Scrooge

En la mañana del 24 de diciembre, justamente en Londres, caminaba presuroso un hombre bien vestido con un gran costal en la espalda, era bien parecido.
El espíritu navideño estaba al auge esa mañana pues al día siguiente sería Navidad. En las calles cubiertas de nieve los niños jugaban alegremente, las personas se mostraban más tolerantes y sonrientes era un paisaje realmente festivo.... De no ser por el hombre que traía el seño fruncido y una cara de pocos amigos que de no ser porque se sentía demaciado bueno ese día- y porque no tenía tiempo- le gritaría a esas pobres almas que cantaban villancicos afuera de su oficina.

-Ay largo, no tengo dinero para darle a personas que solo chillan desagradable música -grito el asustando a los pobres cantores, para proceder entrar a su lugar de trabajo de un portazo.

La oficina era realmente desagradable, el frío aire de invierno se colaba por las rendijas de las ventanas, y una que otra pisca de nieve descansaba sobre los muchos libros de los estantes. Había una chimenea sí, pero estaba apagada, justo al frente de esta se encontraba una pobre alma tratando de descongelar la tinta que utilizaría para su jornada laboral.

-¡Seiya! -grito el hombre, haciendo que el joven se sobre salte -¿que crees que haces?.

-S-señor Ikki, yo solo intentaba descongelar la tinta -mostrando el tintero que ciertamente tenía una gruesa capa de hielo.

-¿Pero si usaste un trozo de carbón la semana pasada? ¡Quieres hacerme quebrar! ¿Sabes que pasará si quiebro, no? -el joven asintió varias veces con la cabeza.

-Usted se volverá pobre y yo me quedaré sin empleo.

-Bien pues entonces vuelve al trabajo, no hay tiempo que perder.

-¡si señor! -dijo sentándose en un pequeño escritorio donde había un ya viejo libro de cuentas -Señor Ikki, me preguntaba si podía darme la tarde libre, señor, mañana es Navidad y me gustaría pasarla en familia, señor.

-¡ah! Por supuesto que si -la cara de Seiya se iluminó -¿Y luego quieres que te de un aumento? -dijo en tono sarcástico.

-Señor yo solo quería......

-¡Faltar al trabajo! ¿No es así? ¡Por supuesto que no te autorizó al tarde libre! Ay mucho trabajo por hacer, vuelve a tus cuentas, Seiya.

El joven con una cara de abatimiento simplemente volvió su cara al libro y anoto algunas cantidades. De repente la puerta fue abierta de un portazo, dejando ver a un joven muy apuesto, de cabellos verdes y un saco del mismo color que su cabello y un muy desgastado sombrero de copa, con un listón rojo aún más desgastado, pero con una radiante sonrisa.

-¡Baya pero si es Shun! -dijo Seiya llendo a recibir al recién llegado.

-Baya pero si es Seiya, cuanto tiempo -dijo dándole un efusivo apretón de manos, mientras le sonreía -¿Donde esta mi hermano? Eh venido para hablar con el.

-Aquí estoy Shun -dijo entrando en la habitación.

-¡Hermano! -el joven inmediatamente corrió a abrazar a su muy poco tolerante hermano -Hermano eh venido a invitarte a mi fiesta de Navidad, la que realizó cada año con mi esposa Minako, a la cual tu jamás asistes, pero espero tener tu presencia esta vez.

-Pues seguirás esperando tengo mucho trabajo, y muy poco tiempo, no pobre ir, además la Navidad solo es una escusa para el desperdicio de dinero en estúpidos juguetes que se terminarán botando.

-Ikki, la Navidad es más que una época de regalos, es sobre dar y recibir, una época para estar con tus seres queridos, es sobre esa alegría que siente tu corazón cuando das algo a la gente que lo necesita.

Ikki bufo -La Navidad no es alegre es solo un día más del año, es hora que habras los ojos y dejes de creer en tontas fantasías.

-¡La Navidad es alegre! ¡Y sea dicho!.

-Bien dicho Shun -dijo Seiya aplaudiendo desde su lugar.

-Escucha quizás seas un viejo amargado, pero aún así estoy aquí para invitarte a mi fiesta de Navidad ¡Rei estará ahí también! Y es decisión tuya enfrentar tus errores, espero en verdad espero que cuando dejes este mundo tu alma encuentre la paz sabiendo que fuiste alguien tan avaro y codicioso -y con eso se fue dando un portazo y Seiya seguía aplaudiendo ya que no era normal que alguien se atreviera a enfrentar a su jefe.

