Amo a un normie IV

Punto de vista de Miércoles.

A pesar de la alegría que desprendían Tn y Eugene con los insectos que se encontraban mientras Enid permanecía lejos de ellos dos, yo estaba siempre en alerta por si atacaban. Entonces se produjo un pequeño grito que me hizo girar. Al ver lo que era suspiré, la loba se alejaba corriendo mientras Tn la perseguía con un bicho en la mano. La escena me dio mucha satisfacción, ver la cara de ella al borde del llanto era maravilloso.

―De acuerdo ya paro―dijo este―ya está―lo colocó en el tarro de cristal y lo cerró.

―¡Eres muy malo Tn!―empezó a golpear su pecho con sus puños de manera infantil.

―Ya lobita―dijo este sonriente y dándole un abrazo.

Al ver la escena me dio una pequeña sensación extraña en el pecho. 

―Yo también quiero un abrazo―susurré.

Abrí los ojos ante lo que acababa de decir y sacudí repetidas veces mi cabeza. Aquello no podía estar pasando, no de nuevo, me negaba a admitirlo.

―¿Te encuentras bien?―preguntó una voz cercana, Tn se había acercado―te he visto mover así la cabeza...¿te duele?.

―No―volví a mi tono habitual de frialdad.

―Espera―abrió la mochila y sacó una pequeña gorra negra. La colocó y se quedó viendo―ya está, así no pasarás calor.

―No necesito protección contra el sol―dije mirándolo a los ojos.

―Bueno, nunca está de más―me dio una palmada en la cabeza y se giró para continuar con la búsqueda.

Seguí recolectando las plantas que costaban de encontrar, sobretodo las más raras. Tn se puso a mi lado y me mostró las que había cogido preguntando si eran venenosas.

―Deja que vea―las examiné detenidamente pues algunas se parecían a especies corrientes―las de aquí lo son, y las demás son normales.

―Vaya...eres muy inteligente―comentó guardando en la cesta―ojalá fuera tan listo como tú.

―Bueno, tú tienes otras cualidades, eres capaz de hablar con la gente de manera normal mientras que yo soy más antisocial―dije cortando la raíz de una planta.

―Tú eres lista, fuerte, se te da bien la esgrima, la espada en general...―se quedó pensativo―y eres escritora. ¿Sabes lo difícil que es eso?, te admiro―cuando dijo esa frase, no pude evitar mostrar una media sonrisa.

No me gustaban los halagos, y más si eran falsos para entablar conversación. Pero viniendo de él lo único que hacia era volver a formar esa sensación en mi interior. 

―Gracias.

He de decir que el rato que pasé con él fue entretenido pero tocaba ya regresar a la academia a dejar las plantas e insectos. Enid estaba sudada y decía que se iba directa a la ducha. Eugene primero tenía que hacer unas cosas en sus colmenas así que quedamos Tn y yo.

―Gracias por la ayuda, de lo contrario apenas habría sido capaz de encontrar lo necesario―dijo este lavándose las manos.

―No ha sido nada.

Él se tenía que ir de regreso a Jerichó pero antes nos quedamos charlando un poco pues había venido en coche. Entregadas las cosas a los profesores, nos sentamos en un banco.

―Este lugar es increíble―comentó mientras admiraba la arquitectura―me gustaría mucho estudiar aquí.

―Es un lugar frío y horrible, solamente puedes ir a Jerichó si te dan permiso―respondí―allí en el pueblo puedes andar sin molestia.

―Bueno, aquí está Enid, Eugene, ese chico pintor y...tú―dijo esto último en voz baja.

Nos quedamos en silencio, escuchando los sonidos del bosque mientras dejamos el tiempo pasar. Odiaba no ser como Enid en ese momento y poder sacar tema de conversación. Por suerte él dio el primer paso.

―Bueno, será mejor que me vaya, tengo que ducharme y todo aún―dijo―si quieres tomar un café o algo en el pueblo me dices.

―Claro...mañana vamos a Jerichó, he de acompañar a Enid a...mirar ropa―dije.

―Pensaba que Enid la compraba por página web―yo abrí los ojos y me percaté de mi error.

―Bueno, es que quiere mirar en persona...creo que no quedó contenta la última vez―mentí.

―Entiendo, bueno, pues mañana nos vemos―me dio dos besos y se marchó.

Ese día hacia frío, yo era fría...pero mis mejillas ardían como el infierno que tanto me gustaba donde los demonios torturaban por toda la eternidad.

Me di una ducha para quitarme toda la suciedad de mi piel. Pero mientras el agua corría por mi cuerpo desnudo, me tocaba las mejillas, aún podía sentir sus labios. 

―¿Mañana vamos a Jerichó?―preguntó mi compañera mostrando un mensaje de Tn.

―Tengo que hacer cosas y tú vendrás como tapadera

―Si querías una cita con Tn no tenías que mentir.

Y ahí estaba su sonrisa.

―Hemos hablado y te he seguido el juego. ¿Así que ropa eh?―alzó la ceja.

―Enid

―Venga...admite que te sientes atraída por él.

Suspiré por sus comentarios pero no quería darle la razón. Algo sentía, y me negaba a admitirlo...sobretodo porque cuando pensaba en el amor...Tyler aparecía en mi mente y me acuchillaba.

―Es como yo con Ajax...sientes esa atracción, el querer quedar con él...y yo amiga te ayudaré―dijo―me deberás una.

―No me gusta Tn

―Hay una chica de su clase, Amanda, guapa, pelo rubio, cuerpo de modelo...está loquita por él―yo abrí los ojos―¿cómo lo sé?, soy la reina de los chismes y me entero de todo. Tengo ojos y oídos por todas partes querida roomie.

No podía ganarla en ese terreno.

―Puede que me parezca...algo atractivo―ella dio un chillido y me abrazó.

―Tranquila, seré tu tapadera.

Me cambié y cenamos con el resto del grupo que comentaba emocionado sobre la Copa Poe, ¿otra vez?, ¿no podían cambiar de prueba?, era lo que pensaba.

A la noche concreté hora con Tn quien me mando foto suya con unos apuntes y cara de aburrido.

―Siempre puedes pedirle consejo a Amanda―comenté.

―¿Quién es Amanda?―replicó―no conozco ninguna Amanda.

Tuve que escribir que fue error mío. Al levantar la cabeza de mi cama para mirar a Enid y decirle lo de Amanda, pude ver esa sonrisa...me había mentido. Y no comprendí muy bien el significado pero se colocó unas gafas de sol y me envió un gif a mi teléfono.


Después de hablar un rato más con Tn me fui a dormir algo molesta por haber sido engañada. Pero entonces la sonrisa de Tn se formó en mi mente...solamente esperaba no llevarme otra decepción con un normie como con Tyler.

Continuará...

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