Pieck ya había oído hablar de Zeke muchas veces, pero no había sentido curiosidad por conocerlo.
Lo único que había escuchado relacionado a él era ver cómo la gente comparaba su inteligencia, ya que ellos dos eran los más listos de la clase. Factor que precisamente no pasaba desapercibido.

Pero ella había perdido el interés de hacer amigos después de la partida de Porco. Y como era tampoco era algo que se le daba bien, prefería ignorar los puntos positivos de intentar socializar.
Pero lo que no se esperaba era que Zeke sí estaba interesado en socializar.

En unos de esos descansos en medio de clases, el adolescente se acercó a ella.
—¿Te llamas Pieck, verdad?

Sentía que un nudo se formaba en su garganta.

—S-sí. Así es. —de inmediato se maldeció a ella misma por poseer tan pocas capacidades a la hora de iniciar, o siquiera mantener, una conversación con alguien que no fuera Porco.

—Está bien, Pieck. Quería preguntarte si querías hacer el trabajo de ciencias naturales conmigo.

Pieck se sorprendió ligeramente por aquello, no había pensando que alguien le preguntaría algo así.

—Pero... ¿No es necesariamente en grupos de dos, verdad?

Zeke asintió con neutralidad.

—Entonces... Creo que lo haré sola —intentó decir Pieck en la forma menos ruda posible— Gracias por preguntar. —añadió como guinda final a la respuesta.

La expresión de Zeke, aunque no se veía dolida ni muy sorprendida, sí que era fácil de intuir que él había esperado una respuesta afirmativa por parte de Pieck.

—Bueno, ¡No hay problema, mucha suerte!

Cuando Zeke se dio la espalda Pieck se sintió al instante insegura por lo que había dicho, aunque al segundo intentó decirse a ella misma que no debería de pensar más en aquello ya que ya había dado una respuesta uno había vueltas atrás, y por lo tanto siguió su propio consejo.

Era difícil de creer que a pesar de estar rodeada de estudiantes con quince y dieciséis años, ellos actuaran como si tuvieran trece. No era ya la primera vez que al pasar por el pasillo del instituto había escuchado el típico comentario que intentaba ser un susurro disimulado, que en sus palabras cargaba la típica pregunta de "¿Ella y Zeke no están saliendo?" y otros comentarios parecidos que empezaban a hacer que ella le agarrara tirria a aquél rumor únicamente infundado por el hecho de que ella y Zeke eran los más listos de la clase.

Pero no tenía nada más. El único contacto que había tenido con Zeke había sido una conversación que no había durado más de un minuto. Es más, ni siquiera veía a los dos estando en una relación.

¿Pero y por parte de Zeke?

Él nunca había prestado atención en general a los temas amorosos y todo esto le pillaba algo desprevenido.

Se tomaba esos repetitivos comentarios como una broma superficial, y es por eso mismo que cuando le decían que haría buena pareja con aquella chica, no tenía ni idea de qué pensar o responder.

Su padre siempre le había enseñado a centrarse en las clases para perseguir determinada carrera universitaria, y por eso mismo no sabía lo que era encontrarle el placer a otro tipo de actividades que no estuvieran relacionadas con los estudios.

En conclusión; los dos se movían por causas totalmente diferentes y eso ocasionaba que ellos dos no chocarán en sus vidas.

Y la realidad era que, Pieck se seguía agarrando al recuerdo de Porco, y soltarlo era demasiado complicado, aunque preferible a corto plazo -cosa que no quería ver-, y Zeke sólo tenía ojos para los estudios y no se daba cuenta de la felicidad que podría traerle una relación de cualquier tipo con alguien.