugada

Te veías tan tranquilo recostado en esa colcha cubierto por mantas para el frío, según me dijo mi tía ...

Sin saber que luego tu corazón también lo estaría ...

No hablamos mucho, eso lo sé.

Tampoco recuerdo si alguna vez me cargaste en tus brazos cuando aun yo era pequeño.

Pero recuerdo esa vieja sonrisa que llevabas en tu arrugada cara.

Está en mi memoria de cierto modo, aunque desconozco la causa.

O si fui capaz de abrir los ojos al nacer para verla siquiera una vez en mi vida.

Pero está allí ...

Y es suficiente ...

Sé que criaste, junto a mi abuela, a dos hermosas hijas

Una de ellas es a quien llamo, con gran orgullo, mi madre.

Es una mujer guerrera, buena mamá, señora de respetar y una persona alegre ... la criaste muy bien.

Ojalá pudiera decírtelo en persona ...

Pero te fuiste antes del siguiente viaje ...

Si hubiera sabido que sería la última vez que vería tu rostro y tu mirada lejana ...

Te diría que estés feliz con lo que hiciste, y dejarás a buenas personas en este mundo, hechas de valor y fortaleza, con lo que ellas aprendieron de tí ...

Talvez me estés escuchando ... talvez no ...

Pero quiero que sepas, que esos últimos días que nos pudimos ver a la cara ...

Solo puedo recordar esa sonrisa en tu viejo rostro ...

Y con eso me basta y sobra ...

Adiós ... abuelo Tomás ...