-¿Que crees que haces Seiya?.

-N-nada señor solo calentando mis manos.

Ikki le dio una última mirada de advertencia para luego volver a contar el dinero esparcido por su propio escritorio. El tiempo paso realmente rápido, Seiya había logrado hacer todo el trabajo de una semana en un día, y pronto darían las 11:00 en punto su hora de salida. Al fin su tan anhelado deseo se hizo realidad, el reloj de pared abia sonado indicando que ya podía irse, cerró su libro de cuentas de un portazo y se bajo de su silla.

Ikki confundido por esto vio de reojo el reloj de pared para luego mirar su reloj de bolsillo -Tsk esta adelantado 2 minutos -murmuro para si mismo.

La alegría de Seiya desapareció y volvió a sentarse y abrió de nuevo su libro.

-Esta bien puedes marcharte, que son dos minutos antes. -le dijo Ikki.

-Gracias señor Ikki y que tenga una calum.... Quiero decir feliz Navidad -y con eso se desapareció por la puerta. Ikki bufo para volver a contar su dinero.

Eran las 12:00 am, de la noche todas las calles vacías, la nieva caía como la lluvia en verano, cubriendo todo a su alrededor.

Ikki agotado se dirigía a casa después de un muy agotador día de trabajo, aun sin creer lo que pasó en la mañana con su hermano, "yo jamás iría a esa cena aunque me pagaron 1000 monedas de oro" pensó Ikki, pronto llegó a su casa y mientras buscaba la llave, algo paranormal estaba por sucederle, la manija con forma de perro comenzó a tomar forma de cara humana, Ikki que estaba distraído buscando su llave no se da cuenta, pero en cuanto vio el cambio de la manija, asustado cierra la puerta rápidamente.

Que susto, probablemente es el cansancio, pensó el.

Subió las escaleras para dirigirse a su recamara, pero entonces comienza a escuchar el sonido de unas cadenas arrastrándose en el suelo, por lo que apresura el paso cuando por fin llega cierra con seguro la puerta y se esconde en su sillón.

-Ikki, Ikki -lo llama una escalofriante voz de ultratumba.

Sin que se de cuenta comienza a temblar abrazándose a si mismo, tenía miedo no lo hiba a negar, cerró sus ojos, y espero su final.

Un fantasma atravesó la puerta de la recámara, este estaba vestido con ropa de gala, pero traía arrastrando consigo varias cadenas que en la punta tenían una pesada bola de plomo.

-Ikki.... -volvió a llamarlo.

-Por favor no me hagas daño, no e echo nada lo juro -dijo el temblando.

-Ikki acaso te has olvidado de mi... Soy Guilty -dijo el fantasma.

-¿Guilty, mi antiguo socio? -dijo abriendo los ojos efectivamente era su socio Guilty que había fallecido ya hace unos 7 años -Pero ¿que te paso? ¿Que son todas esas cadenas?.

-Estas son todas las cadenas que forme en vida, es mi castigo por todos los pecados cometidos, y tu acabarás así si no haces algo al respecto.

-No, no quiero terminar así, Guilty, viejo amigo por favor te lo suplico ayúdame.

-Es justo lo que vengo a hacer, esta noche te enviaré 3 espíritus que te enseñaran el verdadero valor de la Navidad y quizás te salven de esta condena.

-Muchas gracias.

-Pero tendrás que escuchar lo que te dirán, o de otra manera acabarás igual que yo.....

Y con eso aquel espíritu desapareció en el aire.
Ikki no pudo dormir por un largo tiempo y cuando por fin logró conciliar el sueño, quedó profundamente dormido sin preocuparse de las apariciones que vendrían por el.

Las ventanas de la casa fueran abiertas de par en par, por el viento que comenzó a aumentar su velocidad, Ikki comenzó a temblar de frio, pero aún no abría los ojos.

-¿Es este el hombre al que debemos ayudar? -hablo una voz femenina.

-Si es este, Ikki Phoenix. -hablo una voz masculina.

-Baya parece muy patético -volvió a hablar la voz femenina haciendo que Ikki se despertara.

Lo que vio lo dejó congelado, en frente de el tenía a un hombre de cabellos negros largos que le llegaban poco más de la cintura con un saco color verde-parecido al que usaban los elfos de Santa- y una mujer alta, casi tan alta como el hombre, con un vestido del mismo color que el saco del hombre, ella sonreía mientras que el mantenía una expresión una expresión sería, pero que reflejaba calidez.

