Ensayo de Pociones
ValeriaPalau #HEED
N/A: Este capítulo es felicitando a Neville, ya que el pasado 30 de julio fue su cumple años, ¡felicidades, Longbottom!
Se encontraba barriendo ramitas y hojas desparramadas por el suelo. Se había quedado a ayudar a la Profesora Sprout como hacía cada viernes por la tarde. Ya había estado ordenando las macetas de distintas plantas por orden alfabético. Dejo la escoba, cansado, y se sentó un momento.
No es que su pasatiempo favorito fuese barrer el aula de Herbología, sobre todo un día como aquel que el cielo se encontraba despejado y daba ganas de darse un chapuzón en el Lago Negro (aunque no es muy recomendable).
Le encantaría estar fuera, divirtiéndose y pasando la tarde con sus amigos. Amigos. Neville Longbottom no sabía mucho de amigos. No es que no tuviese, claro que tenía. Pero parecía que había pequeños grupos, la gente se dividía, para estar juntos. Harry, Ron y Hermione. Fred, George y Lee Jordan. Malfoy y sus dos gorilas. Seamus y Dean. Luna y Ginny (a este grupo a veces se juntaba Hermione, cuando, según ella, 'Ronald estaba siendo un idiota insensible).
Él se llevaba bien con los tres primeros, Luna y Ginny; pero parecía que estaban mejor en sus grupos, sin él molestando con todas las propiedades de un Puffapod (aunque a Hermione le solían parecer interesantes).
Intentaba ocultarlo, pero estaba triste. Quería encontrar un buen amigo con el que pasarlo bien.
Dejó de darle vueltas a todos esos pensamientos y volvió a coger la escoba.
Acabó la faena y se dirigió a la salida distraído, buscando sus apuntes de Pociones (tendría que ponerse a hacer los deberes ya, porque le llevarían todo el fin de semana).
Cuando por fin los encuentra, se choca con alguien y se cae al suelo.
–¡Ay! –gritó una voz femenina.
Neville se levantó y vio a una chica rubia, de piel muy clara y ojos castaños. Su túnica llevaba los colores amarillo y negro que indicaba que era Hufflepuff. Un montón de libros y ensayos estaban tirados por el suelo.
–Lo siento -dijo Neville ofreciéndole una mano a la chica para que se levantase–. Soy muy despistado...
–No pasa nada, yo también lo soy –dijo la chica aceptando su ayuda.
Neville la reconoció como Hannah Abbott, de su mismo año. Había ido con ella a varias clases, incluyendo Pociones y Herbología.
–Eres Neville Longbottom, ¿verdad? –pregunto ella reconociéndolo también.
Neville asintió. A veces era un poco tímido, pero no entendía porqué. Conocía a aquella chica desde su primer día de Hogwarts, pero tampoco habían hablado mucho
–Sí, vamos juntos a Herbología y...
–...pociones. Y nos conocimos en el Expreso Hogwarts.
Hannah le sonrió.
No estaba acostumbrado a que la gente fuese tan amable con él. Normalmente, a excepción de unos poco nombrados anteriormente, la gente se solía burlar de él.
–Esto... ¿También estás con el trabajo de Pociones? –Neville señaló los ensayos que Hannah acababa de recoger.
–Sí... No es que se me dé especialmente bien.
La entendía perfectamente. Hacía ya dos días que Snape les había mandado hacer una redacción sobre el Calado del Dinamismo, y comentar porque se debería usar tal ingrediente y tal procedimiento en vez de otra cosa.
–Yo igual. Justo ahora iba a la biblioteca a ver si conseguía hacer algo... –le respondió.
–¿Te importa si vamos juntos? Dos cerebros trabajan mejor que uno –cuestionó la chica.
Neville no pudo evitar ruborizarse un poco. No es que le gustase la chica, no se conocían mucho. Aunque sí es verdad que era guapa y maja...
«Céntrate, idiota» le dijo una voz en su cabeza, que se parecía bastante a la de su abuela. «Ahora tienes que hacer ese endiablado ensayo de Pociones, déjate de bobadas»
Neville decidió no replicar a su consciencia, y respondió:
–Sí, claro –intentó parecer seguro, pero le salió un gallo.
Hannah soltó una risita y se puso a andar hacia la biblioteca.
Puede que después de ese día Neville sacase un insuficiente en su ensayo, pero también sacó algo mucho más importante: una gran amiga.
[...]
–¡Hannah! –gritó al verla. Acababa de terminar la Segunda Guerra Mágica y se encontraba en el comedor de Hogwarts.
Ella le vio y vino corriendo hacia donde estaba sentado.
–Hannah... Menos mal que estás bien.
–¡Neville! –le abrazo. La verdad es que se sonrojé un poco, no estaba acostumbrado a que una chica tan guapa como ella le abrazase...–. Merlín, Neville, lo que hiciste antes... Eres la persona más valiente que conozco, Neville Frank Longbottom.
Se rió. Él no era valiente. Siemplemente, en ese momento, se había vuelto loco.
–Yo no soy valiente, Hannah.
–No digas tonterías, Nev. Eso que hiciste... Hacerle cara a Quien-tú-sabes... Es decir, a Vo-voldemort.
–Venga ya. La persona más valiente de aquí es Harry Potter, lo que hice yo no es nada comparable...
–Cierra el pico, Longbottom –me dio un beso en la mejilla y me sonrió. Después, me dio la mano–. Venga, Chico Valiente, vayamos a ayudar en la enfermería.
Y se fueron, los dos con una sonrisa en el rostro.
N/A: Y hasta aquí llega la historieta. Sé que es corta, pero irá variando la extensión de cada una. Espero que os haya gustado ;-)
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