Cabello pelirrojo rebelde
ValeriaPalau #HEED
[N/A]: En honor al cumpleaños de Ginny Weasley, el pasado 18 de agosto, ¡felicidades, pelirrojilla!
Se estaba peinando el pelo pelirrojo cuando se dió cuenta de la hora que era.
–Oh, no. Oh, no.
Salió corriendo de la habitación y bajó a la Sala Común.
–¡Ginny! –la llamó Hermione, al verla tan acelerada–. ¿Por qué tanta prisa?
–¡No quiero llegar tarde a clase!
Hermione la miró sorprendida.
–Ginny, quedan cuarenta y cinco minutos para la primera clase. Tienes tiempo de sobra para desayunar y... ¿por qué ayer no tenías tantas prisas?
Tenía razón, el día anterior había sido su primer día de clase. Acababa de empezar su primer curso en Hogwarts.
A modo de respuesta, le tendió su horario.
–Oh –Hermione miró el papel con cara de aburrimiento–. ¿Es que a todos los Weasley les gusta volar en escoba?
–¡No puedo llegar tarde! ¡Es mi primera clase de vuelo!
Hermione rodó los ojos y sonrió.
–Deberías acabar de peinarte primero, no sabía que ahora los cepillos se llevasen como accesorio de pelo –se río un poco.
Ginny se dió cuenta de que tenía el peine enganchado en el pelo. Se lo quitó rápidamente y lo dejó sobre la mesa. Hermione lo recogió y le peinó un poco las puntas y mechones rebeldes.
–Sé que no te gusta mucho volar y tampoco es la clase en la que más destacas, pero... ¿Algún consejo? –parecía nerviosa.
Hermione se quedó un momento pensando.
–Sé tu misma –dijo simplemente. Pero luego añadió–: no le tengas miedo, créeme, no ayuda. Estoy segura de que lo harás bien.
Ginny le sonrió.
–Gracias. No suelo ser muy insegura, pero el aprender a volar es muy importante para mí...
–No es nada. Otro consejo: si te mareas fácil, no te recomiendo desayunar mucho.
Bajaron riendo las escaleras hacia el Gran Comedor.
[...]
–Bien, póngase al lado izquierdo de las escobas y extiendan su brazo derecho sobre el mango de esta. Una vez hecho eso, digan, fuerte y claro, «¡Arriba!».
Ginny miró a los extraños ojos de la Profesora Hooch, al principio nerviosa, pero luego decidida. Extendió la mano sobre el mango de la escoba mientras observaba al resto.
«Esos cuatro Slytherins han probado ya tres veces, y no lo han conseguido –observa–. Pobre Colin, a saber como, se ha caído al suelo...»
Miró fijamente a la escoba, con toda la determinación y fiereza que tenía, y pronunció todo lo claro que pudo:
–¡Arriba!
Para su alegría, vio como la escoba levitaba rápidamente hasta su mano. La agarro y dirigió la mirada a la Señora Hooch, que le sonreía.
–Estudiantes, la Señorita Weasley lo ha conseguido a la primera, ¿han oído como lo ha pronunciado? Muy bien hecho, Weasley, 20 puntos para Gryffindor.
Ginny no podía describir su felicidad con palabras. Sentía que en cualquier momento explotaría de una emoción tan fuerte. Sonrió con orgullo y se apoyó en la escoba, viendo como los Slytherins soltaban gruñidos y la miraban mal. Ella les sonrió con sorna.
El resto de la clase le fue de mejor a muchísimo mejor. Ascendió fácilmente y sin desequilibrarse. Dió dos vueltas con mucha soltura y descendió igual de bien.
–Bueno, clase, nos veremos en unos días. Recuerden cerrar con llave el armario de las escobas –Rolanda Hooch se despidió.
[...]
–¿Nerviosa, Gin?
–No, Harry, para nada...
–No hacía falta ser sarcástica.
–No hacía falta que hicieses una pregunta tan tonta.
Harry levantó una ceja y Ginny le sacó la lengua sonriendo en burla.
Era el primer partido de las Holyhead Harpies de la temporada, y también el primer partido de Ginny en el equipo. Se celebraría en Hogwarts, ya que era un amistoso entre las Arpías y los Chudley Cannons.
–Venga, este partido estará chupado, es contra los Cannons, después de todo –le animó Harry.
–Retira eso ahora mismo.
Otra figura pelirroja se asomó en el vestuario, acompañada de una castaña.
–¿A qué esperas para retirarlo? –cuestionó Ron Weasley.
–A que los Chudley ganen un partido, llevan desde... –Harry miró dudoso a Hermione.
–1892.
–1892 sin ganar la Liga, y estando Ginevra en el equipo contrario, no tienen oportunidad ninguna –terminó el chico de las gafas redondas.
Hermione y Ginny rodaron los ojos, exasperadas con sus novios.
–Que no ganen la Liga no quiere decir que no ganen partidos... –empezó a decir el pelirrojo, pero su hermana pequeña le cortó enseguida.
–¿Pero tú de qué lado estás? ¿Vas a ir contra mí?
–Eh... Yo...
La colleja que le dio Hermione a su novio pecoso resonó en todo el vestuario.
–Obviamente está de tu lado, Gin –dijo la castaña mirando severamente a Ron.
Este farfulló algunas cosas en voz baja y asintió con la cabeza.
–Bueno, nos vamos, tendrás que prepararte –dijo El Elegido, y le dió un beso a su novio deseándole suerte.
–Que te vaya bien, hermanita –Ron le dió un pequeño abrazo y salió por la puerta siguiendo al azabache.
Hermione sonrió a Ginny y la abrazó.
–No te costará nada machacarlos –le dijo Granger.
–Lo sé, lo sé... –la miró un poco nerviosa–. ¿Puedes...?
–Por supuesto.
Hermione cogió un peine que había tirado en una mesilla y le peinó el pelo a Ginny para después hacerle una coleta.
Desde la primera clase de Ginny de Vuelo, que Hermione la peina antes de jugar al Quidditch se había vuelto una costumbre. Ginny aseguraba que le daba suerte, aunque Hermione le repetía que no la necesitaba. De todas formas, siempre le peinaba el pelo.
Hermione le dió una última vuelta a la goma de pelo y la coleta quedó hecha.
–Ya está ese cabello pelirrojo rebelde.
–¿Hablas tú de cabellos rebeldes?
Las dos se rieron y se despidieron, para dar paso a un partido que una victoria obvia por parte de las Holyhead Harpies, y con una tal Ginevra Weasley como protagonista del partido.
[N/A]: Espero que os haya gustado ^^ . No os olvidéis de comentar.
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