-¿Q-quienes son ustedes? -pregunto Ikki.

-Soy Shiryu espíritu de las navidades pasadas.

-Y yo Lita espíritu de las navidades pasadas, hemos venido para mostrarte tu pasado, Ikki.

-¿Y si no quiero ir, que? -pregunto preocupado Ikki.

-Te llevaremos a la fuerza así que te recomiendo que no podía gas resistencia alguna -hablo Shiryu jalando a Ikki de la manga de su pijama.

Lita se acercó a la ventana y espero a Shiryu que jalaba a Ikki del brazo cuando por fin estuvieron juntos se tomaron de las manos dispuestos a salir por la ventana.

-No pensaran saltar por la ventana, me caería -dijo Ikki.

-Tu solo sostén te fuerte y no te pasará nada -dijo Lita.

Y con eso salieron volando por la ventana, sobrevolaron todo Londres asta llegar a una pequeña fábrica que Ikki reconoció al instante.

-Pero si es la empresa de Aioria nunca trabaje para alguien tan bueno como el -comentó Ikki, de inmediato su vista se poso en un hombre que estaba tocando el violín en la fiesta -Es el gran Aioria en persona y todos mis amigos -dijo viendo a la gente que bailaba y disfrutaba dichosa de aquella humilde celebración, y entonces vio a una hermosa joven de cabellos negros parada debajo de un muérdago -Es la hermosa Rei -para luego fijar su vista en un joven que estaba simplemente observando la fiesta -Y ese tímido joven de ahí soy yo.

-Oh, Ikki -dijo la joven arrastrando al mencionado debajo del muérdago -estoy arreglada y mis labios están preparados pora recibir un beso de parte tuyo -y con eso se acercó a el y le dio un beso en la mejilla para proceder a bailar.

-Oh, que bellos recuerdos -suspiro Ikki- en verdad amaba a esa mujer.

-Si pero te tomó 10 años para comenzar a amar otra cosa -dijo Lita.

-Y para volverte un avaro sin corazón, ni sentimientos. -agregó Shiryu.

De un momento a otro se encontraron en la oficina de Ikki, pero mejor cuidada y limpia.

-2917, 2918, 2919, 2920, 2.... -contaba las monedas un Ikki más joven. Enfrente de el se encontraba Rei mucho más adulta que tenía agarrados de la mano a una niña y a un niño.

-Ikki ya han pasado 10 años, tenemos 2 hijo y yo tengo una pequeña casita en el campo ¿cuando me pedirlas matrimonio?.

-Hablando de eso -contesto la versión mucho más joven de Ikki, la cara de Rei se iluminó por un momento -Te no pagaste impuestos los últimos 2 meses, me temo que tendré que embargar tu propiedad -mostrando un documento, la cara de horror de Rei pronto se convirtió en una de tristeza y con eso se dio media vuelta y se fue cerrando la puerta de un portazo haciendo que todas la monedas de Ikki cayeran al suelo.

-Espíritus no más, no más de estos tormentosos recuerdos. -rogó Ikki.

-Muy bien Ikki, pero nunca olvides que estos recuerdos están en tu mente.

-Y no podrás hacer nada para cambiar lo que fue -dijo Lita.

Entonces ambos espíritus desaparecieron e Ikki volvió a su habitación, como si nada hubiera pasado, pensando que todo aquello abia sido un espantoso sueño.

Ikki volvió a consiliario el suelo, quizás paso una hora o simplemente no pasó ni un minuto, pero comenzó a percibir un muy bello olor a Rosas, así como hermosa música de piano- obviamente eran villancicos, pero Ikki no lo sabía-, al abrir los ojos pudo ver frente a él a un hombre alto y Rubió, que olía una rosa y a una hermosa joven de cabellos azules, con ojos del mismo color.

-Hola Soy Amy espíritu de las navidades presentes.

-Yo soy Hyoga espíritu de las navidades presentes.

-¿De donde salieron todas estas Rosas y esa música?.-fue lo único que se le ocurrió preguntar.

-Vienen de la bondad de la gente en estas fechas -contesto Amy con una sonrisa.

-Nadie a sido bondadoso conmigo -murmuro Ikki.

-Claro que hay gente a pesar de que eres un avaro y egoísta, te dan su corazón, aunque como tu cerebro tiene solo una neurona funcionando no te das cuenta de eso 😒-hablo Hyoga.

Amy le dio un codazo a Hyoga -Es por eso que venimos a mostrarte la Navidad de todas aquellas personas que son una constante en tu vida.

Y con eso un hermoso y misterioso portal se abrió y pasaron por el. Se encontraron afuera de una hermosa mansión, bastante festiva el olor a galletas de jengibre se podía sentir a kilómetros, esta era la casa de su hermano Shun, pudo oir risas que provenían de esta, al acercarse para ver pudo ver a Shun, su esposa Minako y......... a Rei y a sus hijos sentados en un mueble.

-Jaja balla así que, Nicolás, te casaran en junio según tengo entendido- hablo pícara Mina.

-Así es, mi prometida y yo queremos casarnos lo más pronto posible, -dijo con una sonrisa, para luego mira a otro lado algo triste -De casualidad, tío sabes donde vive mi padre me gustaría que el estuviera presente el día de mi matrimonio.

-¡Nicolás eso nunca! 😡-dijo Rei molesta, parandose de un salto -¡Ese hombre esta muerto para todos nosotros!.

-¡Pero es mi padre! -dijo el gritando a su madre- ¡Si yo quiero volver a verle es mi maldito problema!.

-¡No le hables a mamá de esa forma! ¡A demás el nos desprecio! ¡No merece ni tu cariño ni tu respeto!.

-¡Ustedes no entienden nada!, ¡por eso no quería que Diana las conociera!. -Y con eso el Joven Hino salió de la casa, llendo se por otro lado.

Ikki estaba impactado, su hijo quería volver a verlo y sobre todo se hiba a casar, se perdió tarda la infancia de sus hijo, se sentía triste.

-Ves, tus errores se reflejan en esta familia rota -hablo Hyoga.

-Es tan triste -comentó Amy.

-Bueno debemos movernos a otro sitio -dijo Hyoga y con ello, ahora estaban frente a una pequeña casita.

-¿En donde estamos? -pregunto Ikki.

-Esta es la casa de Seiya la pobre alma a la que tienes esclavizada.

Al mirar adentro pudo ver a un niño peli vino y a otro niño pelo blanco jugando por ahí y a una hermosa mujer que estaba sacando la comida del fuego al abrir la tapa de aquella vieja sartén se pudo aprecias un pequeño animalito cosido.

-¿Que es eso un canario? -comentó Ikki.

-Si, es todo lo que se puede conseguir con el sueldo tan miserable que le das al hombre -dijo Hyoga.

-Pero debe haber más comida, la olla que esta en el fogón debe de tener algo de comida -declaró Ikki.

-Me temo que no es más que agua -declaró Amy.

-Bueno niños es hora de comer -hablo Seiya.

-Yei! -festejaron lo niños.

-Ah, pero primero debemos esperar a la pequeña Reiki -dijo Seiya.

-Ya voy papá -dijo una pequeña niña que estaba bajando las escaleras y tenía un bastón, no se veía nada bien, se veía enferma.

-Vamos -dijo Seiya cargandola y subiendola a la silla.

-Wow cuanta comida Rica, debemos darle las gracias al señor Ikki -hablo la pequeña niña, su madre solo hizo una cara de molestia, pero la quito rápidamente cuando vio que su esposo la miraba con una cara que reflejaba que estaba demaciado cansado como para discutir.

-Espíritus ¿que le sucede a la pequeña niña? -pregunto Ikki.

-Esta enferma -dijo Amy.

-Si, y si continúan las cosas así, para la próxima Navidad habrá una silla vacía donde ella se sienta -dijo Hyoga, Ikki al oír eso sintió un gran nudo en la garganta.

-Parece, mucho me temo que nuestro tiempo contigo a acabado -dijo Amy.

-Quizás el próximo espíritu te haga cambiar de parecer, tiene una capa negra realmente larga y un gran báculo -hablo Hyoga.

De un momento a otro el se encontraba parado en un lugar donde había abundante niebla donde no podía verse ni siquiera sus propios pues, los espíritus habían desaparecido, entonces se chocó con una persona, tenía una capa negra realmente larga y un báculo, no se le podía ver el rostro.

-¿Tu eres el espíritu de las navidades futuras? -hablo Ikki, el espíritu solo asintió en respuesta -¿Donde estamos? ¿Que hacemos aquí?.

La niebla se despejó dejando ver que estaba en un cementerio, su vista se poso en un entierro que ocurría no muy lejos de ahí, esa Seiya y su familia, el sostenía el bastón de la pequeña Reiki para después caer de rodillas y llorar la pérdida de su amada hija.

-Balla nunca había visto un entierro igual, sin familia ni amigos para despedir al difunto -hablo la voz de un hombre.

-Debió de hacer cosas realmente malas para que eso ocurra ¿que te parece si tomamos un descanso para luego seguir con el entierro?.

-Me parece bastante bien, de todas formas no se va a mover de ahí -ambos hombres rieron a carcajadas para luego alejarse.

-Espíritu ¿de quien esta tumba? -pregunto Ikki acercándose a mirar.

-Es la tuya -hablo el espíritu revelando a una hermosa mujer, que lo empujó con su báculo al hoyo.

Ikki intento sostenerse de una rama desesperadamente ya que el ataúd se había abierto y dentro de el llamas salían así como lava burbujeante, quizás el infierno mismo.

-Por favor espíritu ayúdame cambiare, juro que cambiare! -gritaba el, tratando de sostener se- ¡cambiare! ¡Cambiare!.

-¡CAMBIARE! -se había despertado a un lado de la cama, más calmado se sentó en la cama, pero..... ¿Había sido todo aquello un sueño?, pareció tan real, definitivamente el no quería acabar como en aquel espantoso sueño, debía hacer algo y si lo hiba a hacer debía ser ya.

Rápidamente tomó su saco, sin preocuparse mucho de que estaba en pijama, su sombrero y sus zapatos, al salir de su casa casi es botado por unos niños que pasaban corriendo.

-Jaja, pero que chiquillos tan encantadores.-vio a unos hombres que estaban reuniendo dinero para los pobres -Ah amigos tengan -dijo dándole una bolsa de monedas.

-¿Pero si son 10 monedas de oro?.

-Ah, ¿como dicen que aún no es suficiente, pues tengan -dijo dándole otras 4 bolsas más -¿Que aún no es suficiente? -entonces les dio 6 bolsas más de dinero -1000 monedas de oro y ni un penique más.

Los hombres se quedaron sorprendidos, pero felices por la contribución de Ikki. El se encontró cara a cara con su hermano Shun que hiba en una carreta.

-Shun -dijo saludando lo, Minako también se encontraba con el -Minako tan hermosa como siempre, bebo decirles que aceptó su invitación a comer, llegare a las 12:00 en punto, tengan listo el pavo -dijo con una sonrisa.

-¿Pero que mosco le pico? -dijo Mina confundida.

-No lo se -dijo un Shun aún más confundido, luego sonrió -Bueno Mina parece que tendremos que poner un plato más en la mesa, es más manda a poner 5 platos más me parece que tendremos más invitados.

-Ikki -dijo Rei asomando su cabeza, y vio al mencionado caminar alegremente a la juguetería y salir con un costal aún más feliz.

El hiba cargando el costal lleno de juguetes y se encaminó a casa de Seiya, decidió jugarle una pequeña bromita así que volvió a su semblante serio y tocó la puerta.

-Señor Ikki -dijo Seiya impactado, Ikki paso sin pedir permiso -Si claro que puede pasar.

-Seiya vengo a traerte algo.

-Señor Ikki, estoy en mi casa, no puede ser cuando este en la oficina.

-No tiene que ser aquí -dijo soltando el saco y de el callo un pequeño osito de peluche que no pasó desapercibido por la pequeña Reiki, Ikki al notarlo lo guardo en el saco -Lo que vengo a traerte son....

-Juguetes -dijo Reiki sacando los juguetes del saco.

-Si así es juguetes!..... Quiero decir, si esos son para tus hijo -inmediatamente los niños corrieron por los juguetes -y para ti..... -el trago duro, pero se sorprendió al ver que Ikki le extendía su sombrero de Copa -Serás mi nuevo socio.

Seiya aceptó gustoso aquella propuesta, y todos rieron al ver que mejores cosas les esperaban a todos. Ikki cambio para bien y se libró de las cadenas que sus pecados estaban formando y si se lo preguntan.... Si el y Rei después de tantos años por fin se casaron.

Gracias por leer espero les haya gustado mucho.
La próxima historia será el cascanueces protagonizada por Mamoru y Usagi.

Espero y pasen unas muy felices fiestas.